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miércoles, 20 de noviembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Lola Mascarell)

Editorial
#unlibrounpoema 

No había leído nada de Lola Mascarell y este Préstame tu voz me ha agradado profundamente desde el comienzo hasta el final. 

Dejo no uno sino cuatro poemas, tres escritos y uno en audio.



CANTAR DEL REGRESO

Mientras cruzo las huertas 
en la hora del riego 
pienso en salmo y juntura, 
en palabras que suenan a oración, 
en músicas y versos 
que salvan a ese niño que regresa 
deprisa hacia su casa. 

El coro de los pájaros 
cincela en su gorjeo 
el caer de la tarde. 

Hay un mirlo que salta entre los setos 
y una urraca que sigue desde arriba 
sus pasos indecisos. 

¿Qué vuelos se levantan en la hora 
en que todo regresa y se recoge? 

La noche ya ha caído en las montañas 
y el niño llega al cuarto y se recuesta 
a escuchar los sonidos que se encienden 
mientras todo se apaga. 

A salvo ya del mundo y sus fantasmas, 
sin miedo a la intemperie, 
en medio del silencio de la noche, 
donde solo resuenan los acordes 
que escribe el pensamiento, 
comprende que la casa es el poema, 
aprende que el refugio es la canción.





CORAZÓN

                    A mi padre


Enredada en la turba
​la raíz de la menta
​es blanco laberinto
​de la luz entre la tierra,
​camino de la savia
​latiendo en estas manos
​que trasplantan su aroma
​a un lugar soleado del jardín.
​En la sala de espera
​un médico nos cuenta con metáforas
​lo que ha ocurrido dentro de tu cuerpo:
​una acequia vacía y un atasco
​y un trozo de la huerta sin regar,
​un breve territorio
​donde todo es ya negro.
​Ajenas a metáforas y cuentos
​tus ganas de vivir
​despuntan otra vez,
​comienzan a moverse
​la savia y los deseos que sostienen
​la vida de los hombres.
​También se hacen más fuertes,
​tierra adentro de ti, nuestras raíces.




UN DÍA CUALQUIERA

Ayer fuimos a Denia.
Hacía un día claro,
salpicado de nubes pasajeras.
Hablamos con amigos, abrazamos
la alegría sin dueño de Lucía
y tiramos al mar algunas piedras.
Luego fuimos a andar e imaginamos
nuestras vidas allí, junto a ese mar
y esos cantos rodados.

Unas niñas bajaron con sus bicis
vestidas de verano,
las caras sonrojadas del esfuerzo
y la vista perdida más allá.

Ya cerca de la noche
nos sentamos a ver pasar el tiempo
y el día se nos fue como viniera:
sin otra posesión que ese contento
tan párvulo y sonoro como el mar.



Si queréis oírla hablar de su poemario, a través de este enlace y del minuto 11' 30'' podéis hacerlo.
***


lunes, 11 de noviembre de 2024

DESDE MI VENTANA


Ya están disponibles desde hoy los tres formatos en que se ha publicado el poemario: Kindle, tapa blanda, tapa dura

Los poemarios se acompañan de las imágenes que originaron los poemas. Algunas de ellas aparecen en el vídeo. En papel, por desgracia, no es posible imprimirlas en color. Todas aparecen en blanco y negro, aunque tendréis oportunidad de verlas en blog, así como en los audios que vaya grabando, pues serán el icono de la portada de cada uno de ellos, tal y como aparecieron en los audios que publiqué hace pocos días. 



Collage y pintura. Creación de Irene.


Muchas gracias a todas las amistades que de una manera u otra habéis contribuido a mejorar la presencia del texto o a difundir el vídeo publicitario del libro 💗💙💚💛💜.
***



miércoles, 6 de noviembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Édouard Glissant)

Editorial
#unlibrounpoema


Que yo sepa, esta es la única traducción que se puede encontrar de parte de la obra poética de Édouard Glissant (1928-2011). También existe un trabajo sobre su pensamiento, obra de Angélica Montes, publicado el año pasado, lo mismo que esta antología.

