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viernes, 5 de enero de 2024

ESQUEMA LITERATURA SIGLO XIX FRANCÉS

Victor Hugo por Léon Bonnat (1879). Museo Victor Hugo.

Esto no es nada más que un esquema para facilitar la visión general de la poesía francesa durante el siglo XIX. No tiene nada más que un valor orientativo.Algunos nombres aparecen en varios casilleros (siendo estricto debería haber colocado más) y ninguna de las etiquetas bajo las que están agrupados sirve para definir una obra de manera tajante dentro de esa etiqueta.



ROMÁNTICOS:
-rechazo del racionalismo y 
predominio de la imaginación,
-entusiasmo por los románticos alemanes e ingleses,
-admiración por la tradición nacional,
-expresión de la emociones,
-libertad expresiva, 
-impugnación de las reglas clásicas,
-enfrentamiento con las instituciones establecidas,



PARNASIANOS:

Gautier, Leconte de Lisle, Théodore de Banville, José María de Heredia, Coppée,

BaudelaireNerval, Catulle Mendés, Sully-Prudhomme.

Prólogo de Mademoiselle de Maupin, Th. Gautier, 1834. En él se postula que la belleza es el objetivo hacia el que todo creador debe tender y debe ser independiente de la idea de progreso o de la moral. El arte por el arte sería el lema que mejor resume este movimiento.



MALDITOS:

Los poetas malditos, Verlaine, 1884.
BaudelaireRimbaud, Corbière, Mallarmé, Nerval, Lautréamont, Verlaine.

-ruptura con cualquier tipo de compromiso.
-insatisfacción,
-singularidad,
-individualismo,
-comportamiento antisocial,
-rechazo de cualquier norma,
-onirismo,

-fusión vida-obra: -vivir poéticamente,
-exploración de la locura.

 De izquierda a derecha: Verlaine, Rimbaud, Léon Valade, Ernest d'Hervilly y Camille Pelletan.
De pie, de izquierda a derecha: Pierre Elzéar, Émile Blémont y Jean Aicard.
Fuente: Wikipedia.

DECADENTES:


Laforgue, Moréas, Cros, Nouveau, Corbière, Mallarmé, Rimbaud, Samain.

Le Décadent, 1886: Nacidos del superhastiismo de una civilización schopenhaueriana, los Decadentes no son una escuela literaria. Su misión no es fundar. Sólo tiene que destruir, derribar las antiguallas... Religión, costumbres, justicia, todo decae... La sociedad se descompone bajo la acción la acción corrosiva de un civilización delicuescente. El hombre moderno no es más que un ser hastiado. Refinamiento de apetitos, de sensaciones, de gustos, de lujo, de placeres, neurosis, histeria, hipnotismo, morfinomanía, charlatanismo científico, schopenhauerianismo a ultranza, tales son los pródromos de la evolución social...



SIMBOLISTAS:

Predecesores: Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Nerval, Mallarmé.

René Ghil, J. Moréas, Gustave Kahn, Henri de Régnier, Charle Morice.

Segunda mitad del XIX. El símbolo como forma expresiva, tendencias esotéricas, teosóficas, ocultistas. La poesía es la forma de expresión de lo esencial.

El sueño (1883), de Pierre Puvis de Chavannes. Fuente: Wikipedia.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

JUAN KRUZ IGERABIDE

La entrevista que aquí aparece se realizó por correo electrónico en el mes de octubre.

Juan Kruz Igerabide estuvo en todo momento amabilísimo e incluso aportó la fotografía que encabeza el texto. Espero que sus respuestas puedan aportar más luz sobre su obra.

He aquí las respuestas y las preguntas:



-Empecemos por el principio. ¿Cómo llegaste a la poesía?

Aterricé en ella de una manera bastante accidentada; fue una especie de aterrizaje forzoso. Mis primeros contactos con ella tuvieron lugar a través de intermediarios (el que más contribuyó fue la música, a lo largo de toda la etapa juvenil; seguía de cerca las creaciones de Ez dok Hamahiru, de Paco Ibañez, De Atahualpa Yupanqui...), pero no logramos constituir una pareja de hecho.
Tras la hecatombe ideológica que cierta gente sufrimos después de la muerte de Franco, sentí que me precipitaba en barrena. Y fue cuando apareció de nuevo ella, pura y deslumbrante incluso en el lodazal. Desde entonces, formamos pareja de lecho.

