Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Poesía. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de enero de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Stéphane Mallarmé)

Editorial
Traductor: Antonio Martínez Sarrión
#unlibrounpoema
 

Habiendo estado en París la semana pasada, me debo a mí mismo y, por supuesto, a la ciudad, la delicadeza de que este miércoles figure aquí un poeta francés, más exactamente parisino. 

Para este miércoles he elegido el que puede ser el poema más esclarecedor del quehacer poético de Mallarmé, poeta siempre difícil, riguroso y que exige del lector una atención constante.

Veamos el poema:


DON DEL POEMA


¡Aquí te traigo el hijo de una noche idumea!

Negra, de ala sangrante y pálida, sin plumas,

por el cristal que, al fuego, de oros y aroma ardía,

por los gélidos rombos de un vidrio opaco aún,

se coló el alba rumbo a la impoluta lámpara.

¡Palmas! Y cuando al fin presentó la reliquia

a ese padre que esboza una sonrisa hostil,

la soledad azul y estéril ha temblado.

¡Oh nodriza! con tu hija y tu inocencia

y tus helados pies, acoge el triste fruto.

Con tu voz que recuerda viola y clavecín

¿oprimirás con dedo marchito el seno suave

donde fluye la hembra en blancor sibilino

para labios que el virgen azul del aire buscan?


La primera pista viene dada por el título. El poeta no nos va a contar historias de personas, ni nos va a seducir con algún acontecimiento, un paisaje o alguna otra realidad exterior. Nos va a hablar del poema, de la poesía, de la escritura y sus dificultades. Estamos ante una poética.

En el primer verso nos presenta el poema como un hijo del que el poeta es padre, pues él es el autor. El poema ha sido escrito durante la noche y el que la noche sea idumea nos remite a "Herodías", ese largo poema en el que estuvo trabajando prácticamente durante toda su vida desde que comenzó a redactar los primeros versos allá por 1864.

Aclarado este tema, todo lo demás resulta más comprensible, aunque conviene recordar el simbolismo del azul para el parisino. Lo azul es en su poesía la manera de evocar la belleza y el sueño. Así, pues, en estos catorce versos estamos leyendo la resistencia que pone la contingencia al trabajo del poeta. El amanecer es negro y se parece a un pájaro herido, porque representa el disgusto del escritor ante la llegada del día, que le va a impedir seguir escribiendo. Así, también, su obra, su poema, considerado una reliquia, pues no deja de ser un remanente de lo que en principio el autor tenía pensado. El poema termina pidiendo para sí la leche nutricia (blancor sibilino) que alimenta a los recién nacidos, en este caso el don, la cualidad de expresar con precisión y exactitud aquello que no alcanza a expresar todavía.

Seguramente, en el aparato de imágenes que utiliza Mallarmé en esta composición influyó el hecho de que su hija Geneviève hubiera nacido un año antes de la escritura de este poema. 

En su lengua original, el poema es profundamente melódico:


DON DU POÈME

Je t’apporte l’enfant d’une nuit d’Idumée !
Noire, à l’aile saignante et pâle, déplumée,
Par le verre brûlé d’aromates et d’or,
Par les carreaux glacés, hélas! mornes encor
L’aurore se jeta sur la lampe angélique,
Palmes! et quand elle a montré cette relique
A ce père essayant un sourire ennemi,
La solitude bleue et stérile a frémi.
Ô la berceuse, avec ta fille et l’innocence
De vos pieds froids, accueille une horrible naissance
Et ta voix rappelant viole et clavecin,
Avec le doigt fané presseras-tu le sein
Par qui coule en blancheur sibylline la femme
Pour des lèvres que l’air du vierge azur affame?

***

lunes, 13 de enero de 2025

REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 20

Sophora japonica




La mejor manera de viajar, descubrir rincones nuevos y entablar relaciones afectivas, estéticas, cordiales y amistosas no es hacerlo mermado de salud en un ambiente de enero parisino sin sol y bajas temperaturas, pero así como cierta música me ayuda a sobrellevar estados físicos fráncamente lastimosos, existen rincones, gestos, imágenes, palabras u obras de arte que me alivian el malestar, exactamente igual que un buen medicamento. No tienen efectos tan duraderos, pero a mí me resultan de gran ayuda, porque me aportan esas dosis de felicidad instantánea que me impulsa y revitaliza. Puede parecer muy raro, pero tengo esa extraña ¿cualidad?

