martes, 5 de agosto de 2025

CATEDRAL DE LEÓN, triple pórtico de la fachada occidental


 La catedral de León, la Pulchra leonina, es la primera construcción española que fue declara Monumento Nacional (1844) y esta declaración no solo fue importante para ella, sino para el resto del patrimonio. Una breve explicación.  

Durante la llamada "década moderada" el medievalista José Pidal fue nombrado ministro de la gobernación y a él se debe el establecimiento de la Comisión de Monumentos en toda España (13 de junio de 1844), la declaración de la orden ministerial que nombraba Monumento Nacional a la catedral leonesa (28 de agosto, esta orden será la puerta abierta para poder actuar sobre otros edificios y nombrarlos monumentos, lo que permitió que tuvieran una atención especial y así ser salvados del deterioro) y, finalmente, la firma del decreto para reestructurar la organización docente de la Escuela Especial de Arquitectura de Madrid, que renovó técnicas y conocimientos históricos y donde se formaron Juan de Madrazo y Demetrio de los Ríos, quienes intervinieron de manera decisiva en la restauración de la catedral, que se encontraba en muy mal estado.

Seguramente, también sea la de mayor influencia del gótico francés; al menos en la triple portada de la fachada principal, la que da al oeste, que tiene como modelo la de Reims.

PÓRTICO DE SAN JUAN

En la actualidad esta puerta está cegada. En el tímpano se cuenta la historia la historia del nacimiento de Jesús.


Tímpano del pórtico de san Juan. Amplía para ver los números.
1: Coro celestial de ángeles cantores.
2: Visitación de María a su pariente Isabel, madre de Juan el bautista.
3: Jesús en el pesebre.
4: El nacimiento (María aparece tumbada sobre una cama).
5 y 6: Anunciación del nacimiento a los pastores.
7: Herodes y un Rey Mago.
8: Adoración de los Reyes.
9: Huida a Egipto.
10: Matanza de los Inocentes.


PÓRTICO CENTRAL 

Es conocido como portada del Juicio Final (es lo que se cuenta en el tímpano) o portada de la Virgen Blanca (es la que aparece en el parteluz). Como se ha señalado en numerosas ocasiones, la estatua de la Virgen marca el inicio de una corriente de escultura humanizadora en el arte gótico, especialmente mostrado en su canon alargado, la leve sonrisa y gestos tanto de la Virgen como del Niño y los pliegues voluminosos de su ropaje


Amplía para leer las anotaciones.


PÓRTICO DE SAN FRANCISCO

La portada de san Francisco está dedicada a la Virgen y en ella se relata su muerte y posterior coronación.

Amplía para leer las anotaciones.

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lunes, 4 de agosto de 2025

SCHWARZE FLOCKEN, Kiefer - Celan

Schwarze Flocken, Anselm Kiefer. Fuente: https://arsmagazine.com/



COPOS NEGROS


Nieve ha caído, sin luz. Una luna
hace ya o dos que el otoño bajo el hábito de monje
mensaje me trajo también a mi, una hoja de laderas ucranianas:

“Piensa que también es invierno aquí por milésima vez ahora
en la tierra donde la más ancha corriente fluye:
la sangre celestial de Jacob, bendita por hachas...
Oh hielo de arrebol no terrenal – vadea su Hetman* con todo
el séquito en los soles lejanos... niño, ay un paño,
para envolverme dentro cuando destellen los yelmos,
cuando el témpano, el rosado estalle, cuando nevoso espolvoree el esqueleto
de tu padre, bajo los cascos se destroce
el canto de los cedros...
Un paño, un pañito sólo, chico, que yo guardo
ahora cuando aprendes a llorar a mi lado
la angostura del mundo que nunca verdea, niño mío, para tu niño”.

Me sangró, madre, el otoño, me quemó la nieve:
busqué mi corazón para que llore, encontré el aliento, ay, del verano,
era como tú.
Se me vino la lágrima. Tejí el pañuelo.

Traducción: José Luis Reina Palazón. Editorial Trotta, 1999.


Las relaciones entre la literatura y las artes plásticas vienen de muy lejos en el tiempo, pero en pocas ocasiones son tan nítidamente claras como en esta obra de Anselm Kiefer, que ha tomado el título del poema de Paul Celan para su obra y, por si no fuera suficientemente clara la referencia, ha colocado algunos de sus versos sobre la nieve sin luz (son los que he subrayado en el poema) El original podéis leerlo y escucharlo aquí.

