sábado, 4 de marzo de 2017

PEQUEÑOS INCIDENTES, Karmelo C. Iribarren

EL MILAGRO DE LA VIDA

Ese que acaba de pasar
ante tu vista,
                    que ya se aleja,
que ya se desdibuja en tu memoria,
que ya es otra vez
nada —lo que era
hasta hace unos segundos—,
                                          ese, sí, tiene
una vida, alguien a quien amar
y que le ama, algo que hacer
mañana,
             planes
para el futuro...


Sigo la poesía de Karmelo Iribarren desde hace bastantes años, porque la necesito como necesito la inmediatez de lo cotidiano, lo extraordinario de los días corrientes, la excepcionalidad de lo habitual. Y es que K. Iribirraren ha conseguido forjar una poesía que crece y se ahonda en la intensidad de lo sencillo. Nos devuelve con un par de versos al fluir diario de los gestos aparentemente triviales, esos que muchas veces despreciamos por anodinos, pero que resultan ser la materia esencial con la que está construida nuestra vida.

Combinando ternura, humor, nostalgia en dosis generosas e ironía en abundancia, el poeta ha conseguido hacerse con un estilo propio y original que está pidiendo a gritos el Premio Euskadi de Literatura en castellano. ¿Servirá su último Haciendo planes y esta antología de Visor preparada por García Montero para que se lo concedan?

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