Andaba yo medio entumecido por el frío, afiebrado y bastante cansado, cuando al salir del Pequeño Trianon, me encontré de bruces con este magnífico y añoso ejemplar de sófora que, a pesar de ser crudo invierno, lucía majestuoso. Un estupendo espectáculo vital reservando energía para el esplendor primaveral (si queréis verlo cargado de hojas, en la fotografía de Wikipedia podéis hacerlo. Es el que está a la izquierda del palacete. Entre él y el edificio se puede apreciar la figura de 4 o cinco personas). 

En la página del Ministerio para la Transición Ecológica cuentan que fue Bernard de Jussieu (1699-1777) quien lo introdujo en Europa. Tal vez fue él mismo quien hizo que se plantara donde ahora se encuentra o, acaso, su hijo, también botánico reputado y erudito, Antoine-Laurent de Jussieu (1748-1836). 

Rafael Morales, empujado por la tristeza de ver un ejemplar quizás semejante a este, pero constreñido por el loco desarrollo del ladrillo, escribió este soneto en otro tiempo:

LA ACACIA CAUTIVA


Cercada por ladrillos y cemento,
por asfalto, carteles y oficinas,
entre discos de luz, entre bocinas
una acacia cautiva busca un viento.

Busca un campo tranquilo, el soñoliento
río sonoro que en sus aguas finas
lleva luces que fluyen diamantinas
en sosegado y suave movimiento.

Busca el salto del pez, el raudo brillo
de su escama fugaz y repentina,
con rápida sorpresa de cuchillo.

Busca la presurosa golondrina,
no la brutal tristeza del ladrillo
que finge roja sangre en cada esquina.

***

PS: Mañana dejaré una pequeña colección de obras de arte del Museo de Orsay.

***

miércoles, 8 de enero de 2025

Arthur Rimbaud, une biographie


Reconstrucción dramatizada de la vida del poeta Arthur Rimbaud (el enlace lleva al cuadernillo que preparé en 2005). La narración se apoya en los testimonios de sus allegados: madre, hermana, amigo de la infancia, profesor y Paul Verlaine.


Título original: Arthur Rimbaud, une biographie.

Año: 1991

Director: Richard Dindo. 
Guion: Richard Dindo. 
Música: Philippe Hersant, Alejandro Massó. 
Fotografía: Pío Corradi, Helena Vagnières. 
Reparto: Bernard Bloch, Christiane Cohendy, Madeleine Marie, Albert Delpy, Jean Dautremay, Bernard Freyd, Hans-Rudolf Twerenbold, Jacques Bonnaffé. 
Productora: Ciné Manufacture / La Sept Cinéma / Les Films d'Ici / Télévision Suisse-Romande (TSR). 
Subtitulos: Ergo Felix Culpa.

Y como en la próxima sesión iremos de la mano de la pareja de poetas más famosa y complicada de la historia de la literatura francesa, pasad por la entrada en la que recogí la conferencia de Mauro Armiño, La extraña pareja, y posterior lectura poética comentada.

También podéis acudir a la breve selección de poemas de Verlaine de 2007.

***

viernes, 3 de enero de 2025

FILÓSOFOS EN LIBERTAD, Umberto Eco

Editorial
Traducción: Bernardo Valdés
Esta divertida y estupenda sorpresa me llegó antes de que acabara el año. El Eco más joven y juguetón me ha hecho pasar un buen rato mientras leía sus versos. En ellos, como si se tratara de una particularísima microhistoria de la filosofía, nos ofrece su punto de vista sobre algunos de los grandes nombres de la filosofía occidental, a los que después añade escritores Joyce o Proust e incluso unas impagables "Chansons à boire" para congresos científicos. Pero antes de copiar aquí algún poema quiero destacar algunas palabras de la Nota preliminar que nos dejó en 1992. 

Primero nos habla de las viñetas (hay una cuantas que podéis ver aquí) origen de toda la obra: Me permito volver a publicar Filósofos en libertad, cuyo origen es el siguiente: las viñetas sobre la historia de la filosofía las hice primero, en cantidad diez veces mayor, durante algunos congresos en la Universidad de Turín. Después llegaron los versos, se hicieron algunas publicaciones, la cosa fue creciendo y el resultado final es el que tenemos, muy bien editado por Libros del zorro rojoEn otro momento nos explica que tras los Filósofos en libertad y los dedicados a Proust, a Mann y a Joyce, fue añadiendo más poemillas que escribió en épocas distintas, casi siempre durante congresos aburridísimos. Importante y muy divertida me parece la anécdota que nos cuenta: Sé de gente que lo ha utilizado para preparar los exámenes de selectividad (lo cual, sin ser un lisonja de la obra, es sin duda una vergüenza para esta institución inquisitorial).  Y termina advirtiéndonos: El elevado ideal ético que ha dominado todos y cada uno de estos divertimentos ha sido siempre el de una absoluta corrección científica. Espero que sirvan de advertencia a las futuras generaciones: bromear, sí, pero seriamente (el destacado es mío).

