viernes, 10 de marzo de 2023

NARCISO Y LOS NARCISOS


 Este es el segundo año que los narcisos inundan el Paseo del Urumea. Están ya en su mejor momento y es tal su belleza que poca gente se resiste a detener un momento su caminar y dejarse seducir por su atractivo. Así estaban anteayer, 8 de marzo. El día anterior, una contertulia irunesa que había pasado por ahí el fin de semana, amablemente me dijo que se había acordado de mí ante esta hermosa imagen y relacionarla inmediatamente con Wordsworth y su célebre poema, sobre quienes íbamos a charlar el martes, día 7

En el mismo momento en que realizó el comentario me preguntó si se llamaban así por Narciso, el personaje mitológico. Yo le dije que creía que no, pero al día siguiente, otra contertulia, a la que aprecio especialmente por su activa participación, me envió el enlace del artículo de Wikipedia en el que se dice lo contrario: En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

Quedé sumido en un mar no de narcisos, sino de dudas. La etimología remite a la misma palabra griega que nombra a la flor y al personaje, νάρκισσος (nárkissos), pero no me aclaraba nada. La bibliografía botánica, tampoco. Acudí a la mitología y en ella encontré lo que parece un baile de nombres y tal vez de confusiones, más propias del nombrar aleatorio de cada grupo humano según el momento. Pura pragmática.

Robert Graves, profundo estudioso de los mitos griegos y con una formación clásica envidiable, escribe esto: Narciso era tespio, hijo de la ninfa azul Liríope, a la que el dios fluvial Cefiso había envuelto una vez con los remolinos de sus corrientes y luego violado (p 315, Los mitos griegos. La negrita es mía). Luego sigue contando el mito y la aventura con Eco que termina así: Pero Narciso se había marchado y ella pasó el resto de su vida en cañadas solitarias, consumiéndose de amor y mortificada, hasta que solo quedó su voz (p 316). Y es ahí donde introduce una llamada con esta nota:

El "narciso" utilizado en la antigua corona de Deméter y Perséfone (Sófocles: Edipo en Colonna 682-4), llamado también leirion, era un iris o flor de lis azul de tres pétalos que estaba consagrado a la Triple Diosa y se llevaba como guirnalda para aplacar a las Tres Solemnes o Erinias. Florece a finales de otoño, poco antes del "narciso del poeta", que es quizás por lo que se ha descrito a Liríope como madre de Narciso (p 316). 

Pero hay más. En el artículo dedicado a Apolo, en la nota 8, cuenta esto: El mito de Jacinto (...) alude al héroe-flor cretense Jacinto, al parecer llamado también Narciso (p 94). 

Puedo inferir de todo esto que el narciso se llama así por Narciso, si bien la flor que hoy conocemos con ese nombre no sea precisamente a la que se referían los antiguos griegos. Quiero suponer que toda esa mezcla de flores tiene que ver con que todas ellas pertenecen a la misma familia, las asparagáceas, y el hecho de que tengan muchas características en común pudo originar en su momento ese baile de nombres.

Gracias, Manoli, por haber aguijoneado mi curiosidad y porque después de todo esto lo importante es que

              mi corazón se llena de júbilo,

y se pone a bailar con los narcisos.

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