Editorial |
El tiempo en Hiroshima avanza en bicicleta.
Cíclicamente en los parques florecen
rosas y rayos gamma.
Un niño pedalea a lo largo del Ôta
con barba encanecida.
Otro juega al balón, no teme aún al cielo.
Una anciana recuerda la seda del yukata
derramada en las manos de su madre.
Febrilmente una joven hace el cómputo
de camisas radiactivas, palomas
blancas ante su ingreso por primera
vez en un hospital.
Un peatón se detiene.
Está azul el semáforo. Entrecierra
los ojos para ver, cree ver. Avanza.
Cruza un pájaro la rueda del sol
sin saber de los tarde.
Sin saber del dolor o de los nunca.
La bomba atómica sigue cayendo.
Sólo vemos la luz,
no cómo nos quemamos.
Raquel Vázquez, último premio Loewe, y autora ya de ocho poemarios y tres de narrativa, realiza un recorrido sentimental por una cartografía a veces real, a veces imaginaria —ella organiza el libro en torno a espacios desplazados, utópicos, probables y posibles—, pero donde los sentimientos y sensaciones son siempre muy reconocibles.
Con una voz clara, efectiva y muy original vamos recorriendo un espacio, un tiempo y unos problemas que son los nuestros. Y acaba los poemas con efectiva rotundidad de estilo bien madurado.
***
La autora nos explica cómo surgió el poemario, además de leer algunos poemas y ofrecer unas cuantas explicaciones para situarlos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.