Os dejo ahora el dedicado a 


LOS ANALISTAS DEL LENGUAJE


Con el insípido acento

de ese Oxford macilento,

contrario a los malditos

metafísicos viejitos,

ha surgido de la nada

una grey iluminada

de sabios que con coraje

analizan el lenguaje.


Ellos toman como guía

lo que Stevenson decía,

más que el pan los alimenta

lo que Gilbert Ryle les menta,

solo pueden afirmar

lo que dicen Hall o Hare,

junto a sus manes amados

es Rossi-Landi adorado,

también cuando no están tristes,

de Preti hacen muchos chistes.


Cuando Heidegger les larga

con su teoría amarga:

"la nada mucho nadea",

el analista se mea

y le dice «¡cierre el pico!,

no sea usted un borrico;

tendré la mente alelada

pero no entiendo de su Nada,

deme cualquier accidente

y le encuentro el referente.

Su frase acaso resuena,

y aunque me parece buena

y tiene digna presencia,

me provoca reticencia.

Si digo "da las manzanas",

no me ando por las ramas

ni me voy a la deriva,

pues la frase es prescriptiva.

La falsa filosofía

a la nada se confía.

Pero deja de ser vana

referida a la manzana.

Si tus frases analizas

no lo haces todo trizas.

Las ideas nebulosas 

no se avienen con mi prosa

y las dejo yo, a fe mía,

a la libre poesía, 

cuyas pseudoafirmaciones

propias son de esos mamones».


Y analiza esto y aquello 

el analista, ¡qué bello!,

con el lema de afirmar

lo que no puede probar.

De este modo, que evidencio,

se ve abocado al silencio.


Si queréis leer unos cuantos más, la editorial tiene un pdf con bastantes páginas liberadas.

***

miércoles, 1 de enero de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Karmelo C. Iribarren)

Editorial
#unlibrounpoema
 

He tenido la suerte de leer todos los poemarios de Karmelo C. Iribarren y este último incluso antes de que se publicara. No es que esto tenga ninguna importancia, pero a mí me hace ilusión.

En este La última del domingo Iribarren sigue siendo Iribarren en toda su plenitud y se mantiene fiel a su inconfundible y personalísimo estilo: una mirada desengañada sobre el mundo a lo Baroja, unas gotas de tristeza, un cierto afecto por lo ajado-cotidiano, un vivo ingenio y una construcción limpia del poema con sorpresa final. 

Os dejo el poema que abre la colección y el que la cierra:


LA RUTINA


Quién sabe si por su lentitud

o porque sus colores

preferidos

son el gris

y el azul desgastado, sin brillo,

de las chaquetas de los oficinistas,

no goza entre los jóvenes

de buena prensa.

De todo lo bueno que les pasa de largo

la responsabilizan a ella.

Los viejos, sin embargo, incluso rezan

para que no falte a la cita

al día siguiente.

Detesta las euforias

desmedidas, las sorpresas

y el culto excesivo a la esperanza.

No le hace falta más que un rato

para bajarle los humos

a lo espectacular.

Después de las catástrofes y las guerras,

después del infierno del desamor,

aparece ella,

como si nada,

y te ayuda a seguir adelante.





LA ÚLTIMA DEL DOMINGO


El cielo tiene color

de tinta china.

Allí enfrente,

paralelos al río, los árboles

—esqueléticos, temblando—

parecen colocados

para su ejecución.


No hay un alma en la calle,

ni luz en las ventanas,

ni apenas tráfico en la autopista.


No hay vida.

                   Y, sin embargo,

no está todo perdido.


Aquí abajo, en la plaza,

acaba de encenderse

el neón de El Álamo.


                                Bajaremos

a defender el fuerte.


Feliz año y felices lecturas


***

jueves, 26 de diciembre de 2024

ROSALÍA DE CASTRO, Marina Mayoral

  Marina Mayoral es en estos momentos la mayor especialista sobre Rosalía de Castro, es quien se ha ocupado de la edición revisada de toda su obra para la prestigiosa Biblioteca Castro y la que impartió un curso en cuatro conferencias en 1985, cuando se celebraba el centenario de su muerte. Tiene, asimismo, publicados los siguientes ensayos sobre la vida y la obra de Rosalía: La poesía de Rosalía de Castro, 1974; Rosalía de Castro y sus sombras, 1976; Rosalía de Castro, 1986.

