Inicio de la novela realista, final de la novela romántica, novela psicológica. Todas estas etiquetas y alguna otra más se han propuesto para situar Rojo y negro. De todas ellas tiene algo y en ninguna encuentra acomodo cabal, porque las grandes historias desbordan cualquier precinto con el que se quieran contener.
Publicada en 1830, nueve años después de la muerte de Napoleón y poco antes de que estallara la revolución liberal, la novela nos cuenta las peripecias de un joven campesino especialmente inteligente y con una memoria prodigiosa. Su juventud, su belleza y sus cualidades harán que dos mujeres de la alta sociedad se enamoren de él. Amores a los que él corresponde. La una pertenece a la nobleza provinciana; la otra, a la más alta nobleza parisina.
Con esos elementos Stendhal nos introduce en los problemas sociales de aquel momento, compone un cuadro de ricas variedades psicológicas y nos ofrece un relato lleno de interés, ágil, bien contado y en el que aparecen vaticinios no siempre certeros: "Dentro de cincuenta años no habrá en Europa más que presidentes de república y ni un solo rey (...) No habrá más que candidatos haciendo la corte a sucias mayorías". (p 396; las cursivas son del autor).
En otras ocasiones, lo que encontramos son reflexiones cargadas de pesimismo a las que tal vez no les falte razón: "No existe un derecho natural (...) Aparte de la ley, no hay nada tan natural como la fuerza del león o la necesidad del individuo que tiene hambre, que tiene frío, en una palabra: la necesidad... No; las gentes a quienes se honra no son más que bribones que han tenido la suerte de no ser cogidos in fraganti". (p 513; las cursivas son del autor).
Seguramente el protagonista (Julien Sorel) no es uno de esos personajes que nos atraen de principio a fin y con los que fácilmente nos identificamos, pero la novela se nos queda pegada a las manos y la impresión que nos deja después de haberla leído es larga y profunda. Puede ser una buena recomendación para el verano, si es que no la habéis leído ya.
Feliz lectura.
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