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miércoles, 5 de noviembre de 2025

SESQUICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ANTONIO MACHADO, 8


El sábado 8 de noviembre a las 12:30 h., poesía en la Biblioteca Antonio Mingote (C/ Rafael Finat, 51)


Con motivo del sesquicentenario del nacimiento del sevillano, este recital poético-musical es un recorrido por la poesía que escribió desde sus primeros versos hasta los que compuso en sus últimos días, para celebrar su obra.

El desarrollo del acto tiene dos partes claramente diferenciadas; una sobre fechas que presenta de forma sucinta los hechos biográficos más relevantes del poeta así como los acontecimientos socio-culturales que se suceden. La otra, está formada por los poemas, según avanzan las fechas, agrupados conforme fueron publicados.

Entre cada apartado, la música de guitarra, con piezas clásicas de la época, crea el ambiente propicio para recibir los poemas de Antonio Machado.


***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

UN LIBRO, UN POEMA (Fray Luis de León)

#unlibrounpoema

Por extraño y  miserable que pueda  parecer este es el único libro —si es que a este cuadernillo mal encuadernado y con un papel de muy baja calidad puede atribuirse el nombre de libro— que yo poseo de Fray Luis de León (1527-1591). Ni la magnífica edición de Castro, ni la que editó Cátedra de la mano de Alcina, ni la de Planeta, que corrió a cargo de Ángel Custodio Vega. Tengo este que un diario sacó para acompañar seguramente al ejemplar de algún fin de semana, hace ya más de treinta años —esto lo sé porque en los créditos aparece el año de publicación, 1991, es decir, para conmemorar el cuatrocientos aniversario de la muerte del poeta—.

Como decían los manuales de bachillerato de mi época de estudiante, fray Luis de León perteneció a la escuela salmantina, siempre de expresión más sobria y próxima a los clásicos que la escuela sevillana, cuyo representante más alto fue Fernando de Herrera

A mí lo que más me gusta de su poesía es la extraordinaria sencillez y limpieza del lenguaje con que compone. Todo es claro y llega de forma inmediata. Formas simples y muy depuradas. 

Hoy dejo aquí las magníficas liras cantando las bondades de la vida retirada:
 

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

Y si estás por Madrid, tal vez te pueda interesar esto.
***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

viernes, 31 de octubre de 2025

SESQUICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ANTONIO MACHADO, 7






MUERTE DE ABEL MARTÍN


                                    Pensando que no veía
                                    porque Dios no le miraba,
                                    dijo Abel cuando moría:
                                    Se acabó lo que se daba.


                        J. DE MAIRENA: Epigramas

                    I

Los últimos vencejos revolean
en torno al campanario;
los niños gritan, saltan, se pelean.
En su rincón, Martín el solitario.

¡La tarde, casi noche, polvorienta,
la algazara infantil, y el vocerío,
a la par de sus doce en sus cincuenta!

*

¡Oh alma plena y espíritu vacío,
ante la turbia hoguera
con llama restallante de raíces,
fogata de frontera
que ilumina las hondas cicatrices!

*

Quien se vive se pierde, Abel decía.
¡Oh distancia, distancia!, que la estrella
que nadie toca, guía.
¿Quién navegó sin ella?
Distancia para el ojo —¡oh lueñe nave!—,
ausencia al corazón empedernido,
y bálsamo suave
con la miel del amor, sagrado olvido.
¡Oh gran saber del cero, del maduro
fruto sabor que sólo el hombre gusta,
agua de sueño, manantial oscuro,
sombra divina de la mano augusta!
Antes me llegue, si me llega, el Día,
la luz que ve, increada,
ahógame esta mala gritería,
Señor, con las esencias de tu Nada.

                    II

El ángel que sabía
su secreto salió a Martín al paso.
Martín le dio el dinero que tenía.
¿Piedad? Tal vez. ¿Miedo al chantaje? Acaso.
Aquella noche fría
supo Martín de soledad; pensaba
que Dios no le veía,
y en su mundo desierto caminaba.

                    III

Y vio la musa esquiva,
de pie junto a su lecho, la enlutada,
la dama de sus calles, fugitiva,
la imposible al amor y siempre amada.
Díjole Abel: Señora,
por ansia de tu cara descubierta,
he pensado vivir hacia la aurora
hasta sentir mi sangre casi yerta.
Hoy sé que no eres tú quien yo creía;
mas te quiero mirar y agradecerte
lo mucho que me hiciste compañía
con tu frío desdén.
Quiso la muerte
sonreír a Martín, y no sabía.

