"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
sábado, 31 de mayo de 2008
Eclipse parcial de Luna
Para los amantes del cielo anuncio que el día 16 de agosto, sobre las 10 de la noche, podremos ver un eclipse parcial de Luna. Comenzará a las 20:40 y terminará a las 23:45. El momento de máxima ocultación de la Luna -más de 3/4 partes- ocurrirá a las 22:10.
En esas fechas no estaré en Irún, pero os comunico que tengo la intención de organizar un grupo de aficionados a la observación del cielo en esta ciudad;por lo tanto, de vez en cuando haré convocatorias en este mismo espacio para salir al monte con el telescopio y realizar sesiones de iniciación a este mundo fascinante que es la astronomía.
Si estáis interesados, podéis poneros en contacto conmigo a través del correo electrónico que aparece en la cabecera de este blog.
jueves, 29 de mayo de 2008
IMPOSTURAS INTELECTUALES Y DISCURSO VACÍO
Hace diez años los físicos Alan Sokal y Jean Bricmont publicaron un hermoso y eficaz libro titulado Imposturas intelectuales. En él denunciaban el mal uso y el abuso carente de significado por parte de algunos "grandes pensadores" (Lacan, Kristeva, Irigaray, Deleuze...) que con un perfecto desconocimiento de las Matemáticas y de la Física, no se cortaban un pelo a la hora de introducir expresiones matemáticas e incluso fórmulas que no entendían para ilustrar sus textos. Resultado: un lenguaje ininteligible que el resto de los mortales, por temor a ser tachados de ignorantes, no se atrevían a denunciar.
Sin llegar a este caso extremo, se produce con demasiada frecuencia entre la clase intelectual —sin duda con poco intelecto— el uso de un lenguaje barroco, oscuro y, sobre todo, vacío de contenido que pretende deslumbrar por su verborrea, pero que nada dice. Una muestra:
El lenguaje tal vez sea el señor del hombre. El lenguaje habla, pero más allá lo hace silencio, del que partimos y hacia el que nos encaminamos. El silencio invita a crear. En efecto, la creación se inicia con la página en blanco, en la soledad del lienzo, con el ardor de la angustia, en la nada. Las palabras caen, se desmoronan y mueren. ¿Qué sucede cuando muere una palabra? ¿Qué ocurre cuando se extingue una lengua? Acaso tiembla el espíritu, se estremece el aire y el mar se agita. Una lengua es una conmoción, un torbellino, y queda para siempre en un extraño vagar, por esas zonas oscuras donde se agolpan, se hermanan, todos los sonidos. La lengua muerta retorna al logos, a la palabra primigenia, al deseo eterno de la energía. El espíritu anhela el cuerpo, la carne, siempre quiere ser cuerpo terrestre o celeste, materia, fuerza, hidrógeno, helio, los primeros elementos, hechos, de pronto, palabras. El espíritu es la materia. Esta armonía, o desarmonía, de silencios crea el mundo humano, los significados, los símbolos, las leyendas, los demonios y los ángeles. Pero la historia de la poesía moderna, como también la de la propia filosofía, muestra la huida del espíritu, su asalto.
Enoc. Sobre las raíces filosóficas de la poesía contemporánea. Diego Romero de Solís. Akal, 2000, pág. 65.
Es este un ejemplo perfecto de lenguaje vacío, texto que no dice nada y en el que se mezcla un falso lenguaje poético, con un simbolismo absurdo. ¿De qué está hablando el autor? ¿Cuál es el tema? ¿El lenguaje, el acto de creación, la muerte de las lenguas o la metafísica del espíritu?
Partamos de la primera frase. ¿Nos domina el lenguaje, somos acaso sus siervos, es él quien decide por nosotros lo que decir o no decir? Y si es el lenguaje el que habla y no nosotros, seres conscientes -cuando lo somos, claro-, ¿por qué dice más el silencio que las propias palabras? Admito, claro, que el silencio puede sugerir muchas cosas y puede estar lleno de significado, pero si ocurre así, es por que antes he dicho algo o he escrito algo... o lo voy a hacer después del silencio.
