![]() |
Un día de mayo. |
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
sábado, 16 de mayo de 2020
LA NECESARIA CONVIVENCIA EN ARMONÍA
viernes, 15 de mayo de 2020
JUAN GENOVÉS, UN ABRAZO
![]() |
El abrazo. 1976. Juan Genovés. Fuente: Museo Reina Sofía. |
INVITACIÓN A LA NOCHE (TODOS LOS AUDIOS E ILUSTRACIONES)
jueves, 14 de mayo de 2020
CORIOLANO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 27)
INVITACIÓN A LA NOCHE (AUDIO)
miércoles, 13 de mayo de 2020
ONDINA Y EL LAGO ENCANTADO
Librerías |
martes, 12 de mayo de 2020
HÖLDERLIN, "LO QUE PERMANECE LO FUNDAN LOS POETAS"
Todo mi ser calla y escucha cuando las dulces ondas del aire juegan en torno de mi pecho. Perdido en el inmenso azul, levanto a menudo los ojos al éter y los inclino hacia el sagrado mar, y es como si un espíritu familiar me abriera los brazos, como si me disolviera el dolor de la soledad en la vida de la divinidad.
Ser uno con todo, esa es la vida de la divinidad, ese es el cielo del hombre. Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza, esa es la cima de los pensamientos y alegrías, esta es la sagrada cumbre de la montaña, el lugar del reposo eterno donde el mediodía pierde su calor sofocante y el trueno su voz, y el hirviente mar se asemeja a los trigales ondulantes.
¡Ser uno con todo lo viviente! Con esta consigna, la virtud abandona su airada armadura y el espíritu de hombre su cetro, y todos los pensamientos desaparecen ante la imagen del mundo eternamente uno, como las reglas del artista esforzado ante su Urania, y el férreo destino abdica de su soberanía, y la muerte desaparece de la alianza de los seres, y lo imposible de la separación y la juventud eterna dan felicidad y embellecen al mundo.
A menudo alcanzo esa cumbre, Belarmino. Pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo eternamente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y no la comprendo.
¡Ojala no hubiera ido nunca a vuestras escuelas! La ciencia, a la que perseguí a través de las sombras, de la que esperaba, con la insensatez de la juventud, la confirmación de mis alegrías más puras, es la que me ha estropeado todo.
En vuestras escuelas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol de mediodía.
Sí, el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona, y cuando el entusiasmo desaparece, ahí se queda, como un hijo pródigo a quien el padre echó de casa, contemplado los miserables céntimos con que la compasión alivió su camino.
Sólo un verano me otorgáis, vosotras las poderosas
y un otoño para dar madurez al canto,
para que mi corazón, más obediente,
del dulce juego harto se me muera.
El alma que no obtuvo en vida derecho
divino, tampoco abajo descansa en el Orco;
pero si un día alcanzó lo sagrado, aquello
que es caro a mi corazón, el poema,
bienvenido entonces, oh silencio del reino de las sombras.
Contento estaré, aunque mi lira
allí no me acompañe; por una vez
habré vivido como un dios, y más no hace falta.
lunes, 11 de mayo de 2020
RICARDO III (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 26)
domingo, 10 de mayo de 2020
UN ÁRBOL, UN REY Y LA EPOPEYA MÁS ANTIGUA DE LA LITERATURA
![]() |
Cedro del Líbano. Parque de Cristina enea. |
contemplando los elevados cedros
contemplando la entrada al bosque
Por donde Humbaba había ido y venido
había una huella
El sendero lucía recto y muy recorrido
Vieron entonces la Montaña del Cedro
paradero del trono de diosas y dioses.
sábado, 9 de mayo de 2020
FLORENCIA
viernes, 8 de mayo de 2020
VENDRÁN MÁS Y ABRIRÁN NUEVOS CAMINOS
llegarán y nos hablarán más claro,
sabrán explicar lo que aún no entendemos.
Descubrirán el peso de lo humano en la materia
y el hálito matérico de nuestros gustos.
Dejarán un aliento de bondad palpitando
entre lo más oscuro del ser
y nuestro afecto por lo mágico.
Unificarán el vuelo de las aves,
la lentitud del pensamiento
y el interno quehacer de lo invisible.
Otros vendrán
y seremos mejores
y más sabios.