Las cuatro conferencias están enmarcadas dentro del centenario de la muerte de la escritora gallega organizadas por la Fundación Juan March





***

miércoles, 25 de diciembre de 2024

CANTO XXVI, INFIERNO, DIVINA COMEDIA

Editorial
#unlibrounpoema

En su viaje por el infierno, el purgatorio y el cielo, Dante es acompañado por Virgilio en los dos primeros y por Beatriz en el último. En el primero de esos espacios nos vamos a encontrar multitud de personajes contemporáneos del poeta (podríamos entender esto como una venganza poética) y otra multitud de personajes de la antigüedad. 

La primera vez que leí este clásico, hace ya muchos años, me sorprendió tanto como me entristeció encontrármelos allí, condenados por el florentino al sufrimiento eterno. Mi ser adolescente se rebelaba contra esa condena. Más adelante, cuando empecé a saber de la formación teológica y filosófica del poeta, también comencé a entender que la edad media y la Suma Teológica del de Aquino no podían salvarlos del sitio donde se encontraban. La época y las creencias eran las que eran. Esto ya ni me preocupa ni me ocupa el pensamiento. Pero sí hay un par de tercetos que me siguen pareciendo fundamentales. Son los que he destacado en destacado en rojita (permítaseme decirlo así).

El Canto XXVI es ese en el que aparece Ulises, quien interrogado por Virgilio nos ofrece su explicación y nos recuerda qué es lo que verdaderamente nos empuja a iniciar una nueva empresa: la pasión de conocer. Lo que movió a Ulises es lo mismo que sigue moviendo a cuantas personas en la historia de la humanidad se han aventurado a descubrir nuevos senderos por donde pueda transitar el conocimiento y, acaso, con ello, mejorar un poquito las condiciones vitales de la sociedad. 

[Me he permitido cambiar un par de palabras por eso de favorecer el más fácil entendimiento de lo expresado y he enlazado los nombres propios por la misma razón].

¡Goza, Florencia, ya que eres tan grande,
que por mar y por tierra bate alas,
y en el infierno se expande tu nombre! 

Cinco nobles hallé entre los ladrones
de tus vecinos, de donde me vino
vergüenza, y para ti no mucha honra. 

Mas si el soñar al alba es verdadero, 
conocerás, de aquí a no mucho tiempo,
lo que Prato, no ya otras, te aborrece. 

No fuera prematuro, si ya fuese:
¡Ojalá fuera ya, lo que ser debe!
que más me pesará, cuanto envejezco. 

Nos marchamos de allí, y por los peldaños
que en la bajada nos sirvieron antes,
subió mi guía y tiraba de mí. 

Y siguiendo el camino solitario,
por los picos y rocas del escollo,
sin las manos, el pie no se valía. 

Entonces me dolió, y me duele ahora,
cuando, el recuerdo a lo que vi dirijo,
y el ingenio refreno más que nunca, 

porque sin guía de virtud no corra;
tal que, si buena estrella, o mejor cosa,
me ha dado el bien, yo mismo no lo enturbie. 

Cuantas el campesino que descansa
en la colina, cuando aquel que alumbra
el mundo, oculto menos tiene el rostro,

cuando a las moscas siguen los mosquitos,
luciérnagas contempla allá en el valle,
en el lugar tal vez que ara y vendimia;

toda resplandecía en llamaradas
la bolsa octava, tal como advirtiera
desde el sitio en que el fondo se veía. 

Y como aquel que se vengó con osos, 
vio de Elías el carro al remontarse,
y erguidos los caballos a los cielos,

que con los ojos seguir no podía,
ni alguna cosa ver salvo la llama,
como una nubecilla que subiese; 

tal se mueven aquéllas por la boca
del foso, mas ninguna enseña el hurto,
y encierra un pecador cada centella. 

Yo estaba tan absorto sobre el puente,
que si una roca no hubiese agarrado,
sin empujarme hubiérame caído. 

Y viéndome mi guía tan atento
dijo: "Dentro del fuego están las almas,
todas se ocultan en donde se queman."

"Maestro —le repuse—, al escucharte
estoy más cierto, pero ya he notado
que así fuese, y decírtelo quería: 

¿quién viene en aquel fuego dividido,
que parece surgido de la pira
donde Eteocles fue puesto con su hermano?"

