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sábado, 1 de noviembre de 2025

THOMAS HARDY (una breve selección)



DEJADME QUE DISFRUTE DE LA TIERRA

I

Dejadme que disfrute de la tierra, aun consciente
de que aquella gran Fuerza, creadora de todo,
cuando hizo con sus manos su atractiva belleza,
no tuvo entre sus fines pensar en mi placer.

II

Se cruza en mi camino una mujer hermosa,
que para mí no tiene ni palabras ni gestos;
mas yo me haré un embrujo de su aire despectivo
y ensalzaré los labios que míos no habrán de ser.

III

De viejos manuscritos con sentidas canciones
que brotaron de escenas y ensueños ignorados
yo extraeré arrebatos, como si fueran míos,
pese a estar bien consciente de que son obra de otros

IV

Y algún día en el futuro, al mismo Paraíso
y hacia todos sus santos —suponiendo que existan—
alzaré desde lejos unos ojos alegres
aun sabiendo que allí no hay sitio para mí.






EL GAMO ANTE LA CASA SOLITARIA

Afuera, en las tinieblas, alguien mira
a través del cristal de la ventana
desde la blanca sábana aterida.
Afuera, en las tinieblas, alguien mira
cómo, en vela, aguardamos la mañana
junto a la lumbre de la chimenea.
No alcanzamos a ver esos dos ojos
que nos contemplan desde la intemperie
y reproducen los destellos rojos
del fuego. No advertimos esos ojos,
ojos maravillados, rutilantes,
y sus pasos furtivos, vacilantes.





EL ACANTILADO DE BENNY


    I
Oh, el zafiro y el ópalo de este errante mar de occidente,
y una mujer en lo alto con el cabello al viento cabalga sonriente,
la mujer que amé tanto y que me amó fielmente.


    II
A nuestros pies el rugido continuo y las lejanas olas de la mar
semejaban un cielo inferior, engolfado en su propio palpitar,
mientras reíamos alegres en aquel mes de marzo que no podré olvidar.




    III
Una pequeña nube nos ocultó, y brotó una lluvia irisada,
y se tiñó el Atlántico de una imprecisa y leve pincelada,
luego salió de nuevo el sol y de un tono purpúreo quedó la mar bañada.


    IV
En su profunda y abisal belleza aún el viejo Beeny ocupa bajo el cielo su lugar,
pero ella y yo el próximo mes de marzo no volveremos allí de nuevo a pasear,
ni las dulces palabras que dijimos se volverán a escuchar.


    V
Pues aunque todavía la abisal belleza se alza en aquella agreste ribera de occidente,
la mujer, a la que el pony llevaba a paso de andadura está ahora ausente,
ya no sabe de Beeny ni le importa y no volverá a reír jamás alegremente.





DESPUÉS


Cuando el Presente cierre sus puertas tras mi paso
y, cual recién hilada seda, las tiernas rosas
de mayo acune el viento, ¿dirá el vecino acaso:
“Era de los que suelen apreciar estas cosas”?


Si es al ocaso y cruza sobre el denso follaje,
como en un parpadeo, un halcón por la umbría
y se posa en la zarza que el oraje,
pensará quien lo vea: “También él lo vería”


Si fuera en noche cálida y de falenas clara,
cuando el erizo corre furtivo por el prado,
tal vez alguien dijera: “Porque nadie dañara
a estas pobres criaturas veló, y poco ha logrado”


Si al oir que he partido, junto al umbral se quedan
contemplando los astros en el cielo de invierno,
¿pensarán los que ver mi rostro ya no puedan:
"Fue alguien que meditó sobre el misterio eterno"?

Y cuando por mí doble la campana al ocaso
y a su repicar se una de la brisa la charla,
cual de un nuevo tañido, ¿oirán decir acaso:
"No la puede oír ya, mas solía escucharla"?

 



        HAP * 

Si al menos algún dios vengador me llamase 
y desde el cielo, riéndose, me hablara: 
«¡Sabrás, cosa sufriente, que tu pena es mi éxtasis, 
tu pérdida de amor mi renta de odio». 

Entonces, retorciéndome, resistiría, 
y moriría endurecido 
por esta sensación de ira inmerecida, 
y en calma, puesto que alguien con más poder que yo 
me impone su deseo de hacer verter mis lágrimas. 

