sábado, 13 de abril de 2024

A PROPÓSITO DE "El espesor de la herida"

Hace muy poco tiempo le decía a un amigo que existen muchos tipos de lectores y que cada cual entiende como puede o quiere. Sin duda, hay lecturas muy diversas, incluso interesadas y perversas. Existen también, es cierto, textos difíciles, oscuros y herméticos sobre los que podemos especular mucho acerca del significado. Pero cuando el texto es claro y sencillo, no querer entender lo que el  texto dice, me parece, cuando menos, preocupante.

Viene esto a cuento de un comentario maleducado y malintencionado que he recibido acerca del poemario que publiqué el año pasado, El espesor de la herida. Dejando a un lado las expresiones insultantes, venía a decir la autora que era un texto en el que se igualaba la sublevación fascista con el régimen democráticamente establecido en 1931. 

Afirmar eso es no haber querido leer con la más mínima atención los poemas o, peor aún, tener mala intención.

Ciertamente, el poema central, el que habla del asesinato de mis abuelos, a quienes no conocí, pero sí conocí a mi padre, antes de terminar tiene estos dramáticos versos que, si solo leyéramos esas pocas palabras, podrían ser motivo tal vez para pensar otra cosa: Ciego de ira, / deja el internado / y se apunta a matar rojos. / Ni por Dios / ni por España, / por venganza.

En todas las guerras podemos encontrar gestos heroicos y altruistas. (Nota importante: no tomo por tales las acciones militares o similares en las que alguien se juega la vida y es capaz de eliminar no sé cuántos enemigos o poner fuera de funcionamiento no sé qué aparatos de matar del otro bando; considero acciones heroicas las de las personas que ponen en peligro su vida para salvar las de otras, sean o no de su bando, porque están convencidas de que es la vida lo que en última instancia debemos salvar). 

Es cierto, durante las guerras hay gestos y comportamientos que dignifican al ser humano. Pero no es lo habitual. Lo que suele ocurrir es que las guerras, más la guerras civiles, lo que estimulan y producen son acciones violentas, odio y un mayor enconamiento en las posturas. Por desgracia, no son las respuestas cariñosas, ni amables, ni civilizadas, ni racionales las que se producen en medio de un conflicto. De cualquier conflicto.

No conocí a mis abuelos, pero sí a mi padre, quien de no haber sufrido la pérdida violenta de los suyos en un acto nocturno y rastrero cuando todavía no había cumplido los 15 años, de ninguna manera habría formado parte del ejército sublevado y tal vez nunca hubiera formado parte de esa masa de población que durante el franquismo se situaba políticamente en lo que podemos definir como derecha. Simplemente, era una persona de las que hoy consideraríamos tradicional. 

De lo que estoy absolutamente seguro es de que su posicionamiento durante el conflicto fue una consecuencia del daño recibido. Y como él, muchos miles más. En un bando y en el otro. Evidentemente, nadie lo puede negar, muchos más en el lado republicano, porque fue el de los sublevados el que terminó ganando la guerra.

De eso básicamente es de lo que el poemario habla, de las consecuencias que la violencia genera una vez que se desata. Y se habla del dolor inmenso que provoca —"Nieve negra", "El orden de la vida"...—, y del sinsentido que supone —"Las víctimas se preguntan"— y de la profunda falsedad de la victoria —"Desolación de la victoria"; No hay mayor derrota / que el éxito alcanzado / exterminando vidas—. Y del necesario trabajo conjunto de todas las personas que componemos la sociedad para cimentar un mundo mejor y sin violencia —"Venid": Venid y hagamos un pacto con nuestros mejores gestos e intenciones. /Un pacto como un abrazo sin fisuras. / Un pacto donde tengan sentido las palabras. / Venid / e intentemos un futuro sin hipótesis con todas las manos—.

Sinceramente, creo que el mensaje colaborativo, solidario y pacifista no es que sea claro y evidente, sino prístino, desde el comienzo hasta el final. No querer entenderlo así me parece preocupante.

Y si alguien desea escribir algún comentario, que no lo haga anónimamente y que mantenga las elementales normas de cortesía y educación. Muchas gracias.

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