Editorial |
La historia se lee muy bien, porque combina con maestría relatos, tiempos y personajes de un pequeña porción del Pirineo. Leyenda, historia, fantasía, deseos y realidad colaboran gracias a la pericia de Irene Solá para ofrecernos un canto a la vida, a pesar de la dura lucha por mantenerla y de las violencias múltiples.
Para que os hagáis una idea: en el primer apartado nos encontramos con cuatro fragmentos bien distintos, donde hablan también voces diferentes, por ejemplo, las nubes de una tormenta que se aproxima y que lanzan un rayo que va a acabar con la vida de Domènec; o la seta sobre la que cae la lluvia y aprovecha sus gotitas y llega un jabalí y se la come.
Bueno, sí, la vida, o la naturaleza, puede ser dura si la miramos desde nuestro punto de vista de seres humanos que hemos trastocado todo lo existente para acomodarlo a nuestros intereses. Pero cuanto la vida hace es natural y sigue creando vida. Lo duro, lo realmente duro e irracional es, muchas veces, nuestro comportamiento. Pero no sigo. Eso sí, os dejo los dos primeros párrafos en forma de audio, y la presentación que ella misma hace de su novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.