¿Y qué hacemos con las trescientas páginas que nos hemos saltado? Pues si tenemos ganas de enredarnos con toda la argumentación, básicamente técnico-económica, lógicamente leerlas. No perdemos nada, y si no somos asiduos a los trabajos de economía, podemos ponernos al día sobre un montón de conceptos que seguramente ignoramos y sobre lo que grandes economistas de ayer y de hoy han aportado y aportan a la singular tesis que el periodista británico defiende.
De forma sucinta, lo que pregona es esto: el capitalismo está llegando a su fin ahogado en sus propias contradicciones y maneras, además de por la presión que suponen las nuevas tecnologías, el cambio climático, el trabajo colaborativo y algunas cosas más, de tal forma que estamos asistiendo al punto y final de esta era económica que ha durado unos 250 años y abriendo las puertas de una nueva, más democrática, más justa y de coste cero.
Mason es un optimista radical. No se agobia en absoluto ante la situación económica del mundo, porque está convencido de que son los síntomas típicos del derrumbamiento del sistema. Y no es que se alegre de que el sistema colapse y todo se venga abajo. No. Su alegría viene dada porque estos son los primeros pasos de la entrada en una nueva etapa, la postcapìtalista, que nos traerá un resurgir de la democracia colectiva y una economía no explotadora. Él lo tiene clarísimo.
Tanto es así que el último apartado del último capítulo se titula: Liberar al 1%. Ese 1% hace referencia a la parte de la población más rica del mundo, la que detenta la mayor cantidad de riqueza. Dice así: "¿Qué pasará entonces con quienes pertenecen al famoso "1%" más pudiente de los habitantes del planeta? Que se harán más pobres y, de paso, más felices. Porque ser rico es muy duro. (...)
El 99% va a rescatarlos.
El postcapitalismo los hará libres.
Fin del libro. Me encantaría vivir para ver el llanto de agradecimiento y felicidad de esta pobre gente que, ¡por fin!, va a ser feliz.
PS: Es de agradecer el entusiasmo esperanzado del autor, de lo que dudo es de la predicción que realiza a partir de los datos económicos, por muchos que aporte y maneje. Sin ánimo de molestar ni de estropear la fiesta: con las teorías de las ciencias naturales (arquetipo, la física) se realizan predicciones; con las de las ciencias sociales, se analiza el pasado y se ayuda a entender el presente. Pero parece que a los economistas les cuesta entender esto.
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- Crítica de David de Ugarte.
- Crítica de Juan Carlos Monedero (formato vídeo).
- Entrevista de Carlos Fresneda.