                    IV

Viví, dormí, soñé y hasta he creado
—pensó Martín, ya turbia la pupila—
un hombre que vigila
el sueño, algo mejor que lo soñado.
Mas si un igual destino
aguarda al soñador y al vigilante,
a quien trazó caminos,
y a quien siguió caminos, jadeante,
al fin, sólo es creación tu pura nada,
tu sombra de gigante,
el divino cegar de tu mirada.

                    V

Y sucedió a la angustia la fatiga,
que siente su esperar desesperado,
la sed que el agua clara no mitiga,
la amargura del tiempo envenenado.
¡Esta lira de muerte!
Abel palpaba
su cuerpo enflaquecido.
¿El que todo lo ve no le miraba?
¡Y esta pereza, sangre del olvido!
¡Oh, sálvame Señor!
Su vida entera,
su historia irremediable aparecía
escrita en blanda cera.
¿Y ha de borrarte el sol del nuevo día?
Abel tendió su mano
hacia la luz bermeja
de una caliente aurora de verano,
ya en el balcón de su morada vieja.
Ciego, pidió la luz que no veía.
Luego llevó, sereno,
el limpio vaso, hasta su boca fría,
de pura sombra —¡oh pura sombra!— lleno.

***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 29 de octubre de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Sesquicentenario A. Machado, 6)




Editorial
Aprovecho el número mil de la colección para fundir las dos secciones, la del sesquicentenario de A. Machado y la de Un libro, un poema. Este número fue un homenaje al poeta sevillado a través de la colaboración de 83 plumas destacadas de la nómina de la editorial. Se les pidió que escribieran un poema de homenaje a partir del verso encontrado en el bolsillo de la chaqueta de Machado, el famoso Estos días azules y este sol de la infancia

Yo no puedo recoger aquí todos. Como no son muy largos, he cogido tres de tres generaciones distintas: 

(1923) 


PLAZOS

Ha pocas horas que pasaron
los minutos -inútiles- de paz.

Hace una vida que empecé
a ser, por puro azar, un río
que abrazó con sus aguas
otro entretejido cauce.

Siempre fue poco el tiempo que duró
aquel gentil rebatir tiempos.

Hace ya más de un año infinito
que empezó la insondable
soledad con cenizas.

Ahora, pasa "estos días azules
y este sol de la infancia",
la muerte sembró sombras
donde para aparezca.


***


(1959)

EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO


No parece gran cosa,

no deslumbra,

                    apenas

unas pocas palabras gastadas por el uso:


Estos días azules y este sol de la infancia.


Pero todo cabe en ellas,

no se terminan nunca.


                                Quizás por eso

yo las evoco ahora frente al mar.


***


(1980)


ANTONIO MACHADO ESCUCHA LAS SOMBRAS 
DEL ATARDECER EN LONG ISLAND

Te llaman Nuevo Mundo
pero cierro los ojos y el frío es una nube
que contiene la historia.

La tristeza es antigua.

Llueve,
llueve en cada palabra
y en los versos que escribo.

Estos días azules y este sol de la infancia son la lluvia
empapando una casa derruida.

La patria del solor es el océano.

Puedo escuchar tambores victoriosos
que ensordecen la noche de los desterrados.

Puedo escuchar las nubes deslizándose,
                                                    las corrientes marinas
y el paso d elos jóvenes trepando sobre el llanto de los embarcaderos.

Es este eel porvenir,
contemplar cómo avanzan los ejércitos,
cómo el fuego devora los labios y las nubes
en este atardecer de púlpitos y sangre de inocentes,
sangre limpia y diáfana
que un día fue el amor y fue el relámpago.

Puedo escuchar, pero de nada sirve,
no sostiene mi voz el canto de los niños ni la aurora
sobre la patria ajena d ela felicidad.

Es este el porvenir,
una tarde de lluvia volcada en el océano,
una sombra que acecha los nombres y los cantos,
el rostro d emi madre bajo la tierra estéril.


***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

viernes, 24 de octubre de 2025

SESQUICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ANTONIO MACHADO, 5




Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!

***
Espero y deseo que el acuerdo de tregua entre Hamas e Israel pueda llevar una paz duradera y estable a la región.  

Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 22 de octubre de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Jaroslav Seifert)

Editorial
#unlibrounpoema 

Recuerdo haber leído en una entrevista con Clara Janés que ella aprendió checo para poder leer a Holan en su propia lengua. Luego no solamente lo leyó, sino que lo tradujo y tuvo una entrevista con ella, él, que no concedía entrevistas practicamente a nadie. 

Gracias a aquel aprendizaje, nos entregó hace ya muchos años esta traducción de un puñado de poemas de Seifert, Premio Nobel en 1984 y hoy poeta olvidado por estos pagos. Yo mismo no le heprestado demasiada atención, pues, una vez leído, quedó en la estantería sin otra ocupación que la de ir acumulando polvo.