-Eres posiblemente el poeta vasco más importante en la poesía infantil y juvenil ¿Qué te impulsa a escribir poesía para estas edades?

Le doy poca importancia a la importancia. He visto tanta tontería en el ranking de poetas y escritores, que creo que es urgente desrankingizar (algo así como desratizar) la literatura.
Escribo poesía infantil y juvenil porque es lo mismo que escribir poesía para adultos, con pantalón corto y una piruleta en la boca quizás. Yo estoy haciendo lo mismo en todos los ámbitos: un complicado aforismo encuentra una respuesta en la respiración de un niño asmático que profiere un haiku a la lluvia.
Hoy mismo, un niño vecino que aún toma teta de su madre, repetía un poema "titia bete-bete" (teta llena llenita), y me ha dejado flipado.
Oteiza y los ojos de Asiertxo.

-Hay, si no me equivoco, una constante simbolista en tu obra que se va adelgazando a medida que pasa el tiempo para dejar paso a una mayor presencia de lo cotidiano. ¿Es esta una apreciación correcta? Y, si es así, ¿qué te lleva a dar mayor espacio a la cotidianeidad?

Partí de un concepto muy cerebral del símbolo, quizá excesivamente misterioso. Ahora concibo el símbolo como cada acto de vida convertido en anhelo de duración. Podemos montar andamiajes abstractos complicadísimos en nuestro afán de duración, pero la reverberación de una triste vocal proferida desde las entrañas rebota en los confines del universo y regresa convertida en un soplo de brisa de mar, en el balanceo de una hoja de roble, en la duda de una gota al desprenderse.
El simbolismo me sigue atrayendo (tanto en su vertiente antropológica y tradicional, como en su vertiente poética transgresora), pero lo quiero hecho carne y habitando entre nosotros.

-¿Consideras tu obra y tu estilo dentro de alguna corriente o generación poética?

Me gustaría tal vez, pero no puedo. Me sobrepasa. Tengo buenos amigos poetas, y otros que no quiero como amigos pero sí como poetas. Pero, de corrientes.. ríos de alcohol, a lo sumo. Y como soy abstemio...
Me hubiera gustado crear una corriente sáfico-horaciana con retoques de Catulo, efusiones románticas (Coleridge, Novalis, Hölderlin, y mucho Rilke), deprecaciones simbolistas (Baudelaire, Rimbaud), locuras surrealistas y ultraístas, y el ritmo fluvial y trigal de Mandelstam o Claudio Rodríguez. Pero no ha podido ser, aunque conozco a mucha gente que quiere lo mismo, pero en otro orden. En poesía, el orden de factores sí que altera el producto.

-En algunos poemas hay un diálogo con otros poetas -Lizardi, Aresti, Mirande...- ¿Cuáles son los autores que más te han influido o que más te han estimulado?

Con respecto a la literatura vasca, en mis comienzos tuve mucho contacto con Juan Mari Lekuona, un poeta de verso muy fino y preciso. A Aresti lo llevaba conmigo desde la época juvenil. Pero luego descubrí a otro Aresti, que hablaba desde Aresti, y no desde lo que mi ideología quería escuchar de Aresti. A Mirande lo conocí al mismo tiempo que a Rimbaud y a Baudelaire; no me impactó tanto desde su poética (llegó un poco tarde como poeta maldito), pero sí desde lo que suponía su peculiar "constructo" en el seno de la literatura vasca.
Lizardi ha estado siempre ahí. Había algo en él que no me convencía al principio, y tampoco me convence ahora. Pero su fuerza lírica sigue creciendo sin parar ante mí. Es curioso; en rigor, podría considerársele incluso un poeta torpe; cuando se le traduce, se le cae a uno de las manos. Y sin embargo, sigue aguantando, y algunos de sus versos en euskera quedan grabados hasta el tuétano. Tiene una fuerza lírica descomunal, chapuceada por una ideología castrante. Siempre irá conmigo, aunque a veces me dé calambre.

-Podemos apreciar una constante tanto en los poemas infantiles como en los textos para adultos: la búsqueda de la palabra precisa. ¿Es esta búsqueda la que te ha llevado al haiku y al aforismo?

