Este año de entre los regalos que me ha dejado quiero destacar tres: el libro de Clemency Burton-Hill, que está organizado por entradas a manera de diario y presenta de manera sugestiva y muy personal una obra musical por cada día del año, incluido el 29 de febrero, dedicado a la Petite messe solennelle, de Rossini, que nació en año bisiesto; el estupendo concierto de Judith Jaúregui e Isabel Villanueva, que sigue empeñada en convertir la viola en un instrumento de solista de prestigio y si continúa así lo conseguirá; y el regalo que supuso escuchar a Jennifer Pike y a la BBC Philarmonic interpretar The Lark Ascending, de Ralph Vaughan Williams.
Sobre la escritura de esta última obra hay una anécdota muy curiosa. Estaba Williams el 4 de agosto de 1914 —día en que Gran Bretaña entró en guerra— en el pueblecito costero de Margate realizando anotaciones musicales a la orilla del mar mientras los barcos de guerra británicos realizaban maniobras. Un niño que le observaba pensó que era un espía que estaba escribiendo en código secreto anotaciones para el enemigo y acudió a un policía. Este arrestó al compositor.
The Lark Ascending, "la alondra ascendiendo", nada tiene que ver con guerras ni con barcos militares. Se trata de una composición musical delicadísima que está inspirada en un poema del escritor victoriano George Meredith. En la grabación que aparece aquí debajo la solista es Hilary Hahn.
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