Entender el arte, dicho así, en general, es, simplemente, una ficción, algo que no existe. El arte, la creación, no es propiamente una disciplina que podamos aprender como quien aprende a resolver ecuaciones matemáticas de segundo grado, la estructura gramatical de una lengua, la geografía física de una región determinada o a preparar platos de la cocina griega. Si tenemos en cuenta que un concepto tan intrínseco a la creación artística como es el de belleza será definido por cien artistas de cien maneras diferentes, y, seguramente, muy alejadas unas de otras desde el punto de vista del significado, podremos empezar a comprender la magnitud del tema.¿Quiere esto decir que el libro de Dana Arnold es un trabajo inútil? En absoluto. Es un trabajo hermoso, original y muy creativo, cuya máxima utilidad es aproximarnos lo más posible al punto de vista de quien realiza la obra artística, lo que es fundamental para empezar a apreciar en alguna medida el objeto que tenemos ante nosotros. Posteriormente, podremos proyectar sobre obras similares, o que utilicen las mismas técnicas, o que partan de una idea similar lo que hemos aprendido a tener en cuenta. Pero lo que es propiamente el entendimiento del arte es una tarea sin fin, porque continuamente surgen nuevas propuestas y nuevas prácticas a las que en un primer momento no tenemos más remedio que enfrentarnos desde evitando el bagaje de lo adquirido.
Me gusta mucho este librito de bolsillo, porque la profesora Arnold parte de cinco tópicos (podrían haber sido otros muchos) sobre los que ofrece una mirada muy perspicaz e ilustra con gran sencillez, pero al mismo tiempo con una enorme penetración conceptual, la radical importancia que tienen en la expresión artística de quienes trabajan en ese entorno. Y me gustan también las citas muy bien escogidas para ponernos sobre aviso de lo que va venir. Reproduzco la primera, pues pertenece a las páginas que la editorial ha liberado:
Miradas. "El arte no es lo que vemos, sino lo que hacemos ver a los demás". Edgar Degas.
Y abre el primer capítulo con este magnífico párrafo:
¿Qué vemos cuando miramos una obra de arte? Probablemente el creador y el espectador del arte perciben el mismo objeto desde punto de vista diferentes, ya que, aunque las interpretaciones de una obra varían en función de las diferentes culturas y períodos históricos, tendemos a pensar que el arte tiene el mismo significado y atractivo para toda la humanidad en cualquier época de la historia, y atribuimos al material visual una especie de existencia autónoma que nos hace ver el mundo que nos rodea bajo una nueva perspectiva. Y, lo que quizá es aún más importante, nos gusta contemplar el arte por el puro placer de hacerlo, y apreciarlo con independencia del conocimiento que tengamos sobre su contexto. Una tarde de domingo paseando por una galería de arte puede resultar una experiencia muy personal, estéticamente placentera, que nos hace sentir bien.
Lógicamente, tratándose de un libro sobre arte, todos los temas están acompañados de ilustraciones en color para que quien lee pueda ver ejemplificado aquello que se explica con palabras. Un hermoso libro que, no me cabe la menor duda, despertará el deseo de saber más sobre el arte y sus manifestaciones.
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Me ha gustado mucho este blog, ha sido una sorpresa encontrar poesías tan interesantes
ResponderEliminarMuchas gracias, Escape, por tu amable comentario.
EliminarJesús.