Estoy más en el río de palabras que en la palabra misma. Busco la línea precisa que adelgace el sentimiento hasta hacerlo prácticamente transparente. Esa es la apuesta. El haiku es un buen género para dicha práctica; es como la pintura zen, pocos trazos y mucha respiración; el vacío que llena.
Con respecto al aforismo, siempre me ha interesado la gente que interpreta la vida de una manera personal y "respondiendo al instante". Una filosofía demasiado sistemática como la que se enseña en las universidades siempre se va quedando atrás en el tiempo, porque carga con demasiado aparato para poder adecuarlo al presente con ligereza y rapidez. Por eso me gusta el aforismo; al fin y al cabo, no decimos cosas muy distintas a las que pudo decir Séneca; pero, al ser fruto del momento, parecen nuevas, frescas como un recién nacido.

-En tu obra podemos ver una gran riqueza estrófica, rítmica y métrica. ¿Qué impulso, razón o sentimiento te lleva a practicar esta polifonía, si me permites denominarla así?

Me atrae sobremanera la polifonía; sin embargo, en la raíz, aprecio sobre todo la monodia. El resultado es polifónico, pero en los instantes concretos estoy cantando monodias.
Por otra parte, el verso libre me ha enseñado que primero está la fuente y luego el recipiente. Mi generación llegó a despreciar los metros clásicos y los de los bertsolaris, porque te obligaban a crear un hermoso recipiente y luego comenzabas a buscar la fuente; pero el recipiente se rompe en la búsqueda, o queda a medio llenar, o vacío del todo.
La poesía infantil me ha devuelto al recipiente. Una vez encontrada la fuente, podemos construir un recipiente adecuado y beber más a gusto. El ritmo, el metro, la estrofa... deben responder a una necesidad del mensaje. Rimar, por ejemplo, luna con cuna puede resultar muy significativo y alcanzar un gran poder de sugerencia. Otro ejemplo podría ser la utilización del soneto para desarrollar una visión que va más allá del concepto pero que se mantiene dentro de unos límites muy precisos, que te obliga a algo así como a condensar una novela en catorce líneas.

-Que no podemos vivir sin la naturaleza es algo evidente, pero en tus textos parece algo mucho más evidente que en la obra de otros poetas contemporáneos. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

Hay muchos poetas contemporáneos, de todas clases. Colinas, por ejemplo, abarca la naturaleza de cien poetas juntos.
En ese sentido, me sitúo en la línea de Lizardi, Antonio Machado, la tradición japonesa y china y un lago elenco que llega hasta Horacio. Pero, al mismo tiempo, huyo de lo pastoril como de la peste. Para mí, la naturaleza es cruda, y a la vez puro éxtasis que convive con el ruido de la lavadora.

-Siempre aportas una mirada crítica y diferente sobre el mundo en que vivimos, especialmente en los aforismos. ¿Hasta qué punto es precisamente ésta una función del escritor, es decir, hacernos reflexionar sobre nuestro ser y nuestro entorno?

En sentido estricto, no intento hacer reflexionar a nadie. Es como si todo el mundo hubiese reflexionado antes que yo, y yo intentara entablar un diálogo socrático con ellos, no desde la razón sino desde la paradoja. Socrático, en el sentido de que no me trago las mentiras que me cuentan; sin embargo, les aviso que lo mío también es otra mentira más, un escalón más de la escalera que quisiéramos que nos condujese a la verdad. Por eso es paradójica.

-Me parece ver como una marca de tu estilo la reflexión sobre las preocupaciones éticas y existenciales, siempre presentadas con una gran elegancia y sutileza, incluso en los poemas infantiles ¿De dónde surge esta preocupación?

La estética como pura decoración no me interesa; provoca un asombro vano. Me interesan las personas de carne y hueso y sus sufrimientos y alegrías. Los niños son un reflejo nítido de nuestras almas; me atrae lo que van dibujando con sus actitudes y sus palabras. Los mayores tenemos varias capas de pintura y hay que raspar un poco; aunque duela, merece la pena ver el niño que va asomando.
Hoy, una mujer me ha contestado de mala manera en una ventanilla. La he observado a prudente distancia. Sus rasgos eran bellos, pero era como si se hubiera puesto una máscara de hierro. He hurgado en sus ademanes y he descubierto un gran dolor bajo el casco. Me la he imaginado con su amante, y el casco de hierro entre ambos. Mediante un poema, podría arrancarle el caso, y ver lo que asoma: quizá una cara ensangrentada, quizá una tez fulgurante.

miércoles, 24 de mayo de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Arthur Rimbaud)

Librerías con ejemlares

#unlibrounpoema

Este volumen de la revista de poesía editado magistralmente por tf. editores es mucho más que un libro de poesía. Además de una pequeña, eso sí, antología de poemas, contiene todo tipo de documentos de y sobre Rimbaud: cartas suyas o dirigidas a él, fotografías, dibujos y todo lo necesario para obtener una idea generosamente eficaz de uno de los poetas más influyentes de laliteratura francesa.

