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lunes, 20 de mayo de 2019

LOPE, EL INMENSO LOPE

Los grandes creadores son con cierta frecuencia personas desmesuradas. Lope, sin ninguna duda, lo fue. Escritor desmesurado, su obra resulta inabarcable. Los estudios dedicados a ella son también innumerables. En este sentido, es de agradecer el esfuerzo de síntesis y de claridad que aporta siempre el equipo de Documentos RNE cada vez que aborda un nuevo programa. 55 minutos llenos de interés y precisión. Difícilmente se puede ofrecer una panorámica mejor sobre el inmenso Lope en menos tiempo.



Y después de haber degustado el pastel, nada mejor que esta estupenda guinda, el famosísimo soneto donde Lope nos expone los efectos del enamoramiento. No es nada original, viene de una larga tradición que funda Petrarca y que se extiende por toda Europa: el soneto de amor compuesto a base de elementos antagónicos y lleno de contrastes que le dan viveza y credibilidad. Pero Lope lo lleva a su máxima tensión.

Y la voz de Marta Poveda lo hace absolutamente verosimil. Cómo remata el último verso es sencillamente genial.



Esto es decir bien, quien lo oyó lo sabe.

sábado, 30 de marzo de 2019

ÁNDEME YO CALIENTE Y RÍASE LA GENTE

Biblioteca Nacional
El 30 de marzo de 1927 se publicó en la Antología poética en honor de Góngora, recogida por Gerardo Diego. En ella se presentaba el nuevo grupo poético que después pasamos a conocer como Generación del 27

Ándeme yo caliente
y ríase la gente.
 


Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.

Coma en dorada vajilla
el príncipe mil cuidados,
cómo píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,1
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.

Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles;
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente.

Pase a media noche el mar,
y arda en amorosa llama
Leandro por ver a su Dama;
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.

Pues Amor es tan cruel,
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada,
do se junten ella y él,
sea mi Tisbe un pastel,
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.


De esta letrilla se dice en la espléndida antología comentada Mil años de poesía española: En la más divertida y socarrona elaboración del conocido tema del menosprecio de corte y alabanza de aldea no dejan de aparecer algunas imágenes propias de la poesía seria (la "vajilla", desprecio de la riqueza, los mercaderes); pero lo  más característico de la letrilla es la burla de motivos poéticos y mitológicos (Leandro y Tisbe) junto al encumbramiento lírico de los elementos (y alimentos) de la realidad cotidiana.


¡Feliz fin de semana!

martes, 19 de junio de 2018

LA ILÍADA, clásico entre los clásicos

Retomo una antigua entrada que necesitaba alguna corrección, algún que otro retoque y la restauración de casi todos los enlaces.

La Ilíada es uno de esos textos fundacionales de la literatura occidental que todos los aficionados a la literatura deberíamos conocer. De esta obra se han realizado todo tipo de adaptaciones, resúmenes, lecturas y versiones. Es un clásico entre los clásicos. Sobre su estilo, Northrop Frye escribió: 

La nervuda fuerza de Homero es la desesperación de imitadores y traductores: el estilo no es ni elevado ni familiar, ni ingenuo ni ingenioso, sino que pasa por encima de todas estas distinciones (...) La energía de Homero puede ser igualada por los poetas posteriores de una cultura escrita en la medida en que se trata de una técnica, pero el tipo de expectativa general que levanta se basa en algo que difícilmente puede ser igualado. Se trata de la empatía total que se establece entre el poeta y su auditorio y que surge cuando el primero no es tanto maestro del segundo o portavoz suyo como ambas cosas a la vez (El camino crítico pp 36-37).

A pesar de que nos separan más de 2.500 años del momento en que se escribió, de que nuestra sociedad es muy distinta en mitos, creencias, formas culturales, y de que la relación que mantenemos con la naturaleza y la tecnología poco tienen que ver con la de aquella época en la que surgió el relato,todavía hoy nos sentimos conmovidos ante la despedida de Héctor de su esposa Andrómaca y su hijo (canto VI), nos emocionamos con la respuesta de Andrómaca ante la visión del cuerpo sin vida de su amado (canto XXIV), o nos resultan fascinantes las palabras de Helena en el canto fúnebre en honor de Héctor (mismo canto).


