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lunes, 26 de febrero de 2024

ALAS, aSombras

 

Me entero de la existencia de este grupo gracias a la programación de Musika-Música, festival al que suelo asistir todos los años. La curiosidad me lleva hasta su su página web, donde leo lo siguiente:

aSombras, nace en el año 2002 de la mano de Alexandra Eseverri e Iñigo Postlethwaite. Su actividad está centrada en la creación y producción de espectáculos, la formación y el diseño de objetos educativos y decorativos inspirados en el teatro de sombras.

Atraídos por la magia y belleza de la luz y la sombra y por sus posibilidades expresivas y creativas, Alexandra e Iñigo viajan a las islas de Java y Bali, donde aún sigue vivo este ancestral arte y estudian de primera mano los orígenes y simbolismos asiáticos del teatro de sombras. Allí descubren que del hilo del que han comenzado a tirar es un bello hilo sin fin…

Este es el equipo que lo forman


ALEXANDRA ESEVERRI
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IÑIGO POSTLETHWAITE
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DIDIER MAES
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MONTAÑA BULLÓN
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MARTA MARCO
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ANA MARÍA SERPA
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IRENE DOMÍNGUEZ
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FLORENCIA FERNÁNDEZ

Y este el espectáculo que tienen colocado en vimeo y que pondrán en escena los días 2 y 3 de marzo; el 2, a las 16:30 días, y el 3, a las 11:00. Una delicia.


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sábado, 25 de febrero de 2023

dFERIA 2023


 Hace ya un tiempo que se hizo público el programa de la XXIX edición del festival de teatro donostiarra y ya hay bastantes entradas vendidas, así pues, si alguna obra te interesa, pasa por la página web del evento y apresúrate, las entradas vuelan. Te interesará tener en cuenta esta información:

ABONOS

25% de descuento comprando tres o más espectáculos. Hasta el 12 de febrero (23.59h). El abono permite comprar entradas para cualquier espectáculo excepto Diptych.

ENTRADAS
VENTA ANTICIPADA

Hasta el 12 de febrero:Gazteszena (Egia), Intxaurrondo K.E., Imanol Larzabal (Lugaritz K.E.), Victoria Eugenia Club, Dantza Aretoa VEA: 12 €
Victoria Eugenia Antzokia: 20 € / 16 € / 12 €
Antzoki Zaharra / Teatro Principal-Fundación SGAE Gunea: 14 € / 12 €

Hasta el 10 de marzo:Gazteszena (Egia), Intxaurrondo K.E., Imanol Larzabal (Lugaritz K.E.), Victoria Eugenia Club, Dantza Aretoa VEA: 14 €
Victoria Eugenia Antzokia: 22 € / 18 € / 14 €
Antzoki Zaharra / Teatro Principal-Fundación SGAE Gunea: 16 € / 14 €

DURANTE dFERIA

11-16 Marzo:Gazteszena (Egia), Intxaurrondo K.E., Imanol Larzabal (Lugaritz K.E.), Victoria Eugenia Club, Dantza Aretoa VEA: 15€
Victoria Eugenia Antzokia: 24 € / 20 € / 15 €
Antzoki Zaharra / Teatro Principal-Fundación SGAE Gunea: 18 € / 15 €
DESCUENTOS
- 10%

Descuento del 10% para los siguientes colectivos:
  • Socios/as Donostia Kultura
  • Personas en paro
  • Jóvenes menores de 30
  • Pensionistas y mayores de 65
Este descuento se llevará a cabo solo en las taquillas.

HORA JOVEN

Entradas a 3 euros para menores de 30 años media hora antes del inicio del espectáculo.

+ Info: en las taquillas de los espacios.

Información actualizada: www.donostiakultura.eus/sarrerak


TAQUILLAS

TEATRO VICTORIA EUGENIA
Argentinako Errepublika 2
20004
Tel.943 481 818
11:30 – 13:30 / De 17:00 hasta el inicio del espectáculo

TEATRO PRINCIPAL
Kale Nagusia, 1
20003
Tel. 943 481 970
De 17:00 hasta el inicio del espectáculo

GAZTESZENA (EGIA K.E.)
Baztan kalea, 21
Tel. 943 291 514
Una hora antes del inicio del espectáculo

INTXAURRONDO K.E.
Felix Gabilondo plaza, 1
Tel. 943 279 343
Una hora antes del inicio del espectáculo

IMANOL LARZABAL (LUGARITZ K.E.)
Heriz pasealekua, 20
TEL. 943 310 780
Una hora ntes del inicio del espectáculo

SAN TELMO MUSEOA
Heriz pasealekua, 20
TEL. 943 481 580
Una hora antes del inicio del espectáculo

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sábado, 30 de abril de 2022

SEDA, de Alessandro Baricco, en el PRINCIPAL

 

Ya estoy de vuelta y me he hecho con un par de entradas para ver la adaptación que Juan Carlos Rubio ha hecho de la novela de Alessandro Baricco. Aunque la adaptación teatral me guste solamente la mitad de lo que me gustó la novela, ya daré por muy bien invertidos los euros de la entrada. La bellísima historia de amor envuelta en un sutil libro de viajes —¿o era al revés?— fue una de las historias más hermosas que leí aquel año. 


Por cierto, todavía quedan entradas a la venta.




