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El hecho diferencial con respecto a otros archivos de literatura es el modo en que se nos presenta el texto: formato libro, posibilidad de agragar notas, de cambiar el tamaño de la letra, de acudir a diferentes traducciones o, incluso, que nos lo lean y transformarlo en un audiolibro.
Hay, por supuesto y sobre todo, clásicos, pero también hay literatura actual, infantil, poesía, teatro, ensayo y hasta la mayor colección de diccionarios que conozco en uno de estos espacios digitales. Aquí podéis consultar el María Moliner, el filosófico de Ferrater Mora, el Casares de 1942, el Panhispánico de dudas, quechua, mitológico, médico, de nombres... y otros muchos más.
La idea y puesta en funcionamiento de esta enorme plataforma digital, que recoge más de 50.000 títulos, se debe a los hermanos Alejandro y Daniel Navas. Encantados ambos por las posibilidades que ofrece la digitalización y motivados por su querencia hacia los libros, decidieron crear una biblioteca virtual en la que pudiéramos tener acceso de forma inmediata a una lectura muy enriquecida por el caudal de medios que aportan las nuevas tecnologías.
Pero, además, El libro total tiene una sede física, una estupenda casa donde la cultura se hace y se desarrolla cada día mediante el intercambio y el esfuerzo de muchas personas que quieren colaborar en esta bella empresa. Está en Bucaramanga, Colombia, y no solo es el espacio donde se digitalizan los elementos que después formarán parte de la biblioteca virtual, sino también un lugar de encuentro donde se producen todo tipo de espectáculos.
El enlace permanente con este fantástico recurso se encuentra en el apartado Revistas de o sobre literatura que tenéis en la columna de la derecha de este blog. Ahí mismo podéis consultar otros muchos espacios relacionados con el mundo del libro y la literatura.
¡Que no os falte lectura de calidad durante estos días!
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