La Ilíada se puede leer de muchas maneras: como una novela llena de violencia, como un relato mítico, como una aproximación a la cultura griega antigua, como un poema sobre la condición humana, como una reflexión sobre el destino, como una metáfora de todas las guerras... Se puede incluso no leer, y el mundo va a seguir girando igual, pero si se lee, posiblemente, alguno de sus versos se nos queden aferrados a la conciencia. Quizás estos que pronuncia Príamo cuando se presenta ante Aquiles solicitando el cuerpo sin vida de su hijo:


                                            ...Yo soy aún más digno de piedad 

y he osado hacer lo que ningún terrestre mortal hasta ahora:
acercar a mi boca la mano del asesino de mi hijo.

                     (Canto XXIV, 504-506. Traducción de Emilio Crespo)

Si sabéis griego clásico, o simplemente queréis oír cómo sonaba, una lectura del primer canto la tenéis aquí.


Y una introducción al mito de Aquiles (22 minutos) en este vídeo:



Feliz lectura.

lunes, 8 de septiembre de 2014

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

8 de septiembre de 1645, Francisco de Quevedo, el gran Quevedo, muere en Villanueva de los Infantes. 
Un  recuerdo para él.



PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero
.


Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero, pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos.
Y pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad
(aunque son sus duelos hartos)
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y su afición;
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues las hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
[¡mirad si es harto sagaz!]
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio* al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

*Forma antigua de propio.

jueves, 14 de agosto de 2014

LE PONT MIRABEAU, de Guillaume Apollinaire

Hoy el día parece que viene un poco ladeado. Bello, pero caedizo. Como este poema de Guillaume Apollinaire, poeta que merece toda mi atención aunque solamente hubiera escrito este poema.


Bajo el puente Mirabeau corre el Sena
   Y nuestro amor
   ¿Es necesario que lo recuerde?
La alegría viene siempre tras la pena
   Llega la noche sueña la hora
   Los días se van yo me quedo
   Con las manos unidas estamos cara a cara
   Mientras bajo el puente
   De nuestros brazos pasa
La ola tan cansada de las eternas miradas
   Llega la noche sueña la hora
   Los días se van yo me quedo
   El amor en se aleja como esta agua que huye
   El amor se aleja
   Lento como la vida
Y violento de como la esperanza
   Llega la noche suena la hora 
   Los días se van yo me quedo
   Pasan los días y pasan las semanas
   Ni el tiempo que se fue
   Ni los amores vuelven
Y bajo el puente Mirabeau corre el sena
   Llega la noche suena la hora
   Los días se van yo me quedo

                       Traducción de Manuel Álvarez Ortega


El original podéis leerlo aquí. Pero tal vez prefiráis escucharlo en la voz espléndida de Gilles-Claude Thériault. El recitado, tan espléndido como la voz.

sábado, 21 de diciembre de 2013

ODA A FRANCISCO SALINAS

La poesía de Fray Luis es un ejemplo de mesura y de buen gusto, de equilibrio absoluto entre la técnica, el estilo y el contenido. Cualquiera de sus composiciones me parece extraordinaria. Elijo esta porque quizás sea un poco menos conocida que la Oda a la vida retirada o la Noche serena.

Leedla con reposo y disfrutadla.


El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.

Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.

Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.

Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.


¡Oh, suene de continuo,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!

jueves, 14 de noviembre de 2013

EL BOSCO, DE ALBERTI

 Con este poema he hecho casi de todo, incluso recitarlo. Es uno de esos poemas que me gustan por su enorme versatilidad y con los que siempre quedas bien delante del público, sobre todo cuando le haces participar, y puedo asegurar que el poema se presta a este juego y de qué manera.