HOY, 30 de abril de 2022

19:30

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Путин, немедленно останови войну!

martes, 19 de abril de 2022

TARTUFO, de Molière, en el Victoria Eugenia

 

Tal vez la mejor comedia de uno de los mejores dramaturgos franceses de todos los tiempos, Molière. También la que más quebraderos de cabeza le proporcionó, pues su representación provocó un gran escándalo y fue inmediatamente prohibida. 

Las obras de Molière se suelen clasificar en comedias de intriga, de costumbres y de carácter. A estas últimas pertenecen Don Juan, El Misántropo, El Avaro y Tartufo, que es una magnífica representación de la hipocresía y en ella desenmascara la falsa devoción. Una obra deliciosa y divertidísima que no gustó nada a los "devotos" de la época e hicieron todo lo posible para que se prohibiera.

Pues bien, el 23 de abril, sábado, a las 19:30, tendremos la ocasión de ver la obra en vivo y en directo en el Teatro Victoria Eugenia de Donosti (todavía hay entradas). Pero si no podéis aguantar las ganas de disfrutar, podéis leerla en una traducción libre de la Biblioteca Virtual Universal, o incluso verla en alguna de estas dos versiones y luego comparar con la más moderna de Pepe Viyuela.



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Путин, немедленно останови войну!

domingo, 6 de marzo de 2022

DFERIA 2022

 

Dentro de una semana, el próximo sábado, 12 de marzo, comienza la vigésimo octava edición del festival de teatro donostiarra, DFERIA

Echad un vistazo al programa y no os descuidéis con las entradas, porque desaparecen enseguida.

Os dejo los vídeos promocionales de los espectáculos que disponen de ellos, o que he sido capaz de encontrar:











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Путин, немедленно останови войну!

domingo, 7 de marzo de 2021

DFERIA 2021

Cartel oficial dFERIA

Del 12 al 18 de marzo, una treintena de espectáculos para saciar todos los gustos y estilos.

Programa completo e información práctica, aquí.

No te descuides con las entradas.

Programación escénica

12 de Marzo

una noche sin luna

Una noche sin luna, Juan Diego Botto

  • HORA: 19:00
  • Lugar: Victoria Eugenia Antzokia

lunes, 15 de junio de 2020

EL DÍA D (UNA CREACIÓN DE ARAN DRAMÁTICA)

El confinamiento ha desesperado a muchas personas —la mayoría—, pero también ha incentivado la imaginación creativa de otras. 

Entre quienes se han visto espoleadas por el encierro y las videollamadas se encuentra la gente del grupo extremeño Aran Dramática, que ha creado una webserie a golpe de pantalla y reclusión. 

Eugenio Amaya, el guionista, ha desarrollado una intriga en torno a los preparativos de un golpe de estado en España durante los primeros días del estado de alarma y en el fragor de la pandemia y el confinamiento colectivo.

Hoy publican el primer capítulo:


Tenéis toda la información en el blog de la compañía.

viernes, 8 de mayo de 2020

ANTONIO Y CLEOPATRA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 25)

Se ha dicho multitud de veces que Shakespeare no es original, que toma sus historias y argumentos de otros textos que saquea, pero los engrandece de tal forma que aquello que era trivial y sin gracia pasa a ser en sus manos algo realmente interesante y lleno de vida. Creo que esta es una ocasión inmejorable para ofrecer un ejemplo de eso que tantas veces se dice.

Thomas North tradujo al inglés las Vidas paralelas de Plutarco. De ese texto se valió Shakespeare para componer sus Julio César, Coriolano y esta que ahora comento, Antonio y Cleopatra. La cita es un poco larga, pero merece la pena. En el capítulo XXVI de su vida de Marco Antonio, el Plutarco de North describe la primera aparición de Cleopatra así:

Por lo cual, cuando ella recibió diversas cartas, así del propio Antonio como de los amigos de este, hizo tan poco caso y se burló tanto de él, que no se dignó avanzar de otra manera más que tomando en el río Cidno su barca, cuya popa era de oro, las velas de púrpura y los remos de plata, manejados y movidos al son de la música de flautas, oboes, cítaras, violas y otros instrumentos parecidos que tocaban en la barca. Y en cuanto a la persona misma de ella, iba acostada bajo un dosel de tela tejida de oro, aparejada y ataviada de la manera como se pinta comúnmente en los cuadros de la diosa Venus; y junto a ella, a cada lado, unos graciosos niñitos vestidos como los pintores suelen retratar al dios Cupido, con abanicos en sus manos, con los cuales la abanicaban. Sus damas y doncellas, asimismo las más hermosas, estaban vestidas como las ninfas Nereidas (que son hadas de las aguas) y como las Gracias, gobernando unas el timón, tendiendo otras los aparejos y jarcias de la barca, de la cual salía una maravillosa emanación de perfumes que perfumaban la parte del embarcadero, atestada de innumerable multitud de personas. Algunas de ellas seguían la barca a lo largo del río; otras salían corriendo de la ciudad para verla entrar, de modo que al final corría a verla multitud de personas, unas tras otras, que Antonio se quedó solo en la plaza del mercado, en la silla imperial donde daba audiencia.

