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lunes, 10 de julio de 2023

ERRATA. UN LIBRO DE ERRORES HISTÓRICOS

Librerías con algún ejemplar en castellano. En inglés.

Este libro —sería más apropiado llamarlo cuaderno, 12 láminas, 30 páginas—forma parte de esa ingente cantidad de material más o menos didáctico, divertido, bien hecho y muy práctico que el mundo anglosajón produce para ser utilizado tanto particularmente como en las aulas. Se editó en 1992 y se tradujo unos años después. Ahora ya solamente se encuentra en librerías de viejo o de segunda mano.

No estamos ante un libro de historia, es un auténtico pasatiempo muy bien hecho, que sirve, eso sí, para afianzar durante la etapa de aprendizaje algunos conceptos históricos y diferenciar unas culturas de otras, poniendo atención especialmente en la vida cotidiana. Funciona muy bien con edades entre los 10 y los 14 años. Pero, bueno, también puede resultar entretenido con gente mayor.

En cada lámina aparecen diez errores históricos, es decir, diez elementos que no pertenecen ni a la época ni a la sociedad que aparece representada. Yo dejo aquí uno, el del funeral de un jefe vikingo a orillas del Báltico, para que paséis un rato buscando cuáles son esos errores, pues el libro ya no está a la venta, y para advertir de un inexplicable error en una publicación cuya finalidad última es enseñar algo de historia y corregir precismente errores. 

En esta lámina NO hay 10 elementos inexistentes en la época vikinga, sino 11. Los vikingos nunca tuvieron cuernos en sus cascos, por mucho que se empeñen las representaciones populares en ofrecérnoslos así, al menos nunca se ha encontrado ningún casco vikingo que los tuviera, y se han encontrado muchos. Tampoco existe ningún documento escrito de la época que los describiera de esa guisa.

Según parece, esto tiene su origen en las representaciones que de ellos hicieron dos artistas: por un lado, Gustav Malsmtröm, quien los presentó así en La saga de Frithiof a principios del siglo XIX; por otro, Carl Emil Doepler, quien insistió en el último tercio del mismo siglo en darles esa apariencia para el vestuario de El anillo del Nibelungo, de Wagner. 

En fin, ahí tenéis el pasatiempo para este lunes. A ver si os dura unos minutillos. Ampliad la imagen en un ordenador, en un teléfono la cosa puede resultar complicada, pero no es imposible. Ah, la portada también puede entreteneros, pero en ella solamente hay 9 errores, ya que falta una pequeña parte del cielo donde aparecía otro error más. 

Ampliad las imágenes y poned a prueba vuestros conocimientos históricos.


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