Kiefer (1945) pertenece a esa generación de alemanes que no vivió la guerra, pero sí ha sufrido la vergüenza y el sentimiento de culpabilidad por el sufrimiento que lo que la generación anterior de compatriotas provocó. En Alemania se tardó tiempo en poder hablar con cierta normalidad del horror del Holocausto.  

En el óleo (material principal) hay también pequeñas ramas, acrílico, carboncillo (con él están escritas las palabras del poema de Celan), yeso aplicado sobre el lienzo y plomo, el del libro. Sobre el plomo Kiefer ha dicho que es el único material lo suficientemente resistente como para llevar el peso de la humanidad

Por lo demás, la obra se explica suficientemente bien a partir del poema y la alusión al Holocausto. Se convierte así en un grito de dolor y desesperación ante la barbaridad de la guerra. Triste, profundamente triste resulta la coincidencia de que los padres de Celan murieran en sendos campos de concentración situados en Ucrania y que quienes más sufrieron la brutalidad de lo que denuncian poema y óleo estén organizando masacre similar en tierras palestinas. Desolador.

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domingo, 3 de agosto de 2025

DELIUS: To Be Sung of a Summer Night on the Water


Ante el aviso de ola de calor que nos anuncian por la Península mi propuesta para rebajar la temperatura es esta etérea y refrescante Dos canciones para cantar en una noche de verano en el agua.

Delius (1862-1934) compuso estas canciones mientras estaba en Francia, en 1917. Están compuestas para seis voces y sin letra, pero vocaliza en la sílaba "uh". La primera canción, que es la que recoge el vídeo, se caracteriza por su lentitud, pero no por su ritmo lento, un buen ejemplo de su lenguaje armónico cromático. 

Las canciones fueron estrenadas en Londres por Charles Kennedy Scott y su Oriana Madrigal Society el 28 de junio de 1921 y, mucho más tarde, en 1994, fueron elegidas por los BBC Singers para celebrar su 70º aniversario y grabadas en la iglesia de San Pablo de Londres.

Que la música os sea favorable y el calor no os agobie.

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sábado, 2 de agosto de 2025

EL CIELO NOCTURNO, AGOSTO 2025

La Luna el 31 de agosto a las 21:21 (hora peninsular).

 PLANETAS: Mercurio es visible a partir de la segunda semana saliendo antes de que lo haga el sol sobre el horizonte ENE. La madrugada del día 20 se podrá ver el alineamiento de Júpiter, Venus y  Mercurio, con la última luna antes de la fase nueva, tal y como aparecen en la imagen de Stellarium:

Venus es visible durante todo el mes ejerciendo de lucero del alba. El día 12 podrá verse junto a Júpiter. Marte es visible al atardecer cada día que pasa un poco más bajo sobre el horizonte O. Júpiter aparece poco antes de las 05:00 a comienzos del mes para terminar agosto asomándose sobre el horizonte ENE en torno a las 03:30. Saturno es visible desde la medianoche al comenzar agosto y dos horas antes al finalizar el mes.

LUNA: 9 de agosto, luna llena; luna nueva, 23 de agosto.

LLUVIA DE ESTRELLAS: ¡Llegan las Perseidas!

Perseidas12 de Agosto de 2025, 21:44 (17 de Julio al 24 de Agosto)03h 13.9m, 58° 05.6'100
κ-Cígnidas18 de Agosto de 2025, 02:38 (4 de Agosto al 26 de Agosto)19h 04.4m, 59° 02.3'3

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VISITA AL MUSAC (VERANO 2025)

MUSAC
 El MUSAC es uno de esos museos de arte contemporáneo de reciente construcción (2005) cuya arquitectura es en sí una obra de arte y en la que es difícil vencer la tentación de esperar los cambios de luz que se producen con el paso de las horas. El hecho de que toda la fachada esté panelada con cristales de colores es de lo más provocador para cualquier aficionado a la fotografía. Colores y reflejos invitan al juego de las exposiciones y aberturas distintas.  




Una vez dentro, los atractivos son mayores. 

