Nada sabemos acerca del nacimiento de María, salvo lo que dicen los evangelios apócrifos. Concretamente, el Evangelio armenio de la infancia, II, 7 dice lo siguiente: Y, cuando el embarazo de Ana alcanzó los doscientos diez días, lo que hace siete meses, súbitamente, a la hora séptima, Ana trajo al mundo a su santa hija, durante el día 21 del mes (de ...), que es el 8 de septiembre. Toda una puesta en escena en torno al número mágico 7 (210=3x7x10; 21=3x7) para aludir al septimo día de la creación, cuando el tiempo alcanza su plenitud.
Ya sabemos que las creencias y las religiones se superponen, lo mismo que las piedras y los edificios sagrados de culturas anteriores son reutilizados y transformados por las creencias que les suceden, con el fin de hacer propios ritos y costumbres, y de que pasen al olvido los anteriores. ¿Qué es, entonces, lo que había debajo de esta celebración del 8 de septiembre?
En la fecha correspondiente al día de hoy nos encontramos con los famosos misterios eleusinos, que eran las fiestas en honor de la diosa Deméter (la Ceres latina), la diosa madre de la naturaleza, la que daba vida a los campos y hacía crecer las cosechas, la que hacía posible el cambio de las estaciones, la diosa madre por antonomasia. Y tal era la importancia que tenía esta celebración que la iglesia de Oriente comenzó a celebrar en la misma fecha el nacimiento de María al comienzo del siglo IV. Desde allí se extendió a todo Occidente.
***
Hoy, 8 de septiembre (coincidencia de fechas, no de motivos), la ciudad de Hondarribia celebra su día grande. Que tanto las mujeres como los hombres puedan disfrutarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.