El diablo hocicudo,
ojipelambrudo,
cornicapricudo,
pernicolimbrudo
y rabudo,
zorrea,
pajarea,
mosquicojonea,
humea,
ventea,
peditrompetea
por un embudo.

Amar y danzar,
beber y saltar,
cantar y reír,
oler y tocar,
comer, fornicar,
dormir y dormir,
llorar y llorar.

Mandroque, mandroque,
diablo palitroque.

¡Pío, pío, pío!
Cabalgo y me río,
me monto en un gallo
y en un puercoespín,
un burro, en caballo,
en camello, en oso,
en rana, en raposo
y en un cornetín.

Verijo, verijo,
diablo garavijo.

¡Amor hortelano,
desnudo, oh verano!
Jardín del Amor.
En un pie el manzano
y en cuatro la flor.
(Y sus amadores,
céfiros y flores
y aves por el ano.)

Virojo, pirojo,
diablo trampantojo.

El diablo liebre,
tiebre,
sítiebre
notiebre,
sipilitiebre,
y su comitiva
chiva,
estiva,
sipilipitriva,
cala,
empala,
desala,
traspala,
apuñala
con su lavativa.

Barrigas, narices,
lagartos, lombrices,
delfines volantes,
orejas rodantes,
ojos boquiabiertos,
escobas perdidas,
barcas aturdidas,
vómitos, heridas,
muertos.

Predica, predica,
diablo pilindrica.

Saltan escaleras,
corren tapaderas,
revientan calderas.
En los orinales
letales, mortales,
los más infernales
pingajos, zancajos,
tristes espantajos
finales.

Guadaña, guadaña,
diablo telaraña.

El beleño,
el sueño,
el impuro,
oscuro,
seguro,
botín,
el llanto,
el espanto
y el diente
crujiente
sin
fin.

Pintor en desvelo:
tu paleta vuela al cielo,
y en un cuerno,
tu pincel baja al infierno.

Por cierto, si tenéis oportunidad, haceos con el libro al que pertenece, A la pintura, Alianza, 2003. Es una edición especial y cada poema se acompaña de la obra pictórica que lo originó. 

Se hizo también una edición no venal de 1500 ejemplares y todavía se puede encontrar alguno en librerías de segunda mano y ocasión.

martes, 5 de noviembre de 2013

LA AURORA, DE GARCÍA LORCA

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

Elegir un poema de García Lorca es una tarea harto difícil. Todo Lorca me gusta y me gusta, además, con pasión. Creo que su mejor poema —desde un punto de vista técnico-estilístico— es el inmenso Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, pero he seleccionado La aurora para este apartado porque tiene el don de la brevedad y de la contundencia metafórica, el encanto de lo primigenio y la sabia utilización de la imagen surrealista mezclada con el naturalismo más descarnado. 

Por cierto, sin tener que acudir a ensayos u otras obras de carácter académico, Wikipedia tiene una entrada dedicada a Poeta en Nueva York que está francamente bien para una primera aproximación.

Y si os interesa, tanto Loquillo como Vicente Mora tienen una interpretación musicada del poema.

sábado, 19 de octubre de 2013

BLAS DE OTERO

Blas de Otero ha sido uno de mis primeros poetas. Me lo puso delante de los ojos Milagros Polo, la profesora de Lengua y Literatura en aquel destartalado y maravilloso Cardenal Cisneros, cuando cursaba COU y desde entonces le soy fiel. Incluso me gustan sus poemas religiosos y eso que las creencias no son lo mío. Pero Blas de Otero es distinto, tiene la fuerza de los más grandes y cada verso que escribe es una conmoción, un terremoto. Aún recuerdo la impresión que me produjo el  tremendo soneto Hombre cuando mi querida profesora nos lo dio para que lo comentáramos.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!

Blas de Otero es, además, el mejor sonetista contemporáneo en lengua castellana. Sus sonetos son sólo comparables a los de los clásicos Lope, Góngora o Quevedo. Fluyen con absoluta naturalidad y tienen  un decir completo y redondo.

