Jorge Oteiza: Construcción vacía. Paseo Nuevo |
Jorge Oteiza: Construcción vacía. Paseo Nuevo |
Jorge Oteiza: Construcción vacía. Paseo Nuevo |
El Departamento de Turismo donostiarra publicó hace ya diez años un folleto sobre las esculturas que había en diferentes localizaciones de la ciudad. Aunque las esculturas se han ido multiplicando, esa publicación no se ha reeditado y, además, solamente quedan ejemplares en inglés y en catalán. Por suerte, el Atlas de esculturas virtual, del que ya ofrecí noticia hace un par de meses, suple ese vacío.
Pero no redacto estas líneas para quejarme ni para pedir a quien corresponda que se actualice la información en papel, aunque si algún responsable las lee y quiere hacerme caso, siempre las daré por bien empleadas. No, no van por ahí mis intenciones, sino por el camino del agradecimiento y el reconocimiento.
Ayer había un día invernalmente luminoso sobre la ciudad y el Cantábrico permitía a la ciudadanía hacer uso de su ciudad y disfrutar sin riesgo del juego de las olas entre las rocas y sus brillantes estallidos de espuma. Uno de los lugares más hermosos para entretenerse con ese espectáculo es el Paseo Nuevo, donde se encuentra la escultura de Oteiza, a modo de ventana por la que asomarse al siempre fascinante mar.
Me acordé de la guía de esculturas, saqué el teléfono, hice estas fotografías primero y después miré a ver qué información ofrecía. No era mucha, pero era suficiente. Me gustó, y mucho, la que se dedicaba al autor. Escrita con pasión y con cariño, como pocas veces se redacta una información de folleto turístico. Exactamente esta:
En internet no había manera de averiguar quién lo había escrito. Acudí al papel de hace diez años y allí, entre los créditos, aparecían Nerea Azurmendi y Mikel G. Gurpegui. Ignoro si está redactado entre ambos o si corresponde solamente a uno. En cualquier caso, una radiante microbiografía. Gracias, Nerea; Gracias, Mikel.