Me fascinaron los trabajos de la pareja que forman el Studio DRIFT. "Amplitud/Pradera" tienen el magnetismo de lo profundamente sencillo y la seducción de lo delicado.





Otra sorpresa que me agradó profundamente fue la propuesta del artista japonés Yasumasa Morimura en la que se autorretrata en las obras de otros artistas de la historia de la pintura. A pie de foto dejo el enlace con el original del que surge la obra de Morimura.

Lectora en azul + El arte de la pintura

Autorretrato

Caravaggio + Allori. Los dos son él.

Retrato de hombre con turbante 

Otra propuesta interesantísima es la del madrileño Secundino Hernández, un recorrido por la abstracción donde el juego de trazos y colores puede recordar en algunas ocasiones el expresionismo abstracto y, en otras, el trazo tradicional japonés en su búsqueda y representación de la esencia.





Más pegada a la representación de la naturaleza y la denuncia del deterioro constante a la que se ve sometida por la acción humana es la obra del segoviano Luis Moro.





Cuatro propuestas, cuatro estilos, cuatro lenguajes absolutamente distintos; los cuatro, enormemente atractivos y originales. 

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miércoles, 30 de julio de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Gabriel y Galán)

En librerías
#unlibrounpoema


Este libro me lo regalaron mis padres cuando estudiaba COU. Aquel año descubrí la poesía y el primer poema que aparece debajo de estas líneas de Gabriel y Galán me ha acompañado desde entonces. Se lo leí una vez a mi padre, cacereño él, y se emocionó. La verdad es que, a pesar de ser una persona autoritaria y de aparente dureza, se emocionaba fácilmente.

Al libro como objeto le tengo gran aprecio, porque fue el primer libro que tuve de una colección entonces importante, además de estar encuadernado en piel y cosido. A los únicos libros que yo podía aspirar en aquella época eran libros de tapa blanda, encolados e impresos en un penoso papel que terminaba poniéndose amarillo a los pocos años. Me hizo mucha ilusión. Era como un pequeño tesoro de bibliófilo, no el de un escolar que acababa de cumplir 17 años. 

Aunque el curso estaba terminando, lo leí deprisa e hice una presentación del poeta en la clase de Lengua Española. En 1973, en un instituto de Madrid, Gabriel y Galán sonaba antiguo, pero yo estaba orgulloso de mi libro forrado en piel y, además, cuando leí "El embargo", en extremeño y dramatizando mucho, la clase quedó impresionada.


Señol jues, pasi usté más alanti
        y que entrin tos esos,
        no le dé a usté ansia
        no le dé a usté mieo...
Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s'ha muerto!
¡Embargal, embargal los avíos,
        que aquí no hay dinero:
        lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
        y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
        ya me está sobrando,
        ya me está gediendo!
Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
        y esa segureja
        y ese cacho e liendro...
¡Jerramientas, que no quedi una!
        ¿Ya pa qué las quiero?
Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
        ni esa segureja
        ni ese cacho e liendro...
¡Pero a vel, señol jues: cuidiaíto
        si alguno de ésos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s'ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
        cuatro mesis vivo
        y una nochi muerto!
¡Señol jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
        porque aquí lo jinco
        delanti usté mesmo!
        Lleváisoslo todu,
        todu, menus eso,
        que esas mantas tienin
        suol de su cuerpo...
¡y me güelin, me güelin a ella
        ca ves que las güelo!...

Del poemario Extremeñas, 1902.




EL AMA

I

Yo aprendí en el hogar en qué se funda
la dicha más perfecta,
y para hacerla mía
quise yo ser como mi padre era
y busqué una mujer como mi madre
entre las hijas de mi hidalga tierra.
Y fui como mi padre, y fue mi esposa
viviente imagen de la madre muerta.
¡Un milagro de Dios, que ver me hizo
otra mujer como la santa aquella!

Compartían mis únicos amores
la amante compañera,
la patria idolatrada,
la casa solariega,
con la heredada historia,
con la heredada hacienda.
¡Qué buena era la esposa
y qué feraz la tierra!

¡Qué alegre era mi casa
y qué sana mi hacienda,
y con qué solidez estaba unida
la tradición de la honradez a ellas!