Me respondió: "Allí dentro se tortura
a Ulises y a Diomedes, y así juntos 
en la venganza van como en la ira;

y dentro de su llama se lamenta
del caballo el ardid, que abrió la puerta
que fue gentil semilla a los romanos.

Se llora la traición por la que, muerta,
aún Daidamia se duele por Aquiles,
y por el Paladión se halla el castigo".

"Si pueden dentro de aquellas antorchas
hablar —le dije— pídote, maestro,
y te suplico, y valga mil mi súplica, 

que no me impidas que aguardar yo pueda
a que la llama cornuda aquí llegue;
mira cómo a ellos lleva mi deseo". 

Y él me repuso: "Es digno lo que pides
de mucha loa, y yo te lo concedo;
pero procura reprimir tu lengua.

Déjame hablar a mí, pues que comprendo
lo que quieres; ya que serán esquivos
por ser griegos, tal vez, a tus palabras".

Cuando la llama hubo llegado a donde
lugar y tiempo pareció a mi guía,
yo le escuché decir de esta manera: 

"¡Oh vosotros que sois dos en un fuego,
si os merecí, mientras que estaba vivo,
si os merecí, bien fuera poco o mucho, 

cuando altos versos escribí en el mundo,
no os alejéis; mas que alguno me diga
dónde, por él perdido, halló la muerte".

El mayor cuerno de la antigua llama
empezó a retorcerse murmurando,
tal como aquella que el viento fatiga; 

luego la punta aquí y acá moviendo,
cual si fuese una lengua la que hablara,
fuera sacó la voz, y dijo: "Cuando 

me separé de Circe, que me sustrajo
más de un año allí junto a Gaeta,
antes de que así Eneas la llamase,

ni la filial dulzura, ni el cariño
del viejo padre, ni el amor debido,
que debiera alegrar a Penélope,

vencer pudieron el ardor interno
que tuve yo de conocer el mundo,
y el vicio y la virtud de los humanos

mas me arrojé al profundo mar abierto, 
con un leño tan sólo, y la pequeña
tripulación que nunca me dejaba. 

Un litoral y el otro vi hasta España,
y Marruecos, y la isla de los sardos,
y las otras que aquel mar baña en torno.

Viejos y tardos ya nos encontrábamos,
al arribar a aquella boca estrecha
donde Hércules plantara sus columnas, 

para que el hombre más allá no fuera:
a mano diestra ya dejé Sevilla,
y la otra mano se quedaba Ceuta".

"Oh hermanos —dije—, que tras de cien mil
peligros a occidente habéis llegado,
ahora que ya es tan breve la vigilia 

de los pocos sentidos que aún nos quedan,
negaros no queráis a la experiencia,
siguiendo al sol, del mundo inhabitado. 

Considerad cuál es vuestra progenie:
hechos no estáis a vivir como brutos,
sino para conseguir virtud y ciencia
". 

A mis hombres les hice tan ansiosos
del camino con esta breve arenga,
que no hubiera podido detenerlos; 

y vuelta nuestra proa a la mañana,
alas locas hicimos de los remos,
inclinándose siempre hacia la izquierda. 

Del otro polo todas las estrellas
vio ya la noche, y el nuestro tan bajo
que del suelo marino no surgía. 

Cinco veces ardiendo y apagada
era la luz debajo de la luna,
desde que al alto paso penetramos, 

cuando vimos una montaña, oscura
por la distancia, y pareció tan alta
cual nunca hubiera visto monte alguno.

Nos alegramos, mas se volvió llanto:
pues de la nueva tierra un torbellino
nació, y le golpeó la proa al leño. 

Le hizo girar tres veces en las aguas;
a la cuarta la popa alzó a lo alto,
bajó la proa —como Aquél lo quiso— 
hasta que el mar cerró sobre nosotros.


***

lunes, 23 de diciembre de 2024

DESDE MI VENTANA, Pétalos de camelia

Los pétalos caídos se hacen solidarios con el agua que corre.



Mientras que el hombre es una mota en el universo pensante, las hojas —el helecho y las agujas del pino y la frondosa palma y la cinta del sargazo— perciben la luz de una forma esencial y constructiva. Las flores que miran mi ventana desde el jardín cercado ciertamente no me ven, pero sus hojas ven la luz de un modo que mis ojos son incapaces de captar. La toman, cuando se expande radiante en el espacio como una disipación dorada, con una finalidad primordial. Aferran su energía estelar y con esa fuerza crean la vida de los elementos. Respiran en el polvo, y es una rosa.
DONALD   CULROSS   PEATTIE. Flowering Earth.


