"Siempre tendremos París" podría ser otra forma de decirlo. Eso era lo que Humphrey-Rick le decía a Ingrid-Ilsa en la fascinante escena final de Casablanca. Y es que París ha sido mucho París —¿cuándo dejó de serlo?— en la historia del arte. Gracias a su peso específico, al enorme influjo que tuvo durante el primer tercio del siglo XX, todavía después de la Segunda Guerra Mundial la ciudad de la luz seguía habitada por una buena parte de la troupe artistique, con Picasso al frente. Empezaba a dejar de ser el polo desde donde irradiaban las novedades más sugerentes, pero todavía tenía mucho que decir. Y, sin ningún género de duda, si tuvo la importancia que llegó a tener fue porque allí se juntaron artistas de toda Europa.
Pablo Picasso, L'Enfant aux colombes, Fuente: M R S |
¿Nos vamos a París, digo Madrid, Irene?
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