Pero no. ¿Por qué muere la alegría, 
por qué nunca florece la mejor 
esperanza sembrada? Hasta al sol y a la lluvia 
obstaculiza este grosero azar, 
y el Tiempo jugador echa a los dados 
lamentos y alegrías... En mi peregrinaje 
este Hado ciego pronto hubo arrojado 
tanta felicidad como dolor. 

1866 

* Hap es un nombre masculino y a la vez significa azar. Además posee la raíz de happy —feliz—. Todas estas connotaciones están en el nombre del hombre que habla en el poema.



        ELLA EN SU FUNERAL 

Le llevan al lugar de su reposo, 
en lenta procesión, con suavidad. 
Lo sigo desde atrás como una extraña: 
ellos son su familia, yo su amante. 

Sin cambiarme el vestido de colores 
y en compañía de tan tristes lutos. 
Pero los ojos de ellos lo rodean 
sin mostrar pena alguna, en tanto a mí 
el pesar me consume como un fuego. 

1867



        A UNA DAMA 
Ofendida por un libro del escritor 


ESTA página mía está exiliada, 
—condenada quizá a no rozar nunca 
tu cómoda almohada, 
ni a despertar tu Sí tan bien dispuesto 
como antes, ni a lograr 
tu amable voto de confianza en mí. 

Siendo de natural tan receptiva, 
imagino que, tal como a las llamas 
las destierra el crepúsculo, mi imagen 
sombría, deformada por otros menos francos, 
pierde por fuerza su lugar en ti. 

Sea. Ya soporté cosas así. 
Permite que los sueños 
—de mí los tuyos y de ti los míos— 
a diario disminuyan, que su espacio 
lo ocupen pretenciosas claridades: 
hasta que forme parte de ti sólo en destellos, 
y después en lejanas y débiles visitas, 
y después todo cese. 
La Verdad será siempre la Verdad.


        
        ME MIRO EN EL ESPEJO 

Me miro en el espejo 
inspeccionando mi menguante piel 
y digo: “Quiera Dios 
que hasta tal delgadez 
mi corazón se hubiese reducido”. 

Entonces, 
sin pena alguna por los corazones 
que crecieron distantes para mí, 
podría esperar solo, resignado, 
mi infinito descanso. 

No obstante, el Tiempo, para mi aflicción, 
me quita y, a la vez, me deja resistir 
y sacude al crepúsculo este frágil andamiaje 
con pulsaciones propias de los mediodías.



        UNA-ESPOSA EN LONDRES 
                (Diciembre 1899)  

        
ESTÁ sentada entre la niebla sucia 
que sube de la calle junto al Támesis, 
donde un farol, igual que un cirio o moribundo, 
de una tenue luz fría.

        II 
Un crujido de pronto, un mensajero 
que golpea la puerta, 
las últimas noticias en su mano. 
Aturde comprenderlas, de tan breves
él ha caído en las lejanas 
Tierras del Sur 

        III
Es el día siguiente: con niebla aún más densa
llega y se va el cartero: hay una carta 
cuyas lineas revelan, a la luz 
parpadeante del fuego, 
el trazo de su mano, la que ahora
ya conoce el gusano.

        IV
Escrita con firmeza, rebosante
de esperanza ante el próximo retorno,
de paseos domésticos para ir
al lago, a las colinas en verano
y, paseando, aprender un nuevo amor.




        SU INMORTALIDAD 

     I 
LA parte más sutil de alguien que ha muerto 
la he visto relucir en fieles corazones 
privados de su vida. Entonces yo me digo: 
«Esto debe de ser su inmortalidad». 

     II 
Las estaciones iban desgastándose 
y su alma no cesaba de vivir en sus vidas. 
Pero su claridad ya no era tanta 
como cuando le ví por vez primera. 

     III 
Sus compañeros de generación 
murieron todos, y yo busqué entonces 
la persona en los nuevos corazones. 
La encontré, por desgracia, convertida 
en un maniquí flaco y espectral. 

     IV 
Últimamente, ahora viejo y frío, 
me pregunto si aún queda algo suyo 
que no se haya perdido; y hallo en mí 
sólo una chispa débil que agoniza 
en medio de una gran oscuridad.
 