Es cierto que por entonces no había internet, yo no tenía un blog dedicado a la poesía y ni tan siquiera me atreví a dedicarle una tertulia cuando unos pocos años después las puse en marcha. Hoy le saco del olvido.




APAGAD LAS LUCES

En silencio. Que no se caiga el rocío
que tiembla en la punta misma de las pestañas;
sin hacer ruido. silenciosamente. sin patetismo,
a aquella noche le digo: no fuiste de las peores.

Con las alas de la guarda
de las tinieblas, no nos envolvió tu ángel,
que con nosotros estaba, oh noche seria
después de frívolas noches, con violencia.

Y el grito que por tu alfombra se extiende
cuando de horror las manos nos estrechamos,
ese espantoso grito que puede oír cualquiera todavía,
una llamada dulce es para mí.

¡Apagad las luces! que no se caiga el rocío
que tiembla en la punta misma de las pestañas;
sin hacer ruido, silenciosamente, sin patetismos,
digo: cuál, cuál era la claridad

de aquella noche en que todo oscureció,
en que todos como sombras
en su tronco se encogieron.
Sé bien, sé muy bien que entonces hubiera sido mejor
oír el estruendo.





PAN Y ROSAS

Entre dos polos se tensa el mundo
como la piel del asno.
La vida, entre dos cosas:
pan y rosas.

Se oye el mundo, redoblan los tambores.
Para cosas pequeñas, guerra grande.
Ganador y vencido vuelven a casa.
¿Qué distancia, qué distancia haya casa?

Dos dados, dos palabras maravillosas,
en la corneta de la historia: pan y rosas.
Volver a tocar sobre el tambor volcado
moviendo con violencia la corneta en las manos.

Sobre la piel de asno del tambor de guerra,
para nuestro amor, el hambre y la muerte espera.





CANCIÓN

Agita un pañuelo blanco
el que se despide.
Cada día acaba algo,
acaba algo muy hermoso.

La paloma mensajera bate el aire con las alas,
de vuelta a casa.
Con esperanza y sin esperanza
siempre volvemos a casa.

Sécate las lágrimas
y sonríe con los ojos llorosos,
cada día empieza algo,
empieza algo muy hermoso.


***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

martes, 21 de octubre de 2025

CHRISTINA ROSSETTI (anecdotario)

Dante Gabriel, Christina, Frances (la madre) y William Michael

 
La infancia de la Virgen María. Ella es la figura de la derecha, la virgen niña.

En la esquina inferior izquierda pueden verse las siglas P.R.E. (Pre-Raphaelite Brotherhood), que era como se comprometieron en un principio a firmar los cuadros los miembros fundadores (Millais, Hunt y Rossetti). La iniciativa, como el secreto de lo que se pretendía una sociedad secreta, duró muy poco tiempo. 

Ecce Ancilla Domini- La anunciación. Ella es la Virgen.

Un villancico que gracias a la música que le pusieron primero Gustav Holst en 1905 y luego Harold Darke en 1911 es todavía muy popular en Gran Bretaña, aunque poca gente allí sepa que la letra corresponde a Ch. Rossetti.

En mitad del crudo invierno, el gélido viento parecía gemir,
La tierra estaba dura como el hierro, el agua como una piedra;
Había nevado, nieve sobre nieve, nieve sobre nieve,
En mitad del crudo invierno, hace mucho tiempo.

A nuestro Dios, el cielo no pudo retenerlo, ni la tierra sostener;
El cielo y la tierra huirán lejos cuando venga su Reino.
En mitad del crudo invierno, un establo bastó
Para el Señor Dios Todopoderoso, Jesucristo.

Ángeles y arcángeles pudieron reunirse allí,
Querubines y serafines abarrotaron el aire;
Mientras solo su madre, en su felicidad de doncella,
Adoraba a su amado hijo con un beso.

¿Qué puedo yo darle, pobre como soy?
Si yo fuera un pastor, le llevaría un cordero;
Si yo fuera un Rey Mago, aportaría mi regalo;
Pero lo que puedo dar se lo doy: le doy mi corazón.

El de Holst:

El de Darke: 


Y este es el poema de Rossetti que nada tiene que ver con la popular canción Oh, no, John.


Nunca dije que te quería, John:
¿Por qué me atormentas día tras día,
y acrecientas un hastío sobre el que pensar
siempre con "haz" y "reza"?
 

Sabes que nunca te quise, John;
No ha sido culpa mía que me admires.
¿Por qué me rondas con una cara tan mustia
como la de un fantasma de una hora de edad.


