miércoles, 19 de mayo de 2021

LA DESLUMBRANTE POESÍA DE SOPHIA DE MELLO

Editorial
REGRESAR

Regresaré al poema como a la patria a la casa
Como a la antigua infancia que perdí por descuido
Para buscar obstinada la sustancia de todo
Y gritar de pasión bajo mil luces encendidas

´


INSTANTE


Dejadme limpio
El aire de los cuartos

Y liso
El blanco de las paredes

Dejadme con las cosas
Fundadas en el silencio


Es una verdadera lástima que la poesía sea tan minoritaria, que se lea tan poco. Y no lo digo por la poesía, sino por lo que se pierden quienes nunca la frecuentan. Ya sé que no es posible leer cuanto se publica. Decenas de miles de títulos al año no son de ninguna manera abarcables. Pero es una lástima que tanta novela de entretenimiento —que sí se vende y se lee— colapsen absolutamente lecturas de altísima calidad, que difícilmente llegan a encontrar un hueco en las librerías. 

Desde luego, no Nocturno mediodía, antología que Galaxia Gutenberg publicó en el ya lejanísimo 2005. Ha desaparecido. Si tenéis suerte, tal vez lo halléis en alguna librería de viejo, como si fuera un ejemplar de hace un par de siglos. Afortunadamente, la misma editorial, justo antes de la pandemia, sacó otra antología, más reducida y con la misma excelente traducción de Ángel Campos Pámpano. No es que esté en todas las librerías, pero todavía se puede encontrar

Y digo todo esto porque me parece importante que una poeta tan depurada y exquisita como Sophia de Mello sea realmente vista. Yo también, ya véis, lo digo para ver, como ella decía de "Lisboa" —de ese poema sale el título—. Para hacer visible, hasta donde yo puedo, la poesía de una altísima maestra del verso que viviendo tan cerca se nos hace tan desconocida. Lo diré una vez más: es una lástima.


LA FORMA JUSTA

Sé que sería posible construir un mundo justo
Las ciudades podrían ser claras y bañadas
Por el canto de los espacios y de las fuentes
El cielo el mar y la tierra están dispuestos
A saciar nuestra hambre de lo terrestre
La tierra donde estamos —si nadie la traiciona— ofrecería
Cada día a cada uno la libertad y el reino:
En la concha en la flor en el hombre y en el fruto
Si nada adolece la propia forma es justa
Y en todo se integra como palabra en verso
Sé que sería posible construir la forma justa
De una ciudad humana que fuese
Fiel a la perfección del universo

Por eso vuelvo a empezar sin tregua a partir de la página en blanco
Este es mi oficio de poeta para la reconstrucción del mundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

NO HAGO PÚBLICOS LOS ANÓNIMOS. ESCRIBE TU NOMBRE DESPUÉS DEL COMENTARIO.