Un incidente con un oso es el eje sobre el que gira este extraordinario libro. Nastassja Martín, antropóloga, nos relata la traumática experiencia de ser atacada por un oso mientras realizaba su trabajo de campo en Kamchatka. De modo que sí, son hechos reales y nos los relata su propia protagonista. El libro no es un estudio antropológico, aunque contiene una información muy jugosa para la disciplina de la alteridad. El texto va y viene entre diferentes tiempos, desde antes de sufrir el ataque hasta tiempo después, cuando la autora vuelve a Kamchatka una vez recuperada. Con rápidos trazos, nos acerca algunos de los últimos nómadas del Gran Norte, los evenos, su relación con lo salvaje, con la naturaleza, con los animales y con los sueños. La autora no se limita a explicarnos estas nociones, sino que la vemos prácticamente abducida por esa forma tan distinta de experimentar el mundo (que con prisas podríamos llamar animista). Podríamos decir que cae en su mundo como quien cae en un agujero.
El libro recoge su pelea interna por no dejar que su experiencia y su propia persona, después del incidente, queden encerradas dentro de ciertos marcos de significado con los que ella está en conflicto. Desde la perspectiva evena, el encuentro con el oso no es un simple accidente, sino un destino, tanto de ella como del oso; es un encuentro en el que ambos saldrán transformados e irremediablemente ligados. Todo esto ocurre en un mundo en el que todo está interrelacionado; donde no hay una naturaleza externa a los humanos; donde el individuo es tan poroso que incluso sus sueños pueden no ser suyos, sino de un oso. Es un mundo en el que tiene sentido que, después de lo ocurrido, alguien te pregunte “¿has perdonado ya al oso?”
Es un libro fascinante, valiente y escrito con una sinceridad tajante.