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lunes, 25 de agosto de 2025

EPÍSTOLA MORAL A FABIO

Esta joya de la literatura española en castellano es mucho más conocida por sí misma que por su autor, pues fue equivocadamente atribuida a Bartolomé Leonardo de Argensola en un primer momento; después, a Francisco de Rioja, y todavía en la reimpresión de 1930 (que es la que yo tengo, la primera impresión es de 1908) de la célebre antología de Marcelino Menéndez y Pelayo constaba como probablemente de Fernández de Andrada. Tuvieron que aparecer dos eruditos, primero Adolfo de Castro y luego Dámaso Alonso para dejar clara la autoría: Andrés Fernández de Andrada, del que prácticamente no sabemos nada, salvo que fue capitán del ejército y que murió en México, olvidado de todos y al margen de toda riqueza.

En palabras de María Zambrano, esta epístola es un pequeño tratado filosófico en que la moral se hace poética (...) para que con su dulcificación sea más cumplida (Poesía y filosofía, p 324 y ss). De técnica exquisita, su naturalidad, su fluidez y su sencilla e impecable dicción, han convertido estos tercetos en una de las composiciones más emotivas y sinceras de la poesía del siglo XVII, que es mucho decir, pues estamos hablando de ese período que se conoce como el siglo de oro de la literatura española.

Me permito la osadía de resaltar algunos tercetos. 



    Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do el ambicioso muere
y donde al más activo nacen canas.
 

    El que no las limare o las rompiere
ni el nombre de varón ha merecido,
ni subir al honor que pretendiere.

    El ánimo plebeyo y abatido
elija en sus intentos temeroso
primero estar suspenso que caído;

    que el corazón entero y generoso
al caso adverso inclinará la frente
antes que la rodilla al poderoso.

    Más triunfos, más coronas dio al prudente
que supo retirarse, la fortuna,
que al que esperó obstinada y locamente.

    Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna.

    Dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes su ribera.

    Aquel entre los héroes es contado
que el premio mereció, no quien la alcanza
por vanas consecuencias del estado.

    Peculio propio es ya de la privanza
cuanto de Astrea fue, cuanto regía
con su temida espada y su balanza.

    El oro, la maldad, la tiranía
del inicuo, precede y pasa al bueno,
¿qué espera la virtud o en qué confía?

    Vente, y reposa en el materno seno
de la antigua Romúlea, cuyo clima
te será más humano y más sereno.

    Adonde, por lo menos, cuando oprima
nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno
“¡Blanda le sea!”, al derramarla encima;

    donde no dejará la mesa ayuno
cuando en ella te falte el pece raro
o cuando su pavón nos niegue Juno.

    Busca, pues, el sosiego dulce y caro,
como en la oscura noche del Egeo
busca el piloto el eminente faro;

    que si acortas y ciñes tu deseo
dirás: “Lo que desprecio he conseguido;
que la opinión vulgar es devaneo.”

    Más quiere el ruiseñor su pobre nido
de pluma y leves pajas, más sus quejas
en el bosque repuesto y escondido,

    que agradar lisonjero las orejas
de algún príncipe insigne, aprisionado
en el metal de las doradas rejas.


    Triste de aquel que vive destinado
a esa antigua colonia de los vicios,
augur de los semblantes del privado.

    Cese el ansia y la sed de los oficios;
que acepta el don y burla del intento
el ídolo a quien haces sacrificios.

    Iguala con la vida el pensamiento,
y no le pasarás de hoy a mañana,
ni aun quizá de uno a otro momento.

    Casi no tienes ni una sombra vana
de nuestra grande Itálica, y, ¿esperas?
¡Oh terror perpetuo de la vida humana!

    Las enseñas grecianas, las banderas
del senado y romana monarquía
murieron, y pasaron sus carreras.

    ¿Qué es nuestra vida más que un breve día,
do apenas sale el sol, cuando se pierde
en las tinieblas de la noche fría?

    ¿Qué más que el heno, a la mañana verde,
seco a la tarde? ¡Oh ciego desvarío!
¿Será que de este sueño me despierte?

    ¿Será que pueda ver que me desvío
de la vida viviendo, y que está unida
la cauta muerte al simple vivir mío?

    Como los ríos, que en veloz corrida
se llevan a la mar, tal soy llevado
al último suspiro de mi vida.