Glissant nació en Martinica, en 1946 viajó a París para estudiar filosofía y etnología en La Sorbona. Fue alumno, entre otros, de Bachelard y de Wahl. En 1958 obtuvo el premio Renaudot por su novela La Lezarde, lo que le valió el reconocimiento de crítica y público. Estuvo muy comprometido en la lucha anticolonialista. Participó en los dos primeros Congresos Internacionales de los escritores y artistas negros que tuvieron lugar en 1956 en la Sorbona y en 1959 en Roma. Su participación en el Frente Antillano-Guyanés le llevó a que se le prohibiera la estancia en las Antillas y fue confinado en la Francia metropolitana. 

[Nota al margen: descolonial, como descolonizar o descolonización, todavía se escribe con "s"; lo mismo que al principio se utilizó el barbarismo desconstruir, aunque la RAE tuvo que renunciar ante la avalancha de imitadores bastante ignorantes que terminaron deshaciendo, analizando y desmontado en partes huevos fritos, partidos de fútbol o textos de Lorca]

Entresaco tres poemas breves de la antología publicada por Pre-Textos


EL ÁRBOL GRAN ÁRBOL



Tus hojas el hedor de los deseos las siegas de heno ciego los brazos de mar

Tus hojas de llaga medieval en el recuerdo de mis esplendores

tus ramas de hombros de mujer arada sobre la sed de las hierbas cortantes

árbol vuelto a comenzar tu cuerpo separé de tu cuerpo el caparazón de mis claridades

tu tronco de cribas renovadas

tu tronco de luz en el campo negro de las florinoches

tu tronco de raíz que ha tomado tronco y la maravilla la cama del caracol rodante

tu ramo tus raíces el fuego congelado de tus raíces y las masas de hombres aferrados a las ubres de tus dolores



el sufrimiento como un invierno en las fuentes de las profundidades.





ABRUPTO


No el canto, tenderete sobre tu desierto

Sino la inocencia caída roja

Limo de los muertos en tu muerte empalmados

Una risa para que un muerto arramble su herida

Un grito un nudo un pesado aplomo de cabezas derrumbadas

No el canto

Sino esta piedra en tu mano donde grita el viento

Y sueñan los pájaros heridos con los frutos de las palabras

Mientras que viva sorprendes

La sangre remachada que vive en la noche sin austro






De Bonaparte al rastrojo de los Agustinianos,

Alguno dice: "¡Estos son presos!". Dicen: "Es la tierra

la que reúne su oleaje con la gente de aquí".

Y muchos han apisonado las Islas,

Muchos la extenuación.


Uno que congrega un montón de sufrimiento en pillaje

Se hace con ello choza cama cayo

Se abandona al amasijo que le hacen ustedes, ¡colmenas!,

cuando dejan bendiciones ante su boca.


Cuentista, él arrastra en sus calderas,

Cortador de caña en Malendure, ha soñado

Una cáscara en tres posos de agua en la Fontaine.

Luego navega al Oriente.

***


viernes, 1 de noviembre de 2024

DESDE MI VENTANA

Cubierta de la edición en papel

Ya está disponible la versión en papel y tapa dura del nuevo poemario. Un título para recordar que lo verdaderamente importante y extraordinario es todo aquello que conforma cuanto vivimos día a día, lo cotidiano, lo más próximo y elemental.



Todos los poemas que componen esta colección fueron escritos hace algunos años, la mayoría de ellos entre 2014 y 2018. Los fui agrupando bajo diversos títulos que ahora no viene al caso recordar y algunos aparecieron publicados en el blog en aquel tiempo. Hoy me he decidido a recogerlos y hacerlos públicos definitivamente según el orden inverso en que fueron escritos, es decir, los últimos que escribí son los que aparecen en primer lugar; los más antiguos, al final.

Si no todos, la inmensa mayoría surgió de una imagen, de algo que vi y me llamó especialmente la atención. Esa es la razón de que aparezcan acompañados de una fotografía que recoge el objeto, hecho, animal, planta o paisaje que captó mi atención. No siempre las fotografías son mías, y aunque algunas de las que no me pertenecen tienen sobreimpreso el nombre de quien las hizo, no ocurre con todas, pero el parentesco de su autora conmigo es estrecho y ella sabrá perdonarme.

