Captura de pantalla de Stellarium |
CABELLERA DE BERENICE
Imaginemos ahora otra historia de amor:
una mujer ama a un hombre
y como no quiere perderlo,
porque él
—maldita estupidez que nunca acaba—
ha partido hacia la guerra,
ofrece en sacrificio
su hermosa cabellera.
Es, ya veis, una historia tantas veces repetida
y muy normal. Quiero decir, entendedme,
el que una mujer haga una ofrenda
porque quiere volver a estar
con la persona amada.
Bastante anormal, en cambio, me parece
—y perdonad la intromisión—
que un hombre elija la guerra
y además lo haga voluntariamente.
Lo fascinante de esta historia,
por lo demás cotidiana,
es que acabe bien,
que ambos tengan nombre
y que no habiten en la leyenda.
(Lástima que la constelación que nos la evoca
no sea realmente más hermosa).
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