    De la pasada edad, ¿qué me ha quedado?,
o, ¿qué tengo yo a dicha, en la que espero,
sino alguna noticia de mi hado?

    ¡Oh si acabase, viendo cómo muero,
de aprender a morir, antes que llegue
aquel forzoso término postrero;

    antes que aquesta mies inútil siegue
de la severa muerte dura mano,
y a la común materia se la entregue!

    Pasáronse las flores del verano,
el otoño pasó con sus racimos,
pasó el invierno con sus nieves cano;

    las hojas que en las altas selvas vimos
cayeron, ¡y nosotros a porfía
en nuestro engaño inmóviles vivimos!

    Temamos al Señor que nos envía
las espigas del año y la hartura,
y la temprana lluvia y la tardía.

    No imitemos la tierra siempre dura
a las aguas del cielo y al arado,
ni la vid cuyo fruto no madura.

    ¿Piensas acaso tú que fue criado
el varón para el rayo de la guerra,
para surcar el piélago salado,

    para medir el orbe de la tierra
y el cerco por do el sol siempre camina?
¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra!

    Esta nuestra porción alta y divina,
a mayores acciones es llamada
y en más nobles objetos se termina.

    Así aquella, que al hombre sólo es dada,
sacra razón y pura, me despierta,
de esplendor y de rayos coronada,

    y en la fría región, dura y desierta,
de aqueste pecho enciende nueva llama,
y la luz vuelve a arder que estaba muerta.

    Quiero, Fabio, seguir a quien me llama,
y callado pasar entre la gente
que no afecto a los nombres ni a la fama.

    El soberbio tirano del Oriente,
que maciza las torres de cien codos
del cándido metal puro y luciente,

    apenas puede ya comprar los modos
del pecar; la virtud es más barata,
ella consigo misma ruega a todos.

    ¡Mísero aquel que corre y se dilata
por cuantos son los climas y los mares,
perseguidor del oro y de la plata!

    Un ángulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares.


    Esto tan solamente es cuanto debe
naturaleza al parco y al discreto,
y algún manjar común, honesto y leve.

    No, porque así te escribo, hagas concreto
que pongo la virtud en ejercicio:
que aun esto fue difícil a Epicteto.

    Basta, al que empieza, aborrecer el vicio,
y el ánimo enseñar a ser modesto;
después le será el cielo más propicio.

    Despreciar el deleite no es supuesto
de sólida virtud; que aun el vicioso
en sí proprio le nota de molesto.

    Mas no podrás negarme cuán forzoso
este camino sea al alto asiento,
morada de la paz y del reposo.

    No sazona la fruta en un momento
aquella inteligencia que mensura
la duración de todo a su talento.

    Flor la vimos ayer hermosa y pura,
luego materia acerba y desabrida,
y sabrosa después, dulce y madura.

    Tal la humana prudencia es bien que mida
y compase y dispense las acciones
que han de ser compañeras de la vida.

    No quiera Dios que siga los varones
que moran nuestras plazas macilentos,
de la verdad infames histrïones;

    estos inmundos, trágicos, atentos
al aplauso común, cuyas entrañas
son oscuros e infaustos monumentos.

    ¡Cuán callada que pasa las montañas
el aura, respirando mansamente!
¡Qué gárrula y sonora por las cañas!

    ¡Qué muda la virtud por el prudente!
¡Qué redundante y llena de ruido
por el vano, ambicioso y aparente!

    Quiero imitar al pueblo en el vestido,
en las costumbres sólo a los mejores,
sin presumir de roto y mal ceñido.

    No resplandezca el oro y las colores
en nuestro traje, ni tampoco sea
igual al de los dóricos cantores.

    Una mediana vida yo posea,
un estilo común y moderado,
que no le note nadie que le vea.

    En el plebeyo barro mal tostado
hubo ya quien bebió tan ambicioso
como en el vaso múrrino preciado;

    y alguno tan ilustre y generoso
que usó, como si fuera vil gaveta,
del cristal transparente y luminoso.

    Sin la templanza, ¿viste tú perfeta
alguna cosa? ¡Oh muerte! Ven callada,
como sueles venir en la saeta;

    no en la tonante máquina preñada
de fuego y de rumor; que no es mi puerta
de doblados metales fabricada.

