"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
lunes, 31 de marzo de 2014
CELEBRACIÓN DE CORTÁZAR, 3
Ignoro cuál fue el motivo por el que este libro no se publicó en vida de Cortázar, pero estoy convencido de que si existe algún libro que pueda introducirnos en la vida, la obra y los sentimientos de un poeta, ese libro es éste.
Imagen de John Keats es un ensayo y es una obra de creación. Participa de ambos impulsos por igual. Su escritura, sin dejar de ser escritura creativa, compone un fascinante estudio sobre la vida y la obra del poeta inglés. Su contenido, entreverado todo él de opiniones personales, no deja de ofrecernos el mejor conocimiento del joven romántico. Excelente en su composición, magnífico en su resultado.
Sólo una lectura atenta y sosegada de la obra de Keats, y una capacidad creativa inusitada como la del argentino son capaces de componer semejante texto, en el que conviven de forma natural la poesía propia —de Cortázar— y ajena —de Keats y otros muchos más—, la biografía, el análisis de la obra, la interpretación, el género epistolar, la cita apropiada, la visión oportuna y los sentimientos —los de Keats, claro—, porque leyendo el libro de Cortázar parece que estamos dentro de él mismo.
Un libro tan seductor como su autor.
Un comentario más reflexivo y mucho más completo podéis leerlo en el blog del poeta Francisco José Cruz.
jueves, 21 de julio de 2022
JOHN KEATS, POESÍA COMPLETA
Editorial |
De la tríada central del romanticismo inglés, John Keats es el que a mí más me gusta, aunque no cuando escribe largos poemas narrativos —en ese aspecto Byron es superior—, sino cuando utiliza el poema breve. Composiciones como "Oda a un ruiseñor", "Oda a una urna griega", "Oda a la melancolía" o "Al otoño", son, sencillamente, maravillosas.
De esta edición, de la que me gusta mucho el papel elegido, el tipo de letra y hasta la presentación de la cubierta, echo de menos un índice de títulos y otro de primeros versos. No es que sean estrictamente necesarios, pero ayudan mucho en la labor de búsqueda, y resulta difícil entender que una poesía completa carezca de ellos.
Os dejo la traducción de la de la urna griega, pura belleza:
ODA A UNA URNA GRIEGA
I
¡Oh tú, intacta novia de la tranquilidad!
sábado, 26 de abril de 2014
JOHN KEATS, y 3
Y si os sentís más atraídos por la vida y milagros del poeta, quizá os pueda interesar la novela que acaba de publicarse ahora mismo sobre los últimos días de la vida del poeta: Los últimos pasos de John Keats, de Ángel Silvelo.
Y para cerrar la entrada, un soneto:
martes, 15 de abril de 2014
JOHN KEATS, 2
Si vienes de haber leído el texto de Cortázar, ya estás más que introducido en la vida y milagros de Keats. Ahora sólo tienes que sumergirte en su obra, sorprendentemente amplia para una persona que murió tan joven, para un poeta que estuvo escribiendo poco más de cinco años.
Cualquiera de estos dos libros puede servir como aproximación a su poesía. Ambos recogen una buena selección de lo que hoy nos gusta más de aquella escritura y ambos cuentan con una introducción aclaratoria sobre la vida, el estilo y la obra del poeta. En cualquier caso, Keats está muy bien recogido en castellano y resulta sencillo hacerse con sus textos, tanto si queremos comprarlos en las librerías como si queremos utilizarlos a través de bibliotecas.
Mención aparte merecen las ediciones de Reino de Cordelia (hasta ahora, La víspera de Santa Inés y Lamia) por su cuidado trabajo. No sólo cuentan con la traducción en verso de Luis Alberto de Cuenca y José Fernández Bueno —también el prólogo es de ellos—, sino que además vienen ilustrados con los trabajos de E. H. Wehnert, el primero, y Will Low, el segundo, y están encuadernados en rústica y cosidos.
Hay más, muchas más traducciones de la obra del romántico inglés, pero éstas son las que me parecen más asequibles y atractivas.
Así que, hala, a leer y a disfrutar.
viernes, 5 de abril de 2019
CONCURSO DE VÍDEOS ON ZIENTZIA
Un año más, Teknopolis, Elhuyar y el Donostia International Physics Center (DIPC) han organizado la 9ª edición del concurso de vídeos On Zientzia. Aunque todavía tenéis tiempo, no os descuidéis para mandar vuestro vídeo porque el plazo termina el 24 de abril.
