lunes, 2 de septiembre de 2019

BRONTË RECOMIENDA

Editorial



La llamaban Génie la loca.

Si tenían que dirigirle la palabra, le decían;
—Génie la loca.
Nunca:
—Eugénie.
Ni:
—Señora.
Siempre:
—Génie la loca.

Este es solo un pedazo del canto de Marie. Un canto de amor a su madre, una mujer silenciosa, incomprendida y trabajadora. Es además una novela bellísima, llena de palabras crudas, inocentes, puras y bellas.

Es una historia de una madre y una hija, del amor que une a dos mujeres que son víctimas de una vida durísima y mundo cruel. Ambas soportan la carga de todo ello sin rechistar, simplemente continuando adelante y teniéndose la una a la otra. Génie, la madre de Marie, es una mujer misteriosa (para su hija y para quien lee estas páginas) que lucha en silencio. A pesar de todo, Marie no desiste y la sigue incansable a todas partes con el objetivo de verla sonreír, con el sueño de verla feliz.

Ella no hablaba. Algunas noches, lloraba. Lo recuerdo. Le decía:
—¿Por qué lloras?
No respondía. Le decía:
—No llores.
Quería acercarme a ella y decirle:
—Me tienes a mí.

Génie la loca, de Inès Cagnati, fue toda una sensación literaria en Francia a finales de los años sesenta. De hecho, este libro ha sido considerado como una de las cumbres de la literatura francesa posterior a la Segunda Guerra Mundial. Ahora, llega a nuestras estanterías gracias a nuestra querida y admirada Errata Naturae.

La historia de Génie y Marie te atrapa desde la primera palabra. Sufrimos con sus tragedias, con los insultos que reciben y con las miserias que las rodean. Pero no podemos dejar de acompañarlas, de intentar comprenderlas y enternecernos con el amor que las une. Génie la loca está considerada una de las mejores novelas breves europeas del siglo XX y obtuvo el Premio Deux Magots en 1977.




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