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lunes, 15 de abril de 2024

VALLADOLID, ARTE EN LA CALLE

Lo profundo es el aire

 Cada vez aprecio más la escultura urbana y me gusta ver cómo las ciudades, en general, van ampliando la oferta e incorporando obra de todos los estilos, no solamente la de corte realista y reproducción de figura en homenaje a tal o cual personalidad destacada. En este sentido, no es lo mismo pasear por una de las grandes capitales del mundo que por una ciudad de provincias, pero en cualquiera de ellas podemos encontrar siempre algo que nos sorprenda y agrade. 

Prácticamente nada más llegar a Valladolid, lo primero que hice fue acercarme a la obra de Chillida. Las conexiones de todo tipo que tenemos en casa con ella son especiales y era una visita obligada. Por desgracia, cuanto se ve en la fotografía que abre este comentario es lo que se podía ver. Las obras de limpieza y rehabilitación en el exterior de la iglesia de san Pablo han obligado a protegerla.

Pero si ya sabéis de dónde procede el título de la obra del exportero de la Real Sociedad, que esa es la conexión fundamental en este caso —no la personal—, se me hacía obligatorio acercarme hasta el pequeño estanque donde Jorge Guillén se divierte jugando a los barquitos con la infancia.  

Jorge Guillén y la infancia

Claro, si empezamos a tocar el mundo literario, Valladolid es algo así como sinónimo de Zorrilla. Y este monumento, por representar lo que representa, el autor del don Juan más famoso de la literatura española, por estar situado donde está y porque será uno de las más antiguos de la ciudad, es, posiblemente, el monumento homenaje a una persona real más conocido por la ciudadanía propia y por la ajena.


La conexión literaria, de fuerte raigambre en la ciudad del Pisuerga, nos lleva inmediatamente a otras dos esculturas mucho más recientes, la de Miguel Delibes, a pocos metros de la anterior, justo a la entrada del parque Campo Grande


y la de Rosa Chacel, en la Plaza del Puente, muy cerca de donde se encuentra la de su compañero de generación, la de Jorge Guillén (también hay un busto de la escritora en el Campo Grande).


Exactamente cien años —conexión temporal—después de que naciera Rosa Chacel, Faustino Aizkorbe —conexión vasco-navarra— dejó está abstracción en acero corten A la amistad, Stella III. Se encuentra al final de la calle Héroes de Alcántara.

La conexión vasco-abstracta nos puede llevar unas pocas calles hacia el este, hasta la entrada a la Fundación Segundo y Santiago Montes, en la calle Núñez de Arce, donde nos encontramos con este Retrato de un gudari llamado Odiseo obra de Oteiza, que, por cierto, no es la única que existe en las calles de la ciudad.


Y el capricho del azar quiso que mientras me encontraba por allí, en el Museo Patio Herreriano estuviera la exposición temporal "Vanguardia y destino" donde se puede ver otro Retrato de un gudari llamado Odiseo. Conexión absoluta.


Pero no quedan ahí los caprichos conectivos del azar. En la misma exposición, dos salas más allá de la anterior, asomaba la cola de la ballena más famosa de la historia de la literatura, Moby Dick, de Adolf o Adolfo Schlosser, que toda la vecindad de la plaza José Mª Sert de Donosti ve diariamente cada vez que se asoma desde su casa. 


Y continuando dentro del ambiente de la abstracción, en la otra orilla del Pisuerga se encuentra, junto al parlamento de Castilla y León, esta obra mucho más colorista y de tendencia vertical, Metamorfosis, del murciano Cristóbal Gabarrón


Entre la abstracción y el figurativismo nos podemos dejar encantar por esta pareja con la que casualmente me encontré cuando iba de camino hacia la Museo Casa de Cervantes. Se titula, precisamente, Encuentro, y es obra de Feliciano Álvarez Buenaposada.


Muy cerquita de este gozoso Encuentro se produjeron estos otros tres, de estilos muy diferentes, pero los tres llenos de encanto, todos ellos en la plaza de España:

Escenas del mercado, de Gonzalo Coello Campos

Homenaje al voluntariado social, de Eduardo Cuadrado

La bola del mundo, de Ana Jiménez

Hubo más encuentros, resultado de todo tipo de conexiones, pero no quiero abusar de vuestra paciencia. Eso sí, si el arte urbano os interesa y tenéis intención de pasar por Valladolid, podéis utilizar la página de Arte en la calle o la de Arte en ValladolidCualquiera de las dos puede realizar el servicio de guía para indicaros qué ver y dónde. 

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jueves, 21 de marzo de 2024

SAN JUAN DE DIOS EN HONDARRIBIA

San Juan de Dios y la Virgen, José Bueno. Hondarribia.

Este grupo escultórico es obra del escultor zaragozano José Bueno. Está situado junto a la rotonda de  entrada al casco histórico de Hondarribia. El encargo que recibió el artista fue que recreara la leyenda que recoge la estancia de Juan de Dios en la ciudad. Luis Rodríguez Gal, más conocido como Luis de Uranzu, la contaba así en su entrañable y necesario Lo que el río vio
En librerías

Habiendo salido San Juan de Dios del campamento de los sitiadores españoles en busca de forraje montado en una yegua cogida a los franceses, se acercó tanto a 
Francia, que el animal, olfateando su tierra, se lanzó impetuoso hacia ella, derribando a su jinete. La cabeza de éste chocó contra unas piedras, quedando mal herido y sin conocimiento. Al recobrarlo, consideró con espanto que pudie ra caer en manos del enemigo. Púsose de rodillas e invocó la Virgen con tal fervor que ésta se le apareció en traje de pastora, dándole de beber y reconfortándole con sus palabras.

San Juan de Dios recuperó sus fuerzas y pudo volver al campamento.

Los restos mortales del gran santo se hallan en la iglesia de San Juan de Dios de Granada.

Para quienes no sepan de la historia de la ciudad es necesario decir que esta leyenda se sitúa en 1521, en el marco de las hostilidades navarro-franco-españolas. Hondarribia estaba ocupada por las tropas de Francisco I, a quien había solicitado apoyo Enrique II de Navarra. En el exterior de la ciudad amurallada se situaba el campamento de las tropas de Carlos V. Entre los soldados que formaban parte del destacamento se encontraba, según la leyenda, Juan de Dios.

Sin duda, el valor artístico del grupo escultórico deja bastante que desear, pero forma parte del paisaje de la ciudad y el cuento tiene su gracia y aporta un elemento más de entretenimiento a quien visite la hermosa ciudad a los pies de la bahía de Txingudi. 

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lunes, 15 de enero de 2024

ALEJANDRO III - Mª CRISTINA

 

Puente Alejandro III, París

Puente María Cristina, San Sebastián.

No, la cosa no va de familias reales ni de monarquías. Va de puentes. 



Es sabido que el de aquí, el de Donosti, se inspiró en el de París, que había sido inaugurado en 1900. El nuestro, poco después, en 1905. Pero una cosa es que la idea del uno segundo surgiera de la del primero y otra que se copiara. Es cierto que la idea de los enormes pilares, pairones u obeliscos situados en las entradas de ambos puentes con sus alegorías doradas a caballo es la misma, pero las diferencias entre sus distintos elementos son notables. 

París

París

San Sebastián

San Sebastián

Donde sí veo una coincidencia casi exacta es en los niños que se dan la mano y juguetean en la base de las farolas centrales.

París

San Sebastián
Seguramente, Benlliure, que participó como escultor e incluso fue premiado en la Exposición Universal de París de 1900, acontecimiento para el que fue levantado el puente Alejandro III, tuvo ocasión de pasear más de una vez por el puente parisino, le gustaría la idea de los niños desnudos jugueteando alrededor de una farola, típica escena de la decoración practicada durante la belle epoque, y decidiera utilizarla en la ornamentación del puente donostiarra. 

Otra cosa, claro, es cuál guste más o guste menos.

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viernes, 12 de enero de 2024

CATEDRAL DE CHARTRES


La catedral de Chartres está llena de tesoros. Seguramente, los más destacados y los más reconocidos de entre ellos sean las casi 200 escenas bíblicas desarrolladas en las vidrieras y los imponentes pórticos. Pero como pasa en todos los edificios en los que han trabajado muchos artistas importantes durante mucho tiempo, hay siempre más sorpresas que las que las guías al uso suelen anunciar. 


El cierre del coro es un auténtico panel plagado de filigrana gótica tardía y grupos escultóricos. Se encargó de la dirección de esta obra maestra Jehan de Beauce —¿por qué la Wikipedia en inglés le dedica una entrada y la francesa le ignora?—, pero estuvo auxiliado por otros maestros canteros y escultores. Todo el recorrido de la girola, está cubierto por cuarenta escenas que cuentan los momentos más destacados de la vida de Jesús. 

Encuentro de Ana y Joaquín en la Puerta Dorada. Jehan Soulas.

Adoración de los Magos. Quizás de Jehan Soulas.

Tomás introduce los dedos en la herida del costado. Thomas Boudin.

Pero nada más comenzar el recorrido por el deambulatorio, después de la escena de la Visitación, nos encontramos con este hermoso ejemplar de reloj astronómico:


Con él se planificaban los oficios, se determinaba la fecha de la Semana Santa y hasta se predecían los eclipses. El cartel colocado a sus pies nos recuerda que la complejidad del mecanismo era tal que poco a poco fue abandonándose el mantenimiento del mismo. Peor, en 1793 se fundió parte del mecanismo para recuperar metal. Afortunadamente, en 2010 fue restaurado. Dispone de una esfera horaria fija de 12 + 12 horas, una esfera lunar móvil con fondo azul celeste sembrado de estrellas y, por último, una esfera zodiacal igualmente móvil que avanza un poquito cada día.

Eran tiempos en los que todavía la religión y el conocimiento científico no vivían de espaldas. 

Pero no tienen solamente uno. En el exterior, en la fachada norte, tienen otro reloj astronómico.


Parafraseando esa frase apócrifa puesta miles de veces en boca de Enrique IV, habrá que concluir que Chartres bien vale una misa. 

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martes, 9 de enero de 2024

LAS ESFERAS DE CORONELLI

Todas las bibliotecas nacionales guardan magníficos tesoros, generalmente solo al alcance de la investigación y con permiso especial. De vez en cuando, sacan algunos de esos tesoros y los exponen a la vista del público. Lógicamente, cuanto mayor y más antigua sea la biblioteca en cuestión, más tesoros acumula en su interior. Son como cuevas de Alí Babá, pero en lugar de tinajas llenas de joyas de oro y plata tienen hermosos bienes culturales, y algunos pocos son visibles para cualquier persona que acceda a ellas sin ningún tipo de permiso especial. 

Esto ocurre con las esferas con el globo terráqueo y la esfera celeste que construyó a finales del XVII el famoso cartógrafo y cosmógrafo veneciano Coronelli, quien recibió el encargo de realizar estas dos estupendas representaciones para Luis XIV, el que recibió a María Teresa en la fronteriza isla de los Faisanes, donde se firmó el Tratado de los Pirineos

Globo terráqueo

Esfera celeste.

 Ambos son de igual tamaño, casi cuatro metros de diámetro (3,84 m) y en ellos queda recogido lo que entonces se conocía de la superficie terrestre y del cielo. Siendo como eran entonces de gran utilidad y todo un alarde de proyección matemática, yo destacaría en la actualidad la belleza de la ejecución. Independientemente de todo el conocimiento que representan, a mí me fascinan como objetos.

Se encuentran, más o menos, bajo el libro-torre que aparece en el primer plano de la fotografía superior. Hay una cafetería cerca de ellas, como puede intuirse en la fotografía del globo terráqueo.

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viernes, 5 de enero de 2024

TORRE EIFFEL

La torre Eiffel desde el cementerio Lachaise (7 km los separan).

 Mentiría vilmente si dijera que la torre más emblemática de París, y tal vez la más visitada de todo el mundo, se ve desde cualquier punto de la capital francesa, pero sin duda es la que más se ve, la que domina la línea del cielo y la que más admiración causa de cuantas torres conozco ya estén realizadas en piedra, cristal, madera, metal o cualquier otro material. Así, pues, aprovecho algunas fotografías que realicé la semana pasada y los 101 años —¡qué bonito capicúa!— de la muerte del ingeniero que le dio su nombre para airearla un poco.

Esta "guitarra del cielo" —ver más abajo el poema de Huidobro— luce bien a pesar de sus más de 135 años, sus 7.300 toneladas de hierro, sus 2.500.000 de remaches y sus 60 toneladas de pintura, y le da igual que sea de día o que sea de noche, que el día esté luminoso o que las nubes la dejen a medio definir.

De ella, que yo sepa, se han ocupado Apollinaire, Cendrars —los enlaces dirigen a los poemas que escribieron sobre ella, traducidos al castellano— y Huidobro quien, por cierto, escribió primero en francés su "Tour Eiffel" y posteriormente nos dejó este poema pintado:

El original está en el Museo Reina Sofía

Desde la base

Desde el Puente Nuevo con la cúpula del Instituto de Francia.

Desde el puente Alejandro III con la torre de la iglesia americana.



Y aquí el poema (intento mantener la disposición de los versos): 


TOUR EIFFEL 


Torre Eiffel 


Guitarra del cielo 

                            Tu telegrafía sin hilos 

                            Atrae a las palabras 

                            Como un rosal a las abejas 

Durante la noche 

ya no corre el Sena 

                            Telescopio o clarín 

                            Torre Eiffel 

Y es una colmena de palabras 

O un tintero de miel 

                            En la profundidad del alba 

                            Una araña de patas de alambre  

                            Urdía su tela de nubes 


                            Mi niño 

                            Para subir a la Torre Eiffel 

                            Se trepa por una canción 

                            do 

                               re 

                                  mi 

                                      fa 

                                         sol 

                                             la 

                                                si 

                                                   do 

                           Ya estamos arriba 


Un pájaro canta

En las antenas    

Telegráficas 

                           Es el viento 

                           De Europa 

                           El viento eléctrico 


                           Allá abajo 

Los sombreros vuelan 

Tienen alas pero no cantan 

Jacobina 

                          Hija de Francia 

¿Qué ves en lo alto? 


El Sena duerme 

Bajo la sombra de los puentes 

Veo girar la tierra  

Toco el clarín 

Para todos los mares 

                         Sobre el camino 

                         De tu perfume 

                         Todas las abejas y palabras se van 


                         En los cuatro horizontes 

                         Quién no oyó este cantar


YO SOY LA REINA DEL ALBA DE LOS POLOS 

YO SOY LA ROSA DE LOS VIENTOS QUE SE

MARCHITAN CADA OTOÑO 

Y TODA LLENA DE NIEVE 

MUERO CON LA MUERTE DE ESA ROSA 

EN MI CABEZA CANTA UN PÁJARO TODO EL AÑO 


Así un día me habló la torre 

Torre Eiffel 

Jaula del mundo 

Canta 

                         Canta 

Repique de París 


El gigante colgado en medio del vacío 

Es el cartel de Francia 


                          El día de la victoria 

                          Tú se la contarás a las estrellas


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jueves, 28 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 4

Arco de La Défense.

Hoy solo recojo en esta entrada edificios. Seguramente, la arquitectura  es la más agradecida de las artes para la fotografía, la que mejor se presta a ser recogida por la cámara. La mayoría son edificios contemporáneos, pero no todos.


Explanada de La Défense
Arco del Triunfo al fondo

Reflejos en un edificio de La Défense

Petit Palais

Grand Palais (un lateral)

Puente Alejandro III

Saint-Germain-des-Prés

Sede de Le Monde

Perspectiva desde el
Puente Charles de Gaulle

Biblioteca François Mitterrand 

Sena, B. F. Mitterrand y Torres Duo

Perspectiva con Les Invalides al fondo

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