El vídeo que he cogido para dar noticia del concurso es de Patxi Razkin Senar, pertenece al concurso de 2017 y me interesa de él, sobre todo, aquello que dijo mi admirado Feynman de que para disfrutar y fascinarnos con los "misterios" de la naturaleza el conocimiento nunca es perjudicial, antes al contrario, nos ayuda a que el disfrute y la fascinación sean todavía mayores.
Aunque el vídeo me gusta mucho y aprecio en lo que vale la intención, no me parece muy equilibrado colocar en un platillo de la balanza a una persona de comienzos del XIX, mientras que en el otro platillo se encuentra una del XX. Los conocimientos, las perspectivas y las costumbres cambian. Prefiero, en este caso, la cita de Dawkins: Un Keats y un Newton que se escucharan mutuamente podrían oír cantar las galaxias.
Y recalco: que se escucharan mutuamente. Porque puestos a subrayar errores, ¿qué es más grave desde el punto de vista del conocimiento, que Keats, un poeta romántico, indicara la pérdida de "encanto" ante la descripción científica de la descomposición de la luz, o que Newton, uno de los más grandes científicos de todos los tiempos, estuviera convencido de las bondades de la alquimia y persiguiera durante toda su vida la piedra filosofal?
Afortunadamente, nos hemos olvidado de las "tonterías" de Newton y no recordamos que las páginas que dedicó a sus "trabajos" sobre pseudociencia y demás lindezas son mucho más abundantes que las que utilizó para formular la ley de la gravitación universal, establecer las leyes de la mecánica, desarrollar el cálculo infinitesimal o su descubrimiento sobre el espectro del color, por citar solo sus trabajos más relevantes.
El esfuerzo debe producirse por ambos lados, y para eso necesitamos de una buena divulgación que ponga al descubierto y haga llegar al gran público tanto los más complejos hallazgos del conocimiento científico en todos los campos de la investigación, como los mejores logros del pensamiento artístico y humanístico que, por desgracia, suelen quedar relegados a grupos muy minoritarios. Las especialidades pueden ser muchas, pero el conocimiento debe ser uno.
Una buena divulgación podrá favorecer el deseo de saber y estimular la curiosidad de la población, lo que contribuirá a su vez a crear redes entre los distintos conocimientos y un tejido social más consciente. Y para eso es indispensable la implicación de los grandes medios de comunicación. Sin su concurso, la divulgación quedará reducida a los centros de enseñanza y a las bibliotecas.
En este terreno, como en otros muchos, es imprescindible la colaboración de toda la tribu.
martes, 27 de septiembre de 2022
LA LUNA, SÍMBOLO DE TRANSFORMACIÓN, de Jules Cashford
Editorial. Traducción: Francisco López Martín. |
jueves, 9 de febrero de 2023
EL MUNDO COMO OBRA DE ARTE, Frank Wilczek
Ejemplar del KM |
viernes, 8 de octubre de 2021
PLATÓN, KEATS Y LAS ORUGAS
Oruga atravesando el Paseo del Urumea, posiblemente en busca de refugio para convertirse en crisálida (3/10/2021). |
Por muy acostumbrados que estemos a los cambios y transformaciones de la naturaleza, resulta difícil imaginar que de esta oruga de vívidos colores salga una polilla como esta:
Calliteara pudibunda en fase de mariposa nocturna. Fuente: Wikipedia. |
domingo, 20 de enero de 2013
KIRMEN URIBE, 2
K. Uribe sólo tiene publicado un libro de poemas y el que yo organizara una selección distinta iba a suponer que, entre un espacio y otro, estuviera el poemario casi completo en Internet. Ya sabemos que la poesía no da de comer, pero no llegaría ni para unas cañas si no promocionáramos la lectura original del texto. Internet debe cumplir su misión dando a conocer e impulsando autores, pero no saqueándolos de tal forma que, una vez colocados aquí los textos, nadie se acerque a comprarlos en las librerías.
DEL EPITAFIO* DE JOHN KEATS
Escribid mi nombre también en el agua,
que en nuestra tierra es la lluvia
quien define la silueta de los hombres.