Una sencilla labradora, humilde,
hija de oscura castellana aldea;
una mujer trabajadora, honrada,
cristiana, amable, cariñosa y seria,
trocó mi casa en adorable idilio
que no pudo soñar ningún poeta.

¡Oh, cómo se suaviza
el penoso trajín de las faenas
cuando hay amor en casa
y con él mucho pan se amasa en ella
para los pobres que a su sombra viven,
para los pobres que por ella bregan!
¡Y cuánto lo agradecen, sin decirlo,
y cuánto por la casa se interesan,
y cómo ellos la cuidan,
y cómo Dios la aumenta!
Todo lo pudo la mujer cristiana,
logrólo todo la mujer discreta.

La vida en la alquería
giraba en torno a ella
pacífica y amable,
monótona y serena...

¡Y cómo la alegría y el trabajo
donde está la virtud se compenetran!

Lavando en el regato cristalino
cantaban las mozuelas,
y cantaba en los valles el vaquero,
y cantaban los mozos en las tierras,
y el aguador camino de la fuente,
y el cabrerillo en la pelada cuesta...
¡Y yo también cantaba,
que ella y el campo hiciéronme poeta!

Cantaba el equilibrio
de aquel alma serena
como los anchos cielos,
como los campos de mi amada tierra;
y cantaba también aquellos campos,
los de las pardas, onduladas cuestas,
los de los mares de enceradas mieses,
los de las mudas perspectivas serias,
los de las castas soledades hondas,
los de las grises lontananzas muertas...

El alma se empapaba
en la solemne clásica grandeza
que llenaba los ámbitos abiertos
del cielo y de la tierra.

¡Qué placido el ambiente,
qué tranquilo el paisaje, qué serena
la atmósfera azulada se extendía
por sobre el haz de la llanura inmensa!

La brisa de la tarde
meneaba, amorosa, la alameda,
los zarzales floridos del cercado,
los guindos de la vega,
las mieses de la hoja,
la copa verde de la encina vieja...
¡Monorrítmica música del llano,
qué grato tu sonar, qué dulce era!

La gaita del pastor en la colina
lloraba las tonadas de la tierra,
cargadas de dulzuras,
cargadas de monótonas tristezas,
y dentro del sentido
caían las cadencias
como doradas gotas
de dulce miel que del panal fluyeran.

La vida era solemne;
puro y sereno el pensamiento era;
sosegado el sentir, como las brisas;
mudo y fuerte el amor, mansas las penas
austeros los placeres,
raigadas las creencias,
sabroso el pan, reparador el sueño,
fácil el bien y pura la conciencia.

¡Qué deseos el alma
tenía de ser buena,
y cómo se llenaba de ternura
cuando Dios le decía que lo era!

II

Pero bien se conoce
que ya no vive ella;
el corazón, la vida de la casa
que alegraba el trajín de las tareas,
la mano bienhechora
que con las sales de enseñanzas buenas
amasó tanto pan para los pobres
que regaban, sudando, nuestra hacienda.

¡La vida en la alquería
se tiñó para siempre de tristeza!

Ya no alegran los mozos la besana
con las dulces tonadas de la tierra,
que al paso perezoso de las yuntas
ajustaban sus lánguidas cadencias.

Mudos de casa salen,
mudos pasan el día en sus faenas,
tristes y mudos vuelven;
y sin decirse una palabra cenan;
que está el aire de casa
cargado de tristeza
y palabras y ruidos importunan
la rumia sosegada de las penas.

Y rezamos, reunidos, el Rosario,
sin decirnos por quién..., pero es por ella.
Que aunque ya no su voz a orar nos llama,
su recuerdo querido nos congrega,
y nos pone el Rosario entre los dedos
y las santas plegarias en la lengua.

¡Qué días y qué noches!
¡Con cuánta lentitud las horas ruedan
por encima del alma que está sola
llorando en las tinieblas!

Las sales de mis lágrimas amargan
el pan que me alimenta;
me cansa el movimiento,
me pesan las faenas,
la casa me entristece
y he perdido el cariño de la hacienda.

¡Qué me importan los bienes
si he perdido mi dulce compañera!

¡Qué compasión me tienen mis criados
que ayer me vieron con el alma llena
de alegrías sin fin que rebosaban
y suyas también eran!