Hay una imagen que aparece dos veces, es decir, fue doblemente motivadora para mí. Es, ya lo veréis, un collage en el que se puede ver una isla rodeada por un dragón. Ese fue un trabajo de Irene que utilicé en numerosas ocasiones —siempre con muy buenos resultados— para motivar la escritura dentro del aula cuando todavía trabajaba en la enseñanza. Tanto utilizarlo, al final el tentado por su poder de sugestión fui yo.

Unos pocos poemas de los que aquí figuran ya habían sido publicados en títulos anteriores. Los he recuperado porque ahora pueden aparecer con la imagen que los originó. Estoy convencido de que tienen un sentido más pleno y se entienden mejor a la vista de aquello que provocó su nacimiento. Además, ayudan a completar la idea global que late dentro del conjunto.

Desde mi ventana es una colección que recoge mi mirada sobre el mundo y lo que este me ha podido sugerir. Unas veces aparece la conmoción ante la belleza más próxima y cotidiana; otras, la reflexión sobre algún hecho o situación que me ha parecido especialmente llamativo; en otras ocasiones surge la expresión del dolor ante el desgarro de la violencia; en definitiva, esta colección de poemas recoge mi estar y mi ser frente a lo que me rodea. No es autobiografía, pero en todos y cada uno de los poemas están mis propias reacciones, mis miedos y mis deseos, mis reflexiones, mis angustias y mis alegrías.


[Las imágenes que se ven en las carátulas de los audios son las que provocaron el nacimiento de los poemas].



***


miércoles, 30 de octubre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Metapoéticas, antología de poetas)

Editorial
#unlibrounpoema

Este es un libro de más de 700 páginas, por lo tanto la muestra de poetas es muy extensa. Caben todos los países de habla hispana de América, y de cada uno de ellos hay una buena representación de escritoras contemporáneas, es decir, de poetas que han influido o influyen en el desarrollo de la literatura a partir del siglo XX, aunque más de una haya nacido en el XIX. 

Por si no queda suficientemente claro con el título: son poemas que inciden en la propia escritura, metapoesía, ese cavilar sobre la poesía tan característicamente contemporáneo y tan extendido en la actualidad. Difícil tarea es encontrar a alguien que, dedicándose a la poesía, no haya escrito más de un poema que tenga por tema la reflexión poética.

Siendo una antología tan extensa y abarcando todo tipo de tendencias y estilos de los siglos XX y XXI, que son muchos, lo único que tienen en común todos los textos es que están escritos por mujeres latinoamericanas. Pero la antología, muy bien pensada, recoge una introducción/presentación de cada uno de los países presentes, excepción hecha de Centroamérica, bajo cuyo apartado se agrupan Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.

De esta bien nutrida antología he recogido el poema de Cecilia Vicuña, "Palabrir: Poesía", que pertenece al título PALABRARmas.


PALABRIR: POESÍA

          Poesía, del griego poiesis: creación, de poiein: hacer.

                                                                  Diccionario etimológico

                                                                              JOAN COROMINAS


Las palabras se tienen unas a otras un amor,

un deseo

que culmina en la poesía


unión del ser y su palabra

palabra con palabra.


Palabramos por amor

no por necesidad

o el amor es la única verdadera necesidad


Verdadera

    Es dadora de ver.


Ver el sentido de dar

es el trabajo del palabrar.


Frase o plegaria a la vez 

        hablar es orar.


La palabra es punto

                    de confluencia y unión

                    oro

                    de la oración.


Poema mínimo o esencial

                              la palabra es poesía.


                                                     "Flor es la palabra flor"

                              Joao Cabral de Melo Neto


La palabra ha sido creada por y para la poesía


Y sólo en la poesía 

correspondemos con una ofrenda

a la gracia recibida

                      la vida.