Y si admitimos el sentido metafórico del silencio del que provenimos y hacia el que nos dirigimos (nacimiento-muerte), que yo sepa nadie ha sido capaz de crear ni un verso miserable antes de nacer, ni tampoco después de morirse. ¿Hasta dónde quiere el autor que llevemos la metáfora? ¿Hasta Dios? ¿Hasta la Nada? ¿Hasta el Gran Silencio? Y si es así, ¿cree seriamente que puede explicar algo a partir de semejante oscurantismo? ¿De verdad se cree el topicazo de que la creación empieza en la página en blanco y no en la voluntad y/o necesidad del autor de querer decir algo?
A mi me gusta ser más prosaico y pensar que el lenguaje es una de esas cosas que utilizamos para hacernos entender, es decir, para poder comunicarnos con los demás, para hacerles saber que los queremos o que estamos enfadados o que tenemos miedo y necesitamos su ayuda, independientemente de que lo digamos en un idioma u otro y no lo podamos hacer en indoeuropeo, que según el autor cuando desapareció debió crear alguna cordillera o algún océano, aunque no seamos conscientes de ello. Por cierto, el océano ¿es materia o es espíritu?
Podría seguir con el juego y desmontar cada una de las frases, pero me parece que el texto es tan evidente en su vacuidad, en su no decir nada, en su carencia total de significado, que no creo necesario seguir adelante. Os lo ofrezco como pasatiempo para cuando queráis jugar entre amigos a desconstruir —escribo con "s" la palabra— un párrafo, si no tenéis mejor cosa que hacer. Lo realmente grave del asunto es que este tipo de textos aparecen con cierta frecuencia y se dan en todos los géneros, llenando de ruido, que no de silencio, bibliotecas, librerías, escuelas y universidades.
Que tengáis una feliz lectura.
Sin llegar a este caso extremo, se produce con demasiada frecuencia entre la clase intelectual —sin duda con poco intelecto— el uso de un lenguaje barroco, oscuro y, sobre todo, vacío de contenido que pretende deslumbrar por su verborrea, pero que nada dice. Una muestra:
El lenguaje tal vez sea el señor del hombre. El lenguaje habla, pero más allá lo hace silencio, del que partimos y hacia el que nos encaminamos. El silencio invita a crear. En efecto, la creación se inicia con la página en blanco, en la soledad del lienzo, con el ardor de la angustia, en la nada. Las palabras caen, se desmoronan y mueren. ¿Qué sucede cuando muere una palabra? ¿Qué ocurre cuando se extingue una lengua? Acaso tiembla el espíritu, se estremece el aire y el mar se agita. Una lengua es una conmoción, un torbellino, y queda para siempre en un extraño vagar, por esas zonas oscuras donde se agolpan, se hermanan, todos los sonidos. La lengua muerta retorna al logos, a la palabra primigenia, al deseo eterno de la energía. El espíritu anhela el cuerpo, la carne, siempre quiere ser cuerpo terrestre o celeste, materia, fuerza, hidrógeno, helio, los primeros elementos, hechos, de pronto, palabras. El espíritu es la materia. Esta armonía, o desarmonía, de silencios crea el mundo humano, los significados, los símbolos, las leyendas, los demonios y los ángeles. Pero la historia de la poesía moderna, como también la de la propia filosofía, muestra la huida del espíritu, su asalto.
Enoc. Sobre las raíces filosóficas de la poesía contemporánea. Diego Romero de Solís. Akal, 2000, pág. 65.
Es este un ejemplo perfecto de lenguaje vacío, texto que no dice nada y en el que se mezcla un falso lenguaje poético, con un simbolismo absurdo. ¿De qué está hablando el autor? ¿Cuál es el tema? ¿El lenguaje, el acto de creación, la muerte de las lenguas o la metafísica del espíritu?
Partamos de la primera frase. ¿Nos domina el lenguaje, somos acaso sus siervos, es él quien decide por nosotros lo que decir o no decir? Y si es el lenguaje el que habla y no nosotros, seres conscientes -cuando lo somos, claro-, ¿por qué dice más el silencio que las propias palabras? Admito, claro, que el silencio puede sugerir muchas cosas y puede estar lleno de significado, pero si ocurre así, es por que antes he dicho algo o he escrito algo... o lo voy a hacer después del silencio.
