martes, 28 de julio de 2020

CONDORCET, EL FANATISMO Y UN CRÁTER EN LA LUNA

Fuente: Wikipedia.
El caso Condorcet es uno de esos ejemplos que ilustran de manera lamentablemente trágica la estupidez de algunos momentos estelares de la historia, aunque para ser más exacto debería escribir la profunda visceralidad e irracionalidad de determinados movimientos sociales.

Nicolas de Condorcet fue una persona con una inteligencia especialmente dotada. Destacó en vida por sus trabajos matemáticos, pero tal vez hoy sea más apreciado por su papel dentro del movimiento ilustrado y por su defensa de las libertades. 

Julie de Lespinasse dijo de él que era un alma sosegada y moderada en el curso ordinario de la vida, que se convierte en ardiente y fogosa cuando se trata de defender a los oprimidos o de defender lo que aún le es más querido: la libertad de los hombres (citado por Torres del Moral en Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano). Pero dejemos las opiniones y vayamos a los hechos.

Como otros muchos ilustrados, cuando estalla la Revolución francesa, Condorcet no solo se siente ilusionado por la posibilidad de que surja una nueva sociedad acorde a los principios de progreso, conocimiento, justicia y libertad que han estado extendiendo y defendiendo diariamente en sus textos los ilustrados, sino que participa activamente en ella. Fue elegido miembro del Consejo Municipal de París, luego representante de la Asamblea Legislativa. Gracias a él se introdujo la idea de laicismo en la enseñanza, defendió el voto femenino, se oponía a la pena de muerte y era partidario de la reconstrucción pacífica del país.

Sin embargo, cuando todavía estaba redactando el Bosquejo para un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano, el espíritu humano deja de progresar y los jacobinos le declaran fuera de la ley por haber criticado la constitución elaborada por la Convención Nacional. Intenta huir, pero es reconocido y apaleado. Le encierran en la prisión de Bourg-la-Reine y, dos o tres días después, allí muere, antes de que fuera enviado a la guillotina. 

Por desgracia, no ha sido la única persona en la historia de la humanidad víctima de la intolerancia y el fanatismo ideológico, pero resulta dolorosamente irónico que quienes como él han dedicado su vida y sus capacidades a defender la libertad de los demás, la pierdan a manos de quienes se reclaman libertadores.

***
Afortunadamente la Unión Astronómica Internacional fue más benévola con su memoria y le asignó un cráter junto a Mare Crisium. Tímido y esquivo —solo se ve relativamente bien las dos  primeras noches de luna creciente, después queda sumido en el brillo blanco del reflejo de la luz solar que inunda toda la superficie—, pero allí está.

Así es como lo veo yo con mi reflector.


Así se ve con un refractor:

Y así con prismáticos:

PS: Las tres imágenes de la Luna han sido realizadas con Virtual Moon Atlas.

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