*Keats está enterrado en Roma, en el cementerio protestante. En su lápida puede leerse: Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua.
domingo, 4 de enero de 2015
JOHN KEATS, PRIMERA TERTULIA DEL AÑO
En el vídeo, compuesto con fotogramas de la película Bright Star, se recita la famosa Oda a un ruiseñor. Por cierto, si tenéis la oportunidad de ver la película, hacedlo. Refleja bien los últimos tres años de la vida del poeta.
miércoles, 10 de agosto de 2016
RECORDANDO A WORDSWORTH DESDE EL JARDÍN DE SU CASA
Casa de Wordsworth, en el Distrito de los Lagos, hoy museo. |
Los lakistas —Wordsworth, Coleridge, Southey— fueron los primeros poetas propiamente románticos en lengua inglesa. Después vendrían Byron, Shelley y Keats. Pero es Wordsworth el que reivindica por primera vez el lenguaje cotidiano como elemento de expresión sustancial para la poesía. Esta característica ha sido auténticamente seminal, pues ha impregnado toda la poesía occidental desde entonces. Con ello quería demostrar hasta qué punto el lenguaje de la conversación en las clases medias y bajas de la sociedad sirve para los propósitos del placer poético (Prólogo a Baladas Líricas).
Iba solitario como una nube
que flota sobre valles y colinas,
cuando de pronto vi una muchedumbre
de dorados narcisos: se extendían
junto al lago, a la sombra de los árboles,
en danza con la brisa de la tarde.
Reunidos como estrellas que brillaran
en el cielo lechoso del verano,
Poblaban una orilla junto al agua
dibujando un sendero ilimitado.
Miles se me ofrecían a la vista,
moviendo sus cabezas danzarinas.
El agua se ondeaba, pero ellas
mostraban una más viva alegría.
¿Cómo, si no feliz, será un poeta
en tan clara y gozosa compañía?
Mis ojos se embebían, ignorando
que aquel prodigio suponía un bálsamo.
Porque a menudo, tendido en mi cama,
pensativo o con ánimo cansado,
que es la gloria del hombre solitario.
Y mi pecho recobra su hondo ritmo
y baila una vez más con los narcisos.
lunes, 25 de septiembre de 2017
SOBRE LA POESÍA Y SUS CONTIENDAS
Lo quiera o no, el poeta, cuando junta palabras, está configurando una idea del mundo. Insisto: lo quiera o no. Incluso los versos sonoros y pretendidamente inanes de Mallarmé son a su manera elocuentes, dicen algo, aunque no sepamos qué. "Cuando escribí ese poema —cuentan que respondió Mallarmé a quien le preguntaba por el sentido de una de sus composiciones—, Dios y yo sabíamos lo que quería decir; ahora, sólo Dios" (p 274).
La poesía, como todas las cosas del mundo, puede ser clasifica en dos. No otra cosa hacen los manuales cuando para explicar el desarrollo de la literatura, recurren a etiquetas como barroco, clasicismo, romanticismo, simbolismo, naturalismo, modernismo... Siempre es por oposición al anterior movimiento, al que se pretende superar.
En este sentido es en el que recojo la referencia al poeta francés para señalar que la poesía se puede dividir en dos: la clara y la hermética. La poesía en la que alusiones, significados e imágenes son más o menos inteligibles desde un primer momento por un gran público, y la poesía cuyo significado exige un gran esfuerzo por parte del lector para adentrarse en ella.
No es una mejor que la otra. La calidad, por desgracia, suele asociarse a la cantidad de estudios críticos, tesis y demás publicaciones que se realizan sobre una obra determinada. Es una cuestión de gustos, de momentos y de preferencias. ¿Quién podría demostrar que la poesía de Lorca es mejor o peor que la de Machado, que la de Pessoa, que la de Verlaine, que la de Keats o que la de Góngora?
Sin embargo, de tanto en tanto, como si quien escribe tuviera que justificar la opción personal por la que se inclina y menospreciar el resto de las opciones, se puede oír el ruido de batallas dialécticas, peleas de bar literarias y ajustes de cuentas poco honrosos para la comunidad. Los navajazos aquí, afortunadamente, no son literales sino metafóricos. Y es que, como ya nos advirtió Cipolla, la estupidez está democráticamente repartida entre todas las capas y colectivos sociales.
miércoles, 11 de diciembre de 2013
¿POR QUÉ NECESITAMOS CREER?