Hasta el hosco pastor de mis ganados,
que ha medido la hondura de mi pena,
si llego a su majada
baja los ojos y ni hablar quisiera;
y dice al despedirme: «Ánimo, amo;
haiga mucho valor y haiga pacencia...»

Y le tiembla la voz cuando lo dice,
y se enjuga una lágrima sincera,
que en la manga de la áspera zamarra
temblando se le queda...

¡Me ahogan estas cosas,
me matan de dolor estas escenas!

¡Que me anime, pretende, y él no sabe
que de su choza en la techumbre negra
le he visto yo escondida
la dulce gaita aquella
que cargaba el sentido de dulzuras
y llenaba los aires de cadencias!...
¿Por qué ya no la toca?
¿Por qué los campos su tañer no alegra?

Y el atrevido vaquerillo sano
que amaba a una mozuela
de aquellas que trajinan en la casa,
¿por qué no ha vuelto a verla?
¿Por qué no canta en los tranquilos valles?
¿Por qué no silba con la misma fuerza?
¿Por qué no quiere restallar la honda?
¿Por qué esta muda la habladora lengua,
que al amo le contaba sus sentires
cuando el amo le daba su licencia?

«¡El ama era una santa!...»,
me dicen todos, cuando me hablan de ella.

«¡Santa, santa!», me ha dicho
el viejo señor cura de la aldea,
aquel que le pedía
las limosnas secretas
que de tantos hogares ahuyentaban
las hambres, y los fríos, y las penas.

¡Por eso los mendigos
que llegan a mi puerta
llorando se descubren
y un padrenuestro por el ama rezan!

El velo del dolor me ha oscurecido
la luz de la belleza.
Ya no saben hundirse mis pupilas
en la visión serena
de los espacios hondos,
puros y azules, de extensión inmensa.

Ya no sé traducir la poesía,
ni del alma en la médula me entra
la intensa melodía del silencio
que en la llanura quieta
parece que descansa,
parece que se acuesta.

Será puro el ambiente, como antes,
y la atmósfera azul será serena,
y la brisa amorosa
moverá con sus alas la alameda,
los zarzales floridos,
los guindos de la vega,
las mieses de la hoja,
la copa verde de la encina vieja...

Y mugirán los tristes becerrillos,
lamentando el destete, en la pradera,
y la de alegres recentales dulces,
tropa gentil, escalará la cuesta
balando plañideros
al pie de las dulcísimas ovejas;
y cantará en el monte la abubilla
y en los aires la alondra mañanera
seguirá derritiéndose en gorjeos,
musical filigrana de su lengua...

Y la vida solemne de los mundos
seguirá su carrera
monótona, inmutable,
magnífica, serena...

Mas ¿qué me importa todo,
si el vivir de los mundos no me alegra,
ni el ambiente me baña en bienestares,
ni las brisas a música me suenan,
ni el cantar de los pájaros del monte
estimulan mi lengua,
ni me mueve a ambición la perspectiva
de la abundante próxima cosecha,
ni el vigor de mis bueyes me envanece,
ni el paso del caballo me recrea,
ni me embriaga el olor de las majadas,
ni con vértigos dulces me deleitan
el perfume del heno que madura
y el perfume del trigo que se encera?

Resbala sobre mí sin agitarme
la dulce poesía en que se impregnan
la llanura sin fin, toda quietudes,
y el magnífico cielo, todo estrellas.

Y ya mover no pueden
mi alma de poeta,
ni las de mayo auroras nacarinas
con húmedos vapores en las vegas,
con cánticos de alondra y con efluvios
de rocïadas frescas,
ni éstos de otoño atardeceres dulces
de manso resbalar, pura tristeza
de la luz que se muere
y el paisaje borroso que se queja...
ni las noches románticas de julio,
magníficas, espléndidas,
cargadas de silencios rumorosos
y de sanos perfumes de las eras;
noches para el amor, para la rumia
de las grandes ideas,
que a la cumbre al llegar de las alturas
se hermanan y se besan...

¡Cómo tendré yo el alma,
que resbala sobre ella
la dulce poesía de mis campos
como el agua resbala por la piedra!