    Así, Fabio, me enseña descubierta
su esencia la verdad, y mi albedrío
con ella se compone y se concierta.


    No te burles de ver cuánto confío,
ni al arte de decir, vana y pomposa,
el ardor atribuyas de este brío.

    ¿Es, por ventura, menos poderosa
que el vicio la verdad? ¿O menos fuerte?
No la arguyas de flaca y temerosa.

    La codicia en las manos de la suerte
se arroja al mar, la ira a las espadas,
y la ambición se ríe de la muerte.

    Y ¿no serán siquiera tan osadas
las opuestas acciones, si las miro
de más nobles objetos ayudadas?

    Ya, dulce amigo, huyo y me retiro
de cuanto simple amé: rompí los lazos;
ven y sabrás al alto fin que aspiro
antes que el tiempo muera en nuestros brazos.

[La ortografía y disposición que he utilizado es la que aparece en Mil años de poesía española]

Y para acompañar su lectura, la muy apropiada música de laúd. 

 

***  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 20 de agosto de 2025

UN LIBRO (O DOS), UN POEMA (Tennyson)

 #unlibrounpoema

 

Ejemplar de la B. Central

Thomas Hardy tenía, entre otras muchas virtudes como narrador, el talento para introducir en el texto citas que esclarecen, subrayan y dan brillo a lo que se está contando en ese momento, y lo hace siempre indicando la procedencia autorial. Es una práctica que realizó de manera tan mesurada como brillante, en Tess, la de los d'Urberville. Sin embargo, al menos en la traducción que yo he leído, en la página 272 introduce una estrofa sin alusión a la autoría. Pensé que se trataría de una autocita, de un poema propio, cosa que yo mismo hago en este blog  —cuando no indico la fuente es porque el material que publico, sea imagen, texto o lo que sea, se trata de algo propio—.

La estrofa, más allá de su pertinencia en el pasaje, me gustaba mucho por sí misma. La traducción es de M. Ortega y Gasset (revisión de Carmen Criado)

Deja a tu hermana orar en su inocencia

a su infantil cielo de optimismo,

no ensombrezca tu negro escepticismo

la armoniosa paz de su existencia. 

Acudí, por tanto, a las tres ediciones que conozco de su poesía (antologías, no poesía completa), pero nada. Decidí traducir malamente al inglés los versos para que el idioma propio de Hardy me ayudara... y hubo suerte, el buscador me llevó a la The Victorian web, donde me mostraba la sección XXXIII de In memoria, largo poema compuesto en recuerdo de su amigo Arthur Henry Hallam, quien falleció el 15 de septiembre de 1835 en Viena. Seguramente, la mayor elegía compuesta en lengua inglesa.

O thou that after toil and storm
Mayst seem to have reach'd a purer air,
Whose faith has centre everywhere,
Nor cares to fix itself to form,

Leave thou thy sister when she prays,
Her early Heaven, her happy views;
Nor thou with shadow'd hint confuse
A life that leads melodious days.

Her faith thro' form is pure as thine,
Her hands are quicker unto good:
Oh, sacred be the flesh and blood
To which she links a truth divine!

See thou, that countess reason ripe
In holding by the law within,
Thou fail not in a world of sin,
And ev'n for want of such a type. 

Corroboré en la traducción que José Luis Rey hizo para Cátedra en 2022 y, efectivamente, ese es el poema cuya segunda estrofa aparece traducida en la novela. Rey lo tradujo así: 

Oh tú, que tras esfuerzos y tormentas

    pareces alcanzar unos aires más puros,

    cuya fe en cualquier sitio tiene el centro,

y no les importa no encarnar en forma.

 

deja para tu hermana, cuando rece,

    su Cielo tan temprano, y sus vistas alegres;

    no deberías confundir con sombras

una vida de días tan melodiosos.

 

Ella tiene una fe tan pura como tú,

    y sus manos trabajan para el bien:

    ¡sagrado sea el cuerpo y sea la sangre

a los que ella une la divina verdad!

 

Y tú, que consideras gran razón

    el guiarte, por esa ley interna,

    tú no vas a caer en mundo de pecado,

incluso aunque ese fuera tu deseo.

 

Otro día dedicaré a la novela de Hardy un comentario. Hoy simplemente me quedo con esa segunda estrofa traducida por Ortega y Gasset (el hermano, no el filósofo).

