Casa de Wordsworth, en el Distrito de los Lagos, hoy museo. |
Los lakistas —Wordsworth, Coleridge, Southey— fueron los primeros poetas propiamente románticos en lengua inglesa. Después vendrían Byron, Shelley y Keats. Pero es Wordsworth el que reivindica por primera vez el lenguaje cotidiano como elemento de expresión sustancial para la poesía. Esta característica ha sido auténticamente seminal, pues ha impregnado toda la poesía occidental desde entonces. Con ello quería demostrar hasta qué punto el lenguaje de la conversación en las clases medias y bajas de la sociedad sirve para los propósitos del placer poético (Prólogo a Baladas Líricas).
Iba solitario como una
nube...
Iba solitario como una nube
que flota sobre valles y colinas,
cuando de pronto vi una muchedumbre
de dorados narcisos: se extendían
junto al lago, a la sombra de los árboles,
en danza con la brisa de la tarde.
Reunidos como estrellas que brillaran
en el cielo lechoso del verano,
Poblaban una orilla junto al agua
dibujando un sendero ilimitado.
Miles se me ofrecían a la vista,
moviendo sus cabezas danzarinas.
El agua se ondeaba, pero ellas
mostraban una más viva alegría.
¿Cómo, si no feliz, será un poeta
en tan clara y gozosa compañía?
Mis ojos se embebían, ignorando
que aquel prodigio suponía un bálsamo.
Porque a menudo, tendido en mi cama,
pensativo o con ánimo cansado,
Iba solitario como una nube
que flota sobre valles y colinas,
cuando de pronto vi una muchedumbre
de dorados narcisos: se extendían
junto al lago, a la sombra de los árboles,
en danza con la brisa de la tarde.
Reunidos como estrellas que brillaran
en el cielo lechoso del verano,
Poblaban una orilla junto al agua
dibujando un sendero ilimitado.
Miles se me ofrecían a la vista,
moviendo sus cabezas danzarinas.
El agua se ondeaba, pero ellas
mostraban una más viva alegría.
¿Cómo, si no feliz, será un poeta
en tan clara y gozosa compañía?
Mis ojos se embebían, ignorando
que aquel prodigio suponía un bálsamo.
Porque a menudo, tendido en mi cama,
pensativo o con ánimo cansado,
los veo en el ojo interior del alma
que es la gloria del hombre solitario.
Y mi pecho recobra su hondo ritmo
y baila una vez más con los narcisos.
que es la gloria del hombre solitario.
Y mi pecho recobra su hondo ritmo
y baila una vez más con los narcisos.
Versión de Gabriel Insausti.
Buenos días. Quiero señalar un ensayo que estoy leyendo estos días que se ajusta muy bien al movimiento pre y romántico alemán, rayando entre poesía y filosofia: "MAGNIFICOS REBELDES. Los primeros románticos y la invención del Yo", de ANDREA WULF. Una manera muy sencilla, amena y asequible a una cultura media, de sumar a tus siempre agradecidas indicaciones. Una delicia.
ResponderEliminarBuenos días, Tomás.
EliminarMuchas gracias por el recordatorio. Por un error imperdonable se me pasó incluirlo en la entrada que dediqué al "Romanticismo". Lo incluyo ahora.
Un abrazo.
Jesús.