La edición corrió a cargo de Gonzalo Armero. Lola Martínez de Albornoz se encargó de la documentación, coordinación y cuidado de los textos. Las traducciones son de: Julia Escobar, Malika Embarek, Mª Teresa Gallego, José Luis Checa, Juan Abeleira, Mauricio Bacarisse, Gonzalo Armero, Vicente Gaos, José Luis López Muñoz, Lola Martínez de Albornoz, Aurora Nolla, Aníbal Nuñez, Elisa Saiz de Zäsca, Alfredo Terzaga, Guillermo de Torre y Mario Vargas Llosa.

Si lo encontráis, haceos con él.

 

ALQUIMIA DEL VERBO

 

Me toca a mí. La historia de una de mis locuras.

Llevaba mucho tiempo jactándome de todos los paisajes posibles y encontrando irrisorias las celebridades de la pintura y de la poesá moderna.

Me gustaban las pinturas bobas, dinteles, decorados, telones de saltimbanquis, letreros, estampas populares; la literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos infantiles, óperas viejas, estribillos sandios, ritmos ingenuos.

Soñaba con cruzadas, viajes de descubrimientos nunca relatados, repúblicas sin historias, guerras de religión sofocadas, revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes: creía en todos los hechizos.

¡Inventé el color d elas vocales! A, negro; E, blanco; I, rojo; O, azul; U, verde. Regulé la forma y el movimiento de cada consonante y, con ritmos instintivos, me jacté de inventar un verbo poético accesible, algún, a todos los sentidos. Me reservaba su traducción.

Primero fue un esbozo. Escribía silencios, noches, anotaba lo inexpresable. Fijaba vértigos.

*

La antigualla poética tenía mucha importancia en mi alquimia del verbo.

Me acostumbré a la alucinación simple: veía muy claramente una mezquita en lugar de una fábrica, una escolanía de tambores formada por ángeles, calesas en los caminos del cielo, un salón al fondo de un lago; los monstruos, los misterios; un título de vodevil componía espantos ante mí.

¡Luego explicaba mis sofismas mágicos con la laucinación de las palabras!

Acabé encontrando sagrado el desorden de mi espíritu. Estaba ocioso, preso de una pesada fiebre: envidiaba la felicidad de los animales, ¡las orugas, que representan la inocencia de los limbos, los topos, el sueño de la virginidad!

 

De Una temporada en el infierno. Traducción: Julia Escobar.

 ***


domingo, 27 de noviembre de 2011

A VECES

                               Fijaba vértigos
                                            A. Rimbaud

A veces caen palabras en desaliento por los ángulos del día.
Sombras vienen o van -huecos de algún otro vacío-,
recorren los gestos, los besos y las manos
y dejan en la tarde una conciencia en lengua de navaja de no estar vivos.

A veces se confabulan sonidos como el humo
en decrépita clarividencia hacia el hastío,
forjados en la desgana de las horas, en la obligatoriedad distante de la distancia.

A veces reconocemos que no hay sino silencio,
imposible asistencia a lo vivido.

domingo, 12 de agosto de 2018

MUSEO DE LA CLASE OBRERA

Calambur
Museo de la clase obrera no ofrece una lectura fácil ni inmediata. Como bien señala Emilio Torné en el texto de las solapas, el desafío a los pedestales de la gramática no tiene intención de simple voladura sino que fundamenta la indagación poética que, a partir de los fragmentos y las pavesas, tiende nuevos puentes volátiles hacia la revelación. Bajo la presencia tutelar de Rimbaud, se evoca críticamente a las vanguardias (nunca su nostalgia y menos su reverencia), lo que aquí poco tiene que ver con el irracionalismo, antes bien con un pleito a la razón descriptiva, con una incursión en los límites del lenguaje que son, bien es sabido, los límites del conocimiento.

Ante este tipo de poesía tenemos dos opciones: dejarnos llevar por la sugestión de las palabras y quedarnos en la superficie de la impresión primera, o bien, arrastrados por esa primera impresión, indagar en la multitud de alusiones, nombres propios, juegos metafóricos, suntuosidad de las imágenes y armarnos de razón poética para terminar confluyendo en el río solidario al que las palabras nos arrastran. No es tarea cómoda y exige participación y entrega por parte del lector, pero la experiencia es mucho más rica y satisfactoria.