Me atrevo a decir que Meg o Moll
se apiadarían de ti, si preguntaras,
y, por favor, no te quedes soltero por mí,
que no puedo cumplir esa tarea.


¿Qué no tengo corazón?—Quizá no lo tenga;
pero, entonces, estás loco si te ofende
que no té dé lo que no tengo.
Emplea tu sentido común.


Qué lo pasado quede pasado.
No me llames falsa; no te debo lealtad.
Prefiero responder "No" a cincuenta Johnes
que responderte "Sí" a ti.


No echemos a perder más nuestros agradables días,
pájaros cantores de paso, días de juventud.
Aprovecha el presente, olvida el pasado.
Haré un guiño a tu mentira.


Démonos la mano como amigos cordiales;
ni más, ni menos: la amistad es algo bueno.
Simplemente, no contemples otros fines
ni puntos no comprendidos.


En un pacto abierto. Supera
estas nimiedades y el arrastrarte de un lado a otro.
Aquí hay amistad si quieres, pero amor,—
No, gracias, John.


***
Espero y deseo que el acuerdo de tregua entre Hamas e Israel pueda llevar una paz duradera y estable a la región.  

Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 15 de octubre de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Sholeh Wolpé)

Ejemplar del KM
 #unlibrounpoema 

Como se puede ver ppor la entrada de hoy, mi mayor fuente de lectura y aproximación a los libros continúa siendo la biblioteca del Koldo Mitxelena. Gracias a ella esta semana he conocido a Sholeh Wolpé, una poeta nacida en Teherán, galardonada con premios como el PEN/Heim en el 2014, el Midwest Book Award en el 2013, el Lois Roth Persian Translation Prize en el 2010, y ha recibido estancias y residencias artísticas en los EE. UU., México, España, Australia y Suiza. en la actualidad, según se puede leer en la contraportada de este ejemplar, reside entre Barcelona y Los Ángeles. En esta misma contraportada nos advierten de que quien lee a Wolpé queda atrapado en su mundo, que desgrana complejidades del exilio, el hogar, la familia, el amor y todo lo que queda por el camino. Así en este Ábaco de la pérdida, cuyas cuentas nos van refieriendo cada una de las pérdidas que el camino le ha ido dejando a la poeta, aunque no todo cuanto recoge el poemario lo son, como podemos leer en los cuatro últimos apartados. 



Del primer apartado, El color de la pérdida, tomo este poema:


CUENTA II

La pérdida es una lengua

que todos hablamos bien,

un gemido que resuena

entre las costillas, la desdicha

que se convierte en dicha.





Del segundo, Al mundo le crecen murallas de espino, este otro:

CUENTA III

Todos los viernes el abuelo nos lleva a mí y a mis hermanos a un circo lleno de tigres, elefantes, caballos y hombres sin camisetas con mallas relucientes. Hay mujeres más pequeñas que mi cuerpo de niña, animales más grandes que mi cuarto. Todo es extremadamente divertido hasta que aparece el gigante de cuatro caras. Mis brazos empiezan a temblar. Los escalofríos me recorren hasta la punta de los dedos. El abuelo me toca el hombro y me dice: Es solo una máscara en su cabeza.

Pero yo sé que no

porque todo lo que se ama

—un hermoso día con el abuelo

en aquel circo de Teherán,

el algodón de azúcar pegajoso derritiendo

su canción rosada en mi boca,

mis hermanos, traviesos, con dientes de alegría—

arde siempre hacia un futuro

aún por llegar,

fuegos artificiales en mi mente,

chispas soldadas a cada recuerdo.





Del que ceirra la colección, Recuento, el que cierra el poemario:

CUENTA III

Escucha, 

nada es demasiado insignificante 

para la gratitud.


        Un toque a medianoche, una patadita

        en el vientre,

dientes en la boca,

este cuenco de arroz humeante.


Una mujer en el café del pueblo 

observa a su hija tomar té

de una taza redonda y lisa como su cabeza,

                                            calva por la quimioterapia,

radiante bajo el sol de la mañana.


Un hombre monta su tienda de cartón a un lado de la carretera

y se tapa hasta el mentón con una colcha azul desechada para protegerse del frío.

Otro se salta un bache con su Tesla

y dice: MIERDA, haciendo que sus hijos se rían a carcajadas.


        La mujer se llevará a su hija a casa

y le besará las mejillas aún calientes.


Dilo:

        gratitud.


Las sábanas de algodón, el techo, tu aliento;

la servilleta de papel arrugada en la que escribo

        y esta pluma barata en su último tramo de tinta.

***
Espero y deseo que el acuerdo de tregua entre Hamas e Israel pueda llevar una paz duradera y estable a la región. 

Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).