Febrero 1899



        IN TENEBRIS I
'Percussus sum sicut foenum, et aruit cor meum' - Ps. CI


El invierno se acerca.
Pero no me es posible soportar
de nuevo mi dolor por una pérdida:
uno no muere por segunda vez.

Huyen los pétalos.
Ya que esto sucedió en otra ocasión, 
esta aislada escena 
no puede ya angustiarme.

Se desmayan los pájaros de espanto: 
no habría de perder la vieja fuerza 
en la negra extensión, solitaria y helada. 
¡La fuerza que ya huyó hace tanto tiempo!

Pardas y grises se hielan las hojas,
pero en esta estación los amigos no pueden, 
como antaño, cambiar por nada el frío.

Las tempestades pueden hacer daño, 
pero amar no podría hacer sufrir 
de nuevo en este año al corazón 
de quien ya no tenía corazón.

Negra es la toga de la noche.
Pero la muerte nunca asustará 
a quién, ya más allá de toda duda, 
sin esperanza espera.



        EN EL OJO DE LA MENTE

ESTO una vez fue su ventana
y, junto a ella, la brillante luz
de una vela llamándome con señas,
diciéndome «aquí estoy» desde allí dentro.

Ahora como entonces yo la veo 
moverse en el cristal, pero es tan sólo 
su fantasma guardado en mi cerebro.

Centro de mi visión, ella va a todas partes: 
los cambios desvanecen los paisajes 
pero ella sigue en mí.

Forma tan dulce y tímida, querida, 
¿quién podría negarte?
No deseé jamás, ni una vez sola, 
arrojar lejos tu fantasma, amada.


        EN EL ALUMBRAMIENTO

EN medio de la noche,
para comunicarme malas nuevas, 
vino a hablarme el espíritu 
pálido y desgastado de mi madre.

"Hija mía, estás llena de alegría
por este inoportuno niño que tú amamantas. 
Los hombres, a través del ancho mundo, 
pueden buscar sin hallar nunca —piensas— 
ningún otro tan rubio".

"Esta medianoche, querida, el tiempo alumbra 
miles de niños rubios, también raros y hermosos, 
miles que el Alto Cielo
condena de antemano a fracasar,
aun siendo igual de claros, de buenos, de sumisos.

"Tu cariñosa hazaña es una fuente 
de extasiados temores y esperanzas, 
de un inocente orgullo maternal 
que prepara en la triste humanidad 
más caminos, aún, para las lágrimas.

"Como tú soñé yo cuando extendía 
la vida para mí su rayo matinal. 
Más tarde el panorama fue distinto..." 
Tales son los extraños pensamientos 
que me comunicó mi madre muerta.



        EL HOMBRE QUE MATÉ

"AMBOS seguramente coincidimos
en antiguas posadas.
Debimos de sentarnos a regar 
con generosidad unos bocados.

"Pero en las filas de la infantería, 
frente a frente mirándonos, 
le disparé, como él también a mí, 
y le maté en su puesto.

"Disparé a muerte
tan sólo porque era mi enemigo. 
Un enemigo malo, desde luego:
esto está claro, aunque de todos modos

"también pensaba que, probablemente, 
se alistó sin pensarlo, como yo.
Que estaba sin trabajo, y que había vendido 
las ropas. Y no había más por qué.

"Curiosa, extraña guerra: tú derribas
a un compañero al cual hubieses invitado 
si hubiera habido un bar,
o con media corona le hubieses ayudado".

***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

viernes, 3 de octubre de 2025

RECUERDA, CHRISTINA ROSSETTI

 

 Aquí la traducción —extraordinaria— de Francisco M. López Serrano:

        RECUERDA


Recuérdame después de haberme ido;
cuando, bajo la tierra silenciosa,
no me alcance tu mano temblorosa
ni pueda desandar lo recorrido.


Recuérdame sin más cuando, perdido
nuestro sueño común, como la rosa
marchita, esté; pues ya ninguna cosa,
promesa o ruego, llegará a mi oído.

Mas si me olvidas por un tiempo, amado,
no sufras si el recuerdo luego insiste.
Si tinieblas y vermes han dejado


algún vestigio de mi pensamiento,
prefiero que me olvides si contento
estás a que me evoques y estés triste.

