jueves, 14 de diciembre de 2017

CAMBIAR DE IDEA, ZADIE SMITH

Llegué a este libro después de leer El cazador de autógrafos, y no precisamente por Wikipedia, porque la información que ofrece está desactualizada, tal y como se advierte en la entrada que dedica a la escritora, sino gracias al Koldo Mitxelena, que es mi gran abastecedor de materia lectora.

Si Zadie Smith me gustó como narradora, me ha gustado todavía más como ensayista. Cambiar de idea recoge variados y breves ensayos sobre temas muy diferentes que la autora fue publicando en medios diversos o a través de conferencias. Se encuentran agrupados bajo los epígrafes siguientes: leer, ser, ver, sentir y recordar. En ellos habla de cine, de política, de mujeres, de hombres, de identidad, de asuntos personales y, cómo no, de literatura.

El mayor placer que he encontrado al leerla es que Zadie Smith escribe desde la pasión que siente por lo que ha leído, visto o vivido, sabe transmitirlo de forma directa y, cuando se trata de un libro, lo hace desde dentro del propio texto, como si ella misma fuera la autora. Y esto es algo que el lector agradece sobremanera, porque el punto de vista que arroja, sin dejar de ser crítico, trasciende la exégesis y se convierte en un emocionado descubrimiento del texto.

A mí me han gustado especialmente dos trabajos, el que dedica a Sus ojos miraban a Dios, de Zora Neale Hurston, y el que dedica a explorar las afirmaciones antagónicas de dos grandes del siglo XX, Nabokov y Barthes. Novelista el uno, filósofo el otro; creador versus teórico. Resulta admirable cómo entra en el debate acerca de la muerte del autor y cómo es capaz de transmitirnos un tema tan teórico desde una escritura emocionada.

Seguramente, quienes estéis más inclinados al cine o hacia los temas sociales que hacia la literatura, encontraréis más placer al leer esos otros trabajos; pero, en cualquier caso, seguro que descubrís —si aún no la conocéis— a una ensayista que no os va a dejar indiferentes. Y, quién sabe, acaso cambiéis de idea.

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