PS: La BBC realizó una miniserie, excelente adaptación de la novela, que está traducida y en CD. La película de Polanski era una adaptación más libre.     

***



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 13 de agosto de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Roger Wolfe)

Editorial

#unlibrounpoema
 


Roger Wolfe, como podéis ver en la entrada de Wikipedia, ha escrito fundamentalmente poesía, pero después de llevar unos años practicando ese género, ha dedicado también su trabajo a la novela y al ensayo.

Esta antología de Renacimiento fue prologada por Luis Alberto de Cuenca, mientras que de la selección de poemas se encargó Karmelo C. Iribarren. En ella se recogen poemas de los títulos que van desde Días perdidos en los transportes públicos (1992) hasta el arte en la era del consumo (2001). 

 

LA TORTURA, VIEJO Y LITERARIO GÉNERO...

 

Me hablaba 

del cielo de Esmirna, 

de las doradas cúpulas 

que alumbra la tarde veneciana,  

del aire perfumado y cómplice de ciertas 

umbrosas callejuelas tunecinas, la belleza 

inenarrable de Florencia, 

y —cómo iba a faltar— 

de ese cafetín donde en Lisboa 

martirizaba los versos el Poeta...


Hay gente en ocasiones que deseas 

que fuera un libro, para así 

poder cerrarla con un sonoro y seco 

golpe de la mano, sin marcar la página, 

y devolverla luego para siempre 

al lugar en que por derecho corresponde:


los mustios anaqueles 

de una rancia biblioteca.


***



LA ÚLTIMA NOCHE DE LA TIERRA



El mirlo de todos los años ha vuelto a visitar mi casa 

y todavía sigo aquí. 

Su música no cambia y eso ya lo he escrito. 

Pero mi trabajo es constatar lo obvio 

y eso es lo que el mirlo me viene a recordar. 

El tiempo pasa, la gente se hace vieja, se muere, 

por su propia mano o con ayuda. 

Las palabras van bajando por el desagüe 

de lo que alguien ha llamado la intrahistoria. 

Todo fluye y se pierde, los ríos en el mar, 

el mar en la inmensidad inabarcable del cosmos, 

el cosmos en la nada de la que no debió salir. 

Mientras tanto tecleamos. 

Un sordo tamborileo contra siglos de muerte programada 

y un futuro de certera incertidumbre. 

Un batallón de patéticos amanuenses del olvido 

exigiendo dos camisas para el camino hacia el patíbulo. 

Pero no es el frío el problema, sino el miedo. 

Y es el mirlo, en su ignorancia, el que sabe la verdad. 

Cumple sin la más mínima estridencia 

el ritual que le ha impuesto la biología. 

Luego morirá. Sin epitafios, como éste, 

que se deshagan con una mueca indiferente 

entre las llamas de la última noche de la Tierra, 

cuando nadie entienda ya ningún significado, 

si es que algo tuvo sentido alguna vez.


***


LAS PALABRAS

 

Las palabras son inútiles, tercas, retorcidas 

como tornillos que no entran rectos. 

Y me cansan. Pero son lo único que tengo. 

Los juguetes de un niño pobre. 

Yacen destripadas a mi alrededor. 

Todo su encanto se derrama por sus vientres abiertos. 

El mecanismo hace tiempo que dejó de resultar 

intrigante o atractivo. 

No hay desafío. No hay chispa. No hay color. 

El mundo es tan gris como mi asco. 

Las palabras son los puntales de mi abulia. 

Pero son –lo he dicho, lo repito– lo único que tengo.


***


miércoles, 6 de agosto de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Balam Rodrigo)