 

Aprovecho esta entrada para recordar que quienes estéis interesados en participar podéis apuntaros a la primera sesión a partir de hoy mismo mediante una llamada al 943 505 421 o acudiendo directamente a la biblioteca. 

NOTA IMPORTANTE: Durante esta temporada 2025/2026, para poder asistir al Encuentro de Poesía, tendréis que apuntaros cada mes un par de días antes de la sesión correspondiente. 

*** 

Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

lunes, 15 de septiembre de 2025

TALLER DE POESÍA DEL CBA, a partir de ahora "Encuentro de poesía"

 

CALENDARIO
2025/26
  

El taller o tertulia pasa a denominarse ENCUENTRO DE POESÍAesto es lo que tendréis que hacer para poder tomar parte: 

Llamad o pasad por la biblioteca a partir del viernes día 3 de octubre.

Y tened en cuenta que tendréis que apuntaros cada vez que queráis acudir a una sesión.

 













Feliz lectura. Nos vemos pronto.

*** 

Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

viernes, 20 de junio de 2025

THOMAS HARDY

Escribe Pujals en su Historia de la literatura inglesa:

El pesimismo como actitud vital y como posición filosófica informa la novela y la poesía de Thomas Hardy (1840-1928). Su filosofía es sencilla, y su teología proclama una especie de providencia de signo negativo. Para él, el hombre, en vez de sentirse vinculado a Dios y oír su voz orientadora en el camino de la vida, se ve acosado constantemente por la fatalidad, que lo somete a sus caprichos. Por tanto, jamás parece libre: el tiempo y el espacio le oprimen atrozmente; sobre todo, existen por encima de él fuerzas misteriosas que controlan su vida de un modo absoluto. El hombre es un muñeco cuyos hilos mueven hados hostiles o indiferentes; como en la tragedia antigua, la fatalidad reina por completo en las obras de Hardy, novelas, cuentos o poemas. 


Este es un texto de carácter explicativo, es decir, el autor, un historiador de la literatura, quiere situarnos rápidamente y de manera objetiva ante lo que considera que es el pensamiento y el sustrato esencial del autor.

En cuanto a las traducciones, estas son las tres que yo conozco. De ellas, la más nueva es la de Alba (2023) y, por lo tanto, la más fácil de encontrar. Existe otra en Comares, pero yo no he tenido acceso a ella. 
Los tres poemas que reproduzco aquí los he cogido de la traducción que realizó Francisco M. López Serrano para la editorial Pre-Textos.


EL GAMO ANTE LA CASA SOLITARIA

Afuera, en las tinieblas, alguien mira
a través del cristal de la ventana
desde la blanca sábana aterida.
Afuera, en las tinieblas alguien mira
cómo, en vela, aguardamos la mañana
junto a la lumbre de la chimenea.

No alcanzamos a ver esos dos ojos
que nos contemplan desde la intemperie
y reproducen los destellos rojos
del fuego. No advertimos esos ojos,
ojos maravillados, rutilantes,
y sus pasos furtivos, vacilantes.




DESPUÉS


Cuando el Presente cierre sus puertas tras mi paso
y, cual recién hilada seda, las tiernas rosas
de mayo acune el viento, ¿dirá el vecino acaso:
«Era de los que suelen apreciar estas cosas»? 

Si es al ocaso y cruza sobre el denso follaje,
como en un parpadeo, un halcón por la umbría
y se posa en la zarza que retorció el oraje,
pensará quien lo vea: «También él lo vería». 

Si fuera en noche cálida y de falensas clara
cuando el erizo corre furtivo por el prado,
tal vez alguien dijera: «Por que nadie dañara
a estas pobres criaturas veló, y poco ha logrado».

Si al oír que he partido, junto al umbral se quedan
contemplando los astros en el cielo de invierno,
¿pensarán los que ver mi rostro ya no puedan:
«Fue alguien que meditó sobre el misterio eterno
»?

Y cuando por mí doble la campana del ocaso
y a su repicar se una de la brisa la charla,
cual un nuevo tañido, ¿oirán decir acaso:
«No la puede oír ya, mas solía escucharla»?




EL ACANTILADO DE BEENY


I
Oh, el zafiro y el ópalo de este errante mar de occidente,
y una mujer en lo alto con el cabello al viento cabalga sonriente,
la mujer que amé tanto y que me amó fielmente. 