ANTONIO Y CLEOPATRA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 25)
Se ha dicho multitud de veces que Shakespeare no es original, que toma sus historias y argumentos de otros textos que saquea, pero los engrandece de tal forma que aquello que era trivial y sin gracia pasa a ser en sus manos algo realmente interesante y lleno de vida. Creo que esta es una ocasión inmejorable para ofrecer un ejemplo de eso que tantas veces se dice.
Thomas North tradujo al inglés las Vidas paralelas de Plutarco. De ese texto se valió Shakespeare para componer sus Julio César, Coriolano y esta que ahora comento, Antonio y Cleopatra. La cita es un poco larga, pero merece la pena. En el capítulo XXVI de su vida de Marco Antonio, el Plutarco de North describe la primera aparición de Cleopatra así:
Por lo cual, cuando ella recibió diversas cartas, así del propio Antonio como de los amigos de este, hizo tan poco caso y se burló tanto de él, que no se dignó avanzar de otra manera más que tomando en el río Cidno su barca, cuya popa era de oro, las velas de púrpura y los remos de plata, manejados y movidos al son de la música de flautas, oboes, cítaras, violas y otros instrumentos parecidos que tocaban en la barca. Y en cuanto a la persona misma de ella, iba acostada bajo un dosel de tela tejida de oro, aparejada y ataviada de la manera como se pinta comúnmente en los cuadros de la diosa Venus; y junto a ella, a cada lado, unos graciosos niñitos vestidos como los pintores suelen retratar al dios Cupido, con abanicos en sus manos, con los cuales la abanicaban. Sus damas y doncellas, asimismo las más hermosas, estaban vestidas como las ninfas Nereidas (que son hadas de las aguas) y como las Gracias, gobernando unas el timón, tendiendo otras los aparejos y jarcias de la barca, de la cual salía una maravillosa emanación de perfumes que perfumaban la parte del embarcadero, atestada de innumerable multitud de personas. Algunas de ellas seguían la barca a lo largo del río; otras salían corriendo de la ciudad para verla entrar, de modo que al final corría a verla multitud de personas, unas tras otras, que Antonio se quedó solo en la plaza del mercado, en la silla imperial donde daba audiencia.
ENOBARBO: Desde su primer encuentro con Marco Antonio, se metió su corazón en su bolsa; fue sobre el río Cidno.
AGRIPA: Allí apareció, en efecto; o el que me lo ha referido se la imaginó felizmente.
ENOBARBO: Vaya contároslo. La galera en que iba sentada, resplandeciente como un trono, parecía arder sobre el agua. La popa era de oro batido; las velas, de púrpura, y tan perfumadas, que se dijera que los vientos languidecían de amor por ellas; los remos, que eran de plata, acordaban sus golpes al son de flautas y forzaban al agua que batían a seguir más a prisa, como enamorada de ellos. En cuanto a la persona misma de Cleopatra, hacía pobre toda descripción. Reclinada en su pabellón, hecho de brocado de oro, excedía a la pintura de esa Venus, donde vemos, sin embargo, a la imaginación sobrepujar la naturaleza. En cada uno de sus costados se hallaban lindos niños con hoyuelos, semejantes a Cupidos sonrientes, con abanicos de diversos colores. El viento parecía encenderles las delicadas mejillas, al mismo tiempo que las refrescaba, haciendo así lo que deshacía.
AGRIPA: ¡Oh, espléndido espectáculo para Antonio!
ENOBARBO: Sus mujeres, parecidas a las nereidas, como otras tantas sirenas, acechaban con sus ojos los deseos y añadían a la belleza de la escena la gracia de sus inclinaciones. En el timón, una de ellas, que podría tornar por sirena, dirige la embarcación; el velamen de seda se infla bajo la maniobra de esas manos suaves como las flores, que llevan a cabo listamente su oficio. De la embarcación se escapa invisible un perfume extraño, que embriaga los sentidos del malecón adyacente. La ciudad envía su población entera a su encuentro, y Antonio queda solo, sentado en su trono, en la plaza pública, silbando al aire qUe, si hubiera podido hacerse reemplazar, habría ido también a contemplar a Cleopatra, y creado un vacío en la Naturaleza.
AGRIPA: ¡Maravillosa egipcia!
jueves, 7 de mayo de 2020
MALLORCA, LA PRIMERA CINTA SONORA REALIZADA POR UNA MUJER DEL CINE ESPAÑOL
LA NECESARIA PRESENCIA DE LO COTIDIANO
No puedo competir
con las magníficas vidrieras del tiempo de los monjes
ni con los muros que defendieron
las antiguas ciudades
de los bárbaros ataques enemigos.
