domingo, 8 de enero de 2017

NADA QUE PERDER, de Alfredo Félix-Díaz

Ed. Renacimiento
TELEGRAMAS A CALIPSO

Mi mujer quiere decorar la casa
una vez más. Le aburren mis historias.

Ya nunca duermo. los fantasmas de
mis amigos caídos me atormentan.

Ver madurar a mi querido hijo
no es volver a vivir.

Añoro nuestra isla. Extraño tanto
nuestras lentas veladas de pasión.

Y mi padre se escuda en su vejez.
Me abruma con reproches. Me entristece.

Surcaría yo treinta mares, créeme,
para volver contigo (y no morir).

Nunca debí dejarte vida mía.


Escribe Luis Alberto de Cuenca en el prólogo que Félix-Díaz escribe una poesía encantadora, atenta a las técnicas y a las métricas tradicionales, relampagueante, graciosa, sutil, original y personalísima.

Que el autor de La caja de plata diga algo así es mucho decir, y siempre es un gran elogio. En cualquier caso, vale mucho más que cualquier otra cosa que yo pueda escribir aquí. 

Aquí tenéis uno de esos vídeos que suelo ofreceros con millones de visitas —lo que prueba que la poesía sigue siendo el número uno de los intereses mundiales—, donde el autor, además de la presentadora, comenta el poemario.



¡Ah!, y recordad quién era Calipso para recoger toda la carga irónico-fracasada del poema.

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