Linteo |
En un taller de escritura creativa dirigido por Robert Lowell conoció a Sylvia Plath, alma gemela y amiga, de quien dirá en la consulta del psiquiatra cuando tuvo noticia de su suicidio —ambas eran bipolares—: "¡Esa muerte era mía, cómo se ha atrevido a arrebatármela!". Una década más tarde se suicidó ella, después de varios intentos.
En castellano podemos disfrutar de su Poesía completa desde 2013. Previamente habían aparecido estos otros títulos sueltos:
El asesino y otros poemas, Icaria, 1996.
Vive o muere. Vitruvio, 2008.
Transformaciones, Fósforo, 2009.
Poemas de amor. Linteo, 2009.
Quince poemas. Universidad Nacional Autónoma de México, 2011.
EN CELEBRACIÓN DE MI ÚTERO
Cada una de ellas en mí es un pájaro.
Golpeo con todas mis alas.
Querían sacarte de un corte
pero no lo harán.
Dijeron que eres inmensurablemente vacío,
pero no es así.
Dijeron que estás enfermo para morir,
pero se equivocaron.
Tú cantas como una colegiala.
Tú no estás desgarrado.
Dulce peso,
en celebración de la mujer que soy
y del alma de la mujer que soy
y de la criatura central y su deleite
canto para ti. Me atrevo a vivir.
Hola, espíritu. Hola, cáliz.
Sujeta, cubierta. Cubierta que contiene.
Hola a la tierra de los campos.
Bienvenidas, raíces.
Cada célula tiene una vida.
Aquí hay bastantes para satisfacer a una nación.
Basta con que la plebe posea estos bienes.
Cada persona, cada comunidad diría sobre esto:
"Está bien que este año plantemos de nuevo
y podamos pensar en una cosecha.
Predijeron el tizón y ha sido apartado."
Eso cantan muchas mujeres juntas:
una está en la fábrica de calzado maldiciendo la máquina,
otra en el acuario cuidando a una foca,
otra está aburrida al volante de su Ford,
otra cobra en el control de la autopista,
otra anuda el cordón umbilical a una ternera en Arizona,
otra esparranca un chelo en Rusia,
otra cambia de sitio las ollas en el horno en Egipto,
otra pinta las paredes de su dormitorio color de luna,
otra se está muriendo pero recuerda un desayuno,
otra se extiende sobre su estera en Tailandia.
otra está limpiando el culo de su niño,
otra está mirando por la ventana de un tren
en medio de Wyoming y otra está
en alguna parte y otras están por doquier y todas
parecen estar cantando a pesar de que algunas
no saben cantar ni una nota.
Dulce peso,
en celebración de la mujer que soy
déjame llevar un chal de tres metros,
déjame tocar el tambor por las de diecinueve años,
déjame llevar vasijas para las ofrendas
(si ese es mi papel).
Déjame estudiar el tejido cardiovascular,
déjame examinar la distancia angular de los meteoros,
déjame chupar en los tallos de las flores
(si ese es mi papel).
Déjame hacer ciertas figuras tribales
(si ese es mi papel).
Por esta cosa que el cuerpo necesita
déjame cantar
por la cena,
por los besos,
por el adecuado
sí.
De Poemas de amor, 1969. Traducción, José Luis Reina Palazón.
Peter Gabriel le dedicó este tema, Mercy Street:
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