1.
Antes de comenzar cada sesión, comentaré un libro (o dos) dedicado a la escritura poética, por eso de ofrecer materiales que puedan, tal vez, ser de interés para alguien del grupo. Estos serán los primeros. Cómo se hace un poema está agotado, pero siempre están las bibliotecas y los libros de segunda mano. Escribir poesía, en cambio, ha salido al comenzar el curso, en septiembre, y se puede conseguir con absoluta facilidad.
2. Excepto la visual, la poesía se hace con palabras. Las palabras sirven para expresar, además de tener su propio sonido, con el que muchas veces jugamos, sobre todo durante la infancia. Luego está la intención que cada cual da al utilizarlas. Comentaré brevemente este esquema.
3. ¡A trabajar!
De este poemita de Lorca he seleccionado los dos primero versos para ir practicando y entrando en calor... creativo. No es nada más que un pasatiempo, poético, eso sí, que vamos a practicar con palabras encontradas... o con ready made.
4. Puede que en lugar de tropezar con unos versos sugerentes de un famoso poeta nos encontremos con un objeto que estaba ahí todo los días y al que hoy vamos a darle la importancia que nos ha estado reclamando en silencio durante tanto tiempo. El objeto como estímulo para ir más allá. O no. A ver qué sale.
Dos ejemplos:
BEATO SILLÓN
¡Beato sillón! La casa
corrobora su presencia
con la vaga intermitencia
de su invocación en masa
a la memoria. No pasa
nada. Los ojos no ven,
saben. El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.
J. Guillén
***
COLUMPIO
A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no
Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores
Bandadas de flores
Flores de sí Flores de no
Cuchillos en el aire
que le rasgan las carnes
forman un puente
Sí No
Cabalgaba el soñador
Pájaros arlequines
cantan el sí cantan el no
G. Diego
Me trajo Mara Mori
un par de calcetines,
que tejió con sus manos
de pastora,
dos calcetines suaves
como liebres.
En ellos
metí los pies
como en
dos
estuches
tejidos
con hebras del
crepúsculo
y pellejos de ovejas.
Violentos calcetines,
mis pies fueron
dos pescados
de lana,
dos largos tiburones
de azul ultramarino
atravesados
por una trenza de oro,
dos gigantescos mirlos,
(...)
Y es esta
la moral de mi oda:
Dos veces es belleza
la belleza,
y lo que es bueno es doblemente
bueno,
cuando se trata de dos calcetines
de lana
en el invierno.
5. Una reflexión. Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…
- Otro de Hierro —Cuanto sé de mí, pp. 238-9—:
Y yo voy arrojando
ceniza, sombra, olvido.
Palabras polvorientas
que entristecen lo limpio:
Funcionario,
tintero,
30 días vista,
diferencial,
racionamiento,
factura,
contribución,
garantías…
Subo más alto. Aquí
todo es perfecto y rítmico.
Las escalas de plata
llevan de los sentidos
al silencio. El silencio
nos torna a los sentidos.
Ahora son las palabras
de diamante purísimo:
Roca,
águila,
playa,
palmera,
manzana,
caminante,
verano,
hoguera,
cántico…
No hay tiempo que perder
Ya viene la golondrina monotémpora
Trae un acento antípoda de lejanías que se acercan
Viene golondeando la golondrina
Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira
La goionlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
Y la noche encoge sus uñas como el leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno de los dos calores
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta de los pies
Viene la golonniña
Y siente un vahído la cabeza de la montaña
Viene la golongira
Y el viento se hace parábola de sílfides en orgía
Se llenan de notas los hilos telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida
Y el árbol con el pulso afiebrado
Pero el cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima el rofañol
Su garganta nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol
A partir de ahí empezaremos a jugar con las palabras.
***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.
Moshe Dayan
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior): Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania). Guerras menores (1 000–9 999). Conflictos (100–999). Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).