Y si admitimos el sentido metafórico del silencio del que provenimos y hacia el que nos dirigimos (nacimiento-muerte), que yo sepa nadie ha sido capaz de crear ni un verso miserable antes de nacer, ni tampoco después de morirse. ¿Hasta dónde quiere el autor que llevemos la metáfora? ¿Hasta Dios? ¿Hasta la Nada? ¿Hasta el Gran Silencio? Y si es así, ¿cree seriamente que puede explicar algo a partir de semejante oscurantismo? ¿De verdad se cree el topicazo de que la creación empieza en la página en blanco y no en la voluntad y/o necesidad del autor de querer decir algo?
A mi me gusta ser más prosaico y pensar que el lenguaje es una de esas cosas que utilizamos para hacernos entender, es decir, para poder comunicarnos con los demás, para hacerles saber que los queremos o que estamos enfadados o que tenemos miedo y necesitamos su ayuda, independientemente de que lo digamos en un idioma u otro y no lo podamos hacer en indoeuropeo, que según el autor cuando desapareció debió crear alguna cordillera o algún océano, aunque no seamos conscientes de ello. Por cierto, el océano ¿es materia o es espíritu?
Podría seguir con el juego y desmontar cada una de las frases, pero me parece que el texto es tan evidente en su vacuidad, en su no decir nada, en su carencia total de significado, que no creo necesario seguir adelante. Os lo ofrezco como pasatiempo para cuando queráis jugar entre amigos a desconstruir —escribo con "s" la palabra— un párrafo, si no tenéis mejor cosa que hacer. Lo realmente grave del asunto es que este tipo de textos aparecen con cierta frecuencia y se dan en todos los géneros, llenando de ruido, que no de silencio, bibliotecas, librerías, escuelas y universidades.
Que tengáis una feliz lectura.
domingo, 25 de mayo de 2008
PARA EMPEZAR A OBSERVAR EL CIELO
Se pregunta Richard P. Feynman en el libro Siete piezas fáciles "¿Qué clase de hombres son los poetas que pueden hablar de Júpiter como si fuera un hombre, pero deben guardar silencio si es una inmensa esfera de metano y amoniaco en rotación?". La verdad es que existen poetas a los que también les gusta saber más allá de la mitología. Lo mismo que existen científicos que son grandes conocedores del mundo de las letras. No veo que tengan que estar reñidos o ser incompatibles los conocimientos científicos y los literarios.
Viene esto a cuento porque en alguna ocasión me habéis preguntado sobre cómo empezar la observación del cielo sin caer en la desgana o el cansancio. En primer lugar, aconsejaría que os hicierais con un buen relato de los mitos (hay muchos y muy buenos en las librerías) y una Guía del cielo (las publican todos los años y valen 6,50 €). De esta manera podréis disfrutar del hallazgo paulatino de nuevas constelaciones, del espectáculo que es el cielo nocturno en sí mismo y de las historias que en él se esconden.
Otra buena opción puede ser descargar un planetario virtual en internet (a mí me gustan mucho Cybersky y Stellarium). Una vez conocido, más o menos, lo que se ve ahí arriba, un buen libro para "ver" algo más es el libro Observar el cielo I y II, o cualquier atlas del Universo. Con estas herramientas tenemos más que suficiente para pasar muchas horas y muchos días observando y disfrutando.
No olvidéis, de todas formas, que somos seres sociales, es decir, que el placer es mayor cuando se produce en compañía, porque además del descubrimiento, está la satisfacción de contarlo y compartirlo.
Viene esto a cuento porque en alguna ocasión me habéis preguntado sobre cómo empezar la observación del cielo sin caer en la desgana o el cansancio. En primer lugar, aconsejaría que os hicierais con un buen relato de los mitos (hay muchos y muy buenos en las librerías) y una Guía del cielo (las publican todos los años y valen 6,50 €). De esta manera podréis disfrutar del hallazgo paulatino de nuevas constelaciones, del espectáculo que es el cielo nocturno en sí mismo y de las historias que en él se esconden.
Otra buena opción puede ser descargar un planetario virtual en internet (a mí me gustan mucho Cybersky y Stellarium). Una vez conocido, más o menos, lo que se ve ahí arriba, un buen libro para "ver" algo más es el libro Observar el cielo I y II, o cualquier atlas del Universo. Con estas herramientas tenemos más que suficiente para pasar muchas horas y muchos días observando y disfrutando.