***

martes, 29 de octubre de 2024

DESDE MI VENTANA



Desde mi ventana es una colección que fue surgiendo a partir de imágenes con las que me iba encontrando. Podían ser imágenes que me llamaban la atención durante un viaje, un paseo por el monte, la fotografía que acompañaba a una noticia... y que, de forma inmediata, relacionaba con una idea, una palabra, tal vez un verso. Ese era el chispazo que originaba el poema, aunque no todos tuvieron éxito y terminaron en forma de poema.   

Según iban surgiendo, fui agrupándolos bajo títulos distintos que intentaban recoger el estado de ánimo o el ambiente intelectual que evocaban. Al releerlos, me he dado cuenta de que lo que todos ellos cuentan en conjunto es mi particular mirada sobre el mundo, algunas de las dolencias y de las alegrías que veo. Eso (y el recuerdo de las Cartas desde mi celda) explica el título.

Los poemas son coetáneos, incluso algunos son anteriores, a los que aparecen en la colección Descender hacia la luz. Con ellos tienen en común la defensa y celebración de que lo verdaderamente importante es cuanto hacemos habitualmente durante los días cotidianos. No aquella vez que nos tiramos en paracaídas y tuvimos una feroz descarga de adrenalina, porque lo maravilloso y extraordinario es encontrarnos a gusto con el ser que somos a diario.  

Los poemas se acompañan de la imagen que motivó su nacimiento. La edición en papel los recoge en blanco y negro. De momento no es posible hacerlo en color.

Este que publico ahora es de 2016:


SOÑAR


Para Nahia, que está en camino

Fotografía de IreneLocalización.

                                      Si vivir sólo es soñar
                                     hagamos el bien soñado.
                                        AMADO NERVO


Tómale el pulso al aire, 
pide un deseo,
deposita el sonido de las caracolas
al borde del asfalto,
derriba la desesperanza 
que se oculta entre la niebla,
siembra de luz las calles,
coge impulso
y échate a soñar,

pero cuida de que los enemigos 
de la risa y el entusiasmo
permanezcan al margen de tu sueño.


***


sábado, 26 de octubre de 2024

EUGENIO MONTEJO

Ejemplar del KM
Descubrí hace relativamente poco tiempo la poesía de Eugenio Montejo gracias a un programa de música clásica. En aquel programa la presentadora del mismo leyó un poema que me atrajo profundamente. Lo busqué. Lo encontré, y junto a él vinieron otros tantos poemas que me entusiasmaron. El poema era "Adiós al siglo XX" y daba título y comienzo al poemario al que pertenecía. Desde entonces he andado leyendo de vez en cuando poemas sueltos de este autor venezolano. Hace un par de semanas vi que su poesía se encontraba recogida en Pre-Textos y que el ejemplar estaba disponible en la biblioteca del Koldo Mitxelena. Me lo llevé a casa.

Si tuviera algo que decir sobre su obra y su estilo (podéis leer y oír muchas opiniones y comentarios más autorizados que los míos en internet), además del decir más directo y sencillo de que me gusta mucho, podría decir que su poesía es profundamente sugestiva, que tiene el don de la palabra limpia y que con ella crea un mundo donde yo me encuentro plácidamente acogido, que tiene un estilo noble, hermoso y muy cuidado, y que sus poderosas y originales imágenes son bellísimas. 

Pero lo que yo diga tiene poco interés. Lo verdaderamente interesante son sus creaciones poéticas. He aquí un minúsculo muestrario de su luminosa poesía:

ADIÓS AL SIGLO XX


                                           A Álvaro Mutis

Cruzo la calle Marx, la calle Freud;
ando por una orilla de este siglo,
despacio, insomne, caviloso,
espía ad honorem de algún reino gótico,
recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros
tatuados de rumor infinito.
La línea de Mondrian frente a mis ojos
va cortando la noche en sombras rectas
ahora que ya no cabe más soledad
en las paredes de vidrio.
Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;
miro el instante donde muere un milenio
y otro despunta su terrestre dominio.
Mi siglo vertical y lleno de teorías...
Mi siglo con sus guerras, sus posguerras
y su tambor de Hitler allá lejos,
entre sangre y abismo.
Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios
por un trago, por un poco de jazz,
contemplando los dioses que duermen disueltos
en el serrín de los bares,
mientras descifro sus nombres al paso
y sigo mi camino.





