#elfecundorumordelasmiradas
DADAÍSMO
Mientras unos se deshacían a cañonazos
y otros se envenenaban mortalmente con gas
mostaza,
Zurich era un refugio
donde se daban cita todo tipo de desertores,
pacifistas convencidos o temporales,
objetores de la vida,
agentes secretos de mirada turbia,
hombres cuyo negocio era la guerra,
activistas a la espera del momento propicio
o provocadores del pensamiento
entretenidos en recortar palabras del periódico
y jugar partidas de ajedrez con Lenin.
El profundo malestar ante la muerte
encumbró la supremacía del azar.
El gesto era lo importante,
la acción que niega
y que en su hacer se consume.
Un modo de estar
ante la urgencia de la vida en retirada,
una rebelión de los no creyentes
contra los descreídos.
Pasado el susto
la humanidad siguió creyendo.
Aquí puedes leer el poemario completo.
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