Vuestra paz era imagen de mi vida,
¡oh, campos de mi tierra!
Pero la vida se me puso triste
y su imagen de ahora ya no es ésa:
en mi casa, es el frío de mi alcoba,
es el llanto vertido en sus tinieblas;
en el campo, es el árido camino
del barbecho sin fin que amarillea.

... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

Pero yo ya sé hablar como mi madre,
y digo como ella
cuando la vida se le puso triste:
«¡Dios lo ha querido así! ¡Bendito sea!»


Del poemario Castellanas, 1902. Este poema fue premiado en los Juegos Florales de Salamanca el 15 de septiembre de 1901.

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martes, 29 de julio de 2025

LAS ARQUITECTAS DE LA VIDA, Alfonso Martínez Arias

Ejemplar del KM
Alfonso Martínez Arias comienza la introducción de Las arquitectas de la vida con este hermoso, esclarecedor  y sugerente párrafo : Todos y cada uno de los animales y plantas que pueblan la Tierra poseen una impresionante belleza: la majestuosidad de un roble, la delicada estructura de una mariposa, la gracia de una gacela, la dominante presencia de una ballena y, por supuesto, nosotros, los humanos, con nuestra combinación de maravillas y defectos destructivos. ¿De dónde procede todo esto? La historia está llena de relatos que responden a esta pregunta. Por ejemplo, en la tradición maya la respuesta es el maíz, mientras que para otras culturas todo empezó con alguna clase de huevo. En muchas, el origen es un material arcilloso moldeado por el poder y la imaginación de una entidad omnipotente que le insufla vida. Después de estos inicios llega la multiplicación y la Tierra se puebla, aunque los detalles de cómo sucede todo esto suelen ser escasos. 

Y en el tercer párrafo nos adelanta: Lo que nos convierte a ti y a mí en seres humanos diferentes no es un conjunto único de ADN, sino una organización única de células con sus actividades características. La historia de Karen Keegan, una mujer de cincuenta y dos años que necesitaba desesperadamente un nuevo riñón, es un ejemplo de ello (el subrayado es mío).

Más adelante, en el capítulo "Una sociedad de células", leemos: Si queremos entender cómo surgió la vida animal (y la vegetal y la fúngica), tenemos que ver los genes no como las instrucciones o planos de un organismo, sino como las instrucciones o planos de las herramientas y materiales que las células utilizan para construir organismos (la cursiva es del autor).

En la página 115: Nos comportamos como lo hacemos porque nos lo dictan nuestro genes egoístas (en lo sustancial, esa sería las tesis básica de Dawkins en su El gen egoísta). Es una idea poderosa, pero al no tener en cuenta el papel de la célula, entierra una parte crucial de la historia de la vida.

Y en el párrafo siguiente cita esta afirmación de El fenotipo extendido: Cuando asumimos la verdad fundamental de que un organismo es una herramienta del ADN, y no al revés, la idea del ADN egoísta se vuelve convincente, incluso obvia. A renglón seguido agrega él: Leer a un científico hacer esta afirmación resulta desorientador. viniendo de una figura conocida por defender la primacía de la lógica y el razonamiento científico sobre las creencias, semejante afirmación exige, a todos los efectos, un acto de fe.

Todo el libro es una hermosa construcción de la mejor divulgación científica para para evidenciar que, efectivamente no es el ADN, sino las células las principales arquitectas de la vida. Para defender su tesis Martínez Arias ha escrito un interesantísimo libro de divulgación sobre la evolución, la actividad y el desarrollo de las células, apto para cualquier persona, aunque, como yo, carezca de formación en esta área del conocimiento.

Dejo el programa A hombros de gigantes en el que durante los primeros 25 minutos Manuel Seara Valero entrevista al autor quien explica con absoluta claridad las cuestiones fundamentales que se desarrollan en Las arquitectas de la vida. 


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lunes, 28 de julio de 2025

OLIMPIA (Manet)

Fuente: Wikipedia.


No, 

no soy una diosa,

no soy Venus,

no soy ninguna alegoría.

Soy yo misma,

Victorine,

orgullosa de serlo

y de no ocultar nada.



Es cierto,

hace tiempo que perdí

la inocencia,

y tampoco tardaré mucho

en perder la orquídea

que adorna mi cabello

y el zapato

del pie izquierdo.



Soy tan real

como mi gato,

aunque la realidad

esté prohibida

en el Louvre.


***