No olvidéis, de todas formas, que somos seres sociales, es decir, que el placer es mayor cuando se produce en compañía, porque además del descubrimiento, está la satisfacción de contarlo y compartirlo.
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jueves, 8 de mayo de 2008
El transcurrir medita su corriente
Este es el título de la pequeña colección de poemas que había escrito para un recital. Se trata de una reflexión muy subjetiva sobre el paso del tiempo que surgió gracias a la insistencia de Iñaki, compañero y amigo del centro en el que trabajo.
Andábamos preparando un recital, él con su txalaparta y su compañero Andoni, yo con poemas de distintos poetas, y no veía yo que lo que quería expresar estuviera en los textos que me traía entre manos. Y como Iñaki es tan directo para estas cosas soltó:
-Pues escríbelos tú.
Y de esta manera, entre dudas, miradas y nuevos empujones, surgieron la idea y las palabras necesarias para plasmarla.
Al mismo tiempo que escribía, iba con la cámara a cuestas para recoger la imagen que expresara aquello que yo quería decir con las palabras. Desde luego no se puede decir que sea rápido, porque tardé un par de años en hacer la colección de fotografías que necesitaba. Tal vez algún día las coloque en este blog.
El caso es que ahí tenéis los ocho poemas y como creo que son todos ellos muy directos y muy claros, incluso en su organización, no voy a comentar nada sobre este tema, salvo que el título lo he tomado de un verso de Juan Gil-Albert, poeta a quien recomiendo vivamente. Una pequeña muestra de su poesía la podéis encontrar en el apartado tertulias, febrero, 2005.
Los poemas en euskera están bajo el título Denborak garamatza.
Andábamos preparando un recital, él con su txalaparta y su compañero Andoni, yo con poemas de distintos poetas, y no veía yo que lo que quería expresar estuviera en los textos que me traía entre manos. Y como Iñaki es tan directo para estas cosas soltó:
-Pues escríbelos tú.
Y de esta manera, entre dudas, miradas y nuevos empujones, surgieron la idea y las palabras necesarias para plasmarla.
Al mismo tiempo que escribía, iba con la cámara a cuestas para recoger la imagen que expresara aquello que yo quería decir con las palabras. Desde luego no se puede decir que sea rápido, porque tardé un par de años en hacer la colección de fotografías que necesitaba. Tal vez algún día las coloque en este blog.
El caso es que ahí tenéis los ocho poemas y como creo que son todos ellos muy directos y muy claros, incluso en su organización, no voy a comentar nada sobre este tema, salvo que el título lo he tomado de un verso de Juan Gil-Albert, poeta a quien recomiendo vivamente. Una pequeña muestra de su poesía la podéis encontrar en el apartado tertulias, febrero, 2005.
Los poemas en euskera están bajo el título Denborak garamatza.
domingo, 4 de mayo de 2008
GRACIAS, JAVI
Hace unos días recibí este poema que tanto me gusta de Javi. Creo que el mejor lugar para el poema es éste:
En Tozeur
Agradecemos ese pan
amasado de historias y poemas
que a menudo nos ofreces
envuelto en papel impreso.
Ahora en la boquiabierta
oscuridad de esta noche
donde el fuego de los astros
cumple como nunca su tarea,
echamos en falta tu voz,
esa que tantas veces ha dado vida
a las sigilosa constelaciones;
voz que sabe llevarnos
a través de ese bosque de palabras
donde se puede soñar la redondez
y sentir la distancia más corta.
Somos amigos a pesar de las sombras
y habitamos así esta bufanda
tocada de lumbre,
remanso que cobija nuestras manos
cuando el aire se vuelve amargo.
Javi 25-03-08
En Tozeur
Agradecemos ese pan
amasado de historias y poemas
que a menudo nos ofreces
envuelto en papel impreso.
Ahora en la boquiabierta
oscuridad de esta noche
donde el fuego de los astros
cumple como nunca su tarea,
echamos en falta tu voz,
esa que tantas veces ha dado vida
a las sigilosa constelaciones;
voz que sabe llevarnos
a través de ese bosque de palabras
donde se puede soñar la redondez
y sentir la distancia más corta.
Somos amigos a pesar de las sombras
y habitamos así esta bufanda
tocada de lumbre,
remanso que cobija nuestras manos
cuando el aire se vuelve amargo.
Javi 25-03-08
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