Fuente: bbc.com |
A mí particularmente me da igual que existan planetas fuera del sistema solar. Su existencia no va a cambiar mi forma de vida, y teniendo en cuenta mi edad, tampoco se me va a presentar la posibilidad de trasladarme a vivir a uno de ellos. Continuando con las particularidades, también me daría igual si la Tierra fuera plana o esférica como efectivamente es, o que sea ella la que gira en torno al Sol y no al revés, como creía la inmensa mayoría de la población hasta bien entrado el siglo XVII.
Ocurre que todo ese tipo de conocimientos, aparentemente alejados de la vida cotidiana, son percibidos por una parte de la sociedad como inútiles o gratuitos. No se llega a ver la relación entre "esos" saberes y el desarrollo tecnológico, el avance científico y el progreso de todo tipo. Eso sin tener en cuenta otros aspectos del conocimiento que a mí me parecen tan interesantes o más que el puramente pragmático.
Todo esto viene a cuento porque ayer tropecé con un licenciado que en un momento dado de nuestra conversación callejera me soltó que toda esa "chorrada" de los exoplanetas era un invento de algunos medios de comunicación para entretener a la gente. Me quedé perplejo ante lo que oía y cuando comencé a decirle que ya habían sido catalogados casi cuatro mil, me soltó un "o sea, que tú también eres un friki".
Sí, soy un friki al que le falta tiempo para poder aprender más. Como reza la cita de Timothy Ferris que encabeza este espacio, la aventura del aprendizaje es interminable. Disfruto descubriendo cosas que no sé, sean del campo del saber que sean, y aunque aparentemente no sirva para nada práctico, reconozco la importancia que tuvo el que Didier Queloz, haciendo uso de una gran creatividad, descubriera el primer exoplaneta en 1995, Dimidio.
Hoy no solo se utiliza su método de velocidades radiales para descubrir nuevos planetas, pero el fue el primero en idear un método y ponerlo en práctica. Eso, por sí mismo es extraordinario. Me da igual que alguna vez la humanidad pueda llegar a uno de esos que están dentro la "franja habitable", o que incluso tenga que trasladarse porque el nuestro no dé para más. Lo que realmente me emociona es la capacidad para descubrir y la belleza que genera el propio conocimiento. Ya veis, tengo mucho más desarrollado el sentido estético-abstracto que el pragmático.
Pero lo que me preocupa es la desinformación en la que parece vivir una parte de la población, incapaz de distinguir entre pseudociencia y conocimiento contrastado, incapaz de percibir la diferencia entre una noticia y un bulo, incapaz de reconocer los límites entre creencia, opinión y conocimiento. Algo estaremos haciendo mal para que una persona que ha estudiado en la universidad no reconozca esas diferencias.
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