Tal y como había prometido en la entrada del 3-1-2010, os copio aquí la cita de la página 125 del libro Los mecanismos de la ficción. James Wood la tomó del diario Financial Times, donde podéis leer la noticia completa.
A mí lo que me resulta admirable de todo punto es que un jefe de policía, el de Neza -barriada de México DF, tan grande como la ciudad de Barcelona-, impulse a sus subordinados a leer novela porque esto les hará mejores personas.
Primero, permitiéndoles adquirir un mayor vocabulario. Después, otorgando a los oficiales la oprtunidad de adquirir experiencias a través de un intermediario. "Un oficial de policía debe ser conocedor del mundo, y los libros enriquecen la experiencia de las personas de manera directa". Finalmente, Amador asegura que existe también un beneficio ético. "Arriesgar tu vida para salvar las vidas y las propiedades de otras personas requiere unas convicciones profundas permitiendo a los lectores descubrir vidas vividas con un compromiso similar. Esperamos que el contacto con la literatura haga que nuestros oficiales de policía estén más comprometidos con los valores que han jurado defender.
Si habéis echado un vistazo a la noticia, os habréis dado cuenta de que, además, les dio una lista con los títulos de los libros en los que rocomendaba obras tan notables como Pedro Páramo, Cien años de soledad o Don Quijote.
¿Habrá conseguido el señor Jorge Amador una policía más ilustrada? Yo, en cualquier caso, siento envidia del vecindario de Neza.
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