Hikari y Kokoa disfrutan del mismo silencio |
No necesito tu voz,
tu aliento,
tu mirada.
No necesito el esfuerzo
de la demostración diaria
en lucha con las horas.
No necesito el don de la luz
para que engalane de fiesta
y haga nuevos los objetos.
No necesito que el tiempo
abrevie los días en tu ausencia
o alargue su estancia
cuando ambos habitamos la noche.
Para estar contigo
no necesito casi nada.
Tal vez un poco de silencio
y un corazón tendido
al borde de tus sueños.