Dice Graciela Baquero que el oficio de poeta es un oficio de frontera que exige perturbación, intemperie y el estar siempre excluido del campo de visión, como el ojo de Wittgenstein (Ellas tienen la palabra. Poética, p 365).
Fiel a sí misma, este poemario es una demostración lúcida y eficaz de lo que dice:
POÉTICA
¿Qué se puede hacer desde aquí?
Puedo hacer nada y sin embargo intervengo
Sigo el rastro de un animal
sigo el rastro como un animal
El encuentro se produce sin contar con nadie
***
Somos hechos de memoria
Reunión encarnizada
Que nos vuelve continuos
Afectos tangenciales que nos traman
En un punto que el amor
Ha fijado de antemano
***
Asisto a tu muerte
Siguiendo el rastro
De mi propia desesperación
Y es último, en audio:
Si encontráis el libro en alguna biblioteca, aprovechad para leerlo.
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