Aprovecho el número mil de la colección para fundir las dos secciones, la del sesquicentenario de A. Machado y la de Un libro, un poema. Este número fue un homenaje al poeta sevillado a través de la colaboración de 83 plumas destacadas de la nómina de la editorial. Se les pidió que escribieran un poema de homenaje a partir del verso encontrado en el bolsillo de la chaqueta de Machado, el famoso Estos días azules y este sol de la infancia. Yo no puedo recoger aquí todos. Como no son muy largos, he cogido tres de tres generaciones distintas:
(1923)
PLAZOS
Ha pocas horas que pasaron
los minutos -inútiles- de paz.
Hace una vida que empecé
a ser, por puro azar, un río
que abrazó con sus aguas
otro entretejido cauce.
Siempre fue poco el tiempo que duró
aquel gentil rebatir tiempos.
Hace ya más de un año infinito
que empezó la insondable
soledad con cenizas.
Ahora, pasa "estos días azules
y este sol de la infancia",
la muerte sembró sombras
donde para aparezca.
***
(1959)
EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO
No parece gran cosa,
no deslumbra,
apenas
unas pocas palabras gastadas por el uso:
Estos días azules y este sol de la infancia.
Pero todo cabe en ellas,
no se terminan nunca.
Quizás por eso
yo las evoco ahora frente al mar.
***
(1980)
ANTONIO MACHADO ESCUCHA LAS SOMBRAS
Te llaman Nuevo Mundo
pero cierro los ojos y el frío es una nube
que contiene la historia.
La tristeza es antigua.
Llueve,
llueve en cada palabra
y en los versos que escribo.
Estos días azules y este sol de la infancia son la lluvia
empapando una casa derruida.
La patria del solor es el océano.
Puedo escuchar tambores victoriosos
que ensordecen la noche de los desterrados.
Puedo escuchar las nubes deslizándose,
las corrientes marinas
y el paso d elos jóvenes trepando sobre el llanto de los embarcaderos.
Es este eel porvenir,
contemplar cómo avanzan los ejércitos,
cómo el fuego devora los labios y las nubes
en este atardecer de púlpitos y sangre de inocentes,
sangre limpia y diáfana
que un día fue el amor y fue el relámpago.
Puedo escuchar, pero de nada sirve,
no sostiene mi voz el canto de los niños ni la aurora
sobre la patria ajena d ela felicidad.
Es este el porvenir,
una tarde de lluvia volcada en el océano,
una sombra que acecha los nombres y los cantos,
el rostro d emi madre bajo la tierra estéril.
***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.
Moshe Dayan
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior): Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania). Guerras menores (1 000–9 999). Conflictos (100–999). Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).