Ante la complejidad de la escritura de J. C. Mestre, la ausencia de puntuación y la utilización de la prosa poética, he optado por el escaneo en lugar de la transcripción para evitar erratas y garantizar una lectura fiel. Si el tamaño de la letra os resulta pequeño para leer en pantalla, podéis acudir aquí y ampliar cuanto sea necesario. En cualquier caso, un texto no es el libro, que se me antoja más necesario que otros en su lectura completa.



Tal vez todo esto se perciba un poco mejor si se tiene en cuenta la poética que dejó redactada para Las afinidades electivas:

Solo hay un acto, escribió Malraux, sobre el que no prevalecen ni la negligencia de las constelaciones ni el murmullo eterno de los ríos: es el acto mediante el cual el hombre arranca algo a la muerte. Lo difícil tal vez resida en poder vivir hasta su últimas consecuencias la vida del poema, escribirlo viene después, anotar lo inexpresable de aquella conjura contra el tiempo, hacer materia de memoria la experiencia de vida del que vive tal como le gustaría ser recordado. La vida, ha escrito mi amigo Jorge Riechmann, carece de sentido sin resistencia al mal. Muchas veces me he preguntado qué otro sentido podría tener hoy la poesía que no fuese la fundación de un acto, ya nuevo o reiterado, de conciencia, palabras sin dueño en la república de los borrados, de aquellos que conscientemente han renunciado a ejercer todo derecho que implique alguna forma de autoridad artística sobre los demás. En esa oscuridad resisto, de esa voz sin boca me alimento. Oigo voces, eso es todo.

miércoles, 20 de marzo de 2019

PASEO DE LA POESÍA / POESIAREN BIDEA


El paseo ni es nuevo ni se encuentra en una calle de una ciudad por donde habitualmente podamos transitar, pero tampoco se trata de un lugar escondido e inasequible. Este paseo de la poesía se encuentra en un campus universitario, en el de Leoia, Vizcaya. Aproximadamente, a veinte minutos en coche desde el centro de Bilbao y a unos cuarenta minutos en transporte público.

La numeración corresponde al listado de poemas que tenéis más abajo.
Aunque fue inaugurado en mayo de 2012, apenas es conocido fuera de la comunidad universitaria, pero es de acceso público. En él podemos encontrar cuarenta losetas donde están inscritos poemas o partes de poemas de muy variada procedencia. Es algo así como un paseo de las estrellas, o como una antología mínima en piedra. En definitiva, un reconocimiento del valor de la palabra y la necesidad que tenemos de ella. Este es el listado completo:
  1. HIRUROGEITA HAMABOST URTE, Andoni Egaña.
  2. CAMINANTE NO HAY CAMINO, Antonio Machado.
  3. JosAnton Artze.
  4. HOW DO I LOVE THEE?, Elisabeth Barret Browning.
  5. COMO TÚ, Leon Felipe.
  6. EUSKAL HARRIA, Gabriel Aresti.
  7. LE GRAND HOMME, Jacques Prevert.
  8. TE QUIERO, Mario Benedetti.
  9. MENDIGOXALIARENA, Estepan Urkiaga «Lauaxeta».
  10. NEGRA SOMBRA, Rosalía de Castro.
  11. OIA, Xabier Lizardi.
  12. CANCIÓN 51, Rafael Alberti.
  13. ARDURA DORPEA, Itxaro Borda.
  14. LA POESIA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, Gabriel Celaya.
  15. NI NAIZ, Xalbador.
  16. ROMANCE SONÁMBULO, Federico García Lorca.
  17. ESKU 2, Juan Mari Lekuona.
  18. SENSATION, Arthur Rimbaud.
  19. OBRA ESCRITA EN 1966, Jorge Luis Borges.
  20. APEXA ETA LOREA, Juan Bautista Elizanburu.
  21. EL CLAMOR, Alfonsina Storni.
  22. ESPERANTZARI LEIHO BAT, Bitoriano Gandiaga.
  23. SHE WALKS IN BEAUTY, Lord Byron.
  24. EN EL PRINCIPIO, Blas de Otero.
  25. ASSAIG DE CÀNTIC EN EL TEMPLE, Salvador Espriu.
  26. IZARREN HAUTSA, Xabier Lete.
  27. BESOS, Gabriela Mistral.
  28. HAUTSI DA ANPHORA, Bernardo Atxaga.
  29. LA PENSADORA DEL AURA, María Zambrano.
  30. KONTRAPAS, Bernard Etxepare.
  31. VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN, Miguel Hernandez.
  32. AGUR EUSKALERRIARI, Jose Maria Iparraguirre.
  33. ALALÁ, Manuel Rivas.
  34. GIZARTEAREN HORMA HANDIAN, Xabi Paya.
  35. SUSTRAIAK HAN DITUENAK, Joseba Sarrionandia.
  36. UNO NO ESCOGE, Gioconda Belli.
  37. BIDAIA KAIERA: BHUTAN, Kirmen Uribe.
  38. LOVE AND FRIENDSHIP, Emily Brontë.
  39. BLANCA BRUNA, Joan Salvat-Papasseit.
  40. SUA, Maialen Lujanbio.

