martes, 13 de agosto de 2019

SUEÑOS DE LIRIOS

Editorial
La célebre canción de Kortatu terminaba de esta guisa:

La asamblea de majaras
se ha reunido.
La asamblea de majaras
ha decidido:
mañana sol
y buen tiempo.


En esta estupenda muestra de poetas tronados y otras hierbas va a ser difícil encontrar el buen tiempo, porque lo que atesoran las 600 páginas de este muestrario es mucho sufrimiento y, aunque no brilla el sol, sí resplandece de manera fulgurante la calidad de sus versos.

Ya sabemos que no es nada raro encontrar artistas que, por una razón u otra, no están muy bien de la azotea. Vamos, que eso de la genialidad suele andar de la mano de la locura con cierta frecuencia e incluso la investigación genética parece que lo confirma a través del neuregulin 1Afortunadamente no tenemos que convivir con nuestros queridos monstruos, solo leerlos. Y la escritura la dominaban perfectamente.

Óscar Ayala ha reunido en esta delirante antología la nada desdeñable muestra de 101 poetas. Hay figuras conocidísimas y otras no tanto. Hay nombres célebres en la historia de la literatura que tal vez sorprendan porque no los colocábamos en el casillero de poetas. Hay quien sorprenderá porque no sospechábamos que hubiera escrito nada, pues sus dotes creativas han sido mucho más conocidas en otros campos del arte. Y hay de quienes tal vez exclamemos: ¿Pero, cómo, esta persona también tenía un toque?

Como nos recuerda María Castrejón en la introducción, la escritura es una tabla de salvamento, podríamos decir que es el tablero sobre el cual cada poeta mueve sus fichas sin pudor; el papel es su interlocutor válido. Es el lugar donde puede aullar sin ser castigado, donde el estigma se transforma en arte (p 10). Y el arte nos salva y reconforta a todos, locos y cuerdos, doloridos y extasiados, poetas y lectores. Es su don, es un regalo.

La antología está organizada alfabéticamente, contiene dos o tres poemas de cada poeta y una brillante nota biográfica de cada una de las doloridas almas que por ella transitan realizada por el compilador, Óscar Ayala. El epílogo, donde se explican unas cuantas cosas necesarias acerca de esta antología, también es suyo. 

Una antología imprescindible para toda persona aquejada de poesía. Para tener siempre a mano.

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