Las palabras con las que Atkins concluía su libro se refieren a la materia, es decir, al universo, a todo cuanto existe, a la vida. El que una estrella nazca y otra muera no forma parte de un plan determinado. Que la vida se haya desarrollado como lo ha hecho en el planeta Tierra, tampoco. Que la especie humana haya sido capaz de generar autoconciencia y diseñar planes sobre sí misma y lo que le rodea, lo mismo. Somos la consecuencia, entre otras cosas, de tan numerosos como azarosos cambios genéticos. Nada más y nada menos. Es, simplemente, así.
Esto que la comunidad científica ha explicado tan bien; esto que está recogido en tantos y tantos libros científicos, divulgativos y escolares; esto que los que no nos dedicamos a la ciencia somos capaces de entender sin problemas; esto que parece tan claro, tan sencillo y tan natural; esto, y la racionalidad que esto implica, lo olvidamos alegremente y lo sustituimos por unas buenas dosis de irracionalidad llena de fe que impregna todas y cada una de las actividades humanas, desde las manifestaciones artísticas a las ceremonias festivas, desde la organización política a los gestos más consuetudinarios.
La verdad es que no sé por qué necesitamos creer. Supongo que será por eso de que es más fácil terminar creyéndonos que todo va a salir mejor, que las cosas van a cambiar a bien, que hay algo en alguna parte que reconocerá el esfuerzo de lo bueno que hemos hecho, y que es más fácil dejarse llevar por ese estilo blandengue y rosado que afrontar los hechos, encararse con la realidad y ofrecer nuestro generoso esfuerzo para que la realidad cierta y racionalmente mejore. Supongo que es por eso de la famosa esperanza, el último regalo envenenado de los dioses que quedó dentro de la caja de Pandora.
O tal vez sea porque llevamos siglos poblando las más excelsas manifestaciones del género humano —es decir, todas y cada una de las manifestaciones artísticas en todas y cada una de las grandes civilizaciones que han sido y son en el planeta—, de seres divinos y fantásticos que hacen lo que nosotros no nos atrevemos a hacer, de fenónemos extraordinarios que resuelven nuestros problemas, de justificaciones fantasiosas para dar por buena nuestra falta de convicción en lo que somos y podemos. Y no me refiero, por supuesto, a la literatura fantástica y de evasión, que esa tiene su función y nada que ver con lo que aquí digo.
Insisto en mi ignorancia: no sé por qué necesitamos creer. Ni tan siquiera sé si necesitamos hacerlo, espero que no, aunque parezca que sí. Lo cierto, lo constatable, lo que nos rodea es la enorme extensión aún del pensamiento mítico en cualquiera de sus formas, cuando lo verdaderamente hermoso y fantástico es sabernos capaces de comprender lo que nos rodea y mejorarlo utilizando el más poderoso de los instrumentos que tenemos: la capacidad de razonar y descubrir, el pensamiento creativo. Dawkins lo dice mejor que yo: Un Keats y un Newton que se escucharan mutuamente podrían oír cantar las galaxias (p 330, Destejiendo el Arco Iris, Tusquets).
martes, 25 de diciembre de 2018
LA SALVACIÓN DE LO BELLO
Editorial |
Lo pulido, lo pulcro, liso e impecable es la seña de identidad de la época actual. Es en lo que coinciden las esculturas de Jeff Koons, los iPhone y la depilación brasileña. ¿Por qué lo pulido nos resulta hoy hermoso? Más allá de su efecto estético, refleja un imperativo social general: encarna la actual sociedad positiva. Lo pulido e impecable no daña. Tampoco ofrece ninguna resistencia. Sonsaca los "me gusta".
Segundo movimiento:
Lo bello, cuando se concreta en sus mejores posibilidades, es una poderosa combinación de familiaridad y extrañeza. Lo bello reconforta y conmociona, hiere y sana, sacude y aquieta. En lo bello, además, asoma el vértigo de lo insólito, la fuerza de lo inesperado, el destello de lo distinto. en lo bello, como nudo de relaciones, lo oculto se desvela y se articula lo posible.
Tercer y último movimiento:
La verdad como verdad del ser es un suceso, un acontecimiento que es lo único que otorga a lo ente sentido y significado (...) La verdad hace que todo se muestre de otro modo. El acontecimiento de la verdad define de nuevo lo que es real. Engendra un "es" distinto. La obra es el lugar que gesta, recibe y encarna el acontecimiento de la verdad. El Eros está apegado a lo bello, a la manifestación de la verdad. En eso se diferencia del me gusta.