Os dejo el poema de Alfosina Estorni y la invitación a que os acerquéis a este singular paseo donde la poesía brota del suelo.


EL CLAMOR

Alguna vez, andando por la vida,
por piedad, por amor,
como se da una fuente, sin reservas,
yo di mi corazón.

Y dije al que pasaba, sin malicia,
y quizá con fervor:
-Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.

Y tan pronto lo dije, como un eco
ya se corrió la voz:
-Ved la mala mujer esa que pasa:
Ha dado el corazón.

De boca en boca, sobre los tejados,
rodaba este clamor:
-¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;
ha dado el corazón!

Ya está sangrando, sí, la cara mía,
pero no de rubor,
que me vuelvo a los hombres y repito:
¡He dado el corazón!

miércoles, 23 de agosto de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Paul Verlaine)

Librerías con ejemplares.
 #unlibrounpoema

De las diferentes ediciones que tengo con la poesía de Verlaine esta es la que más unido estoy afectivamente, no porque sea la más completa ni la mejor traducida, sino porque fue la primera que compré cuando era estudiante y el dinero no abundaba. hoy tengo ediciones bilingües, ediciones comentadas, pero ninguna tiene el valor sentimental de esta.

De esta edición, cuya traducción corrió a cargo de Enrique Azcoaga, recojo dos poemas archiconocidos del poeta francés:

CANCIÓN DE OTOÑO


La queja infinita

de los violines

del otoño

hiere el corazón 

de un tierno son

       monótono.


Todo transido

y febril, cuando

suena la hora,

mi alma revive

días muertos

       y llora.


Arrebatada dejo

por el mal viento

a mi alma, perpleja,

aquí y allá

igual que la 

       hoja muerta.


Y esta es la interpretación que Léo Ferré, uno de los grandes de la chanson



III

          Llueve dulcemente sobre la ciudad...

                            A. Rimbaud


Llueve en mi corazón

cuando en la ciudad llueve...

¿Qué lánguida emoción

penetra el corazón?...


Lluevo —¡oh dulce ruído!—

por tierras y tejados.

Para un dolor que angustia,

¡oh el canto de la lluvia!


¿Qué motiva el llorar

del corazón hastiado?...

¿Por qué si no hay traición

se duele sin razón?...


¡El más grave dolor,

es no saber por qué,

sin odio y sin amor,

siento tanto dolor!


Así de bien suena en francés y en la voz de Laura Dussard:

***

              

lunes, 8 de octubre de 2012

GEORG TRAKL, 2





Trakl es el poeta escéptico, trágico, nihilista y genial que el círculo austriaco de comienzos del siglo XX nos ha dejado para siempre. De él dijo WittgensteinNo lo entiendo, pero sé que es genial.


Georg Trakl asimila la poesía de Hölderlin y de Rimbaud, hace suya buena parte de la filosofía de Nietzsche, y se adentra en el expresionismo. Fruto de todo ello, más su peculiar manera de estar en la vida y la experiencia de la Primera Guerra Mundial, será esa poesía tan desgarrada y singular.



CERCANÍA DE LA MUERTE

Oh la tarde que va a las lúgubres aldeas de la infancia.
El estanque bajo los sauces
se llena con los apestados suspiros de la melancolía.

Oh el bosque que baja en silencio los ojos castaños,
cuando de las manos óseas del solitario
declina la púrpura de sus días de arrobo.

Oh la cercanía de la muerte. Oremos.
Esta noche se deslazan sobre tibios cojines
amarillentos de incienso los lánguidos miembros de los amantes.