PÉTALOS DE CAMELIA
Ahí están:
caídos,
a la espera 
de ser pisados
volteados,
esparcidos,
disueltos.

No son nada,
tan sólo pétalos
abatidos
por el viento,

luz,
color,
belleza que se ofrece,

regalo que el día deja
a nuestros pies
para ver si somos
capaces de igualarlo.



***

miércoles, 18 de diciembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Victor Hugo)

 #unlibrounpoema

Sobre este poema José Zorrilla, el autor del famoso Don Juan, escribió: Eran (...) una manía los alardes de versificación, y desde que Victor Hugo escribió sus Djinns, no pudimos creernos poetas sin hacer un rombo o escala métrica (Métrica española, de Navarro Tomás). 

El poema es un alarde de virtuosismo métrico a lo largo de sus 15 estrofas. Comienza creciendo desde las dos sílabas (1ª estrofa) hasta las diez (8ª estrofa) para, una vez alcanzada la máxima extensión silábica, volver a decrecer ( 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 8, 7, 6, 5. 4, 3 y 2 ). 

En la traducción se pierde la medida, pero podéis comprobarla en el original.

En la actualidad, este tipo de habilidades métricas no se practican en absoluto, pero durante buena parte del XIX tuvieron un gran predicamento y fueron muy admiradas por el público lector.

LOS DJINNS 

Muros, ciudad 
y puerto, 
refugio 
de muerte, 
mar gris, 
donde rompe 
la brisa, 
todo duerme. 

En la llanura 
nace un ruido. 
Es el aliento 
de la noche. 
Ella brama 
como un alma 
que a una llama 
siempre sigue. 

La voz más alta 
parece un cascabel. 
De un enano que salta 
es el galope. 
Huye, se lanza, 
luego en cadencia 
sobre un pie baila 
en la cresta de una ola. 

El rumor se acerca, 
el eco lo repite. 
Es como la campana 
de un convento maldito; 
como un ruido de gentío, 
que truena y que rueda, 
y que tan pronto se derrumba, 
como se hace mayor. 

¡Dios! ¡La voz sepulcral 
de los Djinns! ... —¡Qué ruido hacen! 
Huyamos bajo la espiral 
de la profunda escalera. 
Ya se apaga mi lámpara, 
y la sombra de la barandilla, 
que repta por la pared, 
se eleva hasta el techo. 

¡Es el enjambre de Djinns que pasa, 
y se arremolina silbando! 
Los tejos, que su vuelo hace trizas, 
crujen como un pino ardiendo, 
su manada, compacta y veloz, 
volando en el espacio vacío, 
parece una nube lívida 
con un relámpago en su flanco.

¡Están muy cerca! – Mantengamos cerrada 
esta habitación, donde les burlaremos. 
¡Qué ruido afuera! ¡Espantoso ejército 
de vampiros y dragones! 
La viga del techo descuajada 
se arquea como la hierba mojada, 
y la vieja puerta oxidada tiembla, 
hasta arrancar sus goznes. 

¡Gritos del infierno! ¡Voz que aúlla y que llora! 
El horrible enjambre, empujado por el aquilón, 
sin duda, oh cielos! se abate sobre mi morada. 
Los muros ceden bajo el negro batallón. 
La casa grita y vacila inclinándose, 
y se diría que, arrancada del suelo, 
como si persiguiera una hoja seca, 
el viento la hiciera rodar con su torbellino! 

¡Profeta! ¡Si tu mano me salva 
de estos impuros demonios de las noches, 
iré a postrar mi frente calva 
ante tus sagrados incensarios! 
¡Haz que sobre estas puertas fieles 
muera su aliento de chispas, 
y que en vano la uña de sus alas 
chirríe y grite sobre estos negros vitrales! 

¡Han pasado! - Su cohorte 
vuela, y huye, y sus pies 
dejan de golpear mi puerta 
con sus multiplicados golpes. 
El aire está lleno de un ruido de cadenas, 
y en los bosques cercanos 
tiemblan todos los grandes robles, 
doblados bajo su vuelo de fuego. 

De sus alas lejanas 
el batir amaina. 
Tan confuso en las llanuras, 
tan débil, que uno cree 
oír los saltamontes 
gritar con voz aguda 
o burbujear la granizada 
sobre el plomo de un viejo tejado. 