LOS ÁRBOLES

Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.

Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.






MUDANZAS


Mudanzas por el mar o por el tiempo,
en un navío, en una carreta con libros,
cambiando de casas, palabras, paisajes,
separándonos siempre para que alguien se quede
y algún otro se vaya.
Despedirnos de un cuerpo de mujer
que se mira ya lejos como un pueblo,
donde las noches fueron más largas que los siglos
en lámparas y hoteles.
Mudanzas de uno mismo, de su sombra,
en espejos con pozos de olvido
que nada retienen.
No ser nunca quien parte ni quien vuelve
sino algo entre los dos,
algo en el medio;
lo que la vida arranca y no es ausencia,
lo que entrega y no es sueño,
el relámpago que deja entre las manos
la grieta de una piedra.




ESCRITURA

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.

No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.

Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.

Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.




MANOA

No vi a Manoa, no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de sombras ilusorias
que dibujan sus mapas.
Crucé el río de los tigres
y el hervor del silencio en los pantanos.
Nada vi parecido a Manoa
ni a su leyenda.

Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza.
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
—siempre más lejos.

Ya fatigado de buscarla me detengo,
¿qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya
ni cayó en sitio
ni grabó sus paredes con hexámetros.
Manoa no es un lugar
sino un sentimiento.


A veces en un rostro, un paisaje, una calle
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos se vuelve Manoa
sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.




PÁJAROS

Oigo los pájaros afuera,
otros, no los de ayer que ya perdimos,
los nuevos silbos inocentes.
Y no sé si son pájaros,
si alguien que ya no soy los sigue oyendo
a media vida bajo el sol de la tierra.
Quizás es el deseo de retener su voz salvaje
en la mitad de la estación
antes que de los árboles se alejen.

Alguien que he sido o soy, no sé,
oye o recuerda,
si hay algo real dentro de mí son ellos,
más que yo mismo, más que el sol afuera,
si es musical la fuerza que hace girar el mundo,
no ha habido nunca sino pájaros,
el canto de los pájaros
que nos trae y nos lleva.




TERREDAD

Estar aquí por años en la tierra,
con las nubes que lleguen, con los pájaros,
suspensos de horas frágiles.
A bordo, casi a la deriva,
más cerca de Saturno, más lejanos,
mientras el sol da vuelta y nos arrastra
y la sangre recorre su profundo universo
más sagrado que todos los astros.

Estar aquí en la tierra: no más lejos
que un árbol, no más inexplicables;
livianos con otoño, henchidos en verano,
con lo que somos o no somos, con la sombra,
la memoria, el deseo, hasta el fin
(si hay un fin) voz a voz,
casa por casa,
sea quien lleve la tierra, si la llevan,
o quien la espere, si la aguardan,
partiendo juntos cada vez el pan
en dos, en tres, en cuatro,
sin olvidar las sobras de la hormiga
que siempre viaja de remotas estrellas
para estar a la hora en nuestra cena
aunque las migas sean amargas.




TAL VEZ

Tal vez sea todo culpa de la nieve
que prefiere otras tierras más polares,
lejos de estos trópicos.

Culpa de la nieve, de su falta,
-la falta que nos hace
cuando oculta sus copos y no cae,
cuando pospone, sin abrirlas, nuestras cartas.

Tal vez sea culpa de su olvido,
de nunca verla en estas calles
ni en los ojos, los gestos, las palabras.
Tantas cosas dependen noche y día
de su silencio táctil.

Nuestro viejo ateísmo caluroso
y su divagación impráctica
quizá provengan de su ausencia,
de que no caiga y sin embargo se acumule
en apiladas capas de vacío
hasta borrarnos de pronto los caminos.