II
A nuestros pies el rugido continuo y las lejanas olas de la mar
semejaban un cielo inferior, engolfado en su propio palpitar,
mientras reíamos alegres en aquel mes de marzo que no podré olvidar. 


III
Una pequeña nube nos ocultó, y brotó una lluvia irisada,
y se tiñó el Atlántico de una imprecisa y leve pincelada,
luego salió de nuevo el sol y de un tono purpúreo quedó la mar bañada. 


IV
En su profunda y abisal belleza aún el viejo Beeny ocupa bajo el cielo su lugar,
pero ella y yo el próximo mes de marzo no volveremos allí de nuevo a pasear,
ni las dulces palabras que dijimos se volverán a escuchar. 


V
Pues aunque todavía la abisal belleza se alza en aquella agreste ribera de occidente,
la mujer, a la que el pony llevaba a paso de andadura está ahora ausente,
ya no sabe de Beeny ni le importa y no volverá a reír jamás alegremente.

 

Y un homenaje, el que le dedicó su compatriota Gustav Holst (el de Los planetas):


Y una película basada en una de sus novelas más famosas, Far from the Madding Crowd. Aquí se tradujo como Lejos del mundanal ruido. La novela está en la editorial Alba y en Akal; la película, en cualquier plataforma audiovisual o en las bibliotecas.
 
 
 
***


viernes, 6 de junio de 2025

EL MERCADO DE LOS DUENDES, Christina Rossetti

Editorial
 Dentro de lo que se conoce como literatura victoriana se produjo el movimiento prerrafaelista, que no solo tuvo importancia en el ámbito de las artes plásticas, pintura preferentemente, sino también en la literatura. Algunos de sus componentes, de hecho, se movían bien en los dos terrenos, el pictórico y el literario. Es el caso de Dante Gabriel Rossetti, tal vez el representante más popular y destacado del movimiento.

En lo que es el campo de la literatura, la nómina estaría formada por los hermanos Rossetti, —Dante y Christina, hijos de un refugiado político italiano, lo que explica el apellido—, William Morris y Charles Swinburne. De los cuatro, ella será la única dotada de un temperamento auténticamente religiosoEsteban Pujals— que se manifestará claramente en buena parte de su obra, en la que podemos encontrar poemas que tienen por tema principal el amor, otros que giran en torno a la naturaleza y, por supuesto, los que son claramente de inspiración y temática religiosa.

De El mercado de los duendes la crítica académica, la no académica y la enloquecida —disculpadme el exabrupto— ha dicho muchas cosas. Su carácter alegórico, es cierto, puede dar pie a excentricidades varias como interpretaciones, atención, marxistas, feministas, feministas lésbicas, queer, lésbico-incestuosas, imaginistas, eróticas, mercantilistas y hasta vampíricas. La imaginación al poder.

Una parte de la crítica lo catalogó en su momento como infantil. Sobre esto ironizaba con mucho humor Harold Bloom en Poemas y poetas: En cierto sentido, es una poesía para niños, aunque ciertamente han de ser niños de todas las edades extremadamente inteligentes.

Juzgad por vuestra cuenta:


Y esta es una versión libre y moderna que Katherine Wyeth realizó en 2016. Está en inglés.
 
 
***


martes, 22 de abril de 2025

UN POEMA IMPRESIONISTA DE SALVADOR DÍAZ MIRÓN

Seguramente a más de una persona le sorprenda el calificativo impresionista aplicado a la literatura, pues, como es sabido, el impresionismo fue un movimiento artístico, fundamentalmente pictórico. Pero lo cierto es que los rasgos impresionistas se pueden distinguir en buena parte de la literatura de finales del siglo XIX y que incluso Amado Alonso mencionaba en su Ensayo sobre la novela histórica (1942, reeditado en 1984 por Gredos) que podía afirmarse que hubieran sido escritores quienes mostraron a pintores la esencia de la técnica. 

Resumiendo mucho, lo que la literatura realiza con el texto es, en primer lugar, ofrecernos las impresiones que objetos o situaciones provocan en nosotros, no la descripción realista; depués, señalarnos las reacciones que dichos objetos o situaciones pueden provocar en nuestra recepción; finalmente, mostrarnos los efectos que ocasionan en nuestros sentidos, es decir, la impresión que dejan.