Extrañas sílabas 
nos siguen llegando; 
así, los árabes 
cuando suena el cuerno, 
un canto en la orilla 
por momentos se alza, 
y el niño que sueña 
tiene sueños de oro. 

Los Djinns fúnebres, 
hijos de la muerte, 
en las tinieblas 
apresuran su paso; 
su enjambre ruge; 
así, profunda, 
murmura una ola 
que no se ve. 

Este ruido vago 
que se duerme, 
es la ola en la orilla; 
es el lamento, 
casi apagado, 
de una santa 
por un muerto. 

Dudamos 
de noche... 
escucho: —
Todo huye, 
todo pasa; 
el espacio 
borra 
el ruido.

Especialmente gratificante resulta seguir al Coro de Radio Francia mientras canta el texto con la música de Fauré (intentadlo aunque no sepáis francés).


***

viernes, 13 de diciembre de 2024

REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 18




Tal vez porque me muevo entre libros y porque la mayor parte del tiempo se lo dedico a la poesía, nunca había dedicado esta sección a la poesía. Han tenido que ser cuatro encuentros en libros que no son de poesía, es decir, citas de acá y de allá, las que me han llevado a ofrecer este espacio a mi más querido género literario. 

Como se ve, todas coinciden en un mismo tema y la primera, que no es poesía sino aforismo filosófico, la he dejado en el mismo color, pues tal y como aparece, extraída de su entorno, y sin conocimiento previo, bien puede funcionar como tal.

Lo curioso del caso es que las cuatro me salieron al paso el mismo día. Teniendo en cuenta que los libros donde se encontraban eran libros de muy distintos géneros, la cosecha me parece extraordinaria. Un auténtico regalo. 


La muerte no es un acontecimiento de la vida.
La muerte no se vive .
Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente.
Nuestra vida es tan infinita como ilimitado nuestro campo visual.

Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus. Traducción: Enrique Tierno Galván.





¡Seres de un día! ¿Qué es uno? ¿Qué no es? El hombre es
el sueño de una sombra. Mas cuando llega
un rayo de luz enviado por Zeus, un resplandor brillante
le distingue entre las gentes y su existencia es gozosa.




Pues nada ha naufragado ni se complace en las cenizas;
Y a quien sabe ver cómo la tierra se consuma en sus frutos
No le perturba el fracaso aunque lo haya perdido todo.




No hay vida 
que no sea, aunque sólo un instante,
inmortal.


***

miércoles, 11 de diciembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Wisława Szymborska)

Traducción:
#unlibrounpoema


Wisława Szymborska (1923-2012), a quien ya he dedicado algunas entradas, es una de las escritoras que más aprecio y más disfruto. Su altísima categoría humana, la profundidad de su mensaje, la universalidad de los temas que ha trabajado y las preocupaciones a las que ha dedicado su escritura la convierten, en mi panteón personal, en una de las obras imprescindibles de toda la literatura universal. 

Un ejemplo:



OPINIÓN SOBRE LA PORNOGRAFÍA

No hay mayor lujuria que el pensar.
Se propaga este escarce como la mala hierba
en el surco destinado para las margaritas.

No hay nada sagrado para aquellos que piensan.
Es insolente llamar a las cosas por su nombre,
los viciosos análisis, las síntesis lascivas,
la persecución salvaje y perversa de un hecho desnudo,
el manoseo obsceno de delicados temas,
los roces al expresar opiniones: música celestial en sus oídos.

A plena luz del día o al amparo de la noche
se unen en parejas, triángulos y círculos.
Aquí cualquiera puede ser el sexo y la edad de los que juegan.
Les brillan los ojos, les arden las mejillas.
El amigo corrompe al amigo.
Degeneradas hijas pervierten a su padre.
Un hermano chulea a su hermana menor.

Otros son los frutos que desean
del prohibido árbol del conocimiento,
y no las rosadas nalgas de las revistas ilustradas,
pornografía esa tan ingenua en el fondo.
Les divierten libros que no están ilustrados.
Sólo son más amenos por frases especiales
marcadas con la uña o con un lápiz.

¡Qué horror, en qué posturas,
con qué indecente sencillez
logra una mente fecundar a otra!
Posturas que ignora el Kamasutra.

Durante esas citas, apenas si es el té lo que calienta.
La gente, en las sillas, mueve los labios.
coloca sin ayuda pierna sobre pierna.
Un pie, de esa manera, se apoyará en el suelo,
y el otro libremente se mecerá en el aire.
En ocasiones alguien se levanta,
se acerca a la ventana
y a través de la raja que dejan las cortinas
espía la calle.