Sí, tal vez la nieve,
tal vez la nieve al fin tenga la culpa…
Ella y los paisajes que no la han conocido,
ella y los abrigos que nunca descolgamos,
ella y los poemas que aguardan su página blanca



LA TIERRA GIRÓ PARA ACERCARNOS

La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

(Sí, habéis intuido bien, este es el poema cuyo comienzo se cita en la película Iñárritu, 21 gramos, y aquí tenéis el anecdotario de por qué y cómo se incluyó en la película).



EN LA PLAYA

Al desnudarse a solas en la playa
sintió de pronto que uno de sus senos
se fue volando.
Lo vio un instante cruzar a ras del agua
y después mar adentro
hasta el final del horizonte,
hecho ya un punto en la tiniebla de los barcos.
Sin inmutarse, como una palma de la orilla,
con el cabello suelto al aire
se deshizo de las últimas ropas
y nadó largo tiempo en vastos círculos
alrededor de su deseo.
Sabía que todo, más tarde o más temprano,
deja la carne y huye,
así ahora las formas de su cuerpo,
como peces en otro espacio recluidos,
vueltos al mar quedaban libres
entre el vaivén de los eternos elementos.


***


jueves, 24 de octubre de 2024

EL TRANSCURRIR MEDITA SU CORRIENTE


Esta es la película que durante el verano de 2004 estuve montando con fotografías que aludían al paso del tiempo. Vivaldi era el mejor referente y creaba el ambiente adecuado. Cuando la música de Vivaldi dejaba de sonar y se detenía la imagen, entraba un poema; cuando los fotogramas volvían a ponerse en marcha, la txalaparta de Iñaki y Andoni, y cuando el fotograma volvía a congelarse, el segundo poema de la estación aludida por la música del maestro italiano. Las transiciones, por tanto, venían dadas por la música de Vivaldi; la sucesión de imágenes sin sonido eran para la palabra y la txalaparta.

Puesto que estamos en otoño, dejo aquí el primero de los poemas relativo a esa estación. Como he mencionado antes, cada estación tiene dos, el primero es de carácter descriptivo y el segundo de índole personal. Todos ellos, acompañados de alguna fotografía, están recogidos en el cuadernillo que publiqué hace aproximadamente un mes.


                                       OTOÑO



Ahora parece que volvemos.

No sabemos muy bien de dónde ni hacia dónde,

pero tenemos esa impresión de vuelta…

y el viento sopla

y otras veces llueve

y parece que la gente tiene prisa

y que todo está más dorado y un poco más frío.

No importa si fue ayer cuando marchamos,

lo que importa es que hoy

—y mañana también—

tendremos que repetir el mismo gesto,

la misma impertinencia inútil

a la que la lluvia nos convoca.


Ahora parece que volvemos…

y que el mundo es un poco más nuestro:

la estéril ciudad en que vivimos,

el monte al que acudimos los fines de semana,

el trabajo que hacemos y no hacemos a diario,

el ocio que ocupamos también a veces trabajando,

el bosque que arde en cien colores

y la dicha de abandonarnos a ese bosque.


Sí, parece que todo es más nuestro,

quizá porque somos un poquito más nosotros mismos

cuando logramos alcanzar aquello que esperamos:

la fruta, el premio, la luz, el canto.

O, acaso, porque parece que volvemos.



En euskera quedaba así:


UDAZKENA



Itzulian gaudela dirudi.

Nondik gatozen ez dakigu, ezta norantz goazen ere,

baina itzuleraren usaina hartzen diogu…

eta haizeak putz egiten du,

eta beste zenbaitetan euria botatzen du,

eta jendeak presaka dabilela dirudi

eta dena urre kolorez estaliago eta hotzago dirudi.

Ez du axola atzo joan baginen,

axola duena da gaur

—baita bihar ere—

keinu bera errepikatu beharko dugula,

eta egunerokotasunean murgilduko garela.


Orain itzuli eta… dena geureagoa dela ematen du:

bizi garen hiri antzua,

asteburuetan zanpatzen dugun mendia,

egunero betetzen dugun eta betetzen ez dugun lana,

batzuetan lan eginez ere pasatzen dugun aisia,

hamaika koloretan erretzen den basoa

eta baso horretan nahita galtzearen zoriona.