Así, en este "Idilio", lo importante, lo que tiene mayor peso, es la impresión que produce el paisaje, la luz, el momento cambiante del día, los colores de la naturaleza, el paso del tiempo desde el amanecer hasta el mediodía, todos esos matices que se van acumulando y que despiertan la sensualidad y el erotismo de la adolescente pastora hasta llegar al clímax en la penúltima estrofa: La zagala se turba y empina.../Y alocada en la fiebre del cebo/lanza un grito de gusto y de anhelo.../¡Un cambujo patán se avecina! y no es necesario que el poeta nos diga cuál es el final del pasaje, cualquiera puede imaginarlo, porque lo verdaderamente interesante es la bien construida gradación de sensaciones que nos llevan hasta el encuentro final.

[Dejo enlazadas las palabras que pueden hoy resultar poco frecuentes o desconocidas, así como las propias de México]



IDILIO



A tres leguas de un puerto bullente
que a desbordes y grescas anima
y al que un tiempo la gloria y el clima
adornan de palmas la frente,
hay un agrio breñal y en la cima
de un alcor un casucho acubado
que de lejos diviso a menudo,
y rindiéndose apoya un costado
en el tronco de un mango copudo.

Distante, la choza resulta montera
con borla y al sesgo sobre una mollera.

El sitio es ingrato por fétido y hosco.
El cardón, el nopal y la ortiga
prosperan y el aire trasciende a boñiga,
a marisco y a cieno, y el mosco
pulula y hostiga.

La flora es enérgica para
que indemne y pujante soporte
la furia del soplo del norte,
que de octubre a febrero no es rara,
y la pródiga lumbre febea
que de marzo a septiembre caldea.

El oriente se inflama y colora
como un ópalo inmenso en un lampo,
y difunde sus tintes de aurora
por piélago y campo.
Y en la magia que irisa y corusca
una perla de plata se ofusca.

Un prestigio rebelde a la letra,
un misterio inviolable al idioma,
un encanto circula y penetra
y en el alma es edénico aroma.
Con el juego cromático gira
en los pocos instantes que dura;
y hasta el pecho infernado respira
un olor de inocencia y ventura.
¡Al través de la trágica historia
un efluvio de antigua bonanza
viene al hombre como una memoria
y acaso como una esperanza!

El ponto es de azogue y apenas palpita.
Un pesado alcatraz ejercita
su instinto de caza en la fresca.
Grave y lento discurre al soslayo,
escudriña con calma grotesca,
se derrumba cual muerto de un rayo,
sumérgese y pesca.

Y al trotar de un rocín flaco y mocho
un moreno, que ciñe moruna,
transita cantando cadente tontuna
de baile jarocho.

Monótono y acre gangueo
que un pájaro acalla soltando un gorjeo.

¡Cuanto es mudo y selecto en la hora,
en el vasto esplendor matutino,
halla voz en el ave canora,
vibra y suena en el chorro del trino!

Y como un monolito pagano
un buey gris en un yermo altozano
mira fijo, pasmado y absorto,
la pompa del orto.

                    ***

Y a la puerta del viejo bohío
que oblicuando su ruina en la loma
se recuesta en el árbol sombrío,
una rústica grácil asoma
como una paloma.

¡Infantil por edad y estatura
sorprende ostentando sazón prematura:
elásticos bultos de tetas opimas,
y a juzgar por la equívoca traza
no semeja sino una rapaza
que reserva en el seno dos limas!

Blondo y grifo e inculto el cabello,
y los labios turgentes y rojos,
y de tórtola el garbo del cuello,
y el azul del zafiro en los ojos.
Dientes albos, parejos, enanos
que apagado coral y prende y liga,
que recuerdan, en curvas de granos,
el maíz cuando tierno en la espiga.
La nariz es impura y atesta
una carne sensual e impetuosa,
y en la faz, a rigores expuesta,
la nieve da en ámbar, la púrpura en rosa
y el júbilo es gracia sin velo
y en cada carrillo produce un hoyuelo.

La payita se llama Sidonia.
Llegó a México en una barriga,
en el vientre de infecta mendiga
que, del fango sacada en Bolonia,
formó parte de cierta colonia
y acabó de miseria y fatiga.

