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martes, 6 de mayo de 2025

LA BELLA EASO

Maqueta de la reconstrucción idealizada de la Oiasso romana. Museo Oiasso.


Con motivo de la apertura al público de las termas romanas situadas en un espacio aledaño al museo (tan pegadito a él, que están integradas en el propio museo), traigo a cuento una pequeña creencia que todavía hoy está muy extendida y que parece difícil de erradicar. 

La historia, la ciencia histórica, se construye a base de documentos y evidencias que prueben las afirmaciones que se hacen. Y se va elaborando, o cambiando, a base de datos fehacientes. En más de una ocasión hemos tenido que rectificar lo que pensábamos sobre un personaje histórico, un acontecimiento, un período, etc., debido al hallazgo de evidencias que ponían en tela de juicio lo que hasta ese momento tomábamos como verdadero. 

Así ha ocurrido con la Bella Easo. 

Primero fueron las catas realizadas en la Plazoleta del Juncal por Jaime Rodríguez Salís, que dieron como resultado la aparición de restos de cerámica romana (año 1969). Luego fue la aparición de la necrópolis romana bajo el suelo de la ermita de santa Elena (1971-1972). Y cuando las pruebas se multiplicaban (restos de barco de la época romana hundido en el fondeadero del cabo Higer, multitud de evidencias de la explotación de las minas de Arditurri, excavaciones en la zona de Santiago...), en 2006 se abre el museo para contener de manera racional y ordenada cuanto material de la época romana había ido apareciendo. 

Es evidente que la antigua Easo/Oiasso no se localizaba en la desembocadura del Urumea, sino a orillas del Bidasoa.

Lo curioso es que esto ya se sabía hace muchos años. En uno de los primeros libros que leí para enterarme de la historia particular de la ciudad en la que iba a impartir clases de historia en la segunda etapa de EGB, Guipúzcoa en la Historia, de Fausto Arocena, editado en 1964, se puede leer: A todo esto la existencia de la calzada, de las minas y del puerto de embarque plantean la necesidad de la existencia de un oppidum que, por todas las trazas, tuvo que estar situado en paraje próximo al actual Oyarzun, descendiente directo, incluso por relativa homofonía, del antiguo Oiasso. No cabe, por lo tanto, especular, aunque nos duela a los donostiarras, sobre su emplazamiento en nuestra Bella Easo, que, si es bella, no es Easo (el subrayado es mío).

También Wikipedia se hace eco del asunto en la entrada dedicada a la voz Oiasso; sin embargo, la creencia que identifica Easo con Donostia sigue extendida hasta tal punto que si se coloca en el buscador de Google el término "Bella Easo", esto es lo que ocurre.

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viernes, 2 de mayo de 2025

CANCIONES QUE ANTICIPARON "LA INTERNACIONAL"

Los momentos revolucionarios han recurrido con insistencia a la música, porque la música anima, une, cohesiona y genera emociones colectivas. Cuando las razones no bastan, recurrimos a los sentimientos. ¿Quién no se ha emocionado al ver un estadio lleno a rebosar cantando al unísono el himno de su equipo, de su patria o La Marsellesa, sea o no de la tierra de Molière?

Y posiblemente sea La marsellesa, producto de la Revolución francesa de 1789, el himno más antiguo de los que impulsan a la acción. No importa tanto que podamos estar de acuerdo con sus versos y lo que la letra dice en su conjunto, lo que importa son los sentimientos que genera, la ilusión que produce, la emoción compartida que levanta.  

Después de La marsellesa, será La Internacional (1871, Eugène Pottier) el himno colectivo que se extiende con mayor fuerza e insistencia para concitar el deseo de una sociedad libre, justa e igualitaria. Poco importa cuál de sus múltiples versiones cantemos. No es la racionalidad del texto o la falta de ella lo importante. Ayer, 1 de mayo, muchas personas, en muchos lugares del mundo, la entonaron, y posiblemente más de una la cantó sin participar de la ideología comunista, socialista o anarquista.

El caso es que el ambiente durante el periodo romántico y premarxista en Europa, y especialmente en Francia, era propicio para este tipo de canciones. Son muchos los ejemplos de poetas y cantantes franceses que componen himnos de ese cariz. Dos ejemplos bastarán para comprobar lo que digo.

El primero es de Charles Gille (1820-1865), El salario:   

Le Salaire

Marchons, enfants, Dieu protège les braves,
Nos bras trois fois ont chassé les Tarquins,
Nous délierons les trop faibles entraves
Que nous forgeaient de faux républicains.
Brisons ces nains que le pouvoir enivre,
De l’avenir ils barrent le chemin,
Nous obtiendrons un droit, le droit de vivre,
Ou nous mourrons les armes à la main.