Y esto queda transformado así en el segundo acto, escena segunda: 

ENOBARBO: Desde su primer encuentro con Marco Antonio, se metió su corazón en su bolsa; fue sobre el río Cidno.
AGRIPA: Allí apareció, en efecto; o el que me lo ha referido se la imaginó felizmente.
ENOBARBO: Vaya contároslo. La galera en que iba sentada, resplandeciente como un trono, parecía arder sobre el agua. La popa era de oro batido; las velas, de púrpura, y tan perfumadas, que se dijera que los vientos languidecían de amor por ellas; los remos, que eran de plata, acordaban sus golpes al son de flautas y forzaban al agua que batían a seguir más a prisa, como enamorada de ellos. En cuanto a la persona misma de Cleopatra, hacía pobre toda descripción. Reclinada en su pabellón, hecho de brocado de oro, excedía a la pintura de esa Venus, donde vemos, sin embargo, a la imaginación sobrepujar la naturaleza. En cada uno de sus costados se hallaban lindos niños con hoyuelos, semejantes a Cupidos sonrientes, con abanicos de diversos colores. El viento parecía encenderles las delicadas mejillas, al mismo tiempo que las refrescaba, haciendo así lo que deshacía.
AGRIPA: ¡Oh, espléndido espectáculo para Antonio!
ENOBARBO: Sus mujeres, parecidas a las nereidas, como otras tantas sirenas, acechaban con sus ojos los deseos y añadían a la belleza de la escena la gracia de sus inclinaciones. En el timón, una de ellas, que podría tornar por sirena, dirige la embarcación; el velamen de seda se infla bajo la maniobra de esas manos suaves como las flores, que llevan a cabo listamente su oficio. De la embarcación se escapa invisible un perfume extraño, que embriaga los sentidos del malecón adyacente. La ciudad envía su población entera a su encuentro, y Antonio queda solo, sentado en su trono, en la plaza pública, silbando al aire qUe, si hubiera podido hacerse reemplazar, habría ido también a contemplar a Cleopatra, y creado un vacío en la Naturaleza.
AGRIPA: ¡Maravillosa egipcia!

Esta es la diferencia.

Para no alargar excesivamente esta entrada, tan solo quiero recordar que Antonio y Cleopatra es la obra que Shakespeare dedica a la pasión erótica. El personaje femenino, Cleopatra, brilla por encima de todos los demás —¿qué raro, verdad?—. Rica en matices y en acciones, se mueve siempre en el terreno del límite, de lo impreciso, de lo indeterminado; por eso, todavía hoy los especialista siguen discutiendo acerca de si es lujuria o es amor lo que mueve a los protagonistas; si son héroes trágicos o, por el contrario, se dejan arrastrar por sus defectos... Decidir estas y otras cuestiones compete a quien lee y a su capacidad de dejarse arrastrar o no por las palabras, tarea siempre grata cuando lo que tenemos delante de los ojos es un texto tan rico como este.

lunes, 4 de mayo de 2020

CIMBELINO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 24)

La obra tiene muchos sentimientos justos, algún diálogo natural y algunas escenas agradables, pero se logran a expensas de mucha incoherencia. Señalar lo loco de la ficción, lo absurdo de la conducta, la confusión de los hombres, y los modales de diferentes tiempos y la imposibilidad de los acontecimientos en todo sistema de vida, sería desperdiciar la crítica en una imbecilidad sin consistencia, en faltas demasiado evidentes para detectarlas, y demasiado groseras para agravarlas. Así se expresaba Samuel Johnson en su The Plays of William Shakespeare con respecto a esta obra; obra que, por cierto, era muy del gusto de los románticos. Pero ya sabemos que los gustos son cambiantes y van y vienen según las modas. 

Cimbelino es, ciertamente, una propuesta bastante alocada en la que su autor, en plena madurez, diría yo que decide hacer lo que le da la gana, recoger ideas y argumentos ya utilizados en otras —los celos del Otelo, los enredos cortesanos de El rey Lear o los más de calle de La comedia de los errores— para darse el gusto de mostrarnos que la realidad puede consistir en un enriquecimiento y la verdad en un auténtico exceso, como recordó Skura en su análisis psicoanalítico sobre de algunas situaciones y problemas que en ella se presentan.

Veamos: Cimbelino, rey en la antigua Britania romana tiene dos hijos desparecidos desde que eran pequeños y una hija, Imógena, que se ha casado en secreto y sin consentimiento paterno con un simple caballero, Póstumo. Cimbelino está casado en segundas nupcias con una mala malísima, pero él no se entera. La mala malísima tiene un hijo estúpido y engreído, Cloten —que suena como rotten, podrido—. Rey y reina quieren que Imógena, que es un dechado de virtudes, se case con Cloten. Para que olvide a Póstumo, que es buena persona, pero bastante simple, lo mandan a Roma. Luego aparecen los hijos perdidos y hay una batalla entre romanos y britanos, y todos toman parte en ella, incluso cambiando de bando. La victoria es para los buenos, que son todos, aunque en el calor de la refriega se han aporreado malamente. Al final, sale a la luz la verdad. Todo se aclara y la felicidad los acoge en su seno.