Así, pues, no tengo nada más que mostrar mi agradecimiento a los de Galaxia Gutenberg por haber tenido la buena idea de recoger toda su obra en un tocho que, aunque sobrepasa las 1200 páginas, todavía aguanta el calificativo de libro de bolsillo. Aquí está, efectivamente, cuanto escribió, tanto en prosa como en verso, que siempre es grato tener reunida en un solo volumen la obra de un autor. Y menos mal que no rompió todos sus versos.

A LA INMENSA MAYORÍA

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad.  Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL PRINCIPITO

Ayer a la noche estuve leyendo con mis alumnos este maravilloso pasaje de El principito. Ninguno lo conocía. Todos, creo, se emocionaron. Fue uno de los momentos más hermosos de mi experiencia como maestro.

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito, que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—. ¡Estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa domesticar"? —volvió a preguntar el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro—.Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente, me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro—, he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.

—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

HUMANO, DEMASIADO HUMANO


Efectivamente no es una alusión al libro de Nietzsche. Se trata de una de las muchas reflexiones a través del chiste del gran Quino. ¿Se puede decir más y mejor con una sola pregunta? 

Y lo peor es que todavía no sabemos si ser humano es una enfermedad incurable o no.

miércoles, 7 de agosto de 2013

INTRODUCCIÓN A LAS FÁBULAS PARA ANIMALES

Esta es la milésima entrada que hago en este blog, o si lo preferís la número mil. Siendo un número tan redondo y estando el blog dedicado básicamente a la poesía, en esta entrada tenía que aparecer algún poema. Y así es. El espacio número mil se lo dedico a Ángel González, muerto en 2008 —¡qué pocos quedan ya de la generación del 50!— y poeta al que siempre he tenido una gran afición.


Durante muchos siglos
la costumbre fue ésta:
aleccionar al hombre con historias
a cargo de animales de voz docta,
de solemne ademán o astutas tretas,
tercos en la maldad y en la codicia
o necios como el ser al que glosaban.
La humanidad les debe
parte de su virtud y su sapiencia
a asnos y leones, ratas, cuervos,
zorros, osos, cigarras y otros bichos
que sirvieron de ejemplo y moraleja,
de estímulo también y de escarmiento
en las ajenas testas animales,
al imaginativo y sutil griego,
al severo romano, al refinado
europeo,
al hombre occidental, sin ir más lejos.
Hoy quiero —y perdonad la petulancia—
compensar tantos bienes recibidos
del gremio irracional
describiendo algún hecho sintomático,
algún matiz de la conducta humana
que acaso pueda ser educativo
para las aves y para los peces,
para los celentéreos y mamíferos,
dirigido lo mismo a las amebas
más simples
como a cualquier especie vertebrada.
Ya nuestra sociedad está madura,
ya el hombre dejó atrás la adolescencia
y en su vejez occidental bien puede
servir de ejemplo al perro
para que el perro sea
más perro,
y el zorro más traidor,
y el león más feroz y sanguinario,
y el asno como dicen que es el asno,
y el buey más inhibido y menos toro.
A toda bestia que pretenda
perfeccionarse como tal
                                                   —ya sea
con fines belicistas o pacíficos,
con miras financieras o teológicas,
o por amor al arte simplemente—
no cesaré de darle este consejo:
que observe al homo sapiens, y que aprenda.


Si queréis verle y oírle hablando de su tierra —Asturias— y de su vida, daos una vuelta por aquí.

sábado, 11 de mayo de 2013

OZYMANDIAS

Este es uno de los más bellos sonetos del romanticismo inglés. Traducido al castellano pierde la magia de la rima y ese efecto serpenteante y encadenado que tiene en su idioma original. Aún así, mantiene toda la fuerza expresiva en la traducción de Leopoldo Panero que es, de las que conozco, la que más me gusta.

El tema, como podéis ver, es el del colosalismo —el poder— reducido a un puñado de arena por la fuerza del tiempo. La muerte y la impotencia ante el transcurrir de los días nos iguala a todos.