El otro ejemplo es de 1846 y Pierre Dupont (1821-1870) su autor. Su estribillo, traducido, es este: 

Amémonos unos a otros y cuando podamos
unirnos para beber juntos,
ya sea que el cañón esté en silencio o ruja, 
¡bebamos, bebamos, bebamos!
¡Por la independencia del mundo!
La canción de los trabajadores.

Y esta la versión original completa, cantada por Sam Genin:


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viernes, 14 de marzo de 2025

PÓRTICO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LOS REYES, LAGUARDIA


 En pocas, poquísimas ocasiones podemos ver una portada medieval con su color original. Las inclemencias del tiempo han socavado el color que originalmente tenían las portadas románicas y góticas en toda Europa. Todo lo más que podemos llegar a ver son pequeños restos de pintura que nos hacen suponer cómo serían. El pórtico de Santa María de los Reyes es una rareza que nos permite ver realmente cómo era en su estado original. Es cierto que en algunos sitios ofrecen un espectáculo nocturno y proyectan sobre cada figura los colores que, según los documentos conservados y los escasos restos de pintura que se mantienen, tuvieron en su origen, lo que permite ver durante el tiempo que dura la proyección el esplendor de las figuras que durante el día vemos en piedra desnuda. Pero no es lo mismo. En Laguardia se puede disfrutar de una portada con sus colores gracias a que ha estado protegida dentro de un porche.

El conjunto iconográfico está dedicado a exaltar la figura de la Virgen, a quien está dedicado el templo.

En las arquivoltas, solamente las impares representan figuras. En la 1, reyes y profetas del Antiguo Testamento. En la 3, santas y mártires con sus correspondientes atributos. En la 5, ángeles tocando instrumentos musicales, es decir, el coro celestial.

El tímpano está dividido en tres bandas. La parte superior (6) recoge la Coronación de la Virgen. María recibe una corona colocada al unísono por Cristo  y un ángel. La banda intermedia está dividida en tres escenas: la (7) representa la ascensión al cielo. La Virgen aparece dentro de una mandorla que es impulsada por tres ángeles mientras María lanza su cinturón a santo Tomás que aparece arrodillado en la parte inferior. En la (8) vemos a los apóstoles que son llevados en una nube por el cielo hasta el lecho de muerte de María. En la (9) aparecen los apóstoles ante el lecho de María. En medio, aparece Cristo, esculpido en tamaño ligeramente superior. En su brazo izquierdo mantiene una figurita femenina pequeña que simboliza el alma de María.

La banda inferior representa la Anunciación (10), la Visitación de santa Elena (11) y la Epifanía (12).


Y algo más. Algo a lo que la iconografía medieval suele dar cierta importancia, porque se trata de algo que aparece precisamente en la edad media y llega hasta hoy, al menos, en la cultura occidental. 

Si os habéis fijado, el manto de la Virgen es siempre de color azul. Es cierto que los antiguos egipcios ya utilizaron el azul, aunque lo nombraban con una palabra que servía tanto para el verde como para el azul. Curiosamente, ni griegos ni romanos tenían palabra para designar el azul. Tanto en la Ilíada como en la Odisea el mar es de color vino (οινόπς). Más: en ninguna lengua romance procede la palabra que se utiliza para designar el color azul del latín (ni tampoco del griego). Es a partir de la representación de los mantos de la Virgen (siglos XI-XII) en color azul cuando se empieza a extender y utilizar por toda Europa y a transformarse en un color de prestigio que irán utilizando las monarquías y, con ellas, toda la nobleza (Ver Azul. Historia de un color, Michel Pastoureau). 

En la actualidad, es el color favorito de buena parte de la población mundial. El azul es el color de la bandera de las NNUU, azul es la insignia de la UNESCO y azul es la bandera de la Unión Europea... Nel blu dipinto di blu...

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martes, 11 de marzo de 2025

HACE UN SIGLO


Hace unos pocos meses, en la exposición que tuvo lugar en San TelmoDonostiaren oroigarri / Recuerdo de San Sebastián, me llamaron especialmente la atención este par de fotografías de la calle Miracruz donde se ve con todo detalle un edificio por el que pasaba a menudo al lado en busca de leche fresca. 


Se trata de un hermoso edificio de vecinos, de aire historicista, neogótico, que se diferencia claramente de los edificios que tiene a su alrededor. Me gusta especialmente el juego que tiene con los vanos (ver la foto de la fachada actual más abajo), diferentes en cada uno de los pisos: apuntados en el primer piso, polilobulados en el segundo, conopial muy aplastado en el tercero, adintelados y en mitra en el cuarto...