Traducción de J. L. Reina Palazón

domingo, 29 de diciembre de 2019

POESÍA PARA FINALIZAR EL AÑO (recupero títulos de hace una década)

Editorial
Miguel Hernández es suficientemente conocido y está editado en múltiples formatos. Su poesía completa o por títulos se puede encontrar en cualquier librería. ¿Qué es, por tanto, lo que tiene de especial este libro que no es lo que se dice una publicación nueva ni reciente? Pues tiene el ser una edición muy bien cuidada y que cada uno de los veinticinco poemas que recoge ha sido ilustrado por un artista, lo que lo convierte en un objeto hermoso y deseable, apto para leer, releer y mostrar a otras personas. La nómina de artistas que participan en esta magnífica edición la tenéis impresa en la banda vertical del libro.


Editorial

Este título tampoco es nuevo, pero me parece una estupenda forma de acercarse a la poesía vasca para alguien que no la conozca y que desee realizar una primera toma de contacto. La selección de los siete nombres puede ser todo lo discutible que se quiera —se trata de una antología de poetas que han editado con Pamiela—, pero cualquiera de ellos tiene una entidad y una reputada solvencia como poeta. Lo fundamental es que se trata de una edición bilingüe y que las siete muestras de obra poética que aquí se recogen son claramente distintas y se encuentran dentro de poéticas sustancialmente diferentes. En un apéndice final se recoge una suficientemente esclarecedora semblanza de cada poeta: Luigi Anselmi, Bernardo Atxaga, Jon Gerediaga, Tere Irastorza, Xabier Lete, Xabier Montoia y Joseba Sarrionandia.



Exactamente lo mismo que he escrito sobre M. Hernández es aplicable al enfant terrible de la literatura francesa, Rimbaudel poeta que sedujo a Verlaine y que dejó la escritura a los veinte años 

Lo que da un toque diferencial a este título es, una vez más, la exquisita presentación del objeto de deseo: formato amplio, hoja gruesa, tapa dura, tacto inequívoco de libro realizado con excelente papel, bien diseñado y unas ilustraciones que multiplican la fascinación de las palabras, en este caso, de Alicia Martínez

La traducción de los textos presentados ha corrido a cargo de Carmen Morales y Claude Dubois.

Aquí tenéis un vídeo de presentación realizado por la editorial.

lunes, 5 de febrero de 2024

ROBERT BROWNING, su idea del arte

Editorial
Traducción: Humberto Marín
Si exceptuamos ensayos y cartas diversas, El anillo y el libro es el mejor recurso para entender cuál era la concepción artística de R. Browning. El último libro, de los XII en que se divide, termina con estos versos: 

¿Por qué tomar la vía artística para probar sólo esto?

Porque es la gloria y la bondad del Arte,

que el Arte siga siendo la única vía posible

de decir la verdad, para bocas como la mía al menos.

¡Cómo mirar a un hermano en la cara y decir

"¡Tu bien está errado, ojos tienes mas no ves,

tus orejas rellenas y taponadas, a pesar de su longitud,

y, oh, la necedad que tú tomaste como fe!".

Decir esto tan argentinamente como la lengua pueda,

todavía puede soportarse la ira del hombre,

la sacudida de hombros, sus desengañados ojos

no son tan malos de aguantar; pero aquí está la plaga,

que todo este problema viene de decir la verdad,

la cual verdad, cuando lo alcanza, luce falsa,

parece ser exactamente la cosa que reemplaza,

no reconocible siquiera por quien la soltó,

mientras que la falsedad habría hecho la obra de la verdad.

Pero el Arte, en el cual el hombre no habla al hombre en modo alguno

solamente a la humanidad, el Arte puede decir una verdad

oblicuamente, hacer aquello que ha de engendrar el pensamiento,

no agraviar al pensamiento, faltando la palabra mediadora.

Podéis así pintar vuestra pintura, mostrar la verdad dos veces,

más allá de la mera imaginería en la pared,

así, nota por nota, extraéis música de vuestra mente,

más profundo de lo que alguna vez se hundió el Andante,

así escribir un libro significará, más allá de lo hechos,

satisfacer el ojo y además salvar el alma.


Browning comparte la concepción del poeta como vidente, como profeta, como portador de la verdad que tomó fuerza durante el romanticismo, continuó durante el posromanticismo (Baudelaire, Rimbaud...) y todavía hoy comparten otros muchos creadores. 

