Editorial |
Estoy de celebración. Mañana, 21 de marzo, es el Día Mundial de la Poesía, por lo tanto, esta semana me dedicaré a celebrar la poesía de la forma que yo puedo hacerlo aquí: publicaré cada día un poema de alguno de los libros que pueblan mis estanterías.
Hoy, lunes, comienzo uno de los más reconocidos, herméticos y atormentados poetas europeos del siglo XX, Paul Celan.
MANDORLA
En la almendra — ¿qué se tiene en la almendra?
La nada.
La nada se tiene en la almendra.
Allí se tiene y se tiene.
En la nada - ¿quién se tiene allí? El rey.
Allí se tiene el rey, el rey.
Allí se tiene él y se tiene.
Bucle de judío, gris no serás.
Y tu ojo — ¿hacia dónde se tiene tu ojo?
Tu ojo se tiene cara a la almendra.
Tu ojo, cara a la nada se tiene.
Se tiene para el rey.
Así se tiene y se tiene.
Bucle de hombre, gris no serás.
MANDORLA
En la almendra — ¿qué se tiene en la almendra?
La nada.
La nada se tiene en la almendra.
Allí se tiene y se tiene.
En la nada - ¿quién se tiene allí? El rey.
Allí se tiene el rey, el rey.
Allí se tiene él y se tiene.
Bucle de judío, gris no serás.
Y tu ojo — ¿hacia dónde se tiene tu ojo?
Tu ojo se tiene cara a la almendra.
Tu ojo, cara a la nada se tiene.
Se tiene para el rey.
Así se tiene y se tiene.
Bucle de hombre, gris no serás.
Almendra vacía, azul real.
(Traducción: José Luis Reina Palazón).
No sé si es necesario; por si acaso, dejo estas notas:
El poema pertenece al título Die Niemandsrose (La rosa de nadie), publicado en 1963 y dedicado a la memoria de Ossip Mandelshtam. Celan fue endureciendo y encriptando cada vez más su expresión mediante la incorporación de elementos de la mística judía. El título alude tanto a la almendra mística, al ojo de Dios, como a Mandel(shtam). En la mística judía encontró la paradoja mediante la cual el vacío es el puro ser (verso 3). Más adelante está la alusión a los bucles de los judíos ortodoxos y, simultáneamente, al pelo de la madre que no llegó a ser blanco porque fue asesinada en un campo de exterminio antes de que pudiera envejecer (v. 8). El ojo de Dios que se mira a sí mismo, puro vacío (v. 11). Para el nazismo la palabra humano no se aplicaba a los judíos; Celan les devuelve la humanidad al nombrarlos y dota a la almendra de realidad (vv. 14-15).
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Muchas gracias por "las notas". A mí me han hecho falta.
ResponderEliminarAntonio.