Fotografíe también la breve nota que acompañaba las fotografías:



Ya sé que las ciudades, al igual que los edificios, cambian con el tiempo; pero lo que me llamó la atención nada más ver la imagen de 1919 fueron los soportales que había entonces y que en la actualidad han desaparecido transformados en locales comerciales y portales de acceso. Como puede verse, la parte alta y los miradores también han sido transformados. 
 


Y aprovechando que andaba por ahí y que en la información que se ofrecía se hablaba también del antiguo cuartel de los miqueletes, casa Flamencoenea, otro edificio con fachada más trabajada que los que le flanquean, y que luce el antiguo escudo de Guipúzcoa, con el rey, los doce cañones y los tres tejos.

Por cierto, los miqueletes eran quienes se encargaban de controlar la entrada de productos de las provincias limítrofes y de impedir el contrabando, algo así como las fuerzas aduaneras de la provincia. Surgieron en 1848 y desaparecieron con la guerra civil.



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martes, 4 de febrero de 2025

PASEO POR ZALDUENDO/ZALDUONDO


El domingo a las 10 de la mañana aún quedaba una fina niebla pegada a las laderas de la sierra de Aizkorri, pero pronto el cielo azul se hizo dueño y señor de toda la mañana. 

Antes de visitar el palacio Lazarraga, que era el objetivo principal de mi visita, pude ver el interior de la iglesia, pues tuve la suerte de coincidir con quien la iba a abrir, quien, además, se prestó a ofrecer todo tipo de explicaciones.

Lo más destacado del interior de la Iglesia de san Saturnino de Tolosa, patrón del pueblo, es el retablo, que está dedicado a este personaje procedente de la Galia

Retablo de san Saturnino

No sé si la leyenda o si la historia cuenta que san Saturnino (san Sernín, san Cernín) estuvo predicando en Pamplona y ahí bautizó a Fermín y a sus padres. Este Fermín será luego el santo bajo cuya advocación se celebran las fiestas tal vez más famosas de toda la península. Cuento esto porque hay cierta confusión entre ambos personajes. Pero volvamos a Saturnino. 

Se cuenta, y así aparece recogido en la primera calle del primer piso que fue muerto porque lo ataron a un toro al que espolearon para que saliera corriendo mientras arrastraba el cuerpo del que ya entonces era obispo de Tolosa (Francia). Cuando el toro dejó de correr, Saturnino ya estaba muerto. Y todo eso porque se negó a participar en el sacrificio de ese toro a Júpiter.

Apresamiento

Cuando le atan al toro

Fuera de la iglesia, un pequeño paseo por el pueblo sirvió para comprobar lo bien cuidado que está y la bondad arquitectónica de muchas de sus edificaciones.


Fijaos en la nítida sombra que proyecta el edificio de la iglesia

Entre todas ellas destaca, claro, el palacio de Lazarraga, que tiene una espléndida fachada, donde luce una portada plateresca adintelada y flanqueada por dos pares de columnas jónicas, que recuerda mucho la disposición de la del Colegio del Arzobispo Fonseca de Salamanca. Sobre ella, un sobredimensionado escudo de los Lazarraga-Lecea flanqueado por columnas y dos grandes estatuas de soldados portaestandartes.



Pero es la fachada sur le que a mí más me gusta. La galería que luce en la planta primera, además de centrar la fachada y de ofrecer el elemento arquitectónico de mayor belleza de todo el edificio, dota al palacio de humanidad, le otorga la categoría de espacio habitable, que, en mi opinión, es el aspecto más atractivo de cualquier edificio que sirva de vivienda y se precie de tal.


Atención a la repisa a base de volutas y roleos que apoya sobre el capitel
             


Por dentro, el museo ofrece varios espacios. En la planta baja se encuentran las salas que recogen aperos y muebles de lo que podríamos llamar época preindustrial. Hay aperos de labranza, muebles de los que se utilizan en las casas rurales y una reconstrucción de las cañas de pastor, tan típicas de esta zona. También está la sala dedicada a Blas Arratibel, gran impulsor de la Asociación Cultural de Zalduendo y de la artesanía tradicional. En esta sale se recogen las obras ganadoras de los premios que llevan su nombre.



La planta superior está dedicada a los carnavales de la zona (por cierto, el 3 de marzo de este año será especial pues se cumple el quincuagésimo aniversario de la creación del carnaval moderno de Zalduendo),



las pinturas murales que se encontraban en la pared interior de la galería y que necesitaron restaurar y reubicar





y uno de los documentos (reproducción, claro) más importantes de la cultura vasca, como es el manuscrito de Lazarraga, el libro en lengua vasca más antiguo del País Vasco peninsular y solo veinte años después del famoso Linguae vasconum primitiae, de Etxepare.