Me gusta el esfuerzo por ofrecer entidad y consistencia a la belleza, es decir, al pensamiento. Keats, que no había leído a Platón, lo dijo de forma más bella que el filósofo griego en los dos versos finales de la Oda a una urna griega:
"Beauty is truth, truth beauty, —that is all / Ye know on earth, and all ye need to know".
"La belleza es verdad, y la verdad belleza / —Todo eso y nada más habéis de saber en la tierra". (Traducción Pedro Nicolás Payá).
Mi duda es si actualmente el arte, esto es, la comunidad artística, persigue y pretende la belleza. Tampoco tengo claro que la reflexión sobre el arte y la obra de arte transcurran por el mismo sendero. Y la divergencia viene de lejos.
Nocturno en negro y oro. Fuente: Wikipedia. |
En 1875 John Ruskin escribía ante Nocturno en negro y oro, de James McNeill Whistler: Yo he visto y oído antes una considerable insolencia cockney; pero nunca pensé que escucharía a un gallito petulante pedir doscientas guineas por echarle a la gente un tarro de pintura en plena cara. El juicio posterior por difamación donde fue compensado con una guinea no fue ciertamente una victoria del artista. Sí lo fue la plataforma que surgió para defender los derechos de los artistas, liberados de las constricciones de la crítica.
Como señaló Dupré: Cada época actualiza la batalla entre el artista y el crítico. Es un eterno conflicto imposible de resolver porque su origen es la discrepancia sobre una de las preguntas más fundamentales: ¿qué es el arte?
domingo, 3 de noviembre de 2013
TERTULIAS DEL 2014
Para Luis Muñoz
Que te devuelvan el tiempo de los lunes
y los hagan festivos en tu agenda
para que la semana no te pese tanto
y puedas sentir los dientes de las calles
mordisquear con ternura
el último tramo del domingo.
Que te devuelvan las horas de los lunes
y las puedas guardar entre las sábanas
para que la ciudad se duerma en tu regazo
y se llenen de ti los que te miran.
Que te traigan el ritmo de los sueños
y los puedas bailar,
que la luz de tu abrazo
se guarde algún secreto.
Que los lunes se aprendan
de memoria tu cuerpo.
Que no le falte nada a tu universo
porque el dios de la noche
el lunes descansó para esperarte.
sábado, 9 de julio de 2022
LA BELLEZA Y LA FELICIDAD ("A thing of beauty is a joy for ever")
Alegrías eternas son las cosas bellas:
nunca conecerán la muerte
con su encanto elevado y serán para nosotros
tranquilas enramadas y formas de dormir
con los más dulces sueños
entre suaves latidos de un dulce bienestar.
Por eso guirnaldas florecidas
todas la mañanas
nos unen a la tierra,
a pesar del desánimo, de la inhumana escasez
de nobles criaturas, de los días sombríos,
de los insalubres y tenebrosos caminos
que tenemos que recorrer: sí, a pesar de esas sombras,
retiran el negro velo de nuestro negro espíritu
figuras hermosas como el sol y la luna,
y los viejos árboles y nuevos que dan benditas sombras
a las simples ovejas; y los narcisos
de todo el mundo verde del que son habitantes;
y los claros arroyos que frescos matorrales
contra el calor tórrido para ellos mismos
alzan; y los helechos en la fronda del bosque
donde las rosas almizcleñas esparcen su esplendor;
y los grandiosos destinos
que hemos imaginado para los soberanos muertos;
y las hermosas leyendas que nos han relatado
o que hemos leído: inteminables fuentes
de inmortales bebidas que nos regala
el cielo.
Y no sentimos todas esas esencias
sólo por una hora; no: así como a los árboles
que susurran alrededor de un templo los queremos
tanto como al mismo tempo, así también la luna,
la apasionada poesía, las glorias infinitas
nos persiguen hasta convertirse en prometedoras luces
dentro de nuestra alma, y se nos pegan tanto
que, brille el sol o se nuble el cielo,
siempre estarán con nosotros, o, si no, moriremos.
jueves, 13 de julio de 2017
LA SOLEDAD DE UN CUERPO ACOSTUMBRADO A LA HERIDA
La edad también tiene algo que ver. No es extraño que comencemos a leer poesía de la mano de Bécquer, de Keats, de Hölderlin o de Leopardi. Lo raro sería que nuestras primeras lecturas fueran Horacio, Li Bai, Mallarmé o Eliot. Por eso mismo, tampoco es rara la hipérbole La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida en una persona tan joven. Lo extraño, tal vez, es la belleza del alejandrino.