Bai, guztiak geureagoa dirudi,

akaso gu, gu geu bihurtzen garelako

espero dugun hori lortzen dugunean:

fruitua, saria, argia.

Edo, akaso, itzultzen garela dirudielako.


***


miércoles, 23 de octubre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Ósip Mandelstam)

 #unlibrounpoema   

Tomo dos poemas de Tristia  (1916-1921), segundo libro de la poesía de Mandelstam. Todo él se halla bajo la influencia de la Revolución de Octubre. En realidad Tristia es el diario del poeta y de la revolución en forma de homenaje a Ovidio y a Pushkin. A Ovidio porque es el símbolo más universal del destierro y sirve de enlace entre el mundo clásico y el mundo eslavo. A Pushkin porque en Rusia siempre ha sido considerado por sus compatriotas como el símbolo de la dignidad del poeta perseguido.

La fecha en la que está escrito hace que no solo se pueda leer como un diario en torno a los decisivos acontecimientos que están ocurriendo en su país, sino que también se deja traslucir el ambiente bélico europeo

La razón por la que he recogido esos dos poemas es porque mientras en el primero, "El decembrista", el poeta saluda a la Revolución de Octubre, poco después la ilusión y la esperanza puestas en ella han desaparecido totalmente, tal y como podemos leer en el segundo, "Tristia". 


EL DECEMBRISTA


—¡Que el senado pagano sea testigo!—
¡Estos hechos no mueren!
Encendió la pipa y se abrochó la blusa.
Al lado juegan al ajedrez.


Trocó su sueño ambicioso por una cabaña
en los sórdidos confines de Siberia
y una pipa adornada en su boca mordaz,
que clamó la verdad en el mundo de la pena.


Chapotearon por vez primera las barcas germanas,
Europa lloraba cautiva,
y las negras cuadrigas se encrespaban
en las vueltas triunfales.


En los vasos flambeaba a menudo el ponche azul.
Y con el gran rumor del samovar
en voz muy baja hablaba la amiga renana,
guitarra amante de la libertad.


—¡Aún suscita vivas voces
la dulce libertad del ciudadano!
Pero los ciegos cielos no quieren sacrificios:
son más seguros el trabajo y la constancia.


Todo se ha enredado, y no hay nadie a quien decir
que el frío poco a poco invade todo.
Todo se ha enredado, y es dulce repetir:
Rusia, Leteo, Lorelei.


***



TRISTIA


Estudié la ciencia de la despedida 
en las calvas quejas de la noche. 
Rumian los bueyes y la espera se alarga, 
la última hora de las vigilias de la ciudad.
Sigo el rito de esta noche del gallo, 
cuando, tras llevar una penosa carga, 
los ojos llorosos miraron a lo lejos, 
y lágrimas de mujer se mezclaron con el canto de las musas.

¿Quién puede saber al oír la palabra “despedida” 
qué separación nos aguarda? 
¿Qué nos anuncia el canto del gallo 
cuando la llama arde en la Acrópolis? 

Y en la aurora de una nueva vida, 
cuando en el zaguán perezosamente rumia el buey, 
¿por qué el gallo, heraldo de la nueva vida, 
en la muralla de la ciudad agita sus alas?

Y yo amo el hilo de la costumbre, 
se desliza la canoa, susurra el huso. 
Mira, a nuestro encuentro, como pluma de cisne
vuela ya, descalza, Delia. 
¡Oh, mísera trama de nuestra vida, 
donde es tan pobre el lenguaje de la alegría! 
Todo pasó antes, todo se repetirá de nuevo. 
Y sólo es dulce el instante del reconocimiento.

Que así sea: una figura transparente 
yace inmaculada en el plato, 
como la piel tersa de una ardilla. 
Una muchacha, inclinada hacia la cera, la contempla. 

No nos toca adivinar la suerte del Érebo. 
Para las mujeres es cera lo que para los hombres es cobre. 
A nosotros sólo en las batallas nos habla el destino, 
y a ellas, les es dado morir leyendo el futuro.



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