Cuevas de Sara |
Las cuevas de Sara empezaron a ser utilizadas por los seres humanos hace unos 45.000 años. Fue José Miguel Barandiarán quien las estudió con mayor detenimiento y resaltó la relación que mantenían con la mitología vasca. A lo largo del tiempo han sido lugar de refugio de todo tipo de gentes (contrabandistas, soldados, gente que huía de las autoridades...). También sirvieron para realizar ritos paganos fuera de la mirada de las autoridades religiosas, lo que dio origen a las persecuciones de supuestas brujas durante el siglo XVII. Se encuentran muy cerca de las Cuevas de Zugarramurdi, y tienen una historia común.
En el siglo XIX, cuando Napoleón III y Eugenia de Montijo se encontraban veraneando en Biarritz, se acercaron a visitarlas. Ese hecho las destacó inmediatamente como lugar interesante y las convirtió en una atracción turística. En la actualidad, las cuevas de Sara son uno de los lugares turísticos más visitados del País Vasco francés.
Además de las cuevas, a las que se accede solamente mediante visita guiada, en el entorno existe un pequeñísimo museo y un parque megalítico que sin duda necesita una urgente actualización escénica, pero que goza, en cambio, de unos carteles informativos francamente muy buenos, unos de texto largo para adultos y otros de texto breve para la infancia (en alguna ocasión me pareció mejor incluso el texto dirigido a la infancia).
También hay una tienda y una cafetería.
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