#unlibrounpoema
 

La enciclopedia de la literatura en México presenta así al poeta: Nació en Villa de Comaltitlán, Chiapas, 11 de octubre de 1974. Escritor de poesía, ensayo, crónica y divulgación de la ciencia, desde 2005 ha impartido conferencias, cursos y talleres de poesía para niños, jóvenes y adultos en veintiocho estados del país, así como en universidades e instituciones de Argentina (Universidad Nacional de La Plata), Estados Unidos (The University of Texas at Arlington; San José State University; University of California, Berkeley; University of California, Davis; Georgetown University; The University of Maryland; University of Texas at El Paso; Hofstra University; Hunter College), Colombia (Universidad EAFIT; Universidad de Antioquia; Universidad Externado de Colombia), Guatemala (Universidad de San Carlos; Universidad Rafael Landívar); El Salvador (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas); Honduras (Universidad Nacional Autónoma de Honduras) y Puerto Rico (Universidad de Puerto Rico). Licenciado en Biología por la Facultad de Ciencias de la UNAM. Estudió la Maestría en Ciencias Biológicas y un diplomado en Teología Pastoral. Se ha desempeñado como docente en instituciones del sector salud en materia de bioética, religiones y tradiciones de la muerte en México. Colaborador de diversas publicaciones con artículos de divulgación científica, crónica, cuento, ensayo y poesía.

Esta es su obra publicada en títulos propios o en antologías compartidas: 

Hábito lunar
México, D. F.: Praxis.

    Poemas de mar amaranto
    Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas.

      Silencia
      México, D. F.: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas (Hechos en Palabras).

        La luz que va dando nombre : veinte años de la poesía última en México 1965-1985
        Vv aa.
        Selección de Álvaro Solís. Selección y prólogo de Alí CalderónJorge Mendoza RomeroMéxico, D. F.: Secretaría de Cultura de Puebla.

          Porque algún día faltarán cuentos : antología (otra) del cuento joven en Chiapas
          Vv aa.
          Compilación de Fernando TrejoTuxtla Gutiérrez, Chiapas: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas.

            Larva agonía
            Toluca: Instituto Mexiquense de Cultura (Piedra de Fundación).

              Libelo de varia necrología
              México, D. F.: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes [CONACULTA] (Fondo Editorial Tierra Adentro; 380) / Dirección General de Publicaciones [CONACULTA].

                El oro ensortijado : poesía viva de México
                Vv aa.
                Prólogo de Jorge Mendoza Romero. Antología de Jorge Mendoza RomeroMario Bojórquez. Antología de Álvaro SolísAlí CalderónMéxico, D. F.: Círculo de Poesía / Ediciones Eón (Poesía) / The University of Texas at El Paso / Secretaría de Cultura de Puebla / Escuela de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

                  Jaime Sabines : 83 aniversario : 83 poetas
                  Vv aa.
                  Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: Gobierno del Estado de Chiapas / Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas.

                    Icarías
                    México, D. F.: Proyecto Literal (Limón Partido).

                      Antología de poesía contemporánea : México y Colombia
                      Vv aa.
                      Bogotá, Colombia: Embajada de México / Cangrejo editores.

                        Cuatro murmullos y un relincho en los llanos del silencio
                        Guanajuato, Guanajuato: Ediciones La Rana (Premios Nacionales).

                          Lumbre en el almaje : muestra de poesía mexicana (1970-1985)
                          Vv aa.
                          Prólogo y selección de Iván Cruz OsorioGuatemala, Guatemala: Catafixia Editorial.

                            Cantar bajo la nieve
                            Vv aa.
                            Compilación de Oliverio ArreolaToluca, Estado de México: Centro Toluqueño de Escritores.

                              Braille para sordos
                              Toluca, Estado de México: Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal / Fondo Editorial Estado de México (Colección Letras/Poesía) / Secretaría de Educación del Estado de México.

                              Desmemoria del rey sonámbulo
                              : Consejo Nacional para la Cultura y las Artes / Ediciones Monte Carmelo / Secretaría de Cultura del Estado de Guerrero.

                                Libro de sal
                                México, D.F.: Posdata (Lágrima de Batavia).

                                  Un manojo de lirios para el retorno
                                  Vv aa.
                                  Compilación de Luis Daniel PulidoFernando TrejoTuxtla Gutiérrez, Chiapas: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas (Biblioteca Popular de Chiapas).

                                    Iceberg negro
                                    Monterrey, Nuevo León: Atrasalante (Poesía).

                                      Sobras reunidas
                                      Edición de Ricardo Lugo ViñasCiudad de México: Secretaría de Cultura.

                                        Marabunta
                                        Ciudad de México: Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit / Secretaría de Cultura.

                                        Colibrije
                                        Estado de México: Fondo Editorial Estado de México FOEM (Colección Letras / Poesía).

                                        Libro centroamericano de los muertos
                                        México, D. F.: Fondo de Cultura Económica / Instituto Nacional de Bellas Artes / Instituto Cultural de Aguascalientes [ICA] / Secretaría de Cultura.