Algo muy similar escribió Borges en su estupendo cuento Los dos reyes y los dos laberintos.


Encontré un viajero de comarcas remotas,
que me dijo: "Dos piernas de granito, sin tronco,
yacen en el desierto. Cerca, en la arena, rotas,
las facciones de un rostro duermen... el ceño bronco,

el labio contraído por el desdén, el gesto
imperativo y tenso, del escultor conservan
la penetrante fuerza que al esculpir han puesto
en su mano la burla del alma que preservan.

Estas palabras solas el pedestal conmina:
'Me llamo Ozymandias, rey de reyes. ¡Aprende
en mi obra, oh poderoso, y al verla desespera!'

Nada más permanece. Y en torno a la ruina
del colosal naufragio, sin límites, se extiende
la arena lisa y sola que en el principio era.

Y aquí lo tenéis en inglés:

martes, 9 de abril de 2013

JUAN DE LA CRUZ



















Tras de un amoroso lance
y no de esperanza falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino
tanto volar me convino
que de vista me perdiese
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto
mas el amor fue tan alto
que le di a la caza alcance.

Cuanto más alto subía
deslumbróseme la vista
y la más fuerte conquista
en escuro se hacía
mas, por ser de amor el lance
di un ciego y oscuro salto
y fui tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba
dije: No habrá quien alcance.
Abatíme tanto tanto
que fui tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo
porque esperanza de cielo
tanto alcanza cuanto espera
esperé solo este lance
y en esperar no fui falto
pues fui tan alto tan alto,
que le di a la caza alcance.

jueves, 24 de enero de 2013

MAZISI OKEITA DENBELE

Hoy dejo en esta sección de Los que más me gustan este poema de Bernardo Atxaga.


Mazisi Okeita Denbelek
Bilboko kafetegian
kafe kikara eskuetan hartu eta
ezpainetara darama pentsakor.

Zer ari ote da pentsatzen
Mazisi Okeita Denbele
kafetegi honetan, urrun
etxetik hain urrun, Bilbaon.

Afrikatik etorritako
gizon honi begiratzen diot
mostradore-atzeko ispiluan
kafea hartzen ari da pentsakor.

Zer ari ote da pentsatzen
Mazisi Okeita Denbele
kafetegi honetan, urrun
etxetik hain urrun, Bilbaon.

Ispilu aurrean dauden
bi koinak botilen artean
justu hortxe ikusten ditut
gizon honen begiak, pentsakor.

Zer ari ote da pentsatzen
Mazisi Okeita Denbele
kafetegi honetan, urrun
etxetik hain urrun, Bilbaon.

Afrikaldeko bere herrian
ari ote da pentsatzen?
hango andre batengan?
hango lehorteaz? hango gerraz?

Lingo lingo Mboka te
Lingo lingo Mondele te
Lingo lingo Moginolo te
Tina Tokabuana Ngo Salo
Noko Mama Tina Toyinama.

Tina Tokabuana Ngo Salo
Noko Maman Tina Toyinama?


Mazisi Okeita Denbele
en la cafetería de Bilbao
toma en sus manos la taza de café
y se la lleva a los labios, pensativo.


***

¿En qué estará pensando
Mazisi Okeita Denbele
en esta cafetería, lejos,
tan lejos de su casa, en Bilbao?

Miro a este hombre
venido de África
en el espejo de detrás del mostrador,
está tomándose el café, pensativo.

¿En que estará...?

Entre dos botellas de coñac
que están delante del espejo,
junto ahí puedo ver
los ojos de este hombre, pensativo.

¿En que estará...?

¿Estará pensando en su pueblo de África?
¿En alguna mujer de allá?
¿En la sequía? ¿En la guerra?

Lingo lingo Mboka te (El amor no sabe de pueblos)
Lingo lingo Mondele te (El amor no sabe de blancos)
Lingo lingo Moginolo te (El amor no sabe de negros)
Tina Tokabuana Ngo Salo (¿Por qué tenemos que separarnos?)
Noko Mama Tina Toyinama. Por qué tenemos que odiarnos?)

Nueva Etiopía. Detursa, 1996

lunes, 3 de diciembre de 2012

LUCES DE BOHEMIA

Valle Inclán es uno de esos creadores geniales e imprescindibles que tocó todos los géneros y que inventó uno nuevo: el esperpento.

De Luces de bohemia extraigo la magnífica escena duodécima.

Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por fondo. Sobre las campanas negras, la luna clara. Don Latino y Max Estrella filosofan sentados en el quicio de una puerta lo largo de su coloquio, se torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían algunos pájaros. Remotos albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.

MAX.- ¿Debe de estar amaneciendo?
DON LATINO.- Así es.
MAX.- ¡Y qué frío!
DON LATINO.- Vamos a dar unos pasos.
MAX.- Ayúdame, que no puedo levantarme. ¡Estoy aterido!
DON LATINO.- ¡Mira que haber empeñado la capa!
MAX.- Préstame tu carrik, Latino.
DON LATINO.- ¡Max., eres fantástico!
MAX.- Ayúdame a ponerme en pie.
DON LATINO.- ¡Arriba, carcunda!
MAX.- í No me tengo!
DON LATINO.- ¡Qué tuno eres!
MAX.- ¡Idiota!
DON LATINO.- ¡La verdad es que tienes una fisonomía algo rara!
MAX.- ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO.- Una tragedia, Max.
MAX.- La tragedia nuestra no es tragedia.
DON LATINO.- ¡Pues algo será!
MAX.- El Esperpento.
DON LATINO.- No tuerzas la boca, Max .
MAX.- ¡Me estoy helando!
DON LATINO.- Levántate. Vamos a caminar.
MAX.- No puedo.
DON LATINO.- Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX.- Échame el aliento. ¿Adónde te has ido, Latino?
DON LATINO.- Estoy a tu lado.
MAX.- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Le torearemos.
DON LATINO.- Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
MAX.- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los
héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO.- ¡Estás completamente curda!
MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.- ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX.- Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX.- Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- ¿Y dónde está el espejo?
MAX.- En el fondo del vaso.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.- Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO.- Nos mudaremos al callejón del Gato.
MAX.- Vamos a ver qué palacio está desalquilado. Arrímame a la pared. ¡Sacúdeme!
DON LATINO.- No tuerzas la boca.
MAX.- Es nervioso. ¡Ni me entero!
DON LATINO.- ¡Te traes una guasa!
MAX.- Préstame tu carrik.
DON LATINO.- ¡Mira cómo me he quedado de un aire!
MAX.- No me siento las manos y me duelen las uñas. ¡Estoy muy malo!
DON LATINO.- Quieres conmoverme para luego tomarme la coleta.
MAX.- Idiota, llévame a la puerta de mi casa y déjame morir en paz.
DON LATINO.- La verdad sea dicha, no madrugan en nuestro barrio.
MAX.- Llama.

Don Latino de Hispalis, volviéndose de espalda, comienza a cocear en la puerta. El eco de los golpes tolondrea por el ámbito lívido de la costanilla y, como en respuesta a una provocación, el reloj de la iglesia da cinco campanadas bajo el gallo de la veleta.


lunes, 29 de octubre de 2012

NINGÚN SER HUMANO ES UNA ISLA

Ningún ser humano es una isla, aislado en sí mismo; todos los hombres son parte de un continente, parte de la tierra firme. Si el mar arrastra consigo un montoncillo de tierra, Europa lo siente como si fuera todo un promontorio o la heredad de tu amigo o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me hace menguar porque estoy involucrado en la humanidad, de modo que no mandes saber nunca por quién doblan las campanas: doblan por ti.

Estas líneas forman parte de la Meditación XVII de John Donne, del recopilatorio Devociones para ocasiones emergentes. 

Es bien sabido que a Hemingway le sirvió para dar el título a una de sus más famosas novelas. Más allá de esta anécdota, las palabras de Donne son de una hondura y una belleza absolutas. Además de su poesía, que es relativamente bien conocida en castellano porque lleva muchos años traducida, sus Meditaciones no lo son tanto. Buena parte de ellas las tradujo Andrea Rubín bajo el título de Paradojas y devociones.

sábado, 13 de octubre de 2012

LOPE DE VEGA

A mí el Lope de Vega que más me gusta es el de los poemas de aire popular, esos versos sueltos, ligeros y profundamente rítmicos que sólo el Fénix de los ingenios era capaz de crear. Además, como señalaba Francisco Rico en su magnífica antología de la poesía española, Lope convertía en literatura cuanto vivía, lo que le da un plus de interés a todo cuanto escribe.

De entre los miles de poemas que escribió recojo aquí ese romance que alude al tema del mundo al revés, tan extendido en las literaturas europeas del XVII y que aparece en La Dorotea. El grupo Mocedades hizo una interpretación exitosa del poema allá por los años 70. La podéis oír aquí.


A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

¡No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!

Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.

Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.

De cuantas cosas me cansan,
fácimente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.

El dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento,
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.

La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo,
su locura en su arrogancia,
mi humildad en su desprecio.

O sabe naturaleza
más que supo en otro tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.

“Sólo sé que no sé nada”,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.


No me precio de entendido,
de desdichado me precio,
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?

No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.

Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más
otros por cartas de menos.

Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.

En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los extraños
y la de cobre los nuestros.

¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?

Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
con el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento,

y algunos, inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.

Virtud y filosofía
peregrina como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.

Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.

Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.

Mirando estoy los sepulcros
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.

¡Oh bien haya quien los hizo!
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.

Fea pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.

Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.

Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones, ni pleitos.

Ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, afirmaron
parabién, ni pascuas dieron.

Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

GIL DE BIEDMA

En esta sección de Los que más me gustan coloco hoy —en mi opinión— uno de los mejores poemas de uno de los mejores poetas de la generación del medio siglo.


CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco…
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!


En este enlace podéis ver el programa que rtve le dedicó en el vigésimo aniversario de su muerte.
*** 

Galaxia Gutenberg ha reeditado hace poco Las personas del verbo, la recopilación de la poesía completa del poeta.

miércoles, 18 de julio de 2012

HESÍODO

Hesíodo carece del impulso creador de Homero, de su viva imaginación poética y no tiene la fuerza epopéyica del creador de la Ilíada. Sin embargo, Hesíodo tiene la claridad y el desarrollo del didacta, del hombre práctico, del campesino (Alejandro Magno dijo de él que era el poeta de los campesinos) que conoce bien la tierra y sus necesidades, del poeta que sabe el esfuerzo que representa el trabajo diario y se esfuerza por transmitirnos naturalidad y conocimientos prácticos. Es también, de alguna manera, el primer intelectual, pues intenta poner en relación cuanto sabe para darnos consejos, para ofrecernos una visión más amplia de la condición humana. Es, en definitiva, un humanista que recorre con sus versos los caminos que van de lo más simple y próximo a lo más complejo y alejado.

La Teogonía es el primer texto que nos expone en toda su magnitud el origen del cosmos y la genealogía de los dioses. (Wikipedia tiene un cuadro verdaderamente meritorio con el árbol genealógico de los dioses griegos según Hesíodo).

Los trabajos y los días es su obra mejor conservada. Tiene un claro carácter didáctico (enseñarnos qué labores corresponden a cada época del año y cómo desarrollarlas) y moralizante (el trabajo es fuente de satisfacciones, siempre que se haga honradamente; la justicia debe presidir nuestras acciones, "la riqueza no debe ser tomada con violencia"). En esta obra también se recoge la descripción de las distintas edades del hombre.

El escudo de Heracles, pieza muy incompleta, cuenta la expedición de Hércules (Heracles) y su sobrino Yolao contra Cicno, el hijo de Ares. Cicno morirá en este combate y será transformado por su padre en un cisne, de ahí el nombre.

Muchas editoriales tienen en su catálogo las obras de Hesíodo y es muy fácil hacerse con alguna.