Aunque, como casi siempre en este tipo de obras, el personaje más interesante es el de la chica, o sea, Imógena, mira por dónde quien tiene el parlamento más adecuado a esta especie de autoparodia shakespeariana es el de Póstumo que, después de la batalla, y mientras está en la cárcel antes de que se aclare todo, tiene un sueño —como Segismundo— en el que logra ver a su familia. Cuando despierta, encuentra un libro a su lado donde puede leer su futuro, en clave, por supuesto: 

"Cuando un leoncillo desconocido de sí propio encuentre, sin buscarla, una criatura delicada como el aire y sea abrazado por ella; cuando las ramas cortadas de un cedro real, muertas después de numerosos años, revivan, se junten al viejo tronco y reverdezcan, entonces Póstumo verá el fin de sus miserias, la Bretaña será afortunada y florecerá en la paz y la abundancia". Es todavía su sueño, o es la estofa de esos discursos de los locos, engendrados por la lengua, sin el socorro del cerebro. Es una de estas dos cosas, o no es nada. O estas palabras carecen de sentido, o tienen uno que el buen juicio no puede por sí solo descubrir. Sea lo que fuere, las peripecias de mi existencia se parecen a este libro, y quiero guardarlo, aunque sólo sea por simpatía (acto V, esc 4).

No apta para racionalistas integrales ni para fundamentalistas del realismo. En cualquier caso, bastante más divertida que la realidad circundante y menos dañina.

sábado, 2 de mayo de 2020

TROILO Y CRÉSIDA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 23)

Troilo y Crésida tiene un punto nihilista e "intelectual" que no se suele percibir la primera vez que se lee o se ve representada. Es la primera de las "comedias problema" y, tal vez, la más enigmática de las tres. Se basa en una leyenda romántica medieval de la guerra de Troya —Crónica Troyana—, pero que nada tiene que ver con el mundo clásico griego, es decir, con la Ilíada, aunque aparezcan los personajes y la época.

Pero es que, además, como muchas veces ocurre con las obras de Shakespeare, hay posibles referencias y alusiones que no son visibles a no ser que nos hayamos informado previamente. Así, en este caso, parece que en su Aquiles debemos leer una sátira del por entonces caído en desgracia conde de Essex. También deberíamos percibir una parodia de la retórica de Chapman y de la actitud moralizante de Jonson. Pero esto es hilar muy fino; trabajo, en definitiva, de especalistas. Quedémonos en lo que sí podemos percibir hoy: la deslealtad amorosa, la falsedad del honor y la inutilidad de la guerra.

Troilo y Crésida es básicamente dos obras en una. Por un lado, la tragicomedia de la muerte de Héctor, asesinado por Aquiles. Por otro, la traición de Troilo por parte de Crésida, que se entrega a Diomedes cuando tiene que abandonar la ciudad de Troya y entrar en el campamento griego. Todo esto nos aleja mucho de la clásica historia de los héroes griegos. Troilo es un engreido y un enamorado del amor; Héctor, su hermano, un inconstante y codicioso; Agamenón, Néstor y Áyax, unos descerebrados; todos, en definitiva, son personajes poco admirables, y la guerra, la gran locura humana.

Así, pues, Shakespeare utiliza la historia de la guerra de Troya como punto de partida, pero la dota de un carácter completamente diferente, solo un poco más próximo al Troilo y Crésida de Chaucer. A Shakespeare le interesa más ahondar en las relaciones humanas. Y en este profundizar sobre lo humano toda la historia adquiere un tinte sombrío y pesimista, un carácter amargo y oscuro. Las diferencias entre su historia y las de sus predecesores son muchas, tanto en contenido como en los aspectos más "decorativos".

Las palabras meditabundas de Héctor en la escena 5 del acto IV bien pueden representar ese tono en el que se mueve la obra:

...Todo el fin lo corona
Y el viejo árbitro común, el tiempo, 
Pondrá término un día.

O estas otras de Ulises en la tercera escena del tercer acto:

Pues que ingenio, hermosura, 
Alcurnia, fuertes huesos, mérito en el servicio de valía, 
Amistad, caridad y amor, están sujetos 
Al tiempo calumnioso y envidioso.

Aquí os dejo esta valiente puesta en escena del Teatro dei Borgia (está en italiano):



martes, 28 de abril de 2020

BIEN ESTÁ LO QUE BIEN ACABA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 22)

Bien está lo que bien acaba o A buen fin no hay mal principio, según la traducción que manejéis, es otra de las "obras problema", porque se mueve simultáneamente en el terreno de la comedia, del drama e incluso de la tragedia. 

La historia que Shakespeare nos cuenta aquí es la de un joven conde bastante inoperante y malcriado del que está enamorada una joven que vale mucho más que él en todos los sentidos —como en otras muchas obras del autor—, y de cómo teniendo todas las papeletas para que Helena/Elena (según traducciones), la joven, encuentre y consiga una pareja de su talla, al final se case con él. 

Por supuesto, para llegar hasta semejante y ¿feliz? desenlace tendrán que ocurrir unas cuantas aventuras donde se demuestre la valía Helena y la apatía de Beltrán para cualquier otro asunto que no sea la milicia. No falta tampoco el engaño de ella para introducirse en la cama de Beltrán aprovechando la nocturnidad, como tampoco falta la sustracción del anillo de él, lo que servirá como prueba de la hazaña.

Transitando por toda la obra encontramos otro de los personajes característicos de este tipo de dramas: el bufón, el loco, el charlatán, en este caso Parolles —recordad que en francés paroles significa palabras—. Él será el encargado de poner las palabras y decir todo aquello que los demás personajes no pueden nombrar por inadecuado, estrafalario, fingido o sencillamente falso, según las ocasiones.