No voy a descubrir nada de las bondades de la escritura de Elvira Sastre, porque a pesar de su juventud es una poeta con cinco títulos publicados, que además cuenta con el apadrinaje de pesos pesados de la poesía española como Benjamín Prado y García Montero, y un hermosísimo prólogo sin hipérboles de Joan Margarit.
Sí diré que este es un poemario que gustará mucho a quienes anden abismados en los confines de la pérdida, a quienes gusten de la palabra limpia y a quienes aspiren a la ternura del desamor.
EL DESIERTO DE MI ISLA
Todos quieren llegar,
traerse un libro,
algo de comida
y un amor.
Imaginan los árboles,
piensan en el mar que no se vacía,
son capaces de tumbarse sobre
mi arena
y dejarse ser por completo
porque es terriblemente sencillo:
en mí no existen los espejos,
cuido con esmero la contracción del paisaje,
acaricio el pasado y los errores ajenos,
marco el camino y no el tesoro
y me mantengo siempre estática,
sin hacer ruido, sin causar peligro,
esperando el golpe con las palmas abiertas.
Es fácil querer llegar.
Querer quedarse es igual de fácil
que ahogarse en una gota
de agua.
Es así: todos quieren llegar
y, sin embargo,
todos quieren irse
en el momento en el que llegan.
Quizá sea por el olor a polvo que me cubre,
por el viento que va dejando partes de mí
en cada trozo de tierra que piso
y me devuelve incompleta a la orilla,
por el cansancio de mis ojos
que siempre están en otra parte
o, quizá, porque nadie quiere vivir
en un lugar deshabitado.
Nadie quiere estar en una isla desierta
cuando se hace de noche.
lunes, 1 de mayo de 2023
SHELLEY Y KEATS
HIMNO A LA BELLEZA INTELECTUAL
1.
La sombra de una Fuerza incognoscible
flota, aunque incognoscible, entre nosotros;
visita este amplio mundo con la misma
inconstancia que el viento entre las flores;
como un rayo de luna tras un pico
turba secreto, imprevisible,
el corazón y rostro humanos;
como el rumor pausado de la tarde,
como una nube en noche clara,
como el recuerdo de una música,
como aquello que se ama por hermoso
pero más todavía por ignoto.
2.
Espíritu, Belleza que consagras
con tu lumbre el humano pensamiento
sobre el que resplandeces, ¿dónde has ido?
¿Por qué cesa tu brillo y abandonas
este valle de lágrimas desierto?
¿Por qué el sol no teje por siempre
un arco iris en tu arroyo?
¿Por qué cuanto ha nacido languidece?
¿Por qué temor y sueño, vida y muerte
ensombrecen el mundo de este modo?
¿Por qué el hombre ambiciona tanto
odio y amor, desánimo, esperanza?
3.
Ninguna voz de un ámbito sublime
ha respondido nunca a estas preguntas.
Los nombres de Demonio, Espectro y Cielo
testimonian este inútil empeño:
débiles palabras cuyo encanto no suprime
de cuanto aquí vemos y oímos
el azar, la duda, lo mudable.
Sólo tu luz, cual niebla entre montañas
o música que el viento vespertino
arranca de algún tácito instrumento
o cual claro de luna a medianoche,
sosiega el sueño inquieto de esta vida.
4.
Amor, Honor, Confianza, como nubes
parten y vuelven, préstamo de un día.
Si el hombre inmortal fuese, omnipotente,
Tú -ignoto y sublime como eres-
dejarías tu séquito en su alma.
Tú, emisario de los afectos,
que creces en los ojos del amante;
¡Tú que nutres al puro pensamiento
cual penumbra a una llama que agoniza!
No partas cuando al fin llega tu sombra:
sin Ti, como la vida y el temor,
la tumba es una oscura realidad.
5.