 ***


miércoles, 8 de enero de 2014

CANCIÓN DE OTOÑO, de Verlaine

Un 8 de enero de 1896 fallecía Paul Verlaine en París.

La vida de este poeta da para muchas páginas y muchas películas. De hecho, conozco alguna persona que sabe de su paso por la cárcel, de sus amores con Rimbaud, de sus problemas familiares..., pero que no ha leído ningún poema del simbolista francés.

Los sollozos más hondos
del violín del otoño
son igual
que una herida en el alma
de congojas extrañas
sin final.

Tembloroso recuerdo
esta huida del tiempo
que se fue.
Evocando el pasado
y los días lejanos
lloraré.

Este viento se lleva
el ayer de tiniebla
que pasó,
una mala borrasca
que levanta hojarasca
como yo.

Les sanglots longs
Des violons
De l'automne
Blessent mon coeur
D'une langueur
Monotone.

Tout suffocant
Et blême, quand
Sonne l'heure,
Je me souviens
Des jours anciens
Et je pleure.

Et je m'en vais
Au vent mauvais
Qui m'emporte
Deçà, delà,
Pareil à la
Feuille morte.


                           Traducción de Carlos Pujol

Dos razones me han llevado a escoger este poema como recuerdo del aniversario. La primera es la conocida historia a la que está ya unido: el desembarco aliado durante la Segunda Guerra Mundial (otra anécdota más que añadir al mundo verlaine). La segunda, el breve e impecable comentario de Michel Esnault, muy aconsejable para hacernos con algunos elementos que, si no, se perderían con la traducción.

jueves, 23 de enero de 2014

EXTRAÑA RECOPILACIÓN

 Uno va confiado en hacerse con la poesía de Benítez Reyes en un solo tomo y adquiere el título de Visor Libros de poemas, que como indica en el interior, entre paréntesis, es una recopilación de su obra entre 1978 y 2008. Pero, ¡oh, sorpresa!, el poemario Vidas improbables, el que fue premio Ciudad de Melilla, de la Crítica y Nacional de poesía, no aparece en esta recopilación, que pertenece a la misma editorial y que,por si quedaran dudas, es de 1995, es decir, está dentro del período del que se encarga la recopilación. ¿No os parece un tanto extraño?


Dejo a un lado las maquinaciones mercantiles de la editorial y os ofrezco un poema de este poeta gaditano —encuadrado normalmente bajo el marbete de poesía de la experiencia—del que me gusta casi todo. Se trata de La flecha del tiempo, del libro Escaparate de venenos. Ahí va. 

Nunca seríamos 
como esos adultos —nos juramos—
que miraban ansiosos, turbiamente,
a través del cristal de las cafeterías
—como aquel poema de Rimbaud—
la entrada de los jóvenes altivos
en la cueva dorada de la noche.
                                                   Y sin embargo
ahora estamos aquí, sin entender gran cosa,
ante un vaso de hielo y de ansiedad,
arañando con fiebre y con rencor
en el cristal del tiempo un espejismo.


lunes, 9 de septiembre de 2024

ABIERTO EL PLAZO PARA INSCRIBIRSE EN LAS TERTULIAS


 Ya está abierto el plazo para inscribirse esta temporada en la tertulia poética/taller de poesía cuyo calendario es el siguiente:

FECHA

TÍTULO

1

OCTUBRE

J. Hernández (1834-1886)

5

NOVIEMBRE

Bécquer (1836-1870)

3

DICIEMBRE

R. de Castro (1837-1885)




7

ENERO

Verlaine (1844-1896)

4

FEBRERO

Rimbaud (1854-1891)

4

MARZO

Mallarmé (1842-1898)

1

ABRIL

J. Martí (1853-1895)

6

MAYO

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)

3

JUNIO

José Asunción Silva (1865-1896)

La inscripción podrá realizarse de tres formas:
- Presencialmente: en  el mostrador de información de la biblioteca. 
- Por internet: A través de este enlace
- O llamando al teléfono: 943505421.

El plazo para realizar la inscripción termina el día 20 de septiembre.


La Biblioteca publicará el 25 de septiembre en la página web de la biblioteca (http://www.irun.org/biblioteca) la lista de personas admitidas en cada taller y la lista de espera (si hubiese). Además se podrán consultar llamando al teléfono 943505421 en horario de 9:00 a 20:00h y sábado: 9:00-13:00. En el caso de producirse alguna baja se irá llamando por orden de la lista de espera.

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