Y también como siempre nos encontramos con una sorprendente y altísima dosis de reflexiones que Shakespeare nos va regalando para que pensemos sobre ellas: La tela de nuestra vida es de una fibra mezclada; nuestras virtudes se enorgullecerían si no las fustigaran nuestros defectos, y nuestros crímenes se desesperarían si no les tuvieran cariño nuestras virtudes (Señor primero, act IV, esc 3).

Así, entre aventura y engaño, el gran maestro de lo que constituye el ser humano va dejando materia de reflexión para especialistas del consciente y del inconsciente. Y todo gracias a esa increíble habilidad para recoger de otros lo que no supieron o no se atrevieron a enunciar claramente.

viernes, 24 de abril de 2020

MEDIDA POR MEDIDA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 21)


La crítica especializada ha clasificado hace mucho tiempo bajo el marbete de "obras problema" o también "comedias oscura" —problem play, dark comedy—tres que no encajaban ni como comedias, ni como tragedias, ni como dramas. Son Troilo y Crésida, Bien está lo que bien acaba y Medida por medida. Y es que Shakespeare nunca fue muy fiel a géneros ni a normas, por eso los neoclásicos veían en su obras más defectos que virtudes.

Independientemente de que en toda su obra siempre podamos comprobar esa tendencia a la mezcla de géneros, es cierto que en estas tres de final feliz la acritud y la amargura adquieren un tono muy superior a otras anteriores, la naturaleza humana se ensombrece tanto que hasta los finales, liberatorios sin duda, nos resultan extraños. 

Estos tres minutos y medio de Atención obras os darán buena cuenta del argumento:


Ya véis, Shakespeare siempre anda enredando en los entresijos del ser humano para intentar averiguar qué somos y por qué nos comportamos como lo hacemos. Y como la realidad no es simple, ni directa, nos encontramos con personajes amorales que mantienen discursos preclaros y llenos de honestidad; o tropezamos con personajes muy solventes que dicen cosas demasiado deleznables. Y si además rondan por ahí los límites del poder, las convicciones más profundas y la muerte, todo se hace más complejo y oscuro.

Un ejemplo de la parte disparatada y surrealista de la obra. Bernardino es un preso que pasa de todo, hasta de la muerte, y lo van cambiar por Claudio para engañar al regente. El Duque, que ha abandonado su labor de gobierno, está en esta escena disfrazado de monje y dispuesto a ofrecer consuelo al condenado.

Horrorez (el verdugo): ¡Hola, tunante! trae acá a Bernardino.
Pompeyo (criado de Pordemás): ¡Señor Bernardino! ¡Es menester que os levantéis para que os ahorquen, señor Bernardino!
Horr: ¡Eh! ¡hola! ¡Bernardino!
Bernardino (prisionero disoluto): (Dentro.) ¡Que un rayo os parta las gargantas! ¿Quién arma ese ruido? ¿Quién eres?
Pom: Vuestro buen amigo el verdugo, señor mio. Tendréis la amabilidad de levantaros y de dejaros ahorcar.
Bern: (Dentro.) ¡Largo, bribón, largo! Tengo sueño.
Horr: Dile que es forzoso que se despabile, y pronto.
Pom: Por Dios, señor Bernardino, sacudid el sueño hasta que os hayan  degollado, y dormid luego.
Horr: Entra y sácale.
Pom: Ya viene, señor, ya viene. Oigo crujir la paja.
Horr: ¿Está el hacha en el tajo, tunante?
Pom. Todo está listo, señor.
(Sale Bernardino.)
Bern: ¿Qué tal, Horrorez?, ¿qué hay de nuevo?
Horr: A decir verdad, quisiera que te entregaras un rato a tus rezos; pues, mira, aquí está la órden.
Bern: ¡Bellacos! He pasado la noche entera bebiendo; no estoy preparado para eso.
Pom: Tanto mejor, gentilhombre; pues si después de beber toda la noche le ahorcan a uno por la mañana tempranito, tanto mejor podrá dormir durante todo el día siguiente.
Horr: Mira, aquí viene el padre confesor. ¿Crees aún que es broma?
(Sale el Duque, disfrazado.)
Duque: Buen hombre, movido por mi caridad, y habiendo oído cuán próxima estaba la hora de tu partida, vengo a aconsejarte, a ofrecerte consuelo, y a rezar contigo.
Bern: Nada de eso, fraile. He estado bebiendo largo toda la noche, y me han de dar más tiempo para ponerme a bien con Dios, o de otro modo que me aplasten los sesos con porras. Lo cierto es que no me conformo con morir hoy.
Duque: Amigo, es fuerza, y por lo tanto, ruego que midas la jornada que te espera.
Bern: Juro que no hay persuasión en hombre capaz de hacerme morir hoy.
Duque: Pero escucha.
Bern: Ni una palabra. Si tienes algo que decirme, ven a mi calabozo; pues de allí no salgo hoy.
(Se va.)
Duque: Es tan indigno para morir como para vivir. ¡Pecho de pedernal! Seguidle, mozos. Y arrastradlo al patíbulo sin tregua
(act IV, esc 3).

lunes, 20 de abril de 2020

OTELO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 20)


YAGO: ¿Pues no has de remediarlo? La voluntad es el hortelano de la vida, y puede criar en ella ortigas y cardos, o hisopos y tomillo; una sola yerba o muchas; enriquecer la tierra o empobrecerla; tenerla de barbecho o abonarla. Para eso es la prudencia, el seso y el libre albedrío. Si en la balanza de la humana naturaleza, el platillo de la razón no contrapesara al de los sentidos, nos llevaría el apetito a cometer mil aberraciones. Pero por dicha tenemos la luz de la mente que doma esa sensualidad, de la cual me parece que no es más que una rama lo que llamáis amor (act I, esc 3).

