domingo, 28 de abril de 2019

SAN PEDRO DE ETXANO

San Pedro de Etxano. Navarra.
De la existencia de esta ermita me enteré por casualidad y en cuanto supe de sus "rarezas", quise visitarla.



Como suele ser habitual en este tipo de edificios románicos, la decoración se circunscribe a la portada, los capiteles y los canecillos. Hasta ahí todo normal. Ahora ampliad la imagen y buscad entre las arquivoltas alguna referencia religiosa. 

Así es, ninguno de los personajes que aparecen representados en la arquivolta del medio aluden a ningún episodio cristiano. Todos están sentados a una mesa —representada por la arquivolta—, unos con las manos levantadas, otros con las manos sobre la mesa, cuatro tocando algún instrumento. En el centro, un hombre con barbas rizadas y manos sobre las rodillas; a su derecha hay una ¡máscara!, y a la derecha de la máscara alguien con dos cabezas y con las manos en la mesa. 


Para mayor extrañeza, el edificio, que está orientado como corresponde a un edificio religioso de la época —alineación este-oeste—, tiene la portada en un lateral, lo que es bastante frecuente, pero es absolutamente inusual que se sitúe en el lado norte.

¿Irreverencia?, ¿casualidad?, desconocimiento?... 

Afortunadamente, alguien se ha tomado el trabajo de estudiar a conciencia la ermita y, a poco que busquemos, enseguida encontramos sus trabajos. Andrés Ortega Alonso no solamente se ha ocupado de esta ermita, sino que tiene una excelente página dedicada al románico navarro. Gracias a él me entero de que si la portada está orientada al norte parece que se debe a que la ermita formaba parte de una edificación mucho mayor y que al estar adosada a este, la entrada privada sería la pequeña puerta que se abre al sur, mientras que la pública, la portada en sí, quedaría al norte. 


En cuanto a los misteriosos personajes de la portada, parece que el central, el que se sitúa en la dovela, podía tratarse del dueño de las tierras, del que encarga la obra y que se encuentran celebrando las fiestas del solsticio de invierno, dedicadas a Jano, el dios de las dos caras. Con una miraba al pasado y con otra al futuro. Era el dios romano que propiciaba el paso de un año a otro —de ahí el nombre de enero, ianarius, el mes de Jano—. Con el nombre de La Vinajera, esas fiestas todavía se celebran en Silió, Cantabria.

Así pues, mientras los músicos tocan, los comensales estarían acompañando el ritmo de la música, en tanto que Jano y su representación, la máscara, presiden los festejos acompañados por el señor del lugar. Fascinante y único.

En el vídeo del autor tenéis explicada cada una de las figuras de la portada y de los canecillos. Toda una invitación a que vayáis a ver la ermita de San Pedro de Etxano. 

Para visitarla por dentro, tenéis que pedir la llave en la segunda casa de la izquierda según entráis en Olóriz.


2 comentarios:

  1. Jesús, gracias por tu trabajo y mencionar el mío.
    Saludos
    Ander

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    Respuestas
    1. Gracias siempre a ti, Ander, que tienes un trabajo realmente magnífico. Lo mío no es nada más que diversión y divulgación.

      Un abrazo.

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