Para finalizar, una sala recoge las maquetas de todas las construcciones de Zalduendo (en la fotografía no están recogidas todas).


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viernes, 22 de noviembre de 2024

RECUERDO DE SAN SEBASTIÁN. FONDO FOTOGRÁFICO GALARZA

Texto del díptico de presentación de la exposición:

EL FONDO GALARZA, una de las colecciones fotográficas más importantes que conserva San Telmo Museoa, está compuesto por más de 3.000 documentos, incluyendo negativos en cristal, acetatos y positivos en papel. El fondo recoge el trabajo de los fotógrafos Gregorio González Galarza (1869–1948) y su hijo Carmelo González Campano (1895–1959), quienes dedicaron gran parte de su labor a la edición de tarjetas postales con San Sebastián en el centro de sus miradas. 

Para ello, escogieron las imágenes más representativas de la ciudad balnearia y cosmopolita, contribuyendo a fijar la imagen icónica de la Donostia de la primera mitad del siglo XX. Sin desdeñar el poder divulgativo de las postales en su momento, es importante resaltar su valor como documento que ilustra en detalle una época y facilita su comprensión. 

Las fotografías se han ordenado con un criterio espacial que nos permite realizar un recorrido visual a modo de paseo por la ciudad, empezando en la Ciudad Vieja y su entorno, para continuar por el ensanche Cortázar y los jardines de Alderdi Eder. Se dedica un amplio apartado al marco de la bahía y las playas de la Concha y Ondarreta, con sus paseos. A continuación, se muestra el barrio de Gros, la plaza de toros del Chofre y el desarrollo del ensanche Kursaal. Por último, nos adentramos en el ensanche meridional, al sur de la Avenida, para proseguir aguas arriba del Urumea hacia Amara Nuevo y Loiola. La ruta expositiva también nos lleva a los parques de atracciones de Ulia, Martutene e Igeldo, para terminar siendo testigos de los espectaculares carnavales de comienzos del siglo XX y dirigir la vista hacia los tipos y costumbres tradicionales del país en las llamadas “escenas vascas”. 

Gracias a estas imágenes, es posible contemplar no sólo la transformación de la ciudad y su entorno, sino también la evolución de los modos de vida en una mirada a lo largo del tiempo.

Ordutegia / Horario 
Azaroaren 1etik aurrera / Desde el 1 de noviembre: 10:00—19:00 
Astelehenetan itxita (jaiegun eta zubiak ezik) 
Abenduaren 21, 24 eta 31n ordutegi berezia: 10:00—14:00 
Abenduaren 25ean , urtarrilaren 1 eta 20an itxita 
Lunes cerrado (excepto festivos y puentes) 
21, 24, 31 de diciembre, horario especial: 10:00—14:00 
25 de diciembre, 1 y 20 de enero cerrado

Algunas imágenes que a mí me han interesado más:


El texto dice:

Monumento al Centenario (1913) 

Estaba constituido por un basamento triangular representando episodios de la toma y quema de la ciudad en 1813, como el asalto inglés y la defensa francesa de la muralla, la desolación de los vecinos ante el saqueo y el acuerdo de la Junta de Zubieta bajo un ave fénix, que simboliza el resurgir de la ciudad de sus cenizas. Del pedestal se elevaba una columna y, en su cima, una cuadriga de bronce dorada de 4000 kg sobre la que marchaba "La Fama de San Sebastián". Una estatua de bronce de la reina María Cristina presidía el monumento, flanqueada por dos leones, símbolos de la fortaleza y la hidalguía donostiarra. 

Este monumento apenas superó una década, siendo desmontado en 1924. La estatua de la reina fue a para a Ondarreta, siendo fundida en la Guerra Civil. el ave fénix y un grupo de soldados franceses se colocaron en el Cementerio de los ingleses de Urgull. el grupo de Zubieta fue trasladado a San Vicente y, en la actualidad, sus personajes descabezados forman parte de la escultura de la Plaza de Irun en Amara. en cuanto al resto de sus elementos, se desconoce su paradero.


La fotografía es de 1929. Hace cien años, a la vista está, ya se había producido el fenómeno de lo "lleno", tal y como lo expresaba Ortega y Gasset en La rebelión de las masas.


Iglesia de San Ignacio (1909). Todavía no se había levantado la torre. El barrio de Gros era un remanso donde existían unas pocas construcciones.



Como puede verse, no había dos parques de atracciones, sino tres. Este se encontraba en lo que hoy es Martutene. La villa que puede verse sobre la roca sigue ahí en la actualidad, es la villa Arkaitz-Artekoa.

HASTA EL 26 DE ENERO DE 2025

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