No es necesario poner mucha atención para darnos cuenta de que el recurso principal con el que juega Szymborska es la ironía, y lo hace con grandes dosis de humor, pero el tema del que está hablando no es la pornografía. En el poema subyace un magnífica ejemplificación del eudemonismo aristotélico. Permitidme que exponga, aunque sea muy brevemente la cuestión.

Aristóteles nos recuerda en su Ética a Nicómaco que 
el ser humano es feliz cuando desarrolla del modo más perfecto posible su esencia y su función específica, es decir, cuando se autorrealiza como tal. Eso sí, nos hace falta saber cuál es el rasgo definitorio de un ser humano. Para averiguarlo va analizando cuantas acciones realizamos en busca de aquellas que puedan ser realmente nuestras y solamente nuestras.

Desde luego, los seres humanos realizamos múltiples actividades. Muchas de ellas, como alimentarnos, reproducirnos o crecer, las compartimos con todos los seres vivos, ya sean vegetales o animales, luego esas no son las específicamente nuestras; otras, como la capacidad de movernos, de sentir o de aprender, las compartimos con los animales, luego tampoco son las que buscamos. 

Después de una larga indagación, la única actividad humana que encuentra propia y exclusiva de las personas es la capacidad de pensar y razonar. Así que seremos buenas personas y estaremos más cerca de la felicidad cuanto mejor ejerzamos la racionalidad a lo largo de nuestra vida... y no esté, por tanto, dominada por la pornografía, quiero decir por el deseo, por las irracionales pasiones.

Y qué estupendo verso sobre la pasión del conocimiento: 
No hay nada sagrado para aquellos que piensan.

Que la felicidad de la poesía y del conocimiento os acompañen.

***


viernes, 6 de diciembre de 2024

ROSALÍA DE CASTRO

Adiós ríos, adiós fontes
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos,
non sei cándo nos veremos.


Miña terra, miña terra,
terra donde m’eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei.

Prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña d’o meu contento.

Muiño dos castañares,
noites craras do luar,
campaniñas timbradoiras
da igrexiña do lugar.

Amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adiós para sempre adiós!

¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conoso,
por un mundo que non vin!

Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero…
¡quén pudera non deixar!
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 

Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.


Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.


¡Adiós tamén, queridiña…
Adiós por sempre quizáis!…
Dígoche este adiós chorando
desde a beiriña do mar.

Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!, ¡meu lar!


(Aquí tenéis una traducción)

La poesía española del siglo XIX tendría muy poca importancia si no fuera por las dos grandes figuras que la coronan y la mejoran: Bécquer y Rosalía. Ambas figuras, a pesar de sus muchas diferencias, comparten tiempo (solo un año separa sus nacimientos), tendencia romántica, interés por la creación popular y, como consecuencia, el esfuerzo por simplificar el lenguaje poético para conseguir que exprese lo más íntimo y personal.

La poesía de nuestra gallega universal es muy fácil de encontrar, tanto en papel como en línea. Para quien desee la lectura en pantalla, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o la Fundación Rosalía tienen un buen catálogo de sus obras. Quien quiera leerlas solamente tiene que pulsar sobre el icono del libro que aparece sobre las letras html.

De la Fundación Juan March recojo el audio de la conferencia que impartió Ana Rodríguez Fischer en 2013:


Del Instituto Cervantes recojo este ciclo que bajo el título de Rosalía de Castro, tradición y modernidad, ofreció la conferencia de García Montero, Penélope sin Ulises. La herencia de Rosalía (minuto 22' 40'', en los actos protocolarios las presentaciones son siempre excesivas) y el recital de Amancio Prada (1h 16' 35''):

 
Al día siguiente, Arcadio López-Casanova impartió la conferencia Presencia de Rosalía en la poesía gallega contemporánea (10' 56''):


Después vino la mesa redonda Rosalía de Castro: su vida y su literatura en la que participaron Luis Alberto de Cuenca (10' 25''), Marina Mayoral (39' 03'') y Carlos G. Reigosa (1h 09' 05''), todos ellos presentados por Ángel Basanta.


Para quienes se atrevan un poco más, resultará de gran ayuda y mucho interés el Estudio literario de la obra de Rosalía de Castro, de Marina Mayoral, que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes mantiene accesible para todo el mundo, tanto en castellano como en Galego.





Y para los que quieran profundizar todavía más en su poesía, La poesía de Rosalía de Castro, de la misma autora.
 
***