Las grandes obras de Shakespeare son tan conocidas que hasta quien no haya leído o visto Otelo sabe que la enfermiza emoción que se pone en evidencia en esta obra es la de los celos. Y seguramente también sepa que Otelo es el personaje cegado por ellos y que Yago es el malo malísimo encargado de poner todo patas arriba a su alrededor. 

La astucia y la inteligencia de Yago domina toda la obra. De hecho, cualquier persona que lea la cita de arriba, sin tener más información, puede pensar que se trata de un personaje sabio y mesurado, uno de esos que ponen equilibrio en todas cuantas acciones participa. Nada más lejos de la realidad. Yago utilizará toda las capacidades de su inteligencia para destruir la pareja formada por Desdémona y Otelo. Y no encontrará mejor manera que sembrar el veneno de los celos.

El infame personaje, en un corto espacio de tiempo, conseguirá construir una situación caótica, manipulando con extrema pericia cuantos hilos tiene a su alcance y cuantos personajes están a su alrededor. Pero si Shakespeare nos ofrece toda la potencia del mal del que es capaz una persona a través de Yago, también nos ofrece toda la estupidez de quien se deja arrastrar por una emoción tan posesiva y dañina como es la de los celos. 

Yago es el detonante, la mente perversa que pone en marcha los peores sentimientos, pero no es el único responsable. Otelo no está exento de ella, de responsabilidad. La ceguera absoluta en la que se deja envolver, y de la que no saldrá hasta el mismo final de la obra, es el ejemplo a evitar, es la terrible enseñanza que Shakespeare nos deja.

En este Estudio 1 del 72 trabajaban Alfredo Alcón, Maribel Martín, Fernando Guillén, Manuel Galiana, Manuel Dicenta, Jesús Tordesillas, Charo Soriano y Sancho Gracia. Pero como siempre defiendo, leedla primero, la excelencia de las palabras del inglés es algo que está por encima de cualquier interpretación, es un regalo de la literatura universal. Y Otelo es, en mi opinión, la más sobria, la más ajustada, la que posee unos diálogos más estrechamente unidos al desarrollo del argumento.



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Y no te olvides de mandar mensajes de ánimo a los enfermos que se mantienen aislados en los hospitales.

viernes, 17 de abril de 2020

LOS DOS HIDALGOS DE VERONA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 19)

Los dos hidalgos de Verona no es una de las comedias más populares Shakespeare, pero sí es una de las más ligeras y divertidas, y tiene la ventaja de contar con un personaje desternillante, bueno dos, él y su perro. Lo que viene muy bien para una reclusión tan larga y sostenida como la que estamos padeciendo. Oidle hablar:

LANZA: ¡He aquí lo que son las cosas! Cuando un criado se porta con su amo como un perro, todo va mal. Éste es un animal a quien ha criado desde su más tierna infancia y a quien salvé de un naufragio con tres o cuatro hermanos y hermanas ciegos. Lo he instruido tan cuidadosamente como quien hubiera de decir: "Así se educa a un perro". Mi amo me había mandado ir a ofrecer como regalo a doña Silvia, pero en cuanto entré en el comedor, emprendió carrera en derechura a la despensa y se apoderó de una pierna de capón. ¡Oh! ¡Es terrible que un perro no sepa portarse bien en sociedad! Para mí un perro debiera proponerse ser un verdadero perro, un perro en todo y por todo. Gracias a que he tenido el ingenio de decir que había sido yo el culpable, que si no, tan seguro como estoy aquí que acabo en la horca. Vais a juzgar. Imaginaos que debajo de la mesa del duque se mezcla en la compañía de tres o cuatro perros bien nacidos. No hacía dos minutos que estaba allí, cuando —advertí esto— el olfato de todos los convidados notó su presencia. "¡Fuera ese perro!" —dice uno—. "¿Qué perro es ése?" —dice otro—. "¡Echadle!" —añade un tercero— . "¡Que lo ahorquen!" —exclama el duque—. Yo, cuya nariz hacía mucho tiempo que estaba enterada, reconocí a mi Crab. Fui al encuentro del que ya blandía el látigo y le dije: "Amigo, vais a zurrar a ese perro, ¿no es eso?..." "¡Vive Dios! ¡Pues claro!" —me contestó—. "Eso será una injusticia —repliqué—, pues he sido yo quien ha cometido la falta". Con lo que, sin más ceremonia, me echaron a la calle a puntapiés. ¿Qué amos harían otro tanto por sus criados? ¡Palabra de honor! Infinitas veces he pisado la cárcel por robar mi perro pasteles. En una ocasión me pusieron en la picota por haber matado él unas ocas. Y ahora... ¡Sinvergüenza, has olvidado ya todo eso! ¡Granuja! ¡Recuerdo la partida que me has jugado al despedirme de doña Silvia! ¿No te había encomendado tener fijos en mí los ojos y hacer cuanto yo hiciera? ¿Cuándo me has visto a mí levantar la pierna y ensuciar las faldas de una dama? ¿Cuándo me has visto cometer semejante falta de educación? ¡Dilo! (act IV, esc 4).

En esta comedia vais a encontrar algunas de los recursos típicos que luego aparecerán en otras obras —digo luego porque esta es una de las primeras obras de Shakespeare—: una mujer que recurre al disfraz de hombre; la distinción de personajes de distintas clases (clase alta, clase baja; amos y criados); el bosque como escenario, con el simbolismo que supone... En fin, esas cosillas marca de la casa.

Más necesario me parece advertir que estamos situados en un momento histórico en el que las relaciones de amistad eran consideradas en algunos aspectos más nobles y merecedoras de elogio que las relaciones entre amantes. Esto explica el final, que pueden resultar sorprendente para algunas personas en la actualidad. 

No he encontrado una representación digna en castellano, pero sí esta otra en inglés que, si domináis el idioma, estoy seguro de que os va a gustar.



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Y no te olvides de mandar mensajes de ánimo a los enfermos que se mantienen aislados en los hospitales.

miércoles, 15 de abril de 2020

NOCHE DE REYES (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 18)


Toda la obra de Shakespeare es un inmenso juego de espejos, una creación intelectual para ayudarnos a desenmascarar la realidad. ¿O es al revés?. Las palabras engañan y el arte puede ayudarnos a reconocer cuanto nos rodea. Touchstone, el bufón de Como gustéis, se adelantaba trescientos años a Pessoa y nos recordana que la poesía más verdadera es la más engañosa

Engañoso puede resultar todo en esta obra, desde las parejas y las relaciones que se establecen entre ellas hasta la rivalidad —medio en broma medio en serio— que podemos intuir con el dramaturgo contemporáneo Ben Jonson, pasando por la epifanía —¿qué aparición?— del Día de Reyes, siempre ausente, o la falta de razón de Malvolio, castigado sin piedad por su peligroso puritanismo. 

¿Es Orsino un amante verdadero o un amante del amor? ¿Cómo debemos entender la pasividad de la encantadora Viola? ¿Por qué se encuentra siempre al borde de la violencia esta comedia? ¿Es el amor una pasión arbitraria o un sentimiento determinado y dirigido? ¿Está realmente loco Feste, o es quizá el único cuerdo? 

Pero no os preocupéis, dejaos engañar por las bellísimas palabras del inglés para que ese tren llamado corazón distraiga, una vez más, a la razón. Se abre el telón:

Si es del amor la música sustento,
seguid tocando, hartadme de armonía,
que hastiado el dulce anhelo enferme y muera.
La estrofa repetid: murió tan dulce;
hirió mi oído como blanda brisa
que sopla sobre un campo de violetas,
robando y dando olor. Cesad; no cantes:
no suena ya tan dulce como ántes.
¡Tirano amor, cuán vivo y fresco eres!
Pues aunque todo cabe en tu ancho seno,
como en el mar, en él nunca entra nada,
por esforzado y válido que sea,
que en precio y en valor no pierda al punto:
tan lleno está el amor de fantasía,
que él solo de fantástico se precia.

(act I, esc 1)

Os dejo en compañía de Morfeo Teatro (pero que eso no os impida leer la obra): 

lunes, 13 de abril de 2020

LA FIERECILLA DOMADA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 17)


La primera vez que leí La fierecilla domada tenía dieciséis años y no me gustó. Hoy, con muchos más años a la espalda, sigue sin gustarme, pero al menos se me ha pasado ese extraño sentimiento de culpabilidad. Admito sin problemas que no todo shakespeare tiene la misma calidad ni el mismo empuje humano. Y no es que me descoloque ese prólogo que a nada conduce y de cuyos personajes no sabemos nada más una vez adentrados en el primer acto. Es que la disparatada e injustificable historia que el primerizo Shakespeare nos cuenta no se sostiene en casi ninguno de sus cimientos.

Enunciada la mayor, reconozco que hay escenas y parlamentos sueltos que no solamente harían reír al público de su época, bien distinta a la nuestra, sino también al público actual. El surrealismo estrambótico de lo que podríamos reconocer como el rapto de Catalina (act III, final esc 2) no deja de tener su gracia, dentro del disparate que supone recurrir a las armas en casa amiga. Veamos: vuelve el séquito de familiares y amigos de celebrar la boda y Petrucho (el casado) dice sentir no poder quedarse a la celebración. Todo el mundo manifiesta su estrañeza y le ruega que se quede como mínimo al banquete, pero el novio sigue en sus trece:

PETRUCHO: Irán a comer, Kate, si tú se lo mandas. Obedeced a la novia los que habéis formado su séquito; id a la fiesta, levantad buena algazara, divertíos señoreando; bebed abundantemente por su virginidad, sed alegres, hasta la locura... o id a que os ahorquen. En cuanto a mí, hermosa Kate, debes venir conmigo... No, no me mires altanera, no patalees, no mires azorada, no te encolerices... Quiero ser dueño de lo que me pertenece. Catalina es mi bien, mis muebles; es mi casa, mi ajuar casero, mi campo, mi granero, mi caballo, mi buey, mi asno, mi todo. Y aquí está: que se atreva alguien a tocarla. Haré sentir mi fuerza al más orgulloso que se atraviese en mi camino a Padua. Grumio, echa mano a la espada, estamos sitiados de ladrones. Salva a tu ama, si eres hombre. No temas, mi querida moza, nadie te tocará, Kate; yo te escudaré contra un millón de enemigos.

Pero que esta obra no me guste a mí, no quiere decir que pueda gustar a otras personas. Yo, por si acaso, aquí dejo el montaje que hicieron para Estudio 1 en 1979 bajo la dirección de Francisco Abad.


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sábado, 11 de abril de 2020

COMO GUSTÉIS (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 16)

Shakespeare no inventa el monólogo, es un procedimiento que toma de la tradición para ambientar acontecimientos, aumentar así el dramatismo, y, sobre todo, profundizar en las dimensiones psicológicas de los personajes. No lo inventa, pero lo lleva a su máxima expresión. Caso paradigmático y archiconocido es el de Hamlet. Como gustéis también tiene su monólogo famoso en la voz del melancólico Jaime/Jacques (act II, esc 7).

El mundo es un gran teatro,

y los hombres y mujeres son actores.

Todos hacen sus entradas y sus mutis

y diversos papeles en su vida.

Los actos, siete edades. Primero, la criatura,

hipando y vomitando en brazos de su ama.

Después, el chiquillo quejumbroso que, a desgano,

con cartera y radiante cara matinal,

cual caracol se arrastra hacia la escuela.

Después, el amante, suspirando como un horno

y componiendo baladas dolientes

a la ceja de su amada. Y el soldado,

con bigotes de felino y pasmosos juramentos,

celoso de su honra, vehemente y peleón,

buscando la burbuja de la fama

hasta en la boca del cañón. Y el juez,

que, con su oronda panza llena de capones,

ojos graves y barba recortada,

sabios aforismos y citas consabidas,

hace su papel. La sexta edad nos trae

al viejo enflaquecido en zapatillas,

lentes en las napias y bolsa al costado;

con calzas juveniles bien guardadas, anchísimas

para tan huesudas zancas; y su gran voz

varonil, que vuelve a sonar aniñada,

le pita y silba al hablar. La escena final

de tan singular y variada historia

es la segunda niñez y el olvido total,

sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada.


Sí, así es, Shakespeare nunca deja de ser él mismo y sus comedias, por lo general, nunca son comedias solamente. En ellas casi siempre se entrelazan acontecimientos dramáticos, cuando no trágicos, y por eso nos encontramos con personajes tan profundamente meditativos como este Jacques, que carece del porte, la presencia y la fuerza de Rosalinda, pero al que el autor le concede un par de monólogos de gran prestancia.

Sin embargo, Cómo gustéis no sería practicamente nada sin la existencia de Rosalinda a la que dota de frescura, de imaginación y de vitalidad, de ahí su popularidad, aunque no estemos a finales del siglo XIX y no podamos sostener el comentario de Bernard Shaw sobre su fama: La popularidad de Rosalinda se debe a tres causas principales. Primero, solo habla en verso blanco durante unos minutos. Segundo, sólo lleva falda durante unos minutos (...). Tercero, corteja al hombre en lugar de esperar a que el hombre la corteje.

La interpretación que realiza la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid bajo la dirección de Charo Amador, aun siendo una interpretación no profesional, tiene grandes logros. Disfrutadla.




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jueves, 9 de abril de 2020

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 15)

Como siempre, Shakespeare recicla argumentos y situaciones utilizadas anteriormente, pero él las lleva a una altura muy superior. En Mucho ruido y pocas nueces están Matteo Bandello y Castiglione (la idea del amante engañado con el parecido de otra persona que no es su amada). Pero todo eso da igual, es trabajo de rastreo para especialistas. 

Lo que más gusta de esta obra, y sin duda el aspecto más reseñable de esta comedia, es el enfrentamiento dialéctico entre Beatriz y Benedicto, dos personajes que sin ser propiamente los protagonistas acaparan toda la atención con sus diálogos tan brillantes como mordaces. Ellos son la representación de los escépticos del amor, pero que, sin embargo, acabarán cayendo en sus redes. 

Otro aspecto que suele resultar muy atractivo de esta comedia romántica es la defensa del hedonismo. Todo invita a disfrutar de la vida: el tiempo, la naturaleza, la juventud de la mayor parte de los personajes, el marco en que se desarrolla, la fiesta de disfraces... Todo la ambientación está preparada para invitarnos a disfrutar del amor y sus placeres. 

Eso sí, para llegar hasta el final hay que atravesar unas cuantas dificultades. Y yo diría que no son las menores algunos excesos argumentativos que no llegan a estar nunca explicados, lo que provoca un cierto quebranto de la verosimilitud, tan importante ella misma para que todo fluya con ligereza.

Pero no sufráis,

niñas.

No sufráis.

Que el hombre es un farsante.

Un pie en la tierra,

otro en el mar.

Jamás será constante.

¿Por qué sufrir?

¡Dejadles ir!

Y disfrutad

la vida.

Vuestros suspiros convertid

en cantos de alegría.

No cantéis,

niñas.

No cantéis lamentos

de infortunio.

El hombre falso siempre fue

desde que el mundo es mundo.

¿Por qué sufrir?

¡Dejadles ir!

Y disfrutad la vida.

Vuestros suspiros

deberéis convertir

en cantos de alegría.





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