British Museum |
Advertencia previa: si queréis ver una buena imagen, sin reflejos extraños y con el color natural, id a la fotografía ampliable del museo. El comentario también merece la pena.
Esta serpiente bicéfala es un objeto realizado en madera y recubierto con un mosaico realizado con pequeñísimas teselas de turquesa y concha de ostra. Los dientes, con trozos de caracolas. Tiene una longitud de 43,3 cm y una altura de 20,3 cm.
La simbología de las serpientes es muy variada (ver Diccionario de símbolos, Cirlot, pp 407-410), es decir, la cantidad de significados, poderes y atributos que la humanidad a lo largo de su historia ha supuesto que tenía este reptil tan temido como admirado ha sido enorme, y tan contradictoria como interesante. Y han sido tanto más abundantes, fascinantes y contradictorios, cuanto mayores han sido el temor y la admiración que la humanidad ha sentido hacia las culebras.
Buena prueba de lo que digo es este mismo objeto que, sin ser uno de esos objetos mundialmente reconocidos, ni tan siquiera uno de los iconos del museo, era necesario esperar un tiempo para poder acercarse a la vitrina y sacar una foto medianamente aceptable.
Sea como fuere, no cabe duda de que existe algún elemento mayor y más poderoso que la propia naturaleza de las serpientes, algo que todavía forma parte de nuestro pensamiento más primitivo, que es lo que nos lleva a suponer poderes y capacidades que las serpientes no tienen. Ese es el origen de que las hayamos utilizado como emblemas mágicos en numerosos rituales.
Esta de aquí, dice la jefa del Departamento de Conservación del Museo, Rebecca Stacey, pudo haber sido usada en el pecho como pectoral. Podría representar una "banda celeste", que simboliza el reino celestial. Era un emblema de autoridad, quizá parte de un elaborado conjunto de atuendos rituales que se usaban o portaban en ocasiones ceremoniales (...) Los intensos tonos azul verdosos de la turquesa evocan asociaciones con Quetzalcóatl ('serpiente emplumada'), una de las deidades y héroes culturales aztecas más poderosos. La imaginería serpentina también se asocia con otras deidades mesoamericanas, en particular con Xiuhcóatl y Tláloc.
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