Cuando niño, buscaba yo fantasmas
en calladas estancias, cuevas, ruinas
y bosques estrellados; mis temerosos pasos
ansiaban conversar con los difuntos.
Invocaba esos nombres que la superstición
inculca. En vano fue esa búsqueda.
Mientras meditaba el sentido
de la vida, a la hora en que el viento corteja
cuanto vive y fecunda
nuevas aves y plantas,
de pronto sobre mí cayó tu sombra.
Mi garganta exhaló un grito de éxtasis.
6.
Hice un voto: a Ti ya cuanto es tuyo
dedicaría el ser. ¿No ha sido así?
Aún hoy, con inquieto pulso, llamo
a los turbios espectros que en sus tumbas
acompañan mis horas. En fingidos lugares
donde aplico mi espíritu al amor o al estudio,
han contemplado conmigo la noche.
Saben que la alegría no ilumina mi rostro
si no es con la esperanza de que absuelvas
al mundo de su oscura esclavitud;
de que tú, Terrible Hermosura,
concedas cuanto el verso no logra proclamar.
7.
El día es más sereno y más solemne
cuando llega la tarde. Y hay un orden
en Otoño y un lustre en su horizonte
que el estío prohíbe alojo humano
hasta hacernos creer que es imposible.
Así pues, deja que tu fuerza
-talla naturaleza, cuando joven-
provea a mi existencia venidera
de sosiego, a mí que te venero
con cuantas formas te contienen,
a mí, hermoso Espíritu, a quien diste
el temor de sí mismo y amor al ser humano.
Percy Bysshe Shelley. Traducción: Gabriel Insausti.
Me duele el corazón y aqueja un soñoliento
torpor a mis sentidos, cual si hubiera bebido
cicuta o apurado algún fuerte narcótico
ahora mismo, y me hundiese en el Leteo:
no porque sienta envidia de tu sino feliz,
sino por excesiva ventura en tu ventura,
tú que, Dríada alada de los árboles,
en alguna maraña melodiosa
de los verdes hayales y las sombras sin cuento,
a plena voz le cantas al estío.
¡Oh! ¡Quién me diera un sorbo de vino, largo tiempo
refrescado en la tierra profunda,
sabiendo a Flora y a los campos verdes,
a danza y canción provenzal y a soleada alegría!
¡Quién un vaso me diera del Sur cálido,
colmado de hipocrás rosado y verdadero,
con bullir en su borde de enlazadas burbujas
y mi boca de púrpura teñida;
beber y, sin ser visto, abandonar el mundo
y perderme contigo en las sombras del bosque!
A lo lejos perderme, disiparme, olvidar
lo que entre ramas no supiste nunca:
la fatiga, la fiebre y el enojo de donde,
uno a otro, los hombres, en su gemir, se escuchan,
y sacude el temblor postreras canas tristes;
donde la juventud, flaca y pálida, muere;
donde, sólo al pensar, nos llenan la tristeza
y esas desesperanzas con párpados de plomo;
donde sus ojos claros no guarda la hermosura
sin que, ya al otro día, los nuble un amor nuevo.
¡Perderme lejos, lejos! Pues volaré contigo,
no en el carro de Baco y con sus leopardos,
sino en las invisibles alas de la Poesía,
aunque la mente obtusa vacile y se detenga.
¡Contigo ya! Tierna es la noche
y tal vez en su trono esté la Luna Reina
y, en torno, aquel enjambre de estrellas, de sus Hadas;
pero aquí no hay más luces
que las que exhala el cielo con sus brisas, por ramas
sombrías y senderos serpenteantes, musgosos.
Entre sombras escucho; y si yo tantas veces
casi me enamoré de la apacible Muerte
y le di dulces nombres en versos pensativos,
para que se llevara por los aires mi aliento
tranquilo; más que nunca morir parece amable,
extinguirse sin pena, a medianoche,
en tanto tú derramas toda el alma
en ese arrobamiento.
Cantarías aún, mas ya no te oiría:
para tu canto fúnebre sería tierra y hierba.
Pero tú no naciste para la muerte, ¡oh, pájaro inmortal!
No habrá gentes hambrientas que te humillen;
la voz que oigo esta noche pasajera, fue oída
por el emperador, antaño, y por el rústico;
tal vez el mismo canto llegó al corazón triste
de Ruth, cuando, sintiendo nostalgia de su tierra,
por las extrañas mieses se detuvo, llorando;
el mismo que hechizara a menudo los mágicos
ventanales, abiertos sobre espumas de mares
azarosos, en tierras de hadas y de olvido.