                                        Lengüerío : poetas en el poemuralismo
                                        Vv aa.
                                        Ciudad de México: Ediciones del Lirio.

                                          Las etapas del día : 50 años del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes (1968-2018)
                                          Vv aa.
                                          Selección y prólogo de Luis Vicente de AguinagaCiudad de México: Fondo de Cultura Económica / Instituto Cultural de Aguascalientes [ICA].

                                            Estrategia del poema
                                            Vv aa.
                                            Compilación de Armando SalgadoCiudad de México: Bitácora de Vuelos Ediciones.

                                              Tañedor de cadáveres
                                              Monterrey, Nuevo León: Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León [CONARTE].

                                              Ceibario
                                              Ciudad de México: Lengua de Barro.

                                              Machete sin hoja al que le falta el mango
                                              Guatemala, Guatemala: Editorial Cultura.






























                                                LA JAULA DE LOS ESPEJOS (2 fragmentos)



                                                A Jewish giant at home with his parents in the Bronx, New York (Diane Arbus, 1970)



                                                4.

                                                a) Ahora David es el gigante. No hay filisteos rodeando los muros de Israel, pero el ejército de los ojos ha sitiado los cuatro muros de su pequeña Jerusalem. Goliat es la cámara y su párpado minúsculo. Basta con mover la honda de las pupilas y lanzar un guijarro de luz para que caiga el gigante sin guedejas y se quiebre sin escudo, sin espada. Pero este David es más bello y más vasto que todo el desierto del Neguev. Su voz de niño es el trino roto de un petirrojo que muere de frío acurrucado en los agrietados muros de Meguiddó. No hay filisteos aquí, pero ¿quiénes somos nosotros mirando al gigante David, al que danza con el pequeño corazón desnudo, inmóvil?

                                                b) Huyen del corazón, filisteas e incircuncisas, las palabras. Decir sin ellas: David es un gigante acromegálico; quizá Goliat también. Sombra de rubias guedejas sobre la arena del desierto, filos de noche sobre la lengua como dagas de sal. Del vado de su cuerpo toma David cinco palabras; brillan en su mano, muertas como cantos rodados vencidos por la sangre: pesan menos que la luz. Circuncisos de corazón y ojos, arrojamos un grito de piedra hacia el cielo raso del papel, decapitamos cabezas con la lengua de Goliat. Mastines que muerden la alfombra roída, desenvainamos la imagen reflejada en la lente y leemos en ella las gotas de silencio que caen desde la boca de David. Detrás de las ventanas balan corderos: rumian estrellas, oyen gemir al mar en el desierto.

                                                c) El ejército del asombro ha decapitado al gigante del miedo, ese Goliat que derribó Diane con sólo lanzar una córnea de plata al monstruo del corazón. (1)


                                                (1) Los retratos de Diane Arbus son característicos por los personajes que fotografiaba. Su obra está influida por la película Freaks. La parada de los monstruos y por el libro Alicia a través del espejo. “Freaks han sido lo que más he fotografiado”, dijo alguna vez.



                                                Untitled (1) (Diane Arbus, 1970-71)


                                                6.

                                                a) Toda belleza es monstruosa, aunque no hay más monstruo que el corazón. Toda fotografía de Diane es un juguete poético, un fragmento de la eternidad, rescoldo de una pira sagrada cuya brasa termina por devorarnos el alma.

                                                b) Ella lo sabía mejor que nadie. Sus fotos nos revelan que no existe la fealdad. Es otra la belleza: lengua de espejo con su negro envés. Si Diane tomaba una fotografía de dos ángeles, del otro lado del papel podíamos admirar la muchedumbre de su espalda, la nuca como un hacha partiendo en sombras la luz. El corazón no late, obtura ruidos de parvada. Sangre adentro, fotografía adentro, aletea.

                                                c) Todos somos monstruos, lo normal no existe: ilegible anagrama de la belleza —endriago ebrio—, somos perfectos gemelos del horror. (2)

                                                (2) Diane documentó fotográficamente manicomios, campos nudistas, “freaks”, personas discapacitadas (los apartados del “sueño americano”), “anormales” y cócteles de la alta sociedad neoyorkina. Lo que deja entrever el inexacto mensaje de la “perfección” física capitalista.


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