La huérfana ignara y creyente
busca sólo en los cielos el rastro

y de noche imagina que siente
besos, ay, en los hilos de un astro.
¿Qué ilusión es tan dulce y hermosa?
Dios le ha dicho: "¡Sé plácida y bella,
y en el duelo que marque una fosa
pon la fe que contemple una estrella!
"
¿Quién no cede al consuelo que olvida?
La piedad es un santo remedio,
y después, el ardor de la vida
urge y clama en la pena y el tedio
y al tumulto y al goce convida.
De la zafia el pesar se distrae,
—desplome de polvo y ascenso de nube—.
¡Del tizón la ceniza que cae
y el humo que sube!

La madre reposa con sueño de piedra.
La muchacha medra.

Y por siembras y apriscos divaga
con su padre, que duda de serlo,
y el infame la injuria y estraga,
y la triste se obstina en quererlo.
Llena está de pasión y de bruma,
tiene ley en un torpe atavismo
y es al cierzo del mal una pluma...
¡Oh pobreza! ¡Oh incuria! ¡Oh abismo!

                    ***

Vestida con sucios jirones de paño,
descalza y un lirio en la greña,
la pastora gentil y risueña
camina detrás del rebaño.

Radioso y jovial firmamento.
Zarcos fondos con blancos celajes
como espumas y nieves al viento
esparcidas en copos y encajes.

Y en la excelsa y magnífica fiesta,
y cual mácula errante y funesta
un vil zopilote resbala,
tendida e inmóvil el ala.

El sol meridiano fulgura,
suspenso en el Toro;
y el paisaje, con varia verdura,
parece artificio de talla y pintura,
según está quieto en el oro.

El fausto del orbe sublime
rutila en urente sosiego;
y un derribo de paz y de fuego
baja y cunde y escuece y oprime.

Ni céfiro blando que aliente, que rase,
que corra, que pase.

Entre dunas aurinas que otean,
tapetes de grama serpean
cortados a trechos por brozas hostiles
que muestran espinas y ocultan reptiles.
Y en hojas y tallos un brillo de aceite
simula un afeite.

La luz torna las aguas espejos
y en el mar sin arrugas ni ruidos
reverbera con tales reflejos,
que ciega, causando vahídos.

El ambiente sofoca y escalda,
y encendida y sudando, la chica
se despega y sacude la falda,
y así se abanica.

Los guiñapos revuelan en ondas...
La grey pace y trisca y holgándose tarda…
Y al amparo de umbráticas frondas
la palurda se acoge y resguarda.

Y un borrego con gran cornamenta
y pardos mechones de lana mugrienta,
y una oveja con bucles de armiño
—la mejor en figura y aliño—
se copulan con ansia que tienta.

La zagala se turba y empina...
Y alocada en la fiebre del cebo
lanza un grito de gusto y de anhelo...
¡Un cambujo patán se avecina!

Y en la excelsa y magnífica fiesta,
y cual mácula errante y funesta
un vil zopilote resbala,
tendida e inmóvil el ala.


***


sábado, 5 de abril de 2025

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

Leer a Salvador Díaz Mirón en papel no es fácil porque esta edición, excelente edición, de FCE ya no está disponible, y en las bibliotecas del País Vasco no tienen ningún ejemplar. La única forma de conseguir algún ejemplar es recurriendo a Iberlibro, donde podemos encontrar unos cuantos títulos, bien de su Poesía completa, diversas antologías,  o bien títulos sueltos. Lascas, su obra más importante, está en unos cuantos formatos, y hasta una primera edición de 1901.

Si nos olvidamos de leer en papel, la Universidad Nacional autónoma de México, dispone de una buena colección de cuadernillos sobre poetas de todo el mundo y, por supuesto, de poetas nacionales. El dedicado a Díaz Mirón lo preparó Héctor Valdés y puede valer para una primera aproximación. 

Por suerte, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes tiene recogido en su página el pdf de Lascas, edición original de 1901. El documento se puede descargar y leer en pantalla o, si se prefiere, imprimirlo en papel. En esa misma página web se encuentran tres ensayos sobre la obra del poeta mexicano: 

Al filo del Novecientos. Estudios de intercomunicación hispánica. De Guillermo Díaz-Plaja.

