La traigo hasta aquí por si no habéis tenido la oportunidad de verla, pero antes un pequeño fragmento del poema sobre el que se inicia la conversación:
De repente, salir paraLvov, en mitad de la noche, a pleno sol, en marzo
o en septiembre. Si es que Lvov existe bajo
las fundas de las fronteras y no so lo en mi
nuevo pasaporte, si las banderolas de los árboles, fresnos y álamos aún resuellan
como indios, los arroyos balbucean su tenebroso esperanto y las culebras desaparecen entre
la hierba como el signo de suavidad del idioma
ruso. Hacer las maletas y salir, sin ni siquiera
despedirse, al mediodía, desaparecer
cual desfallecidas doncellas. Y bardanas, ejércitos
verdes de bardanas, y bajo ellos, bajo las sombrillas
de un restaurante veneciano, caracoles que de eternidad
charlan
[...]
y hay tanta muerte esperándote, ¿por qué toda ciudad
debe ser Jerusalén y todo individuo,
judío?, y ahora a toda prisa hacer solo
la maleta, siempre, todos los días
y salir sin aliento, ir a Lvov, si es que
existe, sosegado y puro como un
melocotón. En todas partes, Lvov.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.