¡De olvido! Esa palabra, como campana, dobla
y me aleja de ti, hacia mis soledades.
¡Adiós! La fantasía no alucina tan bien
como la fama reza, elfo de engaño.
¡Adiós, adiós! Doliente, ya tu himno se apaga
más allá de esos prados, sobre el callado arroyo,
por encima del monte, y luego se sepulta
entre avenidas del vecino valle.
¿Era visión o sueño?
Se fue ya aquella música. ¿Despierto? ¿Estoy dormido?
domingo, 22 de noviembre de 2020
¿ESTAMOS SOLOS? EN BUSCA DE OTRAS VIDAS EN EL COSMOS
No creo que me equivoque si digo que esta es la obra de un científico, de un investigador, apasionado con su trabajo y entusiasmado con la divulgación, que pone al alcance de cualquiera cuál es el estado de la cuestión, qué podemos suponer, qué nos es dado imaginar y qué es lo que efectivamente sabemos sobre la vida más allá de nuestro diminuto planeta. Y es que Carlos Briones, a quien he tenido el placer de escuchar en directo en varias ocasiones, parece que lo sabe todo sobre el tema. Y cuando digo todo quiero decir todo, no solamente cuanto tiene que ver con su especialidad como bioquímico y biólogo molecular entregado a la investigación astrobiológica.
Por el texto van desfilando referencias y citas del mundo del cine, de la literatura, de la música, la ecuación de Drake, el programa SETI, la señal Wow!, la estrella Tabby, cuanto tiene que ver con la ciencia ficción, y con la ficción a secas. Desde Lucrecio a Saint-Exupéry, Sagan o el mismísimo Winston Churchill. Deliciosa la cita del primer ministro británico, no os la perdáis (p 474), o la de Brian May, guitarrista de Queen y ¡doctor en astrofísica!
Y qué decir de esas conversaciones de café que se trae con especialistas al acabar cada uno de los capítulos. Broche de oro a sus palabras. Mirad qué pedazo nómina: Muriel Gargaud, Emmanuelle Javaux, Ricardo Amils, Víctor Parro, Michel Viso, J. A. Rodríguez Manfredi, Olga Prieto Ballesteros, Jonathan I. Lunine, Joseph A. Nuth, Luisa Lara, Aki Roberge y David Dunér.
Hacer divulgación requiere claridad y sencillez, además de hacerlo de manera atractiva para que quien lee se sienta a gusto con el texto. En este sentido, e independientemente de que los descubrimientos avancen de manera significativa en este terreno, yo creo que la belleza y la verdad —Keats al fondo— que nutren las páginas del libro van a permanecer inalterables durante mucho tiempo. Es un regalo tanto para nuestro deseo de conocimiento como para nuestro sentido estético.
Dicho esto, conviene advertir que para poder acceder al estudio de la vida extraterrestre ha sido necesario pasar por muchas etapas previas para que la cuestión quede bien delimitada y se entienda. Etapas como intentar responder a la difícil cuestión de qué es la vida, cuál es su origen, qué es eso de la química prebiótica, quién es ese tan importante llamado LUCA, cuánto hay de azar y de necesidad en todo ello o por qué es tan esencial el agua y el carbono para estar donde estamos. Y el autor se abre camino por tan graves cuestiones con absoluta soltura y nos va seduciendo con su prosa ágil.
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Nota para despistados: este es un libro de divulgación científica. Todavía no tenemos ninguna evidencia de vida más allá de nuestro planeta. Es muy probable que haya incluso vida inteligente en alguna parte del universo. El único problema es que el universo es muy, muy, pero que muy grande. Así, pues, desengañémonos. Podremos observar los planetas extrasolares desde la superficie o la órbita de la Tierra, aprenderemos cada vez más sobre ellos e incluso quizá encontremos señales moleculares de vida en algunas atmósferas. Esa es la ciencia real. Pero están a tantísima distancia de nosotros, incluso los más cercanos, que es una fantasía pensar que en algún momento vamos a poder viajar hasta allí. Por tanto, limitemos nuestro entusiasmo (p 427, palabras recogidas de Michel Mayor).
O dicho a la manera de James Miller, en A small fiction: