sábado, 8 de marzo de 2025

LOS NOMBRES DE LAS ESTRELLAS, E. J. Webb

El encontrarme con una reseña de El nombre de las estrellas ha sido el motivo de este breve comentario, después de comprobar que aún está disponible en alguna librería. En realidad, el primero no se ocupa de las estrellas, sino de vivir en la naturaleza bajo la cobertura exclusiva de la estrellas. Pero vayamos con el libro de E. J. Webb.

Decía la canción popular que el nombre de las estrellas saber quería y un beso en cada nombre yo le pedía. En realidad, yo ya conocía unos cuantos nombres de estrellas y no buscaba besos a cambio de enseñar ninguno. De hecho, tuve noticia de la existencia de este libro algún tiempo después de haber escrito Invitación a la noche

En cualquier caso, el gran conocimiento de Webb sobre el origen de los nombres de las estrellas y la cantidad de anécdotas que trae a colación son un motivo para leer con placer el libro, sobre todo por parte de quien se sienta atraído por las lucecitas que vemos brillar ahí arriba cada vez que el cielo está despejado.

El libro, que podría ser considerado como un ejercicio banal de conocimiento —que nadie espere datos astrofísicos, para eso deberá acudir a un libro de astronomía— es una encantadora invitación a mirar hacia arriba y averiguar por qué un nombre, quiénes se lo dieron y qué significado se esconde detrás de él, lo que, sin duda, es otra forma más de disfrutar de lo que se ve.

Webb, nada más comenzar el texto, nos recuerda las cinco razones por las que la humanidad pudo dar nombre a cuanto veía en el cielo nocturno: la semejanza entre el dibujo aparente de las estrellas y el objeto de referencia (Escorpio, por ejemplo); para ilustrar alguna narración (caso de Calisto transformado en osa); para honrar a alguien a quien se reconocía importante (Cástor y Pólux); para reconocerlas más fácilmente (la mayoría de los nombres de las constelaciones), pues recordemos que hasta hace poco el cielo nocturno servía tanto a viajeros terrestres como marinos para orientarse en sus travesías. 

Aborda también en su último capítulo el origen del zodíaco. Generalmente se suele atribuir a los griegos el nombrar por primera vez las constelaciones del zodíaco. En la actualidad (el libro se escribió antes de 1945), sabemos que los pueblos de la antigua Mesopotamia se ocuparon de ello antes y que MUL.APIN, ese compendio de conocimientos sobre astronomía y astrología, tuvo una clara influencia en el nombramiento posterior realizado por los antiguos griegos.

Un libro que nos invita a contemplar el cielo nocturno, huir de la contaminación lumínica y sumergirnos en la magia de las historias antiguas.

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viernes, 7 de marzo de 2025

JOSÉ MARTÍ, OBRA COMPLETA

                               

José Martí es en Cuba mucho más que el primer y más grande escritor nacional porque, por encima de todo, es el Héroe Nacional [desde el mirador del monumento, a 129 metros sobre el nivel del mar,​ el punto más alto de la ciudad (supera con creces los 62 m de la cúpula del Capitolio),​ hay una visión panorámica de La Habana que en días claros alcanza los 50 km]. Así, el Portal José Martí está consagrado a recoger y divulgar la biografía y la obra martiniana que, como se puede comprobar por la existencia de los 32 tomos, es mucho más amplia y variada que los dos tomos, 14 y 15, en los que queda recogida su poesía. Tenéis material para divertiros durante mucho tiempo. 

También podéis entreteneros con el disco que Pablo Milanés dedicó al poeta cubano en 1984.

Contra el verso retórico y ornado
El verso natural. Acá un torrente:
Aquí una piedra seca. Allá un dorado
Pájaro, que en las ramas verdes brilla,
Como una marañuela entre esmeraldas -
Acá la huella fétida y viscosa
De un gusano: los ojos, dos burbujas
De fango, pardo el vientre, craso, inmundo.
Por sobre el árbol, más arriba, sola
En el cielo de acero una segura
Estrella; y a los pies el horno,
El horno a cuyo ardor la tierra cuece -
Llamas, llamas que luchan, con abiertos
Huecos como ojos, lenguas como brazos,
Savia como de hombre, punta aguda
Cual de espada: ¡la espada de la vida
Que incendio a incendio gana al fin, la tierra!
Trepa: viene de adentro: ruge: aborta.
Empieza el hombre en fuego y para en ala.
Y a su paso triunfal, los maculados,
Los viles, los cobardes, los vencidos,
Como serpientes, como gozques, como
Cocodrilos de doble dentadura,
De acá, de allá, del árbol que le ampara,
Del suelo que le tiene, del arroyo
Donde apaga la sed, del yunque mismo
Donde se forja el pan, le ladran y echan
El diente al pie, al rostro el polvo y lodo,
Cuanto cegarle puede en su camino.
El, de un golpe de ala, barre el mundo
Y sube por la atmósfera encendida
Muerto como hombre y como sol sereno.
Así ha de ser la noble poesía:
Así como la vida: estrella y gozque;
La cueva dentellada por el fuego,
El pino en cuyas ramas olorosas
A la luz de la luna canta un nido.

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jueves, 6 de marzo de 2025

MARI CARMEN ALBA EXPONE EN BIDEBIETA

Mari Carmen Alba expone en el bar Tikei de Bidebieta cuadros que recogen lugares y escenas cotidianas de San Pedro. La mayoría de las obras son acuarelas, pero también hay algún óleo.


Como suelen ser la mayoría de las exposiciones que se organizan en este tipo de locales, pocas son las obras expuestas, pues la falta de espacio, generalemente, no da para mucho.


En cualquier caso, siempre resulta agradable encontrarse en un bar una exposición, por muy pequeña que sea. El café, o lo que sea, resulta más agradable, y la conversación, si vamos acompañados, más entretenida.

Los reflejos resultaron inevitables

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miércoles, 5 de marzo de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Poesía satírica española)

En librerías
 #unlibrounpoema

He dejado escrito más de una vez que me gustan las antologías. Son muy prácticas cuando necesitamos tener recogido en un solo tomo un movimiento literario, la obra de una persona a la que estamos empezando a leer, una época, la poesía más destacada de un país, de un idioma, un tema, una ocurrencia de quien se encarga de la edición, lo que sea. Suelen servir para tener a mano un buen puñado de poemas de eso que seguramente más adelante vamos a continuar explorando. Las hay de casi todo.

Dentro de la pequeña colección de antologías de todo tipo que guardo en casa, hoy he sacado de la estantería esta que me acompaña desde hace ya casi 30 años y de la que se encargó el poeta de la generación de los novísimos, Martínez Sarrión.

La antología recoge poemas, o fragmentos de poemas, que van desde el Arcipreste de Hita hasta un par de anónimos escritos en la década de los setenta del siglo pasado. Los textos seleccionados se encuentran precedidos de un sabroso y bien trenzado prólogo. 

El libro continúa vendiéndose, aunque ahora lo encontréis con el formato de la colección Austral.

Y como acabamos de cerrar el período carnavalero para entrar en cuaresma, qué mejor que traer el primero de los texto que seleccionó para realizar la antología Martínez Sarrión, la segunda parte de De la pelea que ovo don Carnal con la Quaresma. 

Por si alguien quiere orientarse dentro de la obra, El libro de Buen Amor, las estrofas aquí recogidas son las que van de la 1097 a la 1127.

Desque vino la noche, mucho después de çena,
que tenía cada uno ya la talega llena,
para entrar en fasienda con la dueña serena,
adormiéronse todos después de la hora buena.

Esa noche los gallos con grand' miedo estovieron,
velaron con espanto, nin punto non dormieron:
non avía maravilla, que sus mugeres perdieron:
por ende se alborotaron del roído que oyeron.

Fasía la media noche en medio de las salas
vino doña Quaresma: «¡Dios Señor, tú me valas!»
Dieron voses los gallos, batieron de las alas,
llegaron a don Carnal aquestas nuevas malas.

Como avía el buen omen sobra mucho comido,
con la mucha vianda mucho vino ha bebido,
estava apesgado e estava adormido,
por todo el su real entró el apellido.

Todos amodorrados fueron a la pelea,
pusieron las sus fases, ninguno non platea,
la compaña del mar las sus armas menea,
viniéronse a ferir desiendo todos: «¡Ea!»

El primero de todos que ferió a don Carnal,
fue el puerro cuello albo, e feriolo muy mal,
físole escupir flema, ésta fue grand' señal,
tovo doña Quaresma que era suyo el real.

Vino luego en ayuda la salada sardina,
ferió muy resiamente a la gruesa gallina,
atravesósele en el pico, afogola ayna,
después a don Carnal falsol' la capellina.

Viníen las grandes mielgas en esta delantera,
los berdeles e gibias guardan la costanera:
vuelta es la pelea de muy mala manera,
caía de cada cabo mucha buena mollera.

De parte de Valençia veníen las anguilas
salpresas e trechadas a grandes manadillas,
daban a don Carnal por medio de las costillas,
las truchas de alberche dábanle en las mexillas.

Ay andaba el atún como un bravo león,
fallose con don Tosino, díxole mucho baldón,
si non por doña Ceçina que l' desvió el pendón,
diéranl' a don Ladrón por medio del coraçón.

De parte de bayona veníen muchos caçones,
mataron las perdiçes, castraron los capones,
del río de Enares venían los camarones,
fasta en Guadalquivil ponían sus tendejones.

Allí con los lavancos lidian barvos et peçes,
dis' la pixota al puerco: «¿Dó estás, que non paresçes?
»Si ante mí te paras, darte he lo que mereçes,
»ençiérrate en la mesquita, non vayas a las preses.»

Allí vino la lija en aquel desbarato,
traía muy duro cuero con mucho garabato,
et a costados e a piernas dávales negro rato,
ansí trabava d'ellos como si fuese gato.

Recudieron del mar, de piélagos e charcos
compañas mucho estrañas e de diversos marcos,
traían armas muy fuertes, e ballestas, e arcos:
más negra fue aquésta que non la de Larcos72.

De Sant Ander vinieron las bermejas langostas,
traían muchas saetas en sus aljabas postas,
fasían a don Carnal pagar todas las costas,
las plasas, que eran anchas, fasíansele angostas.

Fecho era el pregón del año jubileo,
para salvar sus almas avían todos deseo,
quantos son en la mar vinieron al torneo,
arenques et besugos vinieron de Bermeo.

Andava y la utra con muchos combatientes,
feriendo e matando de las carnosas gentes,
a las torcasas matan las sabogas valientes,
el delfín al buey viejo derribole los dientes.

Sábalos et albures et la noble lamprea
de Sevilla et de Alcántara venían a levar prea,
sus armas cada uno en don Carnal emprea,
non le valía nada de çeñir la correa.

Bravo andava el sollo, un duro villanchón,
tenía en la su mano grand' maça de un trechón,
dio en medio de la fruente al puerco e al lechón,
mandó que los echasen en sal de Villenchón73.

El pulpo a los pavones non les dava vagar,
nin a los faysanes non dexava volar,
a cabritos et a gamos queríalos afogar,
como tiene muchas manos, con muchos puede lidiar.

Allí lidian las ostras con todos los conejos,
con la liebre justavan los ásperos cangrejos,
d'ella e d'ella parte danse golpes sobejos,
de escamas et de sangre van llenos los vallejos.

Allí lidia el conde de Laredo muy fuerte,
congrio, çeçial, e fresco mandó mala suerte
a don Carnal seguiendo, llegándol' a la muerte,
está mucho triste, non falla que l' confuerte.

Tomó ya quanto esfuerço e tendió su pendón,
ardís et denodado fuese contra don Salmón.
De Castro de Urdiales llegaba esa saçón,
atendiole el fidalgo, non le dixo de non.

Porfiaron grand' pieça, e pasaron grand pena,
si a Carnal dexaran, diéral' mal estrena,
mas vino contra él la gigante ballena,
abrazose con él, echolo en la arena.

Las más de sus compañas eran ya fallesçidas,
muchas d'ellas murieron, et muchas eran foídas,
pero ansí apeado fasía grandes acometidas,
defendiose quanto pudo con manos enfraqueçidas.

Como estaba ya con muy pocas compañas,
el jabalín et el çiervo fuyeron a las montañas,
todas las otras reses fuéronle muy estrañas,
los que con él fincaron, non valían dos castañas.

Si non fuese la çeçina con el grueso toçino,
que estaba amarillo de días mortesino,
que non podía de gordo lidiar sin el buen vino
estaba muy señero, çecado e mesquino.

La mesnada del mar físose un tropel,
fincaron las espuelas, dieron todos en él,
non lo quisieron matar, hobieron duelo d'él,
a él e a los suyos metieron en un cordel.

Troxiéronlos atados porque non escapasen,
diéronlos a la dueña ante que se aforrasen,
mandó luego la dueña, que a Carnal guardasen,
et a doña Ceçina con el toçino colgasen.

Mandolos colgar altos bien como atalaya,
et que a descolgallos ninguno y non vaya,
luego los enforcaron de una viga de faya,
el sayón iba desiendo: «Quien tal fiso tal haya.»

Mandó a don Carnal, que guardase el ayuno,
et que lo toviesen ençerrado a do non lo vea ninguno,
si non fuese doliente o confesor alguno,
et que l' diesen a comer al día manjar uno.


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martes, 4 de marzo de 2025

AZUELO, MONASTERIO DE SAN JORGE

El monasterio visto desde el aparcamiento de Azuelo.

Del monasterio dedicado a san Jorge, parroquia del pueblo en la actualidad, existen noticias documentales mucho antes de que Azuelo empezara a existir. Esto quiere decir que, como ocurrió en torno a otros muchos monasterios, la población fue agrupándose al abrigo que una institución como esta podía proporcionar en la edad media. Y parafraseando a Napoleón, podríamos decir que desde aquí, mil años (por lo menos) os contemplan, pues ya a finales del siglo X hay documentación sobre un tal Jimeno, abad de San Jorge.

En los libros y guías sobre arte románico que he consultado, este monasterio recoge tal cantidad de reliquias, que con solo enumerarlas saldría un párrafo de mayor extensión que el anterior. Ya sabéis, eran en aquella época el mayor atractivo para que la gente se acercara y, en consecuencia, una buena entrada de dinero. Pero no voy a ocuparme ni de reliquias, ni de historia del románico; simplemente voy a colocar los nombres de lo que las imágenes recogen y a recomendaros la visita, pues Pedro, un maestro jubilado, enamorado del monasterio, es un excelente guía que os contará muy bien su historia, sazonada con anécdotas muy atractivas. 

Y si no tenéis ocasión de pasar por allí, en este enlace encontraréis información más que suficiente sobre los elementos más notables. 
 
Fachada oeste. 
Destaca esa tremenda espadaña-paredón donde se alojan campanas y vanos de ventanas.

Portada occidental. Solo se abre para oficios destacados, como bodas, bautizos, funerales.
Dos arquivoltas principales se apoyan sobre dos pares de columnas insertas en el escalonamiento de las jambas.


Escudo navarro

Escudo navarro

Sansón contra el león. Capitel historiado portada oeste.

Unos pocos canecillos de los que no han sido restaurados son aún reconocibles a pesar del deterioro ambiental.

Pareja abrazada. Canecillo del ábside.

Sillar con ¿llave? y cruces ¿señas de cantero?

Un ser monstruoso se dispone a devorar ¿una persona?

¿Un león?

Hermoso ejemplo de ventana románica y línea imposta con ajedrezado jaqués

Interior. El tramo final, más moderno, cubierto con bóveda de terceletes.

Capitel con Cristo bendiciendo

La firma está en el lado oeste.

"Me fecit" (me hizo) en el lado este.

Daniel con los leones

Cúpula de la capilla barroca.

Representación artística y nota en la que se cuenta lo que hacían para curar la rabia

Lo mismo, pero con la risma en primer término 

Yo tampoco sabía lo que era una risma. Creo que fuera de Navarra nadie lo sabe, pues el único diccionario ( y he consultado unos cuantos) que recoge el vocablo es la Gran Enciclopedia Navarra.

Solo me queda expresar mi agradecimiento a Pedro, con el que estuvimos un par de horas mucho más que entretenidos y animaros a que realicéis la visita

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