No poseo el impulso de la épica
ni atesoro las virtudes técnicas del arte.
Vivo en un suburbio,
alejada del esplendor de las construcciones singulares.
No soy nada más que un poco de escayola
a la que el azul del cielo dignifica su presencia.
Carezco del atractivo de lo extraordinario,
pero la luz del día
y el humilde trabajo cotidiano
han moldeado en mí
la profunda belleza
de estar diariamente
a vuestro lado.
miércoles, 6 de mayo de 2020
OBSERVAR LA LUNA DESDE CASA
Borde SSE de la Luna. Fotografía del 5-05-2020. |
![]() |
Luna llena del pasado mes. Fotografía de Irene. |
Otra cuestión importante a la hora de observar, y que conocen bien quienes hacen fotografía, es que la luz frontal aplana las imágenes. Por eso buscamos las primeras horas del día o de la tarde para fotografiar. A la superficie lunar le ocurre lo mismo, recibe la luz solar y donde esta da de forma perpendicular queda totalmente aplanada, de ahí que no sea el mejor momento para observarla cuando está llena. Lo mejor es ir buscando el borde donde se aprecia el relieve lunar, la llamada zona de terminador, la línea que separa la zona iluminada de la zona sin luz. Ahí sí podemos apreciar el relieve lunar, tal y como podéis comprobar en las dos primeras fotografías. Y como esta línea cambia según las fases, lo mejor, si la atmósfera lo permite, es ir observando cada día para poder descubrir el variado relieve que conforma la cara visible de la Luna.
HOMENAJE A GLADYS, XABIER LAKA
![]() |
Homenaje a Gladys, Xabier Laka. Cristina enea. |
Este conjunto escultórico de pequeño tamaño se encuentra en la zona más alta del Parque Cristina enea. Es obra de Xabier Laka, quien la realizó en recuerdo y homenaje a la activista ecologista Gladys del Estal, muerta por la Guardia Civil en 1979 en el transcurso de una manifestación antinuclear que tuvo lugar en Tudela el 3 de junio.
martes, 5 de mayo de 2020
CHARLOTTE STIEGLITZ y HEINRICH STIEGLITZ
![]() |
Ch. Stieglitz. Fuente: Wikipedia. |
![]() |
H. Stieglitz. Fuente: pirckheimer-gesellschaft |
Ella era niña hipersensible y muy inteligente que encontraba alivio en la escritura. Él, un brillante bachiller que apuntaba un futuro extrordinario como poeta.
Charlotte tiene 16 años cuando conoce a Heinrich y queda subyugada por su personalidad. Hienrich soñaba con convertirse en el gran poeta alemán. Se enamoran. Se casan. Viven separados durante el tiempo que él tarda en terminar los estudios (A. Boeckh, von Raumer y Hegel serán sus maestros).
El feliz matrimonio comienza a tener problemas cuando la enfermedad aparece por su casa. En 1826 —ella 20, él 25— los problemas se agudizan y nada parece detenerlos. Charlotte y Heinrich se abisman en el sufrimiento. Ella estaba convencida de que solamente un shock podría salvarlo a él. Se avecina la tragedia. El 29 de diciembre de 1834 le envía a un concierto. Ella se prepara. Se acuesta y se apuñala el corazón. En su escrito de despedida decía que se mataba para producirle una conmoción tal que lo liberara de su colapso psíquico.
Heinrich siguió viviendo 15 años más, pero no llegó nunca a recuperar la brillantez de sus primeros versos.
EL OASIS
¿Cómo consigue la palmera su verde penacho?
¿Cómo gotea el silencioso arroyo?
¡Y en el exterior el sol abrasa,
El mar de arena asciende, hay marea alta!
Un colorido vestido de flores
Está esparcido en el suelo,
Y desde la flores, puro y brillante,
Salta susurrando sobre la fresca fuente.
Muchos compositores utilizaron sus poemas para componer lieder, entre ellos Fanny Hensel, Felix Mendelssohn, Carl Loewe, Heinrich Marschner, Conradin Kreutzer, Carl Gottlieb Reissiger, Ludwig Berger y Bernhard Klein.
lunes, 4 de mayo de 2020
CIMBELINO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 24)
La obra tiene muchos sentimientos justos, algún diálogo natural y algunas escenas agradables, pero se logran a expensas de mucha incoherencia. Señalar lo loco de la ficción, lo absurdo de la conducta, la confusión de los hombres, y los modales de diferentes tiempos y la imposibilidad de los acontecimientos en todo sistema de vida, sería desperdiciar la crítica en una imbecilidad sin consistencia, en faltas demasiado evidentes para detectarlas, y demasiado groseras para agravarlas. Así se expresaba Samuel Johnson en su The Plays of William Shakespeare con respecto a esta obra; obra que, por cierto, era muy del gusto de los románticos. Pero ya sabemos que los gustos son cambiantes y van y vienen según las modas.
Cimbelino es, ciertamente, una propuesta bastante alocada en la que su autor, en plena madurez, diría yo que decide hacer lo que le da la gana, recoger ideas y argumentos ya utilizados en otras —los celos del Otelo, los enredos cortesanos de El rey Lear o los más de calle de La comedia de los errores— para darse el gusto de mostrarnos que la realidad puede consistir en un enriquecimiento y la verdad en un auténtico exceso, como recordó Skura en su análisis psicoanalítico sobre de algunas situaciones y problemas que en ella se presentan.
Veamos: Cimbelino, rey en la antigua Britania romana tiene dos hijos desparecidos desde que eran pequeños y una hija, Imógena, que se ha casado en secreto y sin consentimiento paterno con un simple caballero, Póstumo. Cimbelino está casado en segundas nupcias con una mala malísima, pero él no se entera. La mala malísima tiene un hijo estúpido y engreído, Cloten —que suena como rotten, podrido—. Rey y reina quieren que Imógena, que es un dechado de virtudes, se case con Cloten. Para que olvide a Póstumo, que es buena persona, pero bastante simple, lo mandan a Roma. Luego aparecen los hijos perdidos y hay una batalla entre romanos y britanos, y todos toman parte en ella, incluso cambiando de bando. La victoria es para los buenos, que son todos, aunque en el calor de la refriega se han aporreado malamente. Al final, sale a la luz la verdad. Todo se aclara y la felicidad los acoge en su seno.
Aunque, como casi siempre en este tipo de obras, el personaje más interesante es el de la chica, o sea, Imógena, mira por dónde quien tiene el parlamento más adecuado a esta especie de autoparodia shakespeariana es el de Póstumo que, después de la batalla, y mientras está en la cárcel antes de que se aclare todo, tiene un sueño —como Segismundo— en el que logra ver a su familia. Cuando despierta, encuentra un libro a su lado donde puede leer su futuro, en clave, por supuesto:
domingo, 3 de mayo de 2020
HERÁCLITO - BORGES
![]() |
Editorial |
![]() |
Editorial |
Heráclito puede ser caracterizado como el filósofo del devenir , de la contradición, de la guerra, de la dialéctica. Sea como fuere, ha ejercido una notable influencia. Hegel sacó un gran partido a la armonía de los contrarios. Nietzsche lo admiraba: Su talento es el más raro y menos natural; en un sentido excluye y amenza a todos los otros talentos (La filosofía en la época trágica de los griegos). Heidegger le dedicó un un par de seminarios. Sin embargo, es posible que nadie haya expresado mejor que Borges la esencia misma de su pensamiento.
Heráclito camina por la tarde
de Éfeso. La tarde lo ha dejado,
sin que su voluntad lo decidiera,
en la margen de un río silencioso
cuyo destino y cuyo nombre ignora.
Hay un Jano de piedra y unos álamos.
Se mira en el espejo fugitivo
y descubre y trabaja la sentencia
que las generaciones de los hombres
no dejarán caer. Su voz declara:
Nadie baja dos veces a las aguas
del mismo río. Se detiene. Siente
con el asombro de un horror sagrado
que él también es un río y una fuga.
Quiere recuperar esa mañana
y su noche y la víspera. No puede.
Repite la sentencia. La ve impresa
en futuros y claros caracteres
en una de las páginas de Burnet.
Heráclito no sabe griego. Jano,
dios de las puertas, es un dios latino.
Heráclito no tiene ayer ni ahora.
Es un mero artificio que ha soñado
un hombre gris a orillas del Red Cedar,
un hombre que entreteje endecasílabos
para no pensar tanto en Buenos Aires
y en los rostros queridos. Uno falta.
De La moneda de hierro.