Díaz Mirón: poeta y artífice. De Alfonso Méndez Plancarte.


Y por si alguien tiene interés en la evolución del territorio mexicano desde lo que fue el virreinato hasta la actualidad, Geacron puede resultar de utilidad.

Y después de tantas advertencias, cierro esta entrada con la 


EPÍSTOLA JOCO-SERIA


                                                    Al editor

Mientras haya en ciudad y cortijo
gallineros que ostenten su rijo;
y por calles, y en lúbricos tratos,
ardentías de perros o gatos;
y en el aire y el muro y el suelo
moscas tiernas, a pares, en celo;
mi librillo en palacios y chozas
ha de ser inocente a las mozas.

Pero quise pecar de discreto;
y en extraño y heroico soneto
dejo dicho a mis trovas que apiñas:
"¡respetad el pudor de las niñas!"
Por "Idilio" y "Avernus", y acaso
algún otro desliz en el paso,
lo demás, que no funda querellas,
¡sufrirá privación de doncellas!

A las chicas ofreces lectura
de un primor: la Sagrada Escritura.
¿Y Sodoma con fieros priapismos
amagando a los ángeles mismos,
que se libran merced a un encanto?
¿Y las hijas de Lot? ¿Y el Rey Santo,
Betsabé y el cadáver de Urías?
¿Y Tamar con Amnán? ¡Fruslerías!

¡Ay! las cosas en sí quedan lejos.
Sólo dan al sensorio reflejos.
En mí el Cosmos intima señales
y es un haz de impresiones mentales.
Pero cunde al través de una lente
comba y tinta y jamás indolente,
que perturba en la imagen virgínea
el matiz, el calor y la línea.

¿Qué cristal el que filtra y altera?
Pues mi humor peculiar, mi manera.
Para mí, por virtud de objetivo,
todo existe según lo percibo.
Y el tamiz proporciona elemento
propio y lírico al gayo talento,
y es quien pone carácter y timbre,
novedad y valor a la urdimbre.

Pese a ti, lo real no anda fuera,
sino en sellos del alma, y espera
que facundia o cincel, brocha o pluma,
tornen diáfano el cerco de bruma.
Externarse con metro gallardo
y en fiel copia es el triunfo del bardo.
La mentira es la muerte y la escoria.
La verdad es la vida y la gloria.

Cuando pugno en las bregas del arte
por verter en trasunto una parte
del caudal que atesoro por dentro,
y en las voces hurañas encuentro
la precisa expresión y el buen giro
¡qué alborozo y qué orgullo respiro!
¡Cuál me alegra y ufana el acierto!
¡Un oasis hallado al desierto!

¿La moral? ¡Es el ara divina!
Mas escúchame, piensa y atina.
Una cosa en la práctica es fiemo,
es horror, ese feísimo extremo;
Pero exacta en la intensa pintura,
resplandece magnífica y pura,
si allí el vate no insufla malicia,
sino un grito a la eterna justicia.

¿Que la nota poluta y la torva
vibran mucho en el son de mi tiorba?
En el mundo lo dulce y lo claro
son, por ley de la suerte, lo raro.
¿Cómo hacerlos aquí lo frecuente?
No: la cámara obscura no miente.
Además: la tragedia sublime
es piedad y terror, sangra y gime.

Forma es fondo; y el fausto seduce
si no agranda y tampoco reduce.
¡Que un estilo no huelgue ni falte,
por hincar en un yerro un esmalte!
¡Que la veste resulte ceñida
al rigor de la estrecha medida,
aunque muestre, por gala o decoro,
opulencias de raso y de oro.

¿Que repulsas mi código? Basta.
La bandera, prendida en el asta
y undulando a las rachas supremas,
luce y riza colores y lemas;
y debajo a que nadie los toque,
y blandiendo flamígero estoque,
una musa de fuerza y de gracia
yergue a sol su hermosura y su audacia.

Escribe en nota Manuel Sol que los versos 82-88 (los que he subrayado) parecen haber inspirado al pintor catalán Juan Bernadet el dibujo de la primera portada de Lascas; sin embargo, ésta fue sustituida más tarde (...) por una más sobria y simple, que ostentaba el escudo del gobierno del Estado de Veracruz. 

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