Editorial |
cuál era la concepción del tiempo del filósofo francés, así pues, yo recomiendo pasar por el enlace que he dejado en su nombre y echar un vistazo sobre eso de la durée y la intuición. Para quienes no tengan ganas, el prólogo de Eustaquio Barjau es más que suficiente para entender de qué va el asunto. Y quien se muestre remiso a la lectura del mismo, tal vez se conforme con que tenga en cuenta que lo de la duración va del tiempo vivido con plena conciencia, sustancialmente, lentamente, profundamente. Un saborear lo que vivimos. Algunos fragmentos como invitación a la lectura:
Esta duración, ¿qué era?
¿Era un lapso de tiempo?
¿Algo mensurable? ¿Una certeza?
No, la duración era un sentimiento,
el más efímero de todos los sentimientos;
(...)
Goethe, mi héroe
y maestro de la palabra objetiva,
una vez más has acertado:
la duración tiene que ver con los años,
con los decenios, con el tiempo de nuestra vida;
la duración es el sentimiento de la vida.
(...)
Necesario, en cambio, distinguir:
también "los sorprendentes milagros del momento,
tampoco son ellos los que engendran
lo duradero que hace feliz,
lo duradero en su tranquilo poder".
(...)
No obstante, aproximarme a la esencia de la duración
es lo que me gustaría,
poder referirme a ella de un modo vago, hacerle justicia,
hacerla vibrar,
es esta esencia que, una y otra vez, me da el impulso.
Pero entonces lo primero que me viene es sólo una letanía
de palabras aisladas:
fuente, nieve recién caída, gorriones, llantén,
amanecer